“Flores que vuelan”, según el poeta Robert Frost; “Cartas de amor rotas que por los cielos aletean”, en versos de Víctor Hugo. Alocadas, desvariadas, símbolo de transformación y pureza, las mariposas ganan protagonismo en Buenos Aires, entre las grandes ciudades donde pueden observarse más especies y podrían observarse aún muchas más con solo plantar nativas en los espacios públicos. Tal es el caso de la Reserva Ecológica Costanera Sur, un santuario de biodiversidad local.“La teoría indica que en la Ciudad de Buenos Aires podrían observarse hasta 100 especies de mariposas diferentes, pero muchas de ellas son difíciles de ver por la falta del soporte vegetal adecuado para hospedarlas. Los espacios verdes públicos con flora nativa rioplatense son escasos, pero están surgiendo otros donde podemos observar más tipos de mariposas”, señala Fabio Márquez, licenciado en Diseño del Paisaje, docente universitario, director de la Comisión de Participación Social de ACUMAR y autor del libro Mariposas Porteñas, junto a Jorge Freitas, publicado en 2007 y reeditado recientemente por Ediciones Ecoval en una versión corregida y aumentada.La colorida Cuatro ojos (Junonia genoveva hilaris) que revolotea en el Parque de la EstaciónEn el Parque de la Estación, que se inauguró hace dos años en el Barrio de Balvanera, y con la flora nativa que se insertó llegaron a observarse muchas nuevas especies en donde no había nada.“Nos juntamos una vez por semana y entre otras cosas recolectamos semillas, hacemos relevamiento de la diferente flora y fauna. Ya tenemos registrados 26 especies de mariposas. Lo más sorprendente de esto es que al restaurar un espacio totalmente degradado, con un suelo también degradado, colocamos flores nativas y a los dos meses ya teníamos mariposas”, cuenta por su parte Cecilia Chávez, coordinadora del grupo de trabajo Ambiente y Ecología de la mesa de trabajo y consenso del Parque de La Estación.Ubicado sobre la calle Juan Domino Perón 3326, a la vera de las vías del Ferrocarril Sarmiento, allí se reúnen todos los sábados (en invierno a las 15.30 y en verano a las 18) y abrieron una cuenta en Facebook (Parque de la Estación) donde publican las actividades de cada semana de acuerdo a la época. “Invitamos a los vecinos a que nos acompañen, y mientras vamos haciendo las distintas actividades hablamos sobre la importancia de la flora nativa y de la incidencia que tiene sobre la fauna. Por supuesto, los que más llaman la atención son los colibríes y las vaquitas de San Antonio, pero las estrellas son las mariposas”, asegura.A la especie Limoncito (Eurema deva) se la puede ver en la placita Elsa Rabinovich de Levenson, en Cochabamba y SarandíY añade: “Lo que más nos fascina de las mariposas es reconocer sus ciclos. De repente, ves la planta nutricia que se va quedando sin hojas y si te acercas seguramente vas a encontrar en el tallo o en alguna hoja una oruga comiendo. Que los vecinos reconozcan la oruga que luego va a ser una mariposa es realmente muy enriquecedor”.Según Chávez, por estos días en Buenos Aires hay muchas más mariposas que hace 25 o 50 años atrás. “Eso se debe a que ahora se está entendiendo el paisaje urbano y se tiene más en cuenta a la flora rioplatense, a la flora nativa. De hecho, una de las actividades que hicimos el año pasado fue entregar semillas de flora nativa para que los vecinos las planten en sus balcones y vengan las mariposas”, explica.En todo caso, se destaca la importancia de la biodiversidad en la flora para atraer más especies. “Las mariposas son especializadas, esto significa que las plantas son nutricias de una especie de mariposa en particular. Entonces, si tenemos La Pasionaria (passiflora curelea), vamos a tener mariposas Espejitos, que este año abundaron en el parque. Si ponemos Tasi (araujia serifera), vamos a tener mariposas Monarca, y así vamos conjugando diferentes especies de flora para atraer diferentes especies de mariposas. Es importante la presencia de mucha biodiversidad”.Enjambre de mariposas monarca del sur en la Reserva Ecológica Costanera Sur ( /)¿Cómo hacen el relevamiento y documentan las especies que ven en las salidas? Mirando, observando comportamientos, no sólo de las mariposas adultas, sino también de sus estadíos anteriores de huevo, oruga o crisálida, más la vegetación con la que se puede percibir interacciones ecosistémicas.Por lo pronto, además de las Reservas Ecológicas Costanera Sur, Costanera Norte y el parque natural Lago Lugano, los lugares públicos donde se pueden encontrar mariposas son aquellos en los que la presencia de flora nativa está presente, entre los que se destacan el Parque de la Estación, el Parque de Flora Nativa Benito Quinquela Martín (Irala al 200), la plaza Clemente (en Colegiales) y el Parque Avellaneda.También son de destacar proyectos como el de los vecinos del pasaje Toay, en Villa del Parque, que motorizados por Romina Suárez, una bióloga vecina del pasaje Toay que trabaja en el INTA en temas de biodiversidad, se propusieron sembrar plantas nativas hospedadoras de las mariposas para que en el pasaje comenzara la cadena de retorno a la biodiversidad, al que llamaron “Sembrar Mariposas” y enseguida aparecieron variedades que hace tiempo no se veían en la ciudad, como la mariposa Cuatro ojos o Pavo real, la Bataraza, la Achirera y la también más popular, la Monarca del Sur.“Conozco otras personas que están haciendo plantaciones de nativas en Villa del Parque, el grupo Arbolitos de empedrado, que también se ocupan de poner plantas nativas y flores a la vera del ferrocarril, o la gente del Parque Quinquela Martin, que también están poniendo árboles, arbustivas y enredaderas nativas. Hay mucho movimiento para reverdecer Buenos Aires con flora nativa y que nos abunden las mariposas”, señala Chávez.Y concluye: “Reconocer el ciclo completo de la mariposa en vivo y en directo, donde en una misma planta tenés los huevos, las orugas, las crisálidas y las mariposas es maravilloso, sobre todo para los chicos. Entender la riqueza que conlleva cuidar la fauna como la flora, que sea de manera sostenible y que seamos todos partícipes de la construcción de un paisaje urbano diferentes es una tarea de todos”.Mariposas porteñasPara aquellos interesados, Mariposas porteñas (Ediciones Ecoval) es una guía de 59 especies de mariposas diferentes para llevar en mano, con fichas respecto de su comportamiento, morfología, relaciones ecológicas y paisajísticas que ayudan a identificarlas en distintos lugares del Área Metropolitana de Buenos Aires, aunque esté focalizada en la Ciudad de Buenos Aires.Mariposas porteñas, una completa guía para identificar mariposas en la ciudadTambién indica las plantas hospederas, que son las especies de la flora nativa rioplatense que permiten su presencia cuando son orugas, ya que cada especie se alimenta de una o de muy pocas especies de plantas nativas. Si estas plantas no están, las mariposas no pueden estar.“Lo nuestro es divulgar para incorporar al concepto de jardín contemporáneo, que no son sólo las plantas, sino las plantas que convocan fauna silvestre, como aves, mariposas y otros”, concluye Fabio Márquez.En esa misma línea, este mes de junio, la Reserva Ecológica Costanera Sur presentó una pequeña guía de plantas nativas que se asocian directamente con nuestras mariposas. Y dedicada a los más pequeños, Ediciones Ecoval acaba de publicar el libro de figuritas Orugas y Mariposas de Argentina, de Matías Buratti. ¡De colección!

Fuente: La Nación

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