El secretario de Comunicación y Prensa de la Nación, Juan Pablo Biondi, presentó hace instantes su renuncia indeclinable al cargo que ocupaba desde diciembre de 2019. Biondi, hombre de extrema confianza del presidente Alberto Fernández, había sido apuntado ayer por la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en su misiva. El nombre señalado como uno de sus posibles reemplazos es por estas horas es el de Eduardo Roust, aunque cerca suyo aseguran que aún no fue convocado al cargo. Roust fue vocero de Fernández en tiempos en que el hoy mandatario ocupaba la Jefatura de Gabinete durante el gobierno de Néstor Kirchner.Ayer, la vicepresidenta dedicó varias líneas de su carta a criticar a Biondi. “No voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que, desde el propio entorno presidencial, a través de su vocero, se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político”, escribió la líder del Frente de Todos.La de Biondi es la primera renuncia de carácter indeclinable, lo que implica que no debe esperar a ser aceptada por el mandatario. Hasta ahora, desde que comenzó la crisis interna que atraviesa el gobierno, todas las dimisiones fueron sin ese carácter.Tras conocerse la decisión, que hizo vía Twitter, Biondi subió a despedirse personalmente de los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno. “Indeclinable y en manos del presidente. Ni por los medios, ni sin firma”, aseguró. La frase fue en obvia referencia a la serie de renuncias presentadas esta semana que dieron origen a la crisis interna que hoy atraviesa la coalición de gobierno. Esas dimisiones de miembros del gabinete, iniciada con la del titular de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, tuvieron la característica de que no contemplaban el carácter de indeclinables, es decir que el jefe de Estado puede o no aceptarlas, y que a excepción de una que entró por el sistema administrativo del gobierno, todas las demás aparecieron por los medios. Un punto sobre el que se hizo especial hincapié estos días desde el ala que responde a Alberto Fernández.“Nos une una vieja amistad. Seguiremos trabajando desde otro lado”, agregó Biondi tras resaltar la relación que lo une al mandatario. La amistad entre ambos data desde más de una década atrás y el nivel del vínculo es tan importante que el área de Biondi dependía directamente de Presidencia, a diferencia de lo que sucedió en gestiones anteriores en las que Comunicación y Prensa estaba bajo la órbita de Jefatura de Gabinete.Otro de las referencias que grafican el lazo entre ambos fue que durante su jura, en diciembre de 2019, Fernández compartió palco con su pareja Fabiola Yáñez, su hijo Tani y el propio Biondi. Considerado casi una “sombra” de Fernández en Casa Rosada, al igual que el secretario de Presidencia, Julio Vitobello, los tres compartieron aislamiento juntos el año pasado en el chalet de huéspedes de la Quinta de Olivos, tras ser contactos estrechos de Gustavo Béliz, quien dio positivo tras un viaje oficial.Precisamente por la dimensión del vínculo entre Fernández y Biondi, es el impacto de la exigencia de la vicepresidenta. De hecho, hoy en casa de Gobierno eran muchos los que comparaban el costo no solo político sino también personal de Fernández de prescindir de uno de sus máximos colaboradores, como sucedió en marzo pasado cuando, cercado por la exmandataria, debió desvincular a su socia, amiga y casi alter ego, Marcela Losardo. Fue, también, poco después de que Kirchner apuntara directamente contra ella.

Fuente: La Nación

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