GINEBRA, 14 sep (Reuters) – Siria sigue siendo insegura para
el regreso de los refugiados una década después del comienzo de
su conflicto, dijeron el martes investigadores de la ONU que
documentaron el empeoramiento de la violencia y las violaciones
de derechos, incluida la detención arbitraria por fuerzas
gubernamentales.La Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria dijo que
la situación general es cada vez más sombría, destacando las
hostilidades en varias áreas del país fracturado, el colapso de
su economía, la sequedad de los ríos y el aumento de los ataques
de los militantes de Estado Islámico.”Una década después, las partes en conflicto siguen
perpetrando crímenes de guerra y contra la humanidad y violando
los derechos humanos básicos de los sirios”, dijo el presidente
de la Comisión, Paulo Pinheiro, en la publicación de su
vigésimocuarto informe.”La guerra contra los civiles sirios continúa y es difícil
para ellos encontrar seguridad o refugio en este país devastado
por la guerra”, agregó.Según el reporte, continuaron los incidentes de detenciones
arbitrarias e incomunicadas por parte de las fuerzas
gubernamentales.”La Comisión ha continuado documentando no solo la tortura y
la violencia sexual durante la detención, sino también las
muertes bajo custodia y las desapariciones forzadas”, indicó el
comunicado de prensa.La guerra, que se originó en un levantamiento contra el
gobierno del presidente Bashar al-Assad, desató la mayor crisis
de refugiados del mundo. Los vecinos de Siria acogen a 5,6
millones de refugiados, mientras que los países europeos acogen
a más de un millón, en medio de presiones por parte de algunos
países para que regresen.Si bien Assad ha recuperado la mayor parte de Siria, quedan
áreas importantes fuera de su control: las fuerzas turcas están
desplegadas en gran parte del norte y noroeste, el último
bastión importante de los rebeldes anti-Assad, y hay fuerzas
estadounidenses en el este y noreste, controlados por los
kurdos.
(Escrito por Tom Perry; editado en español por Carlos Serrano)

Fuente: La Nación

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