Desde septiembre de 2020 el feedlot opera con números en rojo o con utilidad cero. Los dos factores principales que condicionan los resultados, que son los precios del maíz y los del ternero, están por encima de las medias históricas y no guardan una relación armónica con el valor del gordo. En detalle, el maíz prácticamente duplicó su valor en dólares en los últimos 12 meses y el ternero aumentó 100% en pesos en el mismo periodo. Entonces, la cuenta del feedlotero es la siguiente, según datos de Juan Pablo Russi, titular de un encierre a corral de General Villegas: compra terneras de 180 kilos que cuestan aproximadamente $40.000. Luego les carga 120 kg en 120 días para llegar a 300 kg. Esta etapa requiere $16.000 más entre alimento, personal, etcétera. En total gastó $56.000. Efecto cepo: casi el 18% de los productores pasarán superficie ganadera a agriculturaEste importe debe confrontarse con el cobrado por la ternera gorda: $56.000 (300 kg por $190 por kg). “Con los actuales precios de la invernada, del maíz y del gordo, prácticamente se cambia la plata en el feedlot”, sintetiza Russi. La cuenta puede mejorar algo con mayor volumen que diluya los costos fijos, si se tiene ternero y maíz propios y si se está integrado comercialmente con un frigorífico. poco gordo El precio del maíz influye mucho en los resultados del encierre a corral si se considera que una dieta corriente contiene 68 por ciento de ese grano entero. Habitualmente se complementa con 25% en peso de silaje y 7% de soja o harina de soja, más un núcleo vitamínico-mineral.A su vez, el precio del ternero se mantiene firme porque el almanaque toma distancia de la época de zafra, por una aparente menor oferta de terneros que el año pasado y porque los invernadores consideran a la hacienda flaca como refugio del dinero cobrado por la venta del gordo. “La cuenta desfavorable se corregirá a largo plazo, pero mientras tanto está dejando muchos feedloteros en el camino”, observa Russi. Con una mirada de mediano plazo, Russi pronostica poca oferta de hacienda gorda proveniente de feedlots de octubre en adelante, porque el encierre en los corrales ha disminuido drásticamente. Se podría prolongar, así, el problema del precio de la carne en el consumo interno, “un dilema que el Gobierno no sabe cómo resolver y persiste en creer que se soluciona prohibiendo la exportación de vacas conserva y manufactura a China”, concluye el empresario.

Fuente: La Nación

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