El periodista y locutor Eduardo Salim Sad, durante 23 años miembro de la Televisión Pública y cofundador de la señal de noticias Crónica TV en 1994, murió en el sanatorio Finochietto donde había sido internado por coronavirus la noche del jueves 15 de junio.Eduardo Salim Sad, más conocido por todos por el El Turco, falleció a los 67 años, tras contraer COVID 19 hace dos semanas a pesar de tener la primera dosis de la vacuna contra el virus y de mantener los cuidados por tener una enfermedad prevalente.Coronavirus: una prestigiosa infectóloga alertó sobre el principal peligro de la variante DeltaPadre de dos hijas (Leyla y Yamila) y fanático de Independiente, condujo durante cinco años del programa de la colectividad árabe Desde el aljibe – histórico ciclo de la Televisión Pública.Además de ser pieza fundamental del noticiero, Salim Sad tuvo una labor destacada en la fundación y primeros años de Crónica Televisión (lo había convocado el mismo Mario Gavilán en los años 90); se desempeñó como locutor comercial deportivo y en radios como Continental, Splendid (hoy LA 990) y Buenos Aires.El Noticiero de la TV Pública despide con dolor a Eduardo Salim Sad. De larga trayectoria en radio y televisión, “El Turco” falleció a los 67 años víctima del coronavirus. pic.twitter.com/xTs9H0GJo1— Televisión Pública (@TV_Publica) June 29, 2021Trabajó de colectivero, taxista y carnicero, era astrólogo – su gran pasión como lo recuerda en las redes la periodista Cecilia Laratro -, estuvo vinculado al teatro y, además de estudiar actuación, integró el staff de obras emblemáticas como Hair y colaboró con actrices como Mirta Busnelli y Valeria Lynch.Por otro lado, la familia de Salim Sad sufrió otra pérdida en 2014 cuando la sobrina y su madre murieron luego de que un bombardeo de Israel, el pasado 22 de julio, derrumbara su vivienda, según relató el propio Turco en el canal 360°.“Estoy mal. Subí la foto y la información a la red. Recibí mucha solidaridad. Me enteré por un periodista que está en Damasco, Siria, que subió esta foto. La vi y dije: “Es mi sobrina”, narró Salim Sad hace siete años.

Fuente: La Nación

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