Los remates y ferias ganaderas en Corrientes comenzaron a implementar protocolos de control sanitario de Covid-19.
Se trata de una iniciativa pionera en todo el país que impulsa el Ministerio de Producción provincial a través de la Resolución 303, en un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud, el Senasa, Fucosa, Idercor y otras asociaciones rurales.
El modelo ya está se aplica con éxito en las distintas localidades de la provincia y el Senasa analiza implementarlo a nivel nacional.
¿Cómo funciona?
Durante los eventos, personal de Producción realiza controles en los camioneros, compradores, personal y consignatarios para comprobar la ausencia de sintomatología respiratoria compatible con coronavirus. 
En primer lugar, en la entrada al predio, les toma la temperatura a todos los asistentes, que deberá estar por debajo de los 38°. Sólo ingresan las personas que están en la lista previa, y se les obliga a usar barbijos o tapa boca. Además, se les tira alcohol en las manos y se los obliga a pasar por una alfombra con desinfectante para los calzados.
En tanto, todos los vehículos que ingresan a la Sociedad Rural de Saladas, con personal o animales, son desinfectados a través de la pulverización con mochila para minimizar riesgos.
En el caso de los pequeños productores que se encuentren en zona de erradicación de garrapatas y realicen la visita al predio para comenzar con los trabajos sanitarios, los agentes utilizan barbijos, antiparras y guantes y desinfectan los vehículos tanto al ingreso como a la salida. Asimismo, en el lugar se respeta la distancia de dos metros entre los asistentes.
“Los remates ganaderos son una excelente herramienta de comercialización para nuestros pequeños productores. Por eso trabajamos en cada detalle, y de ahí la importancia de contar con este protocolo”, expresó Verónica Storti, titular de la Secretaría de Valor Agregado y Competitividad Agropecuaria, que está a cargo de los controles.

Fuente: InfoCampo

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Trenes Argentinos Infraestructura, dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación a cargo de Mario Meoni, realizó el montaje de la estructura metálica que constituye el puente ferroviario sobre el río Colastiné, en la provincia de Santa Fe.
La obra, que estuvo paralizada por más de dos años y se puso en marcha recientemente bajo el cumplimiento de los protocolos de seguridad e higiene correspondientes, está próxima a su finalización y ya permite el paso de los trenes de la línea Belgrano Cargas.
Con el nuevo puente se garantizará el paso seguro de los trenes de carga (hasta 22 toneladas por eje) y se reducirán los tiempos de viaje desde las provincias del NOA hasta los puertos de exportación en el Gran Rosario, beneficiando a las economías regionales y generando nuevos puestos de trabajo.
“Para volver a poner a la Argentina de pie necesitamos impulsar el crecimiento de los trenes de carga como engranaje fundamental para potenciar el desarrollo federal. Logramos destrabar los problemas que llevaron a la paralización de la obra y la volvimos a poner en marcha, con responsabilidad y poniendo el acento en la importancia que representa renovar la infraestructura ferroviaria”, comentó Ricardo Lissalde, presidente de Trenes Argentinos Infraestructura.
Los trabajos realizados, para los cuales se invirtieron más de $27 millones, contemplaron la remoción del puente antiguo; la reconstrucción de los muros de contención; la reparación de las vigas metálicas; la fabricación y montaje del nuevo puente de 18,60 metros; y el armado de la infraestructura de vía, que permite mayor capacidad de carga y trenes más largos. Solo restan trabajos menores como la rectificación del cauce natural del río y la limpieza general de los materiales.
Estas obras, junto con la construcción de la nueva playa ferroviaria La Ribera, en la localidad de Oliveros, el nuevo ramal de acceso compuesto por 10 kilómetros de vías y el nuevo puente sobre el río Carcarañá permitirá que los trenes ingresen de forma directa a las terminales exportadoras del Gran Rosario, mejorarán la eficiencia en el transporte de mercaderías y contribuirán a la reducción de los costos logísticos, logrando casi un 30% de disminución.

Fuente: InfoCampo

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Se lanzó oficialmente la “Red de Comedores por una Alimentación soberana”, una iniciativa de las organizaciones del campo y la ciudad para garantizar ollas populares y viandas con alimento sano y seguro en los barrios humildes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.
El lanzamiento se realizó en el Mercado Agroecológico de Avellaneda de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) junto a decenas de comedores, clubes de barrio y organizaciones que ya forman parte de la Red.
“Son estos grupos los que están poniendo el cuerpo ante la actual crisis y emergencia sanitaria y que hoy inauguraron una alianza estratégica entre las organizaciones barriales y el otro campo que produce alimentos“, indicaron desde la UTT.
La Red se propone generar un bolsón soberano de verduras a precio accesible y directo de los productores para que todos los comedores y ollas populares que lo requieran puedan comprarlo. También diseñarán un “Recetario Popular” que sirva para cocinar menús más sanos, acompañado de talleres para cocineros y cocineras de los comedores.
Según explicaron desde la agrupación: “se propone garantizar el derecho humano a una alimentación adecuada a los sectores más vulnerables de la sociedad, la Red de Comedores por una Alimentación Soberana exigirá al Estado, tanto los gobiernos municipales, provincial y nacional, políticas públicas y de asistencia alimentaria sostenida para que todas las personas puedan acceder a este derecho tan básico y fundamental.
“Los gobiernos se muestran de manos atadas o la emergencia acentúa más la dependencia con estas empresas, los Perez Companc, Nidera, Carrefour, que hacen negocios con esta fábrica de pobres mal alimentados. Nos venden argumentando que es barato y para todos, comestibles que no son alimenticios, carbohidratos, alimentos ultraprocesados y chatarra de industria a gran escala”, declaró Rosalía Pellegrini, vocera de la UTT.

Fuente: InfoCampo

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La Asociación de la Cadena de Soja Argentina (ACSOJA), junto a la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) elaboraron y presentaron un proyecto sobre la carga tributaria que soportan todos los actores productivos de la oleaginosa, y la Asociación propuso eliminar 2 puntos porcentuales por año de los derechos de exportación (DEX), para que el cultivo siga siendo rentable.
Según ACSOJA, “actualmente la situación tributaria plantea interrogantes en los futuros volúmenes de la producción, comercialización e industrialización del grano de soja, por eso es necesario realizar un análisis exhaustivo del tema, para esclarecer detalladamente el complejo esquema impositivo”.
El documento de FADA es un completo análisis inédito en el sector agroindustrial, que fue catalogado por los representantes de la Asociación como vital importancia para la cadena de la soja.
Los datos relevados en el informe corresponden al mes de junio de 2019, con Derechos de Exportación del 27,1%, con una proyección a la situación actual y contempla además los eslabones primario, comercial e industrial, para un modelo donde el grano de soja pasa por acopio, se procesa en la industria y se exporta en su totalidad.
Por eslabón
“En el eslabón primario el impuesto a las ganancias es el de mayor peso, seguido en importancia por el impuesto inmobiliario rural. Entre ambos explican el 83% del total de impuestos, mientras que el 17% restante corresponde al impuesto a los créditos y débitos bancarios (ICDB), tributos sobre la mano de obra, ingresos brutos (IIBB), sellos y tasas municipales. En el actual esquema tributario, las DEX son liquidadas por la industria e impactan directamente en el precio de venta del productor“, detallaron hoy durante la presentación del trabajo.
En el eslabón comercial los tributos de mayor peso son los correspondiente a la mano de obra, seguidos por los impuestos transaccionales (ingresos brutos, ICDB y sellos),
En el eslabón industrial los DEX explican el 95,02% de los impuestos (descontándose del precio de venta al productor), siendo el 4,98% restante explicado por IIBB, ICDB, impuestos sobre la mano de obra, sellos y Derechos de Registro e Inspección (DREI),
Carga tributaria consolidada
La carga tributaria entre estos tres eslabones asciende a USD 150,21 por tonelada de soja. Los derechos de exportación (DEX) explican el 66%, mientras que el otro 34% se distribuye entre el resto de los impuestos: 21% ganancias, 3% ICDB, 3% contribuciones y ART, 3% inmobiliario rural provincial, 2% impuesto a los sellos, 1% ingresos brutos y 1% tasas municipales.
Analizado por destino de la tributación, el 93% corresponde al Estado Nacional, seguido por el nivel Provincial (6%) y por último el Municipal (1%).
Expresado en valores relativos, la recaudación de USD 150,21 por tonelada representaban en Junio de 2019: 67,89% del margen bruto de la cadena.
Con la actual composición de los DEX del 33%, y manteniendo constante todos los demás valores, la carga tributaria por tonelada asciende a USD 165,49, representando los siguientes valores relativos: 74,19% medido sobre el margen bruto.
Según FADA, “la cadena de la soja considera que los derechos de exportación como un impuesto distorsivo, pero esta nueva propuesta busca una salida posible en términos de impactos económicos y fiscales”, y afirmaron que eliminar un 2% por año de las retenciones, podría generar, no sólo que se sostenga la rentabilidad de la producción, sino también que en 2027 la producción de soja aumente, superando las 68 millones de toneladas.
Propuesta

Fuente: InfoCampo

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En el mercado de la soja, “el avance de siembra en EE.UU. levemente inferior a lo que descontaba el mercado (65% vs 69%) aportó sostén a las cotizaciones. Aunque el ritmo sigue adelantado respecto del ritmo histórico (55%). Además, se recuerda que ventas de soja americana a China por 258.000 tn. en la rueda de ayer, aportaron optimismo. Desde el 14/05 no se registraban negocios al gigante asiático. Por otra parte, se reportó un caso positivo de COVID-19 en un puerto de Brasil, lo cual podría dificultar la logística, trasladando demanda a EE.UU.”, informó Grassi.
La corredora de granos detalló sobre el maíz que el “avance de siembra en EE.UU. levemente inferior a lo que descontaba el mercado, 88% vs 90%. Aunque, adelantada respecto del ritmo histórico (82%). En contrario, petróleo con marcado retroceso condicionó al maíz (por demanda para producción de etanol)”.
En relación al trigo, el mercado “ajustó posiciones levemente, ante un USDA que informó mejoría en la condición del trigo de invierno en EE.UU. (54% en buen y excelente estado vs 53% esperado y 52% semana anterior.). Por otra parte, se sigue de cerca los cultivos en Europa, Rusia y Ucrania, donde prevalecen condiciones de sequía en algunas regiones productoras”, finaliza el análisis de Grassi sobre el cierre de los mercados internacionales de granos.
Subas para la soja local
“En la tarde de hoy, el mercado de granos contó con un número mayor de ofertas de compras, y valores de compras propuestos que se ubicaron por encima de la rueda anterior. Por soja, el valor de compra por la mercadería con entrega disponible ascendió a $ 14.800/t. Por su parte, el precio ofrecido por el maíz con entrega contractual alcanzó los U$S 115/t, y la propuesta de compra por trigo Noviembre se mantuvo en U$S 155/t”, explicó la Bolsa de Comercio de Rosario sobre el mercado local.
En el mercado Matba – ROFEX, el contrato de Soja Jul´20 opera a U$S 219.7/t.
En cuanto al mercado local, los precios ofrecidos fueron los siguientes:
– Por soja, disponible $ 14.800/t.
– Por trigo, U$S 155/t Noviembre, y U$S 160/t Marzo.
– Por maíz, contractual U$S 115/t, y U$S 118/t Noviembre.
– Por girasol, disponible U$S 250/t.
– Por sorgo, no se registraron ofertas de compra.

Fuente: InfoCampo

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Este jueves 28 de mayo a las 17 se llevará a cabo la segunda conferencia online gratuita organizada por Stoller Argentina, la compañía especialista en nutrición vegetal.
En esta ocasión, el invitado es Eduardo Kastika, Dr. en Ciencias Económicas, conferencista internacional experto en Creatividad e Innovación, contenidos que desarrolla como profesor titular en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y en Kastika y Asoc., estudio profesional dedicado al desarrollo de la creatividad y la innovación en América Latina.
Bajo el nombre “Cómo pensar fuera de la caja, técnicas para aplicar la creatividad”, la charla gira en torno a prácticas, ideas y recomendaciones para aplicar la creatividad, la imaginación y el pensamiento lateral ante nuevos desafíos.
“La mirada de Eduardo sobre la creatividad en nuestra tarea diaria, sea cual fuera, va ser inspiradora y de suma riqueza, en estos tiempos donde la gran mayoría nos estamos planteando cómo renovar prácticas y tener mejores resultados”, señala María Victoria Viera, Business Partner Marketing de la empresa.
La participación en la conferencia online es libre y gratuita, con inscripción previa. Para registrarse, se puede ingresar a este link.

Fuente: InfoCampo

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Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) afirman que para lograr maximizar la productividad de manera sustentable, es necesario incorporar herramientas, como la siembra directa, la rotación de cultivos y la integración de la agricultura con la ganadería. ¿Qué rol cumple el sistema agrícola en este objetivo?
En los últimos 65 años, la actividad humana aumentó en un 80% las emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras que duplicó la tasa de emisión de metano (CH4) e incrementó entre un 40 y un 50 % las concentraciones atmosféricas de óxido nitroso (N2O).
De acuerdo con el Quinto Informe de Cambio Climático, publicado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), la mayor fuente de incremento de los gases de efecto invernadero (GEI) provino de la generación de energía, el transporte y la industria. Por su parte, la agricultura, la ganadería y los cambios en el uso de la tierra contribuyeron con no más de un tercio de las emisiones.¿Es posible reducir la emisión de GEI y mantener el calentamiento global muy por debajo de 2 °C? ¿Cómo impacta el cambio climático en el sector?
Para Miguel Taboada, director del Instituto de Suelos del INTA Castelar, se puede maximizar la productividad del sistema agrícola y reducir la emisión neta de gases de efecto invernadero, lo que incluye a la captura de CO2 atmosférico por las plantas. Esto es posible y necesario para la adaptación al cambio climático. “Nuestra agricultura debe buscar una intensificación sustentable que reduzca el impacto ambiental y social”, subrayó.
Para esto, es importante incluir las mejores prácticas de manejo de suelos y cultivos que contribuyan a este propósito, según la condición especifica de sitio a nivel de predio, cuenca o región. En este sentido, recomendó las rotaciones de cultivos, la reducción de la erosión hídrica y eólica y la desertificación, la siembra directa, la nutrición de suelos y cultivos con una adecuada tecnología de fertilización, la integración de agricultura con ganadería, entre otras.
“Estas prácticas deben resultar en una menor emisión de GEI, mayor captura de carbono en los suelos, mayor eficiencia en el uso del agua, mayor diversidad y actividad biológica en los suelos y uso adecuado y responsable de agroquímicos”, especificó Miguel.
Con respecto al impacto del cambio climático en el sector agropecuario, Taboada no dudó en asegurar que “los países de Latinoamérica presentan una marcada heterogeneidad en cuanto a las amenazas de origen climático, clasificadas en tres ejes:  los riesgos de exposición a daños, las vulnerabilidades que afectan a las poblaciones y los ecosistemas y, por último, las oportunidades”.
En esta línea, especificó que el riesgo más notorio es el aumento de las temperaturas medias y de los mínimos diarios con noches más cálidas, aunque también pueden esperarse eventos extremos como olas de calor, menor cantidad de días con heladas, sequías y excesos hídricos en forma de tormentas y granizadas.
En cuanto a las vulnerabilidades, Taboada incluyó a los factores que pueden incrementar o agravar la magnitud de los daños y disminuir la capacidad de resiliencia como, por ejemplo, los altos índices de pobreza, la desaparición de bosques y pastizales y la pobre institucionalidad de algunos países que lleva a la falta de marcos regulatorios o de cumplimiento efectivo de la Ley. 
A su vez, aseguró que “aun cuando la mayoría de los cambios del clima son negativos, existen algunos aspectos u oportunidades que pueden favorecer las producciones agropecuarias”. Entre ellos, mencionó la tropicalización de las regiones que permiten el cultivo con especies megatérmicas o el aumento de las lluvias, que, bajo ciertas circunstancias, puede permitir el desplazamiento o aumento de las áreas de cultivo.
Entre las principales amenazas climáticas, el especialista del INTA advirtió sobre el impacto del estrés térmico e hídrico para cultivos y ganado, la falta de agua por deshielo, las pérdidas de cultivos y hacienda por los procesos erosivos, como así también las sequías e inundaciones y la mayor diseminación de plagas y enfermedades.
“El nivel de exposición a las amenazas planteadas es muy variable en función, principalmente, del nivel socioeconómico de la población afectada, la rigidez o flexibilidad relativa con que pueden variar sus sistemas productivos o adoptar tecnología y la posibilidad de asistencia o disponibilidad de dicha tecnología”, reconoció.
Frente a este interrogante, Fontagro organiza un ciclo de conferencias, para junio y julio, con el eje en  “El sector agropecuario frente al cambio climático”, que profundizará en las prácticas de manejo que contribuyen a este propósito. 
La mitigación: un cambio es posible
De acuerdo con el director del Instituto de Suelos del INTA Castelar, para que la mitigación del cambio climático sea posible se debe realizar ciertas medidas estructurales, sociales e institucionales.
Entre las estructurales, diferenció entre las que requieren el uso de ingeniería y cambios en el entorno físico como la construcción de sistemas de riego o bombeos de agua, de los que demandan un manejo del ecosistema con un impulso hacia la conservación de corredores biológicos, migración de especies en peligro de extinción, forestación, manejo de tierras protegidas, entre otros.
Además, se refirió a la incorporación de opciones tecnológicas de insumos y de procesos, en beneficio de una mejor gestión de los cultivos, la ganadería y el pastoreo. Entre ellas, destacó la adopción de nuevas variedades y tipos de cultivos y animales, incorporación de mejoras genéticas, el desplazamiento de áreas de cultivo, cambios en las fechas de siembra y adopción de germoplasmas adaptados.
A su vez, destacó los sistemas de cultivo para mejorar la conservación del agua, la captura de nitrógeno de la atmósfera, el reciclaje de residuos, las producciones integradas, los sistemas agroecológicos, el control biológico de plagas, la eficiencia del uso del agua en áreas de secano y regadío, reutilización de agua de drenaje y fertirriego, ajuste de la carga animal, distribución de aguadas, entre otros. 
En cuanto a las medidas sociales, destacó la importancia de generar mapas de riesgo y vulnerabilidad, sistemas de alerta temprana y respuesta, monitoreo y uso sistemático de sensores remotos. Además, se requieren cambios en los patrones de comportamiento que fomenten las prácticas de conservación del suelo y el agua con cambios en los sistemas de cultivo, áreas y fechas de siembra y la incorporación de conocimientos tradicionales de los productores.
Por último, con respecto a las medidas institucionales destacó las económicas, como el pago por servicios ecosistémicos o las referidas a tipo de regulación regional, nacional o municipal para el uso de las tierras y los derechos de propiedad y tenencia, como así también aquellas que protejan el uso de los recursos de suelos, aguas y vegetación. 

Fuente: InfoCampo

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Los coronavirus (CoV) son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. Su nombre se debe al aspecto que presenta el virus, el cual se asemeja a una corona.
Hay diferentes tipos de CoV que causan enfermedad respiratoria o gastrointestinal. Si bien en la mayoría de las personas los cuadros respiratorios suelen ser leves, algunos CoV pueden causar casos más severos.
Entre estos últimos, se encuentran el CoV causante del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV), identificado por primera vez en China en el año 2003; el CoV causante del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), detectado por primera vez en Arabia Saudita; y el CoV responsable de la actual pandemia (SARS-CoV-2), identificado por primera vez en Wuhan, China. Este virus se detectó en un grupo de personas que padecían neumonía y que habían visitado el mercado húmedo de Huanan “South Seafood Market”, en el cual se comercializan una gran variedad de animales vivos.
La enfermedad causada por SARS-CoV-2 se denomina COVID-19 (coronavirus disease-19). La sintomatología es variable, puede presentarse como una infección respiratoria leve hasta una infección respiratoria severa y, en algunos casos, puede ser fatal. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, tos, dolor de garganta y dificultades respiratorias (en los casos más graves). Los síntomas de COVID-19 pueden aparecer entre los 2 y los 14 días luego de la exposición.
Las principales vías de transmisión son:

De persona a persona: por contacto cercano entre ellas (menos de 2 metros de distancia entre ellas), a través de micro-gotas que se producen cuando una persona infectada habla, tose y/o estornuda. Estas gotas pueden llegar a la boca o la nariz de las personas que se encuentren próximas.
Por contacto con superficies u objetos contaminados y posteriormente llevarse la mano a la boca, nariz o los ojos. Esta forma no es considerada una vía principal de propagación del virus.

Los alimentos no parecen ser una vía de transmisión tal como ocurre con otros virus que sí se transmiten por alimentos, como norovirus o virus de la hepatitis A, entre otros. Si bien se detectó material genético del virus (ARN) en materia fecal de personas infectadas, incluso, algunos estudios demostraron la viabilidad del mismo, hasta el momento no hay evidencia que sugiera la transmisión de SARS-CoV-2 por la vía fecal oral (Ding & Liang, 2020). A su vez, diferentes agencias en EE.UU. (Departamento de Agricultura-USDA) y Europa (European Food Security Agency-EFSA) informaron que no existe evidencia de transmisión alimentaria del SARS-CoV-2. EFSA (https://www.efsa.europa.eu/en/news/coronavirus-no-evidence-food-source-or-transmission-route); USDA (https://www.usda.gov/coronavirus).
Aún así, es posible que el SARS-CoV-2 pueda persistir en superficies o en objetos utilizados por personas infectadas que manipulan los alimentos. Un estudio realizado por Kampf et al., (2020), demostró que otros CoV humanos similares podían persistir hasta 9 días en superficies tales como metal, vidrio o plástico. En otro trabajo publicado recientemente, se mostró una persistencia de SARS-CoV-2, similar a SARS-CoV-1, de hasta 72 horas en plásticos y acero inoxidable, 24 horas en cartón y hasta 3 horas en aerosoles en las condiciones ensayadas (van Doremalen et al., 2020).
En este contexto, es imprescindible seguir buenas prácticas de higiene al preparar o manipular alimentos (https://www.fda.gov/food/buy-store-serve-safe-food/manipulacion-segura-de-los-alimentos-lo-que-usted-debe-saber). Entre ellas:

Lavar las manos con agua y jabón, con frecuencia, antes y después de manipular alimentos
Desinfectar superficies utilizadas para preparar alimentos
Separar la carne cruda de otros alimentos
Cocinar a la temperatura adecuada
Refrigerar los alimentos

La mayoría de los patógenos, incluyendo los CoV, pueden inactivarse mediante el uso de desinfectantes que se utilizan con frecuencia en la industria alimentaria. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) publicó una lista de desinfectantes sugeridos para SARS-CoV-2. Entre los desinfectantes recomendados se encuentran hipoclorito de sodio y etanol, entre otros. Los mismos, pueden encontrarse en el siguiente link: https://www.epa.gov/pesticide-registration/list-n-disinfectants-use-against-sars-cov-2.
Por otra parte, el Ministerio de Salud recomienda normas de higiene que pueden ser consultadas en el siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/atencion-publico#4.
En el contexto de esta pandemia, es importante destacar la necesidad de trabajar según buenas prácticas de higiene, las cuales pueden aplicarse tanto a nivel industrial como en los hogares, a fin de minimizar los contagios y asegurar la inocuidad de los alimentos.

Fuente: InfoCampo

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Gustavo Holgado es Ingeniero Agrónomo por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabaja desde hace 22 años en Entre Ríos, de los cuales 21 los dedicó a ejercer su profesión en una reconocida empresa que posee 65 mil hectáreas en la provincia.
Holgado es el único empleado que tuvo y tiene actualmente campos en el sur, centro y norte de la provincia, y hace un año y medio decidió irse para emprender su propio proyecto: sembrar camelina.
En una charla con Infocampo, el productor nos contó su experiencia como el primero en sembrar camelina en Entre Ríos como alternativa a los cultivos de invierno, y explicó qué lo llevó a ese cambio. Además, señaló por qué un productor debería apostar a “este nuevo jugador que está entrando a la planificación de la rotación y desplazando a la colza“.

Dentro de la empresa donde trabajaba, Holgado manejó, durante todos esos años, alrededor de unas 55 mil hectáreas de colza, pero afirma que siempre estuvo buscando “alguna alternativa a los cultivos de invierno”.
“El cultivo de invierno por excelencia en Entre Ríos es el trigo y por condiciones climáticas que desencadenan una alta probabilidad de hongos en la región, como el Fusarium, el rinde promedio no pasa de los 1.700 -2.900 kg, por lo cual deja de ser rentable en campos alquilados”, explica Holgado.
En la misma línea, aclara que se trata de una provincia “muy errática climáticamente”, en donde pueden llover hasta 1.800 milímetros, sumado que no posee amplitud térmica, por lo cual existen “todos los componentes para que se presenten todos los hongos”.
En la necesidad de encontrar cultivos alternativos para sembrar en invierno y seguir con la rotación de los campos, se encontró con la colza (Brassica napus), la cual dejó de realizar por problemas que van desde plagas -como las palomas-, hasta en el área de los mercados. “En Uruguay se está sembrando mucho la Brassica carinata, ‘prima-hermana’ de la colza, que se hace por contrato, entonces busqué otra alternativa de las familias de las Brasicáceas y hallé la camelina”.
La Camelina sativa es una planta herbácea perteneciente a la familia Brassicaceae, nativa de Europa del Norte y Asia Central. “Se trata de una planta muy similar a la colza, que se siembra en mayo”, explica Holgado, quien también asesorará a unos productores que van a sembrar por primera vez entre 800 y 1.000 ha del cultivo.
“El cultivo se realiza bajo contrato y se comercializa para combustible de aviones. Aunque entre sus cualidades se destaca su alto contenido de omega-3, muy importante para la alimentación de peces, ya que estos no lo pueden sintetizar y lo tienen que obtener de otros peces o a través de la harina de pescado”, detalló. En ese sentido, advirtió que dado que la pesca llegó a un “nivel de saturación”, como alternativa para suplir el omega-3 hoy se destaca la harina de camelina, que contiene altos niveles de ácido graso.
El productor resalta que se trata de un cultivo de ciclo corto, debido a que en cinco meses se puede cosechar y liberar los lotes el primero de noviembre. Además, aclara que no extrae mucha agua unos 30 días antes de la cosecha, lo que permitiría hacer una soja con una fecha temprana “que pasaría a ser casi una soja de primera”.
Otra alternativa, según Holgado, sería inclinarse por el maíz, pos camelina, y liberar el lote unos 45 días antes, “pudiendo juntar agua para la próxima siembra de maíz tardío o de segunda”.
En cuanto a las ventajas que presenta frente a la colza, la camelina se destaca por silicuas que no se abren, que es uno de los principales problemas de la colza al momento de la cosecha. A su vez, las palomas no se la comen.
De todos modos, sí existen desventajas: la semilla es muy chiquita, similar en tamaño de la de trébol blanco. “La semilla corre por todos lados, entonces tenés que estar tapando los camiones con papel de diario o con grasa para que no se escape. En cuanto a la cosecha, se necesita un conocimiento de maquinaria para evitar que se escape la semilla”, remarca el productor.
“Tras varios años de experiencia, estimo que se puede obtener el 50% del potencial de trigo, es decir, si tu lote de trigo da 3.000 kg, podes sacar 1.500 kg de camelina”, dice Holgado, y agrega que se debe tomar en cuenta que el aceite tributa 9% de retenciones y que la camelina se paga al precio Chicago de la soja.
¿Cuánta es la inversión que se necesita para iniciar con camelina?  “La camelina es una planta muy rústica de bajos insumos, prácticamente no tiene insumos en herbicidas, que con 5 a 10 mm de agua ya emerge; los requerimientos de fertilizantes son los mismos que para un trigo, aunque requiere un poco más de azufre”, detalló Holgado. En cuanto a maquinaria, dijo que la siembra es igual a la del trigo. “Se siembran unos cinco a seis kilos por hectárea”, indicó. La cosecha, asimismo, es igual a la del trigo. “No se necesitan herramientas extras, pero sí conocimientos”, sostuvo.
¿Qué podrías decirles a otros productores para que apuesten por este cultivo en Entre Ríos? “La camelina es un cultivo de invierno que te permite liberar los lotes muy temprano, a diferencia de un trigo. La otra ventaja es que es un cultivo que, a pesar de necesitar conocimientos, para aquellos productores que ya sembraron colza o pasturas pueden llevarlo a cabo tranquilamente teniendo en cuenta el tamaño de semilla de la camelina, la dosificación y la profundidad de siembra. Además, se hace bajo contrato, entonces el productor va a conocer lo que le pagan”, detalla Holgado, y destaca que desde su punto de vista es “una gran oportunidad para Entre Ríos“, donde ya el trigo tiene sus limitantes y sus problemas fitosanitarios.
Se sabe que es un cultivo que tolera las heladas, ¿es una ventaja para destacar en la región? “Totalmente, a pesar de que actualmente contamos con inviernos más cálidos. En Entre Ríos, el promedio de heladas disminuyó en los últimos años, pasó de 40 a 19 heladas promedio. Además, en base a nuestro historial de malezas, las camelinas son plantas que hacen rosetas desde temprana edad y no dejan que estas emerjan, por lo cual también ayudaría al control de malezas difíciles como rama negra, yuyo colorado y algunos tipos de gramíneas como capín. En otras palabras, bajan la cantidad de herbicidas y la contaminación”, explicó.
Por último, el experto destacó la importancia de “tomar conciencia” en bajar la cantidad de pasadas de pulverizaciones de los lotes. “Muchas veces estos lotes se encuentran próximos a escuelas o zonas rurales”, cerró.

Fuente: InfoCampo

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“A nivel mundial se siembran unas 5 millones de hectáreas de remolacha”, aseguró Alfonso Callegari, “y la genética de KWS tiene una participación del 60% del mercado”. El programa de mejoramiento de KWS comenzó en 1856, cuando se fundó la compañía, y el trabajo desarrollado durante más de 150 años le permitió tener el nivel de liderazgo actual.
“Tanto la remolacha forrajera como la azucarera son la misma especie, las que hoy utilizamos como forrajeras son aquellas que presentan atributos interesantes desde el punto de vista del consumo animal: mayor foliosidad, fuente de la proteína, mayor proporción de la raíz expuesta por encima del nivel del suelo y menor % de MS. Estas dos últimas características facilitan el pastoreo directo. Si bien la remolacha se ha utilizado durante siglos para alimentación animal, siempre fue como suplemento en pequeñas proporciones debido a que en muchos casos se producían muertes durante su consumo, y eso desalentaba su cultivo”, agregó Callegari.
Fue recién en 2008 que en Nueva Zelanda detectaron que la mortandad se debía a su elevado contenido energético, produciendo acidosis en los animales, derivando en su deceso. A partir de ese momento se comenzó el desarrollo de una técnica denominada “transición” para generar un acostumbramiento durante aproximadamente 21 días, aumentando gradualmente el consumo de remolacha y disminuyendo el del alimento complementario, como puede ser una pastura. Esto provocó un significativo aumento de su uso en aquel país, pasando de sembrarse 100 has en 2008 a 75.000 en la actualidad.
¿A qué se debe su éxito?
Debido a que tiene un alto rendimiento, de entre 15 a 30 tnMS/ha, se produce una dilución del costo de Materia Seca producida. Además, posee una alta concentración energética, de 2,87 Mcal/kg MS, combinada con un buen nivel proteico, con 10 a 14% de proteína cruda en planta entera, y entre 22 y 25% en las hojas (las hojas representan un 25% del total de MS de la planta). Otra ventaja que tiene es su nivel de utilización, que puede llegar hasta el 95%, luego de la transición.
Características
Se trata de un cultivo bianual, que ocupa el lote durante un año. Se siembra en primavera (sep/oct) y en invierno detiene su crecimiento, pero sin perder calidad. En la próxima primavera se induce la floración, por lo que debe utilizarse previamente para no perder el valor nutricional de sus raíces. La densidad de siembra es de 100 a 120 mil semillas/ha, y tiene un período de utilización de 5 a 6 meses, que comienza a fines del otoño, época en la que suele haber un bache en la oferta forrajera.

Experiencias locales
Verónica Favere, del INTA Valle Medio Río Negro, explicó que en esa zona hay un déficit forrajero muy marcado en invierno, y que encontraron que la remolacha tiene buen rinde y calidad balanceada. Se trata de un cultivo muy versátil, que se adapta a suelos salinos y a diferentes ambientes. “Aquí la sembramos en suelos alcalinos, con bajo contenido de materia orgánica, buen contenido de fósforo, 5 de conductividad eléctrica y se desarrolló muy bien”, contó.
Es bueno destacar que requiere una muy buena preparación de cama de siembra, y que debido a que la semilla es pequeña, la profundidad de siembra no debe ser mayor a 1,5 cm. Luego de la siembra, el control de malezas es clave en implantación, ya que la remolacha es poco competitiva inicialmente.
Alejandro Perez Iturbe es uno de los productores que está sembrando este cultivo, en el Establecimiento Don Antuco de la localidad de Pedro Luro. “Como todo alimento energético, los animales necesitan un acostumbramiento del rumen. En nuestro caso al inicio dimos acceso a un metro de frente por animal, con un consumo de 0,5 kg de MS por día por animal, completando con rollo o silaje“, señaló. “A los 7 días se incrementa en medio kilo cada 2 días, y este proceso de transición o acostumbramiento dura entre 20 y 25 días, hasta que comen ad libitum más 1 kg de materia seca. Los resultados obtenidos arrojaron una producción de 2.900 kg de carne/ha”, detalló. 
Como desafío, Perez Iturbe mencionó que prácticamente no hay antecedentes en el país, y que hay mucho por experimentar. También que es un cultivo sensible a dumping off en primavera y que no hay registrados – al momento – herbicidas específicos para remolacha.
Dentro de las ventajas, destacó que se trata de un buen alimento para terminación, que se puede consumir en pastoreo directo, con un 98% de eficiencia de aprovechamiento. “Con su uso obtuvimos buena calidad de carne y creemos que podría utilizarse para los animales que van a cuota Hilton. Argentina tiene ventajas climáticas, y además, una vez logrado, es un cultivo rústico, tolerante a estrés, elástico y muy tolerante a suelos salinos”, aseguró.
A su turno, Guillermo Facht, de Estancia Lolén, de la localidad bonaerense de Coronel Suárez, comentó su experiencia con este cultivo en secano. “Creemos que puede impactar en la rentabilidad de la empresa debido a la elevada oferta de MS en el período en que el crecimiento forrajero tradicional es bajo, pudiendo triplicar la producción de un verdeo de invierno. En el primer año obtuvimos 10 tn de materia seca por hectárea y esperamos a futuro alcanzar las 18-20 toneladas”, contó. Además, Facht aseguró que “tiene la ventaja de poder distribuir su consumo desde mayo hasta septiembre, manteniendo la calidad de hoja y bulbo”.
En Estancia Lolén utilizan remolacha forrajera para la alimentación de vacas vacías para venta y de novillos de 380-400 kg que son vendidos con más de 500 kg. “Pero la categoría que más nos interesa probar son los terneros de recría, que serán destetados y alimentados a corral durante 2 meses, luego pastorearán praderas 1,5 meses y a continuación 4,5 meses de remolacha forrajera. Luego pasarán a la pradera durante 2,5 meses, para terminarse con sorgo forrajero más suplementación hasta superar los 500 kg. Todo el ciclo será más rápido y con menor costo que el planteo habitual”, aseguró Facht.

Respecto del análisis económico, señaló que “en vacas de invernada el año pasado obtuvimos un Margen Bruto de 1.236 USD/ha, y para este año esperamos obtener 2.000 USD/ha debido al aumento en la producción de la remolacha”. En tanto, en novillos esperan un margen de 2.300 USD, con un costo de 0,065 USD por kg de Materia seca, que incluye moha. “Este costo de alimentación es inferior al del feedlot que veníamos haciendo”, concluyó el titular de Estancia Lolén.
“Actualmente, hay un grupo de 12 productores de distintas regiones del país que está sembrando remolacha forrajera, tanto bajo riego como en secano. Es un cultivo muy versátil, que se adapta a suelos salinos y a diferentes ambientes, por lo que creemos que puede tener  un gran potencial en nuestro país”, concluyó Callegari.
“KWS es una compañía líder mundial en la producción y comercialización de remolacha forrajera y toda esa experiencia estará disponible para los productores argentinos. Nuestro compromiso es continuar experimentando para optimizar la producción local, entender sobre la agronomía del cultivo, su densidad, fechas de siembra, fisiología y así incorporarlo a nuestra oferta de productos que actualmente incluye Maíz, Girasol y Alfalfa”, aseguró Federico Larrosa, Gerente de Marca y Producto de KWS Argentina.

Fuente: InfoCampo

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