Desde hace un tiempo muchos argentinos sueñan o comienzan a proyectar su vida en el exterior. Dos son los países preferidos, por costumbres e idiosincrasia: España y los Estados Unidos. Sin embargo, más allá de las expectativas, asentarse en un nuevo lugar conlleva una serie de trámites, entre los que se destaca la apertura de una cuenta bancaria.María Luz Hamparsomian es una argentina que vive desde noviembre pasado en Valencia y asesora a inversores e inmigrantes a través de su empresa Conexión Valencia. Uno de los trámites que realiza por otros es la apertura de cuentas.Adiós al viñedo: vendió su tractor para irse a vivir a Italia“En primer lugar, si la persona no está físicamente en España, la alternativa es que le haga un poder a un tercero para que se la abra. Puede ser un pariente, un amigo o una compañía como la nuestra. Es un poder estándar que se tiene que firmar ante escribano y enviar el original a España”, explicó.Por otro lado, dijo que en ese país las cuentas se dividen entre aquellas para residentes y las que son para no residentes, con distintos requisitos según el banco.“Algunos argentinos vienen sin ningún tipo de ciudadanía y abren una cuenta de no residente que tiene la particularidad de que tiene un costo aproximado de 35 euros por trimestre. No es necesario contratar productos añadidos y se abre directamente con el pasaporte que puede ser argentino, pero hay que declarar un motivo valedero. La mayoría la abre para transferir la venta de un inmueble”, continuó.Esta operación tiene que ser respaldada con la documentación respectiva; es decir, una escritura, y también se tiene que presentar documentación de la actividad económica en la Argentina (el alta de monotributo o como autónomo, recibo de sueldo si se es empleado y las declaraciones de impuestos o la declaratoria de herederos, si corresponde).En el caso de argentinos con doble ciudadanía (por ejemplo, pasaporte italiano) que residen en España, los bancos solicitan para la apertura el Número de Identidad Extranjero (NIE) y el beneficio es que la cuenta bancaria no tiene costo estando si se está empadronado, según Hamparsomian.Por su parte, Demian Pack, broker inmobiliario de Dezer Platinum Realty, que trabaja en el negocio inmobiliario en Miami y visas de inversión, también diferenció las cuentas de extranjeros de las de locales -residentes o ciudadanos- en cuanto a los tipos de productos a los que se accede.Freno al turismo sanitario: ¿hasta cuándo hay que esperar para viajar a los Estados Unidos si se tiene la visa vencida?“Te dan tarjeta de débito, pero, si querés comprar acciones, tenés limitaciones”, aclaró sobre las cuentas de extranjeros. En tanto, consultado acerca de si es necesario estar en los Estados Unidos para abrir una, dijo que, si bien algunos bancos las abren de forma remota, está vigente el proceso de Know your costumer (Conozca a su cliente) para verificar la identidad de los titulares.“La mayoría de los bancos necesitan de la presencia física de la persona para cumplimentar eso del KYC. Se debe ir al banco, hablar con el oficial de cuenta y responder un cuestionario. No es que llegás y abrís la cuenta”, completó.Según el sitio Documented, en los Estados Unidos se puede abrir una cuenta bancaria con la visa sin tener residencia o incluso sin papeles migratorios. En primer lugar, se necesitan dos documentos que prueben el nombre de la persona y su fecha de nacimiento como pueden ser el pasaporte, un certificado de nacimiento o la licencia de conducir.Luego, es necesario presentar una prueba de residencia. Algunos documentos que se pueden utilizar son las facturas de luz, agua o teléfono (a nombre de quién solicita la apertura de cuenta) o el contrato de alquiler.Por último, el requisito que impide a muchos abrir una cuenta bancaria es contar con un número de Seguro Social, pero se puede suplir con otros documentos como el número de identificación personal del contribuyente (ITIN), el pasaporte o inclusive la licencia de conducir extranjera.El número de ITIN es utilizado para procesar los impuestos y está disponible sólo para las personas que trabajan en los Estados Unidos y no tienen un estatus migratorio o no son elegibles para un número de seguro social.

Fuente: La Nación

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