TOKIO (AP) — Christian Sorun y Anders Mol vencieron el sábado al equipo del Comité Olímpico de Rusia en la final de voleibol de playa varonil para darle a Noruega su primera presea dorada en esta disciplina.La dupla noruega derrotó 21-17, 21-18 a los campeones mundiales vigentes bajo una lluvia intermitente en el Parque Shiokaze, frente a la Bahía de Tokio. Con el triunfo de Qatar sobre Letonia en el bronce, los tres países en el podio — y los seis jugadores — se colgaron sus primeras preseas olímpicas.Viacheslav Krasilnikov y Oleg Stoyanovskiy estaban al frente 8-4 antes de perder seis puntos consecutivos, incluyendo uno en el que Mol fue a bloquear un remate y cayó sobre el pie de Krasilnikov. Los rusos pidieron tiempo fuera y el jugador recibió atención, pero el partido se reanudó y Noruega aumentó el margen a 15-11.El segundo set estaba empatado 12-12 antes de que Noruega hilvanara cuatro puntos para tomar ventaja definitiva.Horas antes, Qatar ganó la medalla de bronce, la primera presea olímpica en esta disciplina para ese país — o cualquier otra nación de Medio Oriente.“En este momento, estamos en el mapa para siempre”, dijo Cherif Younousse Samba, quien junto a Ahmed Tijan derrotaron 21-12, 21-18 a Letonia en el partido por el tercer lugar. “El voleibol de playa en Qatar también estará en el mapa para siempre”.Younousse logró el punto de la victoria al evadir el bloqueo de Edgar Tocs con su remate, y de inmediato corrió hacia la tribuna y señaló a los pocos aficionados presentes que los alentaban.Posteriormente cayó de rodillas y colocó la frente sobre la arena.Martins Plavins intentaba colgarse su segunda medalla de bronce, luego de subir al podio en Londres. En su lugar, él y Tocs se conformaron en la cuarta posición, tal como el equipo femenino de Letonia lo hizo un día antes.

Fuente: La Nación

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MYSTIC, Connecticut, EE.UU. (AP) — Una de cinco ballenas beluga adquiridas de un acuario en Canadá tras un pleito jurídico con activistas por los derechos de los animales ha muerto en su nuevo hogar en Connecticut.Funcionarios del Mystic Aquarium, que se especializa en investigaciones sobre las beluga, indicaron en Facebook que la ballena macho había llegado en mayo con un problema de salud preexistente. Falleció el viernes, pese a haber recibido “tratamiento médico las 24 horas, pruebas y monitoreo” constante, señaló el acuario en un comunicado.“Aunque él había mostrado indicios de mejoría de un problema gastrointestinal, estamos profundamente entristecidos de compartir que murió (el viernes) por la mañana”, indicó la institución. “Esta es una pérdida devastadora para nuestro personal y para la comunidad, especialmente el equipo de atención animal que trabaja de cerca con las belugas”.La ballena llegó en mayo junto con otras cuatro proveniente de Marineland en Niagara Falls, Ontario, tras un largo enfrentamiento para obtener permisos de Estados Unidos y de Canadá.Friends of Animals, un organismo activista con sede en Connecticut, había intentado impedir el transporte en una demanda en otoño pasado contra el secretario de Comercio y el Servicio Nacional de Pesca Marítima de Estados Unidos, que había aprobado el permiso de investigación.El grupo alegaba que el permiso estadounidense violaba la Ley de Protección de Mamíferos Marinos y la Ley Nacional de Políticas Ambientales porque las autoridades gubernamentales no evaluaron adecuadamente el posible daño que podrían sufrir las belugas derivado del traslado a Mystic.En marzo, un juez federal declinó emitir una orden judicial.Las ballenas, cuyas edades oscilan entre los 7 y los 12 años, nacieron en cautiverio y dejaron un hábitat sobrepoblado con aproximadamente otras 50 ballenas para estar en el centro de importantes investigaciones pensadas para beneficiar a las belugas en la naturaleza, indicaron funcionarios del acuario.

Fuente: La Nación

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TORONTO (AP) — Lourdes Gurriel disparó un jonrón de dos carreras, Teoscar Hernández ayudó con tres hits y tres remolcadas, y los Azulejos de Toronto vapulearon el viernes 12-4 a los Medias Rojas de Boston.Toronto se valió de un ataque de nueve anotaciones en el quinto acto para endilgar a los alicaídos Medias Rojas su séptimo tropiezo en ocho juegos.El derecho novato Alek Manoah (4-1) toleró dos carreras y cuatro hits en cinco innings para llevarse su tercera victoria en cuatro aperturas. Toronto mejoró a una foja de 7-1 desde el 30 de julio, cuando regresó a su estadio en Canadá.George Springer pegó un par de imparables y empujó tres carreras, mientras que Bo Bichette totalizó dos hits y una empujada por los Azulejos que borraron un déficit de 2-0 al enviar 14 bateadores al plato en ese quinto inning que resultó clave.Toronto conectó nueve indiscutibles en esa entrada, incluidos siete extrabases.El mexicano Alejandro Kirk, Randal Grichuk y el venezolano Breyvic Valera inauguraron el quinto acto con dobles consecutivos ante el derecho Nathan Eovaldi (9-7). Springer elevó un globo, antes de que el dominicano Vladimir Guerrero recibiera un boleto intencional.Tras un ponche a Marcus Semien, Bichette rompió el empate con un sencillo, Hernández bateó un doble de dos carreras y el cubano Gurriel desapareció el siguiente pitcheo, poniendo fin a la labor de Eovaldi.Por los Medias Rojas, los puertorriqueños Kiké Hernández de 5-1 con una empujada, Christian Vázquez de 3-1. El mexicano Alex Verdugo de 4-2 con una anotada. El panameño Jonathan Araúz de 1-0. Los dominicanos Rafael Devers de 1-0 con una anotada, Franchy Cordero de 2-0. El venezolano Marwin González de 4-1 con una anotada.Por los Azulejos, los dominicanos Guerrero de 4-0 con una anotada, Hernández de 5-3 con dos anotadas y tres producidas. El cubano Gurriel de 5-2 con una anotada y dos impulsadas. El mexicano Kirk de 3-2 con dos anotadas y una remolcada. El venezolano Valera de 4-2 con una anotada y una producida.

Fuente: La Nación

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CINCINNATI (AP) — Mike Moustakas bateó de 4-3 con tres dobles y dos producidas en su regreso de la lista de los lesionados para ayudar a que los Rojos de Cincinnati apalearan 10-0 a los Piratas de Pittsburgh el viernes por la noche.Tucker Barnhart conectó un jonrón de tres carreras, Jesse Winker y Jonathan India pegaron sendos cuadrangulares solitarios y los Rojos se acercaron a tres juegos de los Padres por el segundo pasaje como comodín en la Liga Nacional.Por la sexta vez en la temporada, los Rojos anotaron al menos 10 carreras para Wade Miley (9-4), quien permitió seis imparables en siete entradas.El abridor de los Piratas JT Brubaker (4-11) tenía un promedio de carreras limpias de 1.76 en tres salidas previas contra Cincinnati, pero fue castigado duramente el viernes.Moustakas — quien salió de la lista de lesionados el viernes después de perderse 68 partidos con una contusión en el talón derecho — conectó un doble productor de dos carreras en su primer turno al bate.El cuadrangular de tres carreras de Barnhart al jardín derecho coronó una primera entrada de siete carreras.Winker abrió la segunda con su 22do de la temporada. Moustakas consiguió un doble y anotó en un sencillo de Kyle Farmer. Los Rojos ya tenían ventaja de 9-0 en la pizarra después de dos innings.Moustakas es el primer bateador de los Rojos con tres dobles en el mismo juego desde que el venezolano José Peraza lo hizo el 15 de agosto de 2018 ante Cleveland.El jonrón solitario de India frente a Kyle Keller en la sexta apretó la pizarra. Fue su cuarto cuadrangular en siete juegos.Por los Piratas los dominicanos Rodolfo Castro de 4-2 y Gregory Polanco de 4-1.

Fuente: La Nación

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”Hoy volví a escuchar la voz de mi viejo. Lloré sin parar, pero sentí que estaba otra vez con él”.Cualquier hijo que haya perdido a su padre o a su madre sabrá de qué se trata. Es el testimonio de un hombre que juntó valor y, en el día de su cumpleaños, escuchó en su celular el audio que le había mandado su viejo un año atrás. En aquel momento le había parecido demasiado largo. Le describía en detalle el día que había nacido: qué pasaba en su vida; qué pasaba en el país y en el mundo. Recordó haberlo cargado: “No me mandaste un mensaje; me mandaste un podcast…”. Pero ese audio de WhatsApp ahora tiene otro valor: “Hoy lo escuché dos veces, y no quería que terminara nunca”.La tecnología ha cambiado, entre tantas otras cosas, la relación con nuestros muertos. Hoy llevamos sus voces en el celular. Los archivos del teléfono y de las redes, con sus audios y videos espontáneos, reconfiguran, de algún modo, el pulso de nuestra memoria.Hasta no hace mucho tiempo, la imagen de nuestros muertos quedaba congelada en las fotos y en la inestable nitidez de los recuerdos. A veces quedaban sus cartas o sus manuscritos, pero la letra impresa tiende inexorablemente a envejecer. En el caso de hombres y mujeres comunes, eran pocos los registros audiovisuales de sus vidas pasadas: apenas algún video lejano de una fiesta de casamiento, un viaje o alguna celebración familiar. Hoy, sin embargo, nos hemos acostumbrado a registrar en videos la vida cotidiana, el gesto de entrecasa, la risa espontánea, el juego improvisado. Y esos fragmentos no quedan en cajas arrumbadas en algún estante inaccesible: nos acompañan todos los días, almacenados en el celular.Hay algo paradójico: así como el WhatsApp le ha quitado densidad y profundidad a nuestra comunicación cotidiana, intensifica al mismo tiempo el vínculo con nuestros muertos. Lo hace más vívido, más real; le aporta sonido y movimiento a una memoria que antes quedaba más anclada en imágenes congeladas, distantes y amarillentas. Descubrimos, además, que el celular lleva algo más que el puro presente. Lo asociamos naturalmente con la urgencia, la inmediatez y lo efímero, pero en el duelo advertimos que en él también se aloja una memoria emocional que no se mide en gigabytes.En las experiencias personales, este fenómeno genera reacciones diversas. Para muchos, la decisión de eliminar los chats con un padre, una madre, un hijo o un hermano que ya no están, implica un paso traumático y doloroso. Otros deciden conservarlos como una compañía y un recuerdo que, de tanto en tanto, los trae de vuelta con sus ecos vitales. Borrar en el celular el contacto de alguien que ha muerto no es una mera operación mecánica en nuestra agenda digital. Es una decisión que forma parte del duelo y de la aceptación de la pérdida. Es un acto que consagra la ausencia y que pierde valor práctico para adquirir un simbolismo más complejo.La cuestión excede los dilemas íntimos y personales para instalar también interrogantes éticos y jurídicos. ¿Qué se hace con la página de Facebook de una persona fallecida? ¿Está bien que no se puedan dar de baja las redes de alguien que se ha muerto? ¿Qué derecho tienen los terceros sobre esos contenidos subidos a la web por alguien que ya se ha ido? En el mundo digital, la vida y la muerte muchas veces transitan la ambigüedad de las zonas grises.Eliminar mensajes, audios, posteos y videos de ese familiar que ya no está es como quemar sus cartas o desprenderse de todas sus cosas. El desprendimiento es, por supuesto, inevitable. Pero conservar objetos y pequeñas pertenencias es, para muchos, una forma de abonar ese vínculo íntimo y cotidiano con los afectos que se han ido. La memoria digital hoy les suma a esos recuerdos una nueva dimensión.En los celulares de los chicos están las canciones, las bromas espontáneas y las risas de sus abuelos ya ausentes. La voz de sus mayores los acompaña en ese “banco de recuerdos” que albergan los teléfonos inteligentes. ¿Se transformará así el modo de elaborar los duelos? ¿Las nuevas generaciones tendrán otra relación con sus muertos? No hay respuestas categóricas; mucho menos conclusiones generales.No debe haber experiencia más íntima que el duelo. Aun desde antes de tener noticias de la psicología y el psicoanálisis, sabemos que es un proceso complejo y absolutamente personal. También es cierto, sin embargo, que hay factores históricos y culturales que transforman la relación de las sociedades con sus muertos. Basta recorrer los cementerios para advertir, a simple vista, los profundos cambios que ha habido en los ritos funerarios. Antropólogos y sociólogos han dedicado a este tema estudios muy profundos, que convierten casi en una audacia arriesgar algunas líneas desde una perspectiva periodística. Pero vale la pena la pregunta sobre el impacto de las tecnologías cotidianas en la relación con nuestros muertos y en la vivencia del duelo.Susan Sontag supo ver en la cámara fotográfica la herramienta para conferir importancia y apropiarse de lo fotografiado. ¿Qué hubiera dicho la pensadora norteamericana (fallecida en 2004) de los celulares inteligentes que, a la vez que fotografían, graban audios y videos a repetición? Fue ella misma la que dijo que “la memoria es, dolorosamente, la única relación que podemos sostener con los muertos”. ¿Cuánto se enriquece y se modifica esa memoria si le agregamos voz y movimiento? El pasado familiar siempre ha estado más ligado a lo visual (los retratos en un tiempo más remoto; las fotos en las últimas generaciones). Las voces de nuestros muertos se perdían en el tiempo. Sin embargo, su tono, su textura, su timbre, pueden acercarnos (como suelen hacerlo los aromas) a un recuerdo más intenso, y acaso más fecundo, de los que ya no están.El celular ha democratizado, de alguna forma, esa herencia audiovisual. Hasta hace pocos años, solo podíamos acceder a la voz de hombres y mujeres notables. Solo se conservaban audios y videos de grandes artistas, políticos o deportistas. Pero la tecnología audiovisual no se había metido, como ahora, en nuestra rutina doméstica. También se ha ampliado el registro de la vida cotidiana, hasta límites que quizá resulten excesivos: hoy se graban hasta los silbidos en la ducha.Tal vez debamos pensar, a escala individual y familiar, en el valor de las nuevas tecnologías para enriquecer nuestra memoria. Grabar la voz de nuestros padres y nuestros abuelos –más allá, incluso, del diálogo cotidiano– puede ser una manera de aprender de ellos, de invitarlos a reflexionar, de conservar sus anécdotas y de tener, cuando ya no estén, un reencuentro más intenso y conmovedor con su legado. ¿No valdría la pena armar álbumes de audios familiares, como antes solo hacíamos con las fotografías? ¿No deberíamos proponernos guardar las voces de nuestros mayores? ¿Cuánta riqueza podríamos acumular si nos sentáramos a grabar las historias, las enseñanzas, las canciones y los recuerdos de nuestros padres y abuelos? ¿Cuánto podríamos aprender del relato de su aventura existencial? Tal vez valga la pena pensar en nuestra tecnología cotidiana como algo más trascendente. Siempre nos acompañan los que ya han partido. No nos privemos de ponerle voz a esa memoria.

Fuente: La Nación

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La decisión de la empresa Bayer de dejar de vender en el país semillas de soja de la variedad conocida como Intacta reaviva las señales sobre la pérdida de competitividad del principal cultivo de la agricultura argentina.Aunque la compañía explicó que la decisión se motivó en una reorientación en sus estrategias de negocio, con el foco puesto en la agricultura digital, no deja de llamar la atención que sea la Argentina el único país de la región que haya sido exceptuado de Intacta. En Brasil, Paraguay y Uruguay, la soja resistente a insectos se seguirá comercializando.Subió 390% el aporte del campo por retenciones y en todo el año acercaría $830.182 millonesEs cierto, como señalan productores y técnicos, que la presión de los insectos es mayor en Brasil y Paraguay que en la Argentina, por lo que la expansión en el mercado de esa variedad tenía un límite respecto de las regiones agrícolas. Sin embargo, no es casual que sea la Argentina el país donde mayor controversia genera (y no se soluciona) el tema del reconocimiento al desarrollo intelectual en semillas y que sea, justamente, el lugar exceptuado para esta variedad.Hace más de dos décadas que no se puede elaborar una ley de semillas que reemplace la norma de 1973. Las reglas locales son inmunes a los cambios exponenciales que hubo desde entonces con el mejoramiento genético y, particularmente, con la biotecnología en primer plano. Hoy ya no solo es la transgénesis, sino los marcadores moleculares, la edición génica y la inteligencia artificial las herramientas disponibles para dar los saltos tecnológicos.Por supuesto que ha habido un sistema regulatorio que permitió el desarrollo de las variedades genéticamente modificadas, pero cuando se trata de fijar normas de largo plazo que aseguren el retorno de la inversión a los obtentores, el país ha fallado.Y no solo el problema lo ha tenido una empresa en particular con la soja sino que es la misma traba que le impide a los productores de legumbres o de algodón, por ejemplo, contar con materiales genéticos que les permitan mejorar su competitividad. Es la cuenta invisible de la producción, aquella que no se detecta cuando se habla de cosechas récord. Lo que se pierde por no hacer las cosas como corresponde.Más allá de la controversia que despertó en su momento la forma en que Monsanto buscó cobrar regalías, con posiciones a favor y en contra, lo cierto es que la falta de reconocimiento a la propiedad intelectual en semillas alcanza a toda la industria.“La salida de Bayer del negocio es una mala noticia para la industria, los semilleros, los agricultores y para el desarrollo productivo y tecnológico del país”, dijo Grupo DonMario (GDM), en un inusual comunicado para una compañía privada que contrastó con el silencio de las entidades técnicas de la producción y de la industria.Los conocedores del negocio interpretaron la decisión de Bayer como un respuesta a los costos que le demandaba el control del canon por Intacta. Sea una decisión empresarial que pueda tener una lógica en los números, lo cierto es que en la Argentina el reconocimiento al desarrollo intelectual en semillas, particularmente en autógamas, no se aplica. Y aquí no alcanza con echarle la culpa al populismo de los gobiernos que aplican políticas en contra de la producción agropecuaria. Durante la gestión de Cambiemos, si bien hubo intentos de que avanzara en el Congreso la aprobación de una nueva ley de semillas, no hubo fuerza política para que la norma se concretara.El retiro de Intacta, además, exhibe un nuevo retroceso en la competitividad de la soja en la Argentina. De la misma forma que el cultivo es el que mayor presión impositiva tiene con derechos de exportación de 33%, la falta de reglas previsibles hace que se cierre la puerta de una tecnología. Los números de producción lo están reflejando: en las últimas cinco campañas el área sembrada se redujo en un 19,5% y el rinde no puede superar las 3,3 toneladas por hectárea. Los 61,3 millones de toneladas de la campaña 14/15 parecen cada vez más lejanos. Se elogiará, en contraste, el crecimiento del maíz, pero cabe preguntarse si una parte de eso no es a costa del deterioro de la soja.A diferencia de lo que puede ocurrir en otras partes del mundo, la Argentina no tiene muchas más opciones para crecer en superficie destinada a la soja. Debe atender a la base del negocio.La presión impositiva, la falta de reconocimiento a la propiedad intelectual, los problemas de infraestructura y la estatización de la hidrovía son, entre otros, los factores que erosionan la competitividad del principal cultivo del país. Son señales de alerta.

Fuente: La Nación

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La política argentina genera hechos sueltos, algo así como situaciones que se producen y que empiezan a flotar en la actualidad sin demasiado rumbo aparente. Pero sucede, generalmente, que no son ni cuestiones aisladas ni tampoco carecen de un sentido de orientación.Daniel Santoro, en su último libro, La batalla final de Cristina, se encarga de hilvanar una serie de elementos que podrían parecer inconexos y que sucedieron en la vida política y judicial argentina. Los procesa, los ordena y ahí quedan para que orbiten en función de la tesis que el autor sostiene a lo largo de todo el libro. El corazón del trabajo es mostrar mediante fuentes documentales y testimoniales la decisión de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, de hacer cuanto tenga a su alcance para lograr la impunidad, la suya y la de los suyos. A eso se suma otro elemento: el abandono definitivo del presidente Alberto Fernández de aquellos viejos postulados con que criticaba severamente la corrupción de su socia política.Con estos elementos como ordenadores, Santoro recorre en La batalla final de Cristina el camino de múltiples hechos, declaraciones o presentaciones judiciales; reconstruye reuniones y exhibe decenas de escritos presentados en diferentes causas que justifican la sensación de que la pelea del oficialismo por lograr la mayoría en el Congreso esconde, entre otras intenciones, la de arremeter fuerte sobre un Poder Judicial que ha mostrado atisbos de independencia y que no le asegura un bienestar en los expedientes donde se investiga la corrupción.A poco de esbozar el andamiaje de su teoría, Santoro ingresa al capítulo donde cuenta y desmenuza el Operativo Puf, como se llamó la causa que tramitó en el juzgado federal de Dolores y que empezó con una denuncia espontánea de un empresario, o por lo menos así se lo denominó, Pedro Etchebest, contra el falso abogado Marcelo D’Alessio. Claro que esta parte, como él mismo lo aclara, tiene una particularidad: “Es la primera vez que escribo un libro [es el décimo] encontrándome imputado injusta y arbitrariamente en una causa judicial. Estuve viviendo bajo una ‘libertad condicional’. Advierto al lector que soy el periodista que ha sido imputado en la causa D’Alessio. Sin embargo, voy a escribir como un observador privilegiado de la maniobra”, dice Santoro al inicio del libro.Día por día, a partir de aquel 18 de febrero de 2019, un capítulo repasa los diálogos y los movimientos entre varios presos (Roberto Baratta y Juan Pablo Schiavi, por caso) con sus interlocutores externos, como Eduardo Valdés, exembajador del Vaticano y reciente vacunado VIP.Aquella causa, que se conoció ese verano, inundó la opinión pública de nombres hasta ese momento desconocidos, personajes, secuencias, fotos y acusaciones que hacían difícil poder diferenciarlos. Se tejió así una telaraña en la opinión pública en la que quedaban prisioneros de la confusión cada uno de los mencionados. Los hechos y las verdades quedaron tapadas por la polvareda que causó ese proceso al caer con fuerza en medio de la grieta. “El operativo Puf buscó, y sigue buscando –escribe Santoro– anular la causa de Los Cuadernos de las Coimas”. Justamente, para entender los resortes de aquella causa de Dolores, el autor hace una reconstrucción de varios de los personajes, además de enumerar detalles judiciales desconocidos.En otro libro, Érase una vez la Argentina, el periodista Luis Gasulla también avanzó sobre las formas que se esconden detrás de la causa en la que se procesó a Santoro. “Les salía más barato un sicario, pero no me mataron porque ya lo habían hecho con Nisman”, sostiene allí el fiscal Carlos Stornelli. Gasulla investiga cómo se orquestaron las operaciones mediáticas y las campañas contra periodistas como Santoro o Luis Majul. Tras analizar miles de fojas judiciales y entrevistar a las víctimas y victimarios, a los abogados, fiscales, jueces y arrepentidos, amantes despechados, “buches” y falsos espías, Gasulla se introduce en el mecanismo del Operativo Puf, también como herramienta para dirigir los cañones sobre la causa Cuadernos, la mafia de la Aduana, Ciccone, los negociados de Lázaro Báez, los bolsos de José López, entre otros expedientes en los que se investiga la corrupción.En La batalla final de Cristina, luego de repasar varios momentos íntimos, como cuando se enteró de novedades concretas sobre su estado procesal, Santoro regresa a la enumeración de hechos que fundamentan su hipótesis. No evita el lawfare como argumento discursivo del oficialismo, pero no se detiene en él sino que prefiere repasar otros sucesos que muestran la intención de avanzar sobre el Poder Judicial. Un ejemplo es el capítulo titulado “La caída de la dama de Alberto”, donde se habla de la renuncia de Marcela Losardo como ministra de Justicia.Otro de los libros que, entre muchos otros temas y reflexiones, avanzó en la misma hipótesis es Una historia argentina en tiempo real, de Jorge Fernández Díaz. “A Alberto Fernández –dice Fernández Díaz en su libro– se le encomendó el objetivo de arreglar la deuda externa, reactivar la economía, avanzar todo lo posible sobre el Poder Judicial y colocar los rieles para que el kirchnerismo real, el que nunca renunció a ir por todo, llegue en su nuevo tren de la victoria”.Para el final, y mucho más allá de la hipótesis de Santoro, La batalla final de Cristina tiene un valor adicional: enumera cosas que sucedieron, aporta documentos y remite a fuentes, algo tan básico para el periodismo como poco frecuente en este tiempo, donde bajo la apariencia de la opinión se destruyen los hechos.La batalla final de CristinaPor Daniel SantoroMargen Izquierdo408 páginas, $ 1970
Una historia argentina en tiempo realPor Jorge Fernández DíazPlaneta1048 páginas, $ 2690

Fuente: La Nación

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Desde septiembre de 2020 el feedlot opera con números en rojo o con utilidad cero. Los dos factores principales que condicionan los resultados, que son los precios del maíz y los del ternero, están por encima de las medias históricas y no guardan una relación armónica con el valor del gordo. En detalle, el maíz prácticamente duplicó su valor en dólares en los últimos 12 meses y el ternero aumentó 100% en pesos en el mismo periodo. Entonces, la cuenta del feedlotero es la siguiente, según datos de Juan Pablo Russi, titular de un encierre a corral de General Villegas: compra terneras de 180 kilos que cuestan aproximadamente $40.000. Luego les carga 120 kg en 120 días para llegar a 300 kg. Esta etapa requiere $16.000 más entre alimento, personal, etcétera. En total gastó $56.000. Efecto cepo: casi el 18% de los productores pasarán superficie ganadera a agriculturaEste importe debe confrontarse con el cobrado por la ternera gorda: $56.000 (300 kg por $190 por kg). “Con los actuales precios de la invernada, del maíz y del gordo, prácticamente se cambia la plata en el feedlot”, sintetiza Russi. La cuenta puede mejorar algo con mayor volumen que diluya los costos fijos, si se tiene ternero y maíz propios y si se está integrado comercialmente con un frigorífico. poco gordo El precio del maíz influye mucho en los resultados del encierre a corral si se considera que una dieta corriente contiene 68 por ciento de ese grano entero. Habitualmente se complementa con 25% en peso de silaje y 7% de soja o harina de soja, más un núcleo vitamínico-mineral.A su vez, el precio del ternero se mantiene firme porque el almanaque toma distancia de la época de zafra, por una aparente menor oferta de terneros que el año pasado y porque los invernadores consideran a la hacienda flaca como refugio del dinero cobrado por la venta del gordo. “La cuenta desfavorable se corregirá a largo plazo, pero mientras tanto está dejando muchos feedloteros en el camino”, observa Russi. Con una mirada de mediano plazo, Russi pronostica poca oferta de hacienda gorda proveniente de feedlots de octubre en adelante, porque el encierre en los corrales ha disminuido drásticamente. Se podría prolongar, así, el problema del precio de la carne en el consumo interno, “un dilema que el Gobierno no sabe cómo resolver y persiste en creer que se soluciona prohibiendo la exportación de vacas conserva y manufactura a China”, concluye el empresario.

Fuente: La Nación

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En mayo de 1968, el gobierno francés quedó a la deriva por siete semanas tras una bochinchera rebelión de estudiantes que conquistó amplio respaldo social con la propuesta “la imaginación al poder”. Cincuenta y tantos años después París sabe que la rebelión es un evento “festejable” y le toca al gobierno argentino entender que perpetuar “la improvisación en el poder” es una apuesta sin futuro. Quizás una palanca capaz de detonar el hartazgo social.Dado que los lobbies industriales anticiparon sin pelos en la lengua como ven el futuro de la inversión sectorial ante el escenario que se define en la nueva Ley sobre el Marco Regulatorio de Biocombustibles, la intención de esta columna se concentra en las costuras sueltas u olvidadas del referido análisis. Ellos deberían ser escuchados a pesar de que fueron los primeros en equivocarse al ignorar, por largo tiempo, las claras señales de proteccionismo que aparecieron hace más de una década en dos de los más grandes consumidores mundiales de biodiésel y etanol: Estados Unidos y la Unión Europea (UE).Kicillof evitó meterse en la pelea del campo y el Gobierno por el cepo a la carneSi bien durante ese tiempo nuestros compatriotas se obstinaron en ladrarle al árbol equivocado, ese no esel único ni el mayor de los riesgos que hoy conviene documentar.El problema es la negación o falta de adecuada interpretación política y profesional referida a los temas de fondo. Se suponía que los biocombustibles nacían para cubrir el déficit de abastecimiento que emergiera antes de la crisis financiera, energética, alimentaria y política disparada por los préstamos sub-prime (2008/2011). Al revolver esa olla, la dirigencia global fue descubriendo, o redescubriendo, que había petróleo y gas hasta la náusea. También que Estados Unidos dejó de ser el gran importador para devenir en un líder de la producción y en una eventual potencia exportadora de petróleo y gas a partir de una polémica pero fructífera tecnología: el fracking, esa cosa ruidosa, compleja, tóxica y muy cara que estamos aplicando en Vaca Muerta.De repente salió a la luz que Washington tenía en vigor desde hace más de cincuenta años un cepo a la exportación de energía (lo que indica que Guillermo Moreno no inventó nada y que la mayoría de nuestros expertos no tenían la más pálida idea de esta potente deformación), que es el mecanismo que llevó a la quiebra o a la cuasi-quiebra a una buena parte de la nueva industria energética fósil de ese país. Resulta que en el mercado interno de América del Norte el precio del gas natural solía andar en un poco más de 2 dólares por BTU, mientras en Europa y Japón se estaba pagando cinco y casi ocho veces más por el mismo producto. Y ¿por qué tal hecho es importante?. Les ruego que me acompañen.PonchazosEl asunto es que el mismo cepo que hace estragos en la industria estadounidense, es similar al previsto por la nueva ley de biocombustibles de nuestro país. Sus disposiciones impiden que los productores que abastecen a quienes mezclan el diésel y las naftas nacionales (YPF, Axion, Shell, Puma, etc) puedan exportar sus productos. En otras palabras, quieren inventar a los ponchazos la teoría del desenganche del mercado nacional e internacional, sin haber tomado un curso apropiado con el gordito de Corea del Norte, con el Coronel Vladimir Putin o con los amigos de Beijing, gente que de esto sabe un rato largo.Además, la ley sólo admite biocombustibles de origen nacional para hacer las mezclas destinadas a generar el biodiésel y las naftas nac&pop, en un texto que le asigna a la autoridad de aplicación el derecho a regular los niveles de mezcla, a fijar los precios de todo el operativo y hacer prácticamente cualquier cosa que se le cante con el tema. Los autores de la regla bajo análisis, usaron las mismas ideas que inspiraron al cepo que se introdujera a la exportación de carnes bovinas, cuyo precio internacional es muchísimo más rentable que el precio aplicado a los consumidores del país.Bajo ese enfoque, las disposiciones de la nueva ley de biocombustibles pueden convertirse en un “bocatto di cardinale” para quienes tengan interés de accionar en Ginebra (la OMC) o en los tribunales de nuestro país, si detectan una probable violación de las reglas relevantes de política comercial (la gente de la industria farmacéutica ya adquirió cierta experiencia en la materia).La prohibición de que participen en las mezclas de combustibles fósiles los biocombustibles importados, no parece consistente con la norma destinada a inhibir la prohibición o restricción de exportaciones e importaciones de bienes que se define en el GATT desde 1947. También es una violación de las reglas sobre Trato Nacional del mismo Acuerdo. ¿O la gente de la Secretaría de Comercio cree que Bruselas accedió a reponernos una cuota de acceso al mercado europeo de biocombustibles por su empatía con la admirable labor de Cáritas?.Todavía el Estado argentino debería explicar por qué desgrava las importaciones de energía y le vino aplicando la factura completa de AFIP a los productores nacionales de biocombustibles que compiten con esa fuente. Desde ese punto de vista, los industriales deberían haber pedido hace tiempo el trato de proveedor extranjero. Subió 390% el aporte del campo por retenciones y en todo el año acercaría $830.182 millonesParalelamente, la imposición de un precio oficial para los biocombustibles, en conjunto con la fijación de niveles obligatorios de mezcla (mandatory purchasing), tiene muchos de los elementos que definen al subsidio de precios (sostén de precios) del tipo de los prohibidos por los textos del GATT y del Acuerdo sobre Subsidios y Derechos Compensatorios de la OMC.A todo ello se agrega el hecho de que el Estado recibió la facultad legal e irrestricta de elegir los fundamentos de estas medidas (como arreglar problemas comerciales, de calidad, balanza de pagos, fomento de las inversiones regionales “y/o” cuestiones ambientales).Esto nos induce a creer que los legisladores y los inspiradores de la norma olvidaron dos detalles. Mientras los biocombustibles son elaborados con materias primas renovables, la abundante oferta de naturaleza fósil (el petróleo, el gas y el carbón, quizás deberíamos agregar la hidroelectricidad conforme viene la mano) es finita. Y que esta clase de legislación exige que los fundamentos ambientales tengan absoluta precedencia al definir el uso de las materias primas aplicables. Nada justifica la norma “del segual Mingo” en esta evaluación como no da lo mismo dosificar como medicamento una copa de vino o una damajuana.La consideración ambiental en esta clase de reglas es el eje fundamental del desarrollo sostenible, no el relleno o el comodín del debate. Ello no incluye la noción de descartar la vigencia de las disciplinas aplicables a la producción y el comercio agrícola.Me daría mucha envidia que todos hayan superado las precedentes incertidumbres y ser el único que ve problemas donde otros descubrieron el arca perdida.El autor es diplomático y periodista

Fuente: La Nación

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Unas pocas palabras del presidente de Toyota, Daniel Herrero, bastaron para correr el telón y dejar al descubierto a la Argentina desvencijada. A la que muchos desde la política dicen ver, pero por la que poco o nada han hecho en las últimas décadas. Es la Argentina en la que el 50% de los chicos no terminan la escuela secundaria y muchos de los que lo logran carecen de las herramientas para insertarse en el mercado laboral. Herrero no hizo más que describir lo que otros empresarios registran desde hace años: la imposibilidad de encontrar potenciales trabajadores con secundario completo y habilidades básicas. Detrás de ese síntoma se esconde la tragedia de un país dual y fracturado, con startups y unicornios exitosos y con chicos en edad escolar que deambulan empujando carros con cartones para poder comer.La catástrofe educativa que hoy parece sorprender es la resultante de años de agonía, de destrucción de una matriz económica y social a la que se ha buscado mitigar con parches circunstanciales. La educación pública, pilar sobre el que se fundó la Argentina moderna, se fue desmoronando, salió de las prioridades más allá de los discursos y promesas y continuó su deslizamiento en un segundo plano. Naturalizamos esa decadencia. Cada tanto, cuando se conocen los resultados de las evaluaciones de conocimientos –atacadas desde el kirchnerismo y los gremios docentes alineados con el oficialismo– emergen las preocupaciones, se instala el debate público, pero al poco tiempo es tapado por otras “urgencias”.La sorpresa por lo de Toyota es que sorprenda, reflexiona Alejandro Katz.Los números de la educación argentina son dramáticos. De cada 100 alumnos que comienzan la educación secundaria solo 50 terminan. El abandono es por goteo. El 35% se cae entre el primer y el tercer año, y en los años siguientes lo hace el resto hasta alcanzar el 50% de deserción. Los chicos se van con el argumento de que tienen que buscar un trabajo, algo que ayude a llevar plata a la casa. Pero están condenados a empleos de mala calidad o temporarios. Son las madres las que luchan para que sus hijos no abandonen y vuelvan, porque saben que si se caen del sistema no regresarán más a la escuela. Pero es una batalla desigual en la que muchas están siendo derrotadas.Con los años y las crisis económicas se fue descomponiendo la promesa de futuro que representaba la escuela. En el horizonte de muchos adolescentes, en particular de las zonas pauperizadas de los cordones suburbanos de las grandes ciudades, como el Gran Buenos Aires, la educación dejó de ser el camino hacia un futuro mejor y empleo seguro. Así, el compromiso de la familia con la educación fue cayendo, al mismo tiempo que retrocedía el compromiso del Estado.El presidente de Toyota planteó que no podía encontrar 200 jóvenes con título secundario para cubrir vacantes. Podría haber dicho 100 o más. Las empresas que ofrecen primeros empleos han ido ocupando a la gran mayoría de los chicos que completaron el ciclo de formación básica en la zona donde están las plantas industriales. Y los que se ofrecen ante una nueva búsqueda son los del universo del 50% que desertaron.Según el Indec, entre el 10,2% de desocupados en los aglomerados urbanos, el 32,9% terminó el secundario y el 23,1% lo tiene incompleto. En el universo de los empleados, solo el 26,5% completó el secundario.La otra cuestión que quedó al descubierto es que el problema no es solo que no se concluye la etapa de formación básica, sino cómo salen a la calle esos chicos cuando se les entrega el diploma. Los contenidos aprendidos no alcanzan para las necesidades laborales que exigen hoy las empresas. A la hora de examinarlos, no pasan las pruebas de comprensión de textos, lógica y operaciones básicas.En el sector industrial hoy los trabajos manuales los hacen las máquinas y los robots, y los operarios agregan valor al producto. Es ahí donde se cierra el embudo, porque los jóvenes llegan sin las capacidades y herramientas para afrontar ese desafío.Un dato revelador de lo que pasa en las grandes naves industriales del Gran Buenos Aires lo aportan los jefes de operaciones: muchos de los jóvenes que empiezan a trabajar, además de no tener las habilidades mínimas, no tienen fuerza en las manos, carecen de motricidad fina y no tienen tonicidad muscular. Otro mal de época por el sedentarismo y la ausencia de ejercicio físico que los médicos fisiatras convalidan como un problema futuro para la salud pública.El escenario es grave y tendrá peores consecuencias si no se interviene rápido. La campaña electoral es una gran oportunidad para discutir cómo se sale de este pozo. Pero ¿hay conciencia y voluntad? Tal vez sea la hora de pegar un golpe en la mesa y gritar: “¡Es la educación, estúpido!”.

Fuente: La Nación

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