El acompañamiento profesional y experimentado que ofrecen las escuelas de conducción para aprender a manejar un vehículo, permiten al futuro conductor hacerse de conceptos claros y prácticas que le dan habilidades para sortear los obstáculos reales que presentan las calles y rutas cotidianamente (más info aquí).“El rol de las escuelas de manejo es fundamental como paso previo para el otorgamiento de la licencia de conducir, ya que es la única forma orgánica de poder garantizar, mediante la acreditación de horas teóricas y prácticas, el proceso de aprendizaje previo y necesario para poder llegar a conducir un vehículo, sea moto, auto, camión o transporte de personas. Por otro lado, simplifica el proceso de evaluación por parte de los organismos que otorgan las licencias y, además, minimiza el riesgo de los procesos de entrenamiento porque se hacen con un vehículo con doble comando identificado como tal. Los siniestros con este tipo de vehículos tienen una frecuencia bajísima”, dijeron desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) Argentina.Pablo La Spina, gerente de Educación y Convivencia Vial del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, comentó que en la Ciudad de Buenos Aires son 27 las academias habilitadas (consultar en https://www.buenosaires.gob.ar/licenciasdeconducir/cursosdecapacitacion/academias-autorizadas), que deben cumplir con ciertos requisitos para poder funcionar: tener un local habilitado y asegurado; contar con un plantel de instructores formados y que hayan realizado evaluaciones físicas, teóricas y prácticas para obtener su licencia habilitante; los vehículos deben poseer seguro para la enseñanza, doble comando y deben realizar periódicamente una revisión técnica obligatoria, y los cursos teóricos y sus contenidos son aprobados y controlados por la Gerencia de Educación y Convivencia Vial de la Dirección General Diseño e Implementación.Estacionamiento. Quizás la parte más complicada del examen para obtener la licencia de conductor. Dominarlo requiere de tiempo y mucha prácticaY detalló que todo automóvil que opera en una escuela cuenta con una habilitación impartida por esa Gerencia que incluye varios requisitos técnicos (sistema de doble comando, la adición de un espejo retrovisor usado solo por los instructores durante la práctica conductual, etcétera) y administrativos (estar radicados en CABA, tener una antigüedad inferior a 10 años, contar con un seguro específico para la actividad y la identificación del rodado en sus laterales con el nombre, domicilio y número de habilitación de la escuela a que pertenece y número interno).Respecto de las Escuelas, desde el CESVI Argentina indicaron que si bien la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) regula a las academias de conducción, “este organismo debería tener un mayor protagonismo, ya que actualmente sólo exige que se registren las escuelas de forma voluntaria pero no participa de los contenidos de los programas de entrenamientos, ni audita los vehículos con que dictan las prácticas ni a los instructores. Los municipios sólo obligan a las escuelas de manejo a estar registradas y contar con los elementos necesarios para dictar las capacitaciones. O sea, entendemos que éste debería ser un paso obligado de todos los conductores y el estado debería fiscalizarlas de una manera más efectiva”.Futuros conductoresEl doctor Omar Bozzari director de la Escuela Driver’s (con sedes en CABA y GBA) y presidente de la Asociación Academia de Conductores de CABA (Acacoba) expresó: “Ofrecemos cursos de conducción teórico-prácticos en tránsito real para principiantes a partir de los 17 años y hasta la edad del que se atreva. También, para quienes ya tienen licencia se dan clases de refuerzo para obtener confianza y seguridad. En la CABA para la obtención de primera licencia es obligatorio un curso teórico de Educación Vial, que nosotros lo dictamos on-line y dura dos horas y media y que tiene una temática orientada al conocimiento de los derechos y obligaciones del aspirante y a partir de esto su responsabilidad y solidaridad en la vía pública”.Clases teóricas. En ellas se enseña desde las señales hasta la normativa vigente; hoy se dictan de manera virtualEn tanto, con más de 50 años en el rubro, Andrea Rodríguez, apoderada de la Escuela Oscar, señaló que “todo el material teórico es provisto por la escuela junto con los elementos para el protocolo Covid en caso de necesitarlo. Al finalizar el curso damos un certificado del curso teórico (avalado por el GCBA), y entonces al rendir para la licencia solo deberá dar los exámenes sin necesidad de realizar ningún tipo de curso. Respecto de las clases prácticas comienzan en el tránsito directamente y desde la primera clase. El espíritu de Oscar es que el alumno se interiorice en el hábitat donde va a continuar el resto de su vida como conductor. Empiezan de 30 minutos y el alumno va aumentando el tiempo de clase a medida que vaya progresando y ganando confianza hasta de una hora y media según cada caso. El curso lo diagraman los instructores de acuerdo con las habilidades de cada alumno, su evolución y expectativas. Damos diploma de finalización firmado por el instructor a cargo”.En tanto en el Automóvil Club Argentino (ACA), desde el área de Prensa comentaron que en sus cinco escuelas de conducción pueden tomarse clases para rendir el examen y de refuerzo para los que ya son conductores. Los cursos en CABA incluyen simulador de manejo (único en su tipo en el país) que posibilita adquirir la coordinación y capacitación previa a la práctica en pista; mientras que los cursos de educación vial son virtuales y al finalizarlo queda registrado en la web del GCBA. “El curso de conducción regular consta de 10 clases de 25 minutos cada una en vehículos de doble comando, con la permanente asistencia de un instructor. Se desarrollan en la pista propia del ACA, que está diseñada especialmente para familiarizarse con las situaciones comunes del tránsito. Y los alumnos asociados sin discapacidad física y con domicilio en Capital pueden rendir el examen de manejo en la misma pista y con el mismo vehículo con el que realizaron las prácticas. Además, está el curso avanzado para personas que saben conducir y quieran adquirir práctica por no haber manejado durante un tiempo prolongado”, aportó la jefe de la Escuela de Conducción Juan Manuel Fangio del ACA, Carolina Iglesia.Tecnología. Los simuladorers son una buena herramienta para ejercitar la coordinación (Diego_Lapiz/)En cuanto a las Escuelas del ACA en el GBA, hay clases teóricas con instructores seleccionados y capacitados para la atención personalizada según la necesidad de cada alumno. En las mismas, se desarrollan contenidos y antecedentes legislativos del país y la provincia. Las clases prácticas duran 25 minutos cada una en vehículos equipados con doble comando, dirección hidráulica y la permanente asistencia de un instructor. Para el examen, y según el municipio, se le acerca un vehículo escuela para rendir el examen práctico.En tanto, desde la ANSV indicaron que en la actualidad realizan cursos virtuales promovidos por su Centro de Formación para dar espacios de educación e intercambio mediante el uso de herramientas para facilitar los procesos de enseñanza-aprendizaje a distancia. “El objetivo es poder hacer extensiva la formación en seguridad y educación vial a todos los rincones de nuestro país”, dijeron.Entre los cursos virtuales abiertos está el de Conducción Segura, que son herramientas de formación para la conducción de autos y motos. Son cinco módulos autoasistidos y correlativos, con certificado de participación (el curso no habilita para sacar la licencia de conducir). A estos suman cursos virtuales en formación en el uso responsable de la bicicleta; de educación vial para la ciudadanía y para agentes de control y fiscalización (más info en https://www.argentina.gob.ar/seguridadvial/centroformacion/cursosvirtuales).Según las estadísticas de la ANSV los motociclistas representan el 48 por ciento de los fallecidos como consecuencia de siniestros viales, siendo principalmente varones jóvenes de entre 15 y 34 años. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que usar el casco reduce en un 40 por ciento los riesgos de muerte y hasta un 70 por ciento las probabilidades de lesiones graves.Como en la calle. En las pistas se reproducen las situaciones más comunes del manejo cotidianoAnte esto, la ANSV desarrolló el programa federal de entrega de cascos y equipamiento reflectivo a motociclistas (ya superan los 10 mil cascos y chalecos dados), cuyo paso previo es la capacitación en conducción segura para concientizar y fomentar el uso del casco. Está destinado a quienes obtengan su primera licencia nacional de conducir Clase A, trabajadores en moto registrados en la jurisdicción, que utilicen motos como medio de transporte a sus lugares de trabajo y conductores que hayan sido detenidos en controles de tránsito por no usar casco.ActualidadDebido a la pandemia, las escuelas deben cumplir con el protocolo sanitario definido para este sector por el Ministerio de Salud en 2020. Las clases teóricas pueden ser virtuales o en los espacios comunes con aforo, distancia, mamparas, sanitización y uso de alcohol. Y para las prácticas hay mamparas divisorias en los vehículos entre el alumno y profesor en la que éste, puede hacer una maniobra en caso de ser necesario; ambos usan barbijo todo el tiempo y las ventanillas bajas y el auto se sanitiza al finalizar cada clase.Bozzari indicó que en los últimos 20 años han variado los aspirantes, pero la mayoría sigue siendo mujeres: “En este grupo encontramos chicas de 17 años que terminaron la escuela secundaria; de 25 a 35 años que son madres con niños en el colegio; mayores de 40 en búsqueda de su independencia, y de más de 60 como materia pendiente de su vida. Todas hacen un porcentual del 70%. Y los hombres han progresado en los últimos años en capacitarse debidamente, ya que son una minoría los que aprenden con un amigo, el padre o el abuelo. Hoy las condiciones del tránsito han cambiado mucho y se requiera otra capacitación”.Respecto de los alumnos, los consultados coinciden los factores principales que los acercan a las escuelas son el miedo al tránsito, el haber sufrido una experiencia traumática o de inseguridad, la falta de respeto por las normas.Por otra parte, muchos van con expectativa de aprender en la primera clase y salir a manejar al otro día. Y ese es un error: “El manejo es un hábito y como tal, para generarlo se necesitan 40 días de repetición. Por eso, al principio las clases son dos o tres veces por semana, más allpá de que a algunos alumnos ansiosos les gustaría todos los días. Desde nuestra experiencia, una persona que recién saca la licencia no maneja de forma continua todos los días, por eso mismo, tratamos de instaurar el hábito de retomar los conocimientos con algunos días en el medio”, aclaró Rodríguez.Un aspecto importantísimo es que los miedos se superan con la trayectoria de los profesores/instructores que acompañan a los alumnos y los ayudan a superarlo paulatinamente mediante la práctica pausada para que el mismo, genere confianza y seguridad para luego sacar la Licencia de conducir.Motos. Es importante adquirir las habilidades necesarias en una pista para dominar las dos ruedas¿Por qué aprender a manejar en una escuela de conducción habilitada? Pablo La Spina afirma: “Porque cuentan con el control pertinente y permanente de la Gerencia de Educación Vial del GCBA para su habilitación y la realización de las actividades tanto en la parte administrativa como pedagógica. En ese mismo sentido, todo instructor habilitado por el GCBA debe aprobar un examen teórico y práctico sobre los mismos temas y habilidades requeridas para un conductor profesional y tener una licencia que tenga entre uno y dos años de antigüedad, dependiendo del tipo de licencia sobre la cual se pretende instruir. De esta manera se le exige un mayor grado de experiencia y conocimiento en la conducción de automotores”.También, hay que tener en cuenta que “las escuelas truchas desaparecen; o sea, cobran el curso, dan un par de clases y después no aparecen más. O preparan hasta un determinado momento de la instrucción y luego aconsejan que terminen en una autoescuela. En cambio, el nombre de una autoescuela avala que la enseñanza va a ser realizada en forma integral e integra”, explicó Rodríguez.Finalmente, los expertos coinciden que aprender a manejar y sacar la Licencia de conducir, da a la persona libertad, confianza, autoestima, independencia, una meta cumplida, la posibilidad laboral y generar un impacto de movilidad en la familia, entre otros aspectos positivos que hoy viene bien vivirlos.

Fuente: La Nación

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Una señal de alerta se disparó en uno de los colegios más reconocidos de la ciudad de Buenos Aires luego de que se detectaran posibles contagios de coronavirus con la variante delta.Según pudo saber LA NACION, se trata de la sede Belgrano del colegio ORT, uno de los más prestigiosos de la ciudad de Buenos Aires que tiene educación primaria, secundaria y terciaria.“Nos ponemos en contacto para informarles que se han detectado 43 casos positivos de Covid-19 entre nuestros alumnos y alumnas de la sede Belgrano -Nivel Primario-, cuyas burbujas se encuentran aisladas a partir de haberse confirmado los resultados”, informó el colegio a las familias a través de un comunicado al que accedió este medio. Son cerca de 500 los alumnos del nivel primario que cursan en esa sede.El texto continúa: “Los Ministerios de Salud y Educación de la Ciudad de Buenos Aires están en conocimiento de la situación y dispusieron el seguimiento de los casos para determinar la trazabilidad de los contagios, el análisis de las posibles variantes y los protocolos a seguir de acuerdo a las normativas vigentes”.“Por otra parte, les recordamos que, de acuerdo a las indicaciones dictadas por la DGEGP -Dirección General de Educación de Gestión Privada-, y continuando con las medidas para el cuidado de toda nuestra comunidad educativa, todos los y las estudiantes cuyo curso haya tenido indicación de aislamiento por la confirmación de un caso positivo, deberán presentar indefectiblemente la siguiente documentación para el regreso a las clases presenciales: Test PCR con resultado negativo y alta médica”, cierra el texto.Comenzó la veda electoral: qué cosas no se pueden hacer hasta después de las PASO 2021En tanto, fuentes oficiales: “Los protocolos se cumplen, la escuela es superestricta en eso. Pero estamos en época de festividad de la comunidad judía. Entonces no sabemos qué pudo haber sucedido”, indicaron fuentes que están al tanto del trabajo del rastreo epidemiológico para conocer el “caso cero”.El colegio ORT, que comenzó sus actividades a mediados de 1936 en la Argentina, es “una institución judía abierta a la sociedad, pluralista e inclusiva en las dimensiones académica, social, económica, religiosa e ideológica”, según detallan en la web del colegio.Según indicaron fuentes sanitarias algunas de las muestras analizadas en los laboratorios porteños tienen características que podrían ser compatibles con la variante delta, es por ello que fueron enviadas al laboratorio del instituto Anlis-Malbrán para la secuenciación competa que demora una semana. Noticia en desarrollo.

Fuente: La Nación

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Bancos vacíos. Con el regreso casi total a la presencialidad en las escuelas secundarias, quedó en evidencia algo que venían alertando docentes y especialistas respecto al efecto más preocupante de la pandemia sobre las trayectorias educativas de las y los adolescentes: el aumento del abandono escolar en la Argentina. Se estima que la cifra de deserción implica una marcha atrás de 10 años para la región, es decir, la tendencia que había en América latina de reducción de la exclusión educativa no solo se frenaría, sino que volvería a subir hasta los valores de 2012, según estimaciones de Cippec con datos del Banco Mundial. Si antes de la pandemia se esperaba que en 2020 la deserción bajara a 18 chicos de cada 100, ahora se proyecta que volverá a ser de 22 cada 100. Así las cosas, muchos especialistas ya hablan de “la década pérdida”.En este contexto, ¿cuáles son los mayores desafíos que enfrentan las y los jóvenes para seguir sus estudios? ¿Qué hacen hoy los chicos que dejaron la escuela? ¿Cuáles fueron las principales razones y qué puede probarse para dar vuelta esa tendencia?Hasta hace unos meses, Ana, que tiene 16 años y vive en el Barrio Mujica, cursaba 4to. año en una escuela secundaria pública de la ciudad de Buenos Aires. Pero no logró sostener su continuidad: “Me había quedado con muchas materias del año anterior, sumar las nuevas clases ya fue una complicación, y luego, empecé a trabajar”, relata la joven, mientras ayuda a servir la merienda en el centro comunitario de la Fundación El Pobre de Asís, donde colabora en su tiempo libre. Como ella, para muchas chicas y chicos hubo varios factores que llevaron a la deserción. Entre las principales razones que enumeran los especialistas consultados por LA NACION están la desconexión con la escuela durante la cuarentena, la necesidad de asumir roles adultos –como trabajar fuera o dentro del hogar–, no poder lidiar con las nuevas pautas que rigen en las instituciones y la baja confianza en las propias capacidades de aprendizaje. A eso se suma el aumento del estrés, la ansiedad y la angustia que sintieron muchos adolescentes para quienes estudiar en tiempos de Covid se volvió una odisea.Ana colabora en el centro comunitario de la Fundación el Pobre de Asís, del Barrio Mujica; por problemas en su casa y porque tuvo que salir a trabajar, abandonó la escuela

(Rodrigo Nespolo/)La profesora de historia Luciana Oddi lo sabe bien. Docente en el Colegio N° 2 Domingo Faustino Sarmiento, de Recoleta, trabaja mayormente con estudiantes de contextos vulnerables del Barrio Mujica. “En algunos cursos tuvimos la mitad de los chicos, y salimos a buscar a quienes no están viniendo con el grupo de Tutoría de Intervención Territorial”, detalla Oddi. “Cuando vas a las casas, algunos te dicen que no se enteraron de la presencialidad, otros creen que perdieron el año, algunos no saben cómo afrontar las materias pendientes, es terriblemente difícil”, explica, con angustia. Habla de chicos desanimados, de padres que no saben qué hacer y de lo difícil que es para los docentes enfrentarse a esa realidad.Laura Penacca, directora nacional de Nivel Secundario, reconoce la gravedad del cuadro en “un contexto excepcional” y explica que eso llevó a que la cartera educativa que dirige Nicolás Trotta empezara el año pasado a relevar la situación de cada jurisdicción. A fines del 2020, se avanzó en una base de datos federal, con información provista por todos los ministerios del país nucleados en la Red Federal de Información Educativa. “Ya tenemos datos nominales de catorce provincias”, señala Penacca. En el caso del secundario, la información es sobre 1.800.000 de estudiantes, un 66% del universo de la matrícula. “Los primeros datos –puntualiza la funcionaria– hablan de unos 190.000 estudiantes que están aún con una vinculación nula y de unos 400.000 que tienen una vinculación aún insuficiente o fluctuante”.Volvió la asistencia plena. En un 5to tengo 17 alumnos y fue una chica sola. En un 1ero tengo 25 alumnos y fueron 3 chicos. En los dos casos pregunté si sabían que tenían clase las 2 burbujas y me contestaron que si, pero los alumnos no quieren ir mas. Es una tragedia educativa— Eduardo (@edurandarte) September 3, 2021Pero, ¿qué pasa cuando un chico deja de ir todos los días a la escuela? Para Manuel Alvarez Trongé, presidente de Educar 2050, el abandono ya de por sí es un problema, pero es mucho peor cuando se analiza lo que sucede después. “Ese estudiante no solo pierde aprendizajes, socialización, amistades y un espacio de contención y crecimiento, sino que, al quedar afuera de su comunidad educativa, aumentan los riesgos de sufrir y verse involucrado en situaciones de violencia, adicciones, trabajo infantil y otras problemáticas que impactan directamente en sus derechos y futuro”, enumera. Por eso, hace poco, desde Educar 2050, lanzaron la campaña “Nadie afuera – #EducaciónATR”.El “traslado” de la escuela a los hogares tuvo muchos efectos. Ana no tenía la posibilidad de pedir ayuda en su casa y muchas veces no llegaba a entender las tareas, por lo que varias veces no las hacía a pesar de contar con wifi. Eso se sumó a discusiones fuertes con su mamá, hasta que terminó yéndose. Primero, vivió con una amiga, luego, empezó a trabajar como niñera y pudo alquilarse una pieza. Hoy solo tiene su celular, al que debe cargarle diariamente datos. Gana $100 la hora. Seguir estudiando “no era posible”. Igual, no abandona su sueño de ser actriz y también le gusta cantar. Tiene una sonrisa suave y gestos de niña, aunque le tocó crecer de golpe. Por ahora, sus tardes libres las pasa ayudando a entregar las viandas.A Ana se le acumularon materias y le costó sostener la bimodalidad, además, empezó a trabajar, eso hizo que no pudiera seguir yendo a la escuela

(Rodrigo Nespolo/)Según los especialistas, la primera consecuencia visible de no tener el título secundario es justamente la menor calidad de los trabajos a los que se accede. “Hay mucha más informalidad”, señala Alejandra Cardini, socióloga y directora de Educación de Cippec. A la vez, destaca que si bien en 2019, en la Argentina, en promedio, siete de cada 10 jóvenes de entre 20 y 22 años terminaban la secundaria, hay fuerte diferencias según los sectores sociales. Mientras que, en los sectores más altos lo completan 9 de cada 10 estudiantes, cuando se hace foco en los hogares con menores ingresos, apenas 4 logra terminar sus estudios.Si bien Cardini aclara que esto es algo que se mantiene desde hace unos años, cree que con la profundización de las de las brechas y la inequidad, esta diferencia va a ser mucho más amplia. “En unos años, esto va a empezar a tener un efecto muy fuerte que hoy creo que no podemos dimensionar”, se plantea la especialista de Cippec.El impacto de la salud emocionalJusto en 2020, Delfina había cambiado de escuela. El confinamiento la encontró a una semana de haber iniciado 2do año en un colegio privado porteño. Tenía muchas expectativas, porque su experiencia previa no había sido buena: “Sufrí acoso desde la primaria y la pasaba muy mal, y estaba muy entusiasmada con empezar en un nuevo lugar”, recuerda. Pero el Covid-19 frenó sus planes.El esfuerzo de adaptarse a un nuevo sistema de estudio y a nuevos compañeros, pero desde la virtualidad, hicieron que Delfina, que tiene 15 años, pensara que lo mejor era no seguir estudiando. Venía de muchos años de pasarla mal en la otra escuela y eso le generaba mucha angustia.Una encuesta de Unicef que viene demostrando el cimbronazo de la pandemia en la salud mental de los adolescentes advirtió un incremento respecto a la medición anterior: el 33 % manifestó angustia (9 puntos más) y el 18 % se siente deprimido (6 puntos arriba). A esto hay que sumar la falta de motivación para realizar actividades que antes disfrutabas o eran habituales. En el caso de Delfina, hoy uno de sus pocos pasatiempos es andar en skate.El único pasatiempo que tiene Delfina es andar en skate; cree que las escuelas secundarias tienen que cambiar y ser espacios que “abracen a todas y todos los adolescentes, también a los que necesitan otro tipo de trayectorias” (Rodrigo Nespolo/)Silvia Ongini, psiquiatra infantojuvenil del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas, advierte sobre el impacto del aislamiento en las trayectorias educativas adolescentes. “Muchos jóvenes quedaron en un vacío absoluto. Al alejarse también de la escuela, se quedaron en un encierro, en el uso de jueguitos, de pantallas, en un aislamiento social que se va perpetuando. Así, pueden terminar con mayor depresión, aunque no tuvieran cuadro de salud mental”, detalla. ¿El resultado? Más inseguridad personal, desconfianza y ensimismamiento.Uno de los problemas que ve Ongini es que “la escuela hizo de cuenta como si con la pantalla fuera igual que el espacio áulico, y no es así, porque el nivel de atención no es el mismo ni la capacidad de compartir ni de incorporar contenido”. Por eso, enfatiza que “tratar de que un chico esté 8, 6 o 5 horas conectado a una pantalla y que siga motivado, es hacer ‘un como si’”. Ocurre que para Ongini “sostener contenido cognitivo en una falta de contexto de socialización es muy difícil”, sobre todo en chicos que habían cambiado de escuela, por ejemplo, y no tenían red.Para Delfina, fue determinante no poder lidiar con las pautas organizativas de la escuela secundaria: horarios, convivencia virtual, socializar con gente nueva y los formatos de los trabajos y exámenes. Empezó incluso a perder confianza en las propias capacidades de aprendizaje. No pudo manejar el estrés y la ansiedad. “Todos piensan que porque somos jóvenes nos adaptamos rápido a la tecnología, pero no es tan fácil. A veces se colgaba la web, otra no podía entrar, eso me ponía muy nerviosa”, relata, con su voz suave y pausada. Primero, abandonó en 2020, pero la escuela le armó un plan para reincorporarse. Este año, solo fue una semana presencial. Luego, sintió que era demasiado. Ahora, no está cursando ni rindiendo, y mientras define qué hacer junto a su familia, su madre recuerda que todavía paga la escuela para no perder la vacante. Delfina cree que hay que pensar en otro tipo de escuelas: “Una que incluya a todas las chicas y los chicos que necesitan otro tipo de enseñanza o contención”.Oddi cree que lo emocional es clave en este contexto, también como herramienta para lograr retener a los chicos. Por eso, cuando ella y otros docentes salen a buscar a los alumnos a sus casas, lo primero que les dicen es “nos importás”. Para la profesora, “ese tiene que ser el primer mensaje”, porque sin recomponer el vínculo no se puede lograr el regreso de los chicos que se alejaron ni retener a los que están fluctuantes. “La red vincular es esencial y se está haciendo un trabajo a pulmón”, asegura.Para Delfina, no poder empezar la escuela presencial cuando se cambió de colegio fue muy difícil, no logró adaptarse a la virtualidad y aparecieron síntomas de depresión (Rodrigo Nespolo/)El desafío de la permanencia y la terminalidadPablo tiene 20 años. En 2019, había terminado de cursar 5to. año. Debía tres materias de ese año y Matemática de 3ro. para obtener su título. Pensaba “liquidarlas” en el primer tramo del 2020, pero no pudo: la virtualidad no era una opción para él. Es el mayor de tres hermanos y vive con su mamá en una casa sin Internet. No logró rendir las materias ni reconectarse con la escuela.Un estudiante que arrastra previas de Matemática, por ejemplo, con esa carga de no entender, puede preferir no graduarse antes que enfrentar otro fracaso. Pablo lo sabe. “Los números me quitan el sueño”, se lamenta. Pero también tiene en claro que quiere terminar: “Ahora hago changas, necesito el título para tener un trabajo mejor”.Cippec hizo una proyección de la tendencia del abandono escolar en jóvenes y cómo el impacto del Covid-19 provocaría una marcha atrás de casi una décadaCardini considera que el sistema educativo secundario se caracterizó por esta matriz excluyente, que se ve en la forma de evaluar o de promocionar, en la cantidad de materias que se dan y en la manera en que se enseña, entre otras variables. “Hay que apuntar a una escuela más interdisciplinaria, basadas en proyectos, donde el interés esté más anclado en aquello que les interesa a los adolescentes y no en el currículum”, sostiene.Penacca coincide en que el problema principal es la permanencia y también el egreso y el título, y adelanta que desde la Secretaría de Educación nacional están generando una propuesta integral de transformación de la escuela secundaria, consensuada y codiseñada con todos los ministerios del área del país y una mesa multisectorial. “Hay que impulsar un proceso de transformación del formato institucional y del modo organizacional de la escuela secundaria, que no estaba preparada para la masividad ni es solidaria con el tiempo presente”, detalla. Desde su mirada, no es un problema solo de los sectores populares “que no son abrazados por esta escuela, sino que ahora hay algunas cuestiones de la tradición enciclopedista que no encajan con los modos de producir conocimiento de la contemporaneidad, y ahí entran todos y todas”.En lo concreto, ante el problema urgente, la funcionaria señala que el plan más importante a nivel nacional para la revinculación y el sostenimiento de las trayectorias es el Acompañar, una propuesta integral que busca la revinculación escolar plena de aquellos que estaban totalmente desconectados; la permanencia de quienes no estaban del todo de desvinculados pero que la pandemia igual los golpeó; la regularización de trayectorias de estudiantes que empezaron a acumular materias, y el egreso afectivo.Otra herramienta que menciona es el plan Egresar, destinado a los estudiantes que completan 5to. año pero adeudan materias y no pudieron obtener su título, como Pablo. Hasta ahora con 107.000 inscriptos, de los que se sabe qué materias se llevaron, cuándo y en qué año, con la finalidad de hacer el seguimiento. Justamente, Cardini cree prioritario tener información: “Nos parece clave que haya un sistema nominal de información que permita acompañar de la mejor forma a cada estudiante para que no abandone”.Frente a la pregunta de si cree que puede frenarse la amenaza de un retroceso de 10 años o al menos matizarla, Cardini opina que sí, pero que de manera inmediata hay que contar con más información y priorizar esta temática en el presupuesto educativo.Ana, Delfina o Pablo –cuyos nombres fueron cambiados para preservar su identidad– sienten que el sistema actual, de una u otra forma, no pudo contenerlos, pero sin embargo todavía se sueñan con el título en mano. Quizá, aunque Oddi siente que los docentes hicieron todo y más, y que la frustración es ver que ese esfuerzo no se refleja en los números, sí sea la base del cambio que se requiere para que, con o sin pandemia, todos los chicos y las chicas se sientan incluidos en la escuela secundaria.Cómo involucrarseDesde dar clases de apoyo escolar hasta firmar peticiones que buscan incidir en las políticas públicas, estas son algunas propuestas para pasar a la acción en el Mes de la Educación, encontrá todas las maneras de hacerlo en esta nota.Para ayudar a la Fundación el Pobre de Asís: reciben todo tipo de donaciones; en Facebook, en su web; elpobredeasisfunda@gmail.com

Fuente: La Nación

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Resiliencia: capacidad de adaptarse a las dificultades de la vida, oportunidad para ser creativos y completar tareas y desafíos pendientes. A las hermanas Laura y Julieta Malleville la pandemia les planteó un lindo desafío. En Tandil, las creadoras de Fundación La Paloma, que se dedica desde hace 19 años a la equinoterapéutica, entendieron que era momento de poner en marcha un proyecto guardado en el cajón: la elaboración de un fertilizante para las plantas con los residuos de sus caballos.La falta de clases para los 147 alumnos, los altos costos de la recolección de los desechos de sus ocho caballos y sobre todo el tiempo disponible, las llevó a que sacaran a la luz un proyecto que hacía mucho lo tenían en mente pero sin oportunidad de ponerlo en práctica.Gerardo Bartolomé: “Hay que mejorar el marco legal en soja”“Tirar el estiércol en un contenedor y que lo vengan a retirar una vez por semana generaba un costo adicional. La responsabilidad por el medio ambiente siempre fue nuestro lema y el tiempo libre por la pandemia nos permitió llevar esta idea adelante. La idea era transformar de una manera consciente y responsable los residuos que producen nuestros caballos en la fundación”, dijo Mariana Galufa, veterinaria y miembro de la asociación.El producto ya se comercializa en varios puntos del país y apuntan proximamente a llegar a toda la ArgentinaLa fundación comenzó como una escuela de equinoterapia y poco a poco fue mutando su cosmovisión de trabajo: hoy busca promover la salud y el despertar de la conciencia, bajo el sistema bioeducativo llamado Menavi.El camino que abrió una encendida disputa entre productores en Entre RíosCon la reutilización de los residuos, el cuidado del medio ambiente y la economía circular como ejes fundamentales, se pusieron manos a la obra. Junto con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro (Unicen) evaluaron cómo sería el proceso de compostaje.“Nuestra manera de cuidar los caballos está orientada al bienestar animal. Los animales no están en boxes. No comen avena, solo alfalfa. No usamos herraduras ni bocados. Y al no tratarlos con medicina veterinaria tradicional, su estiércol es totalmente orgánico”, describió.Luego de la evaluación, empezaron a trabajar en firme. Armaron una compostera con material reciclable y comenzaron a recolectar el material. “El proceso que hacemos a la materia es totalmente natural y no se lo interviene en ningún momento. El tiempo es de alrededor de cuatro meses, donde se pasteuriza de manera natural”, explicó.Según contó, siguen de cerca un riguroso protocolo y diariamente toman la temperatura de la bosta para ver cómo avanza su descomposición, con una etapa de calentamiento (eliminación de los patógenos) y curado (estabilización de los macro y micro nutrientes). Luego del proceso de compostaje, el material es enviado a los boxes (que están vacíos porque los caballos están en corrales) donde tienen un tiempo de secado.En la compostera, el estiercol de los caballos pasan alrededor de cuatro meses, donde se produce su descomposición naturalCuando está en óptimas condiciones, se realiza un zarandeo de manera manual, para llegar finalmente al momento del envasado: de manera manual cargan el producto terminado en recipientes de cartón de distintos tamaños.Sin aditivos, ni agregados y libre de compuestos tóxicos, obtuvieron un producto de excepcional calidad al que llamaron Bioequus.org. “Es un sustrato que enriquece el suelo, obtenido de un proceso de compostaje debidamente controlado de estiércol de caballos alimentados exclusivamente con alfalfa de calidad”, detalló.Después de un producto madre, pueden aparecer otros alternativos y esta no fue la excepción. Cuando terminaron ese primer compostaje, se dieron cuenta que había material que no se había hecho cenizas sino que seguían manteniendo su forma.Fue ahí que eso se transformó en bio briquetas a las que también envasan y comercializan. Es un producto secundario que sumaron para utilizar en el encendido de salamandras, hogares, braseros y cocinas económicas.Para Galufa, nada hubiese sino posible sin la articulación de la Mesa Solidaria Tandil, que articula ONGs con empresas, que las ayudó a difundir su idea y productos. En un principio, la asociación comenzó a vender en bazares, viveros, almacenes, casas de decoración y ferreterías de esa ciudad.En la actualidad, los productos ya se pueden encontrar en Mendoza, Bahía Blanca, Mar del Plata y Pehuajó. En el futuro apuntan a comercializar en todo el país y también inspirar a que otros se sumen a hacerlo. “La recepción de la gente fue genial. Esto es imparable”, dijo la veterinaria.

Fuente: La Nación

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NUEVA YORK.- A Linda Terri todavía se le llenan los ojos de lágrimas cuando piensa en el 11 de septiembre de 2001. “Te muestra lo frágil que es la vida”, dice. Acaba de colocar una rosa amarilla en el memorial para Ruth Ellen Ketler, uno de los nombres tallados en bronce alrededor de una de las fuentes que ahora ocupan el lugar donde antes estaban las Torres Gemelas.“Me llevó mucho tiempo despertarme por la mañana y volver a decir ‘es un día precioso’, porque eso fue lo primero que dije ese día apenas miré por mi ventana”, recuerda.11 de Septiembre: el Servicio Secreto de Estados Unidos comparte fotos inéditas de los atentados de 2001Terri dice que salvó su vida esa mañana gracias a una casualidad: el tren que tomó para ir a trabjar a Manhattan llegó tarde, y por eso después recorrió el trayecto a la isla sin hacer paradas. Terri trabajaba en Goldman Sachs, y esa mañana estuvo en la Torre Norte viendo a un cliente y se fue 14 minutos antes de que se estrellara el vuelo 11 de American Airlines 11, a las 8.46 de la mañana.Visitas al memorial del atentado del 11 de Septiembre, el 9 de septiembre de 2021 (AP /John Minchillo) (John Minchillo/)Veinte años después, Terri vuelve al lugar de la tragedia, como muchos otros sobrevivientes, amigos y familiares de las víctimas, bomberos, paramédicos y policías, autoridades, políticos o personas comunes y corrientes que por un día detienen su vida, ponen las diferencias a un lado y se unen con un ánimo común: recordar.El fotógrafo de la icónica imagen del “falling man” del 11 de Septiembre: “Nunca olvido el ruido del impacto de los cuerpos contra el suelo”Estados Unidos es un país mucho más dividido que el de hace dos décadas. Pero mañana, al menos por un día, los norteamericanos harán una pausa en las batallas políticas que libran casi a diario para conmemorar un nuevo aniversario del peor atentado de la historia, y a las 2977 víctimas que murieron en esos ataques, el más mortífero que sufrió el país.“Fue un día espantoso. Pero nos tenemos unos a otros”, resume Terri.Bomberos de Florida sostienen la bandera de Estados Unidos durante una ceremonia en Western High School, para conmemorar el vigésimo aniversario del 11-S (Getty images / AFP) (JOE RAEDLE/)Los atentados terroristas del 11-S le infligieron una herida perdurable a la primera potencia global, y dejaron una marca imborrable en el sur de Manhattan, uno de los epicentros financieros del mundo, donde aún hoy continúan las obras para terminar de reconstruir el World Trade Center, devenido, después de los atentados, en la “Zona Cero”. El lugar desde el cual las Torres Gemelas gobernaban antaño el perfil de la ciudad ahora lo ocupan dos fuentes gigantescas sobre las huellas de las torres, rodeadas por los nombres de las víctimas grabadas en bronce, donde el agua nunca de circular.“Es una forma de intentar capturar qué y quiénes desaparecieron”, dice a LA NACION Clifford Chanin, vicepresidente del Memorial & Museo Nacional del 11-S, quien resume el espíritu del monumento: “Es un recuerdo sin fin”.El presidente Joe Biden visitará el Ground Zero mañana junto al exjefe de Estado Barack Obama (Angela Weiss / AFP) (ANGELA WEISS/)El memorial será el lugar donde se reunirán muchos familiares de las víctimas, además del descampado en Shanksville, Pensilvania, y el Pentágono, en Washington, donde los terroristas estrellaron los otros aviones de pasajeros que secuestraron esa fatídica mañana.El presidente norteamericano, Joe Biden, visitará los tres sitios en el mismo día, y en Nueva York estará acompañado por Barack Obama, a quien sirvió durante dos mandatos como vicepresidente. George W. Bush, el mandatario durante los atentados y el padre de la “guerra contra el terrorismo” posterior, tiene previsto brindar un mensaje en Shanksville. Jimmy Carter, el más viejo de los presidentes vivos, no tiene ningún evento público.Fiel a su estilo, Donald Trump romperá el protocolo: comentará para la televisión una pelea de boxeo entre el excampeón de peso pesado Evander Holyfield y el excampeón de peso semipesado de UFC Vitor Belfort.La “Zona Cero” parecía vivir hoy un día más bajo un radiante sol de verano que no llegaba a convertir a la ciudad en el hervidero que suele ser en julio o agosto. Pero la presencia de más periodistas y policías, una banda de gaitas de un departamento de policía que recorría la plaza alrededor del monumento a los caídos, y la abundancia las banderas y las rosas rojas o amarillas clavadas en los nombres tallados en bronce eran indicios de la cercanía de un día que, para la mayoría de los norteamericanos, quedó tallado en su memoria.El paso del tiempo también impone una distancia ineludible: para millones de jóvenes y niños, el 11-S es otro evento histórico, un día ajeno a su memoria.Para Tom Canavan, ese día dejó una marca tan profunda que se tatuó las Torres Gemela en un brazo bajo una palabra en letras mayúsculas: “SOBREVIVIENTE”. Canavan, de 62 años, estaba en el piso 47 de la Torre Norte cuando el primer avión, el vuelo 11 de American Airlines, piloteado por uno de los secuestradores suicidas de Al-Qaeda, Mohammed Atta, el “comandante táctico” de los ataques, se estrelló contra el edificio. Canavan bajó por la escalera, y justo cuando estaba por salir a la calle colapsó la Torre Sur.“Soy uno de los 19 tipos que quedó enterrado, y salió”, recuerda Canavan a LA NACION, parado al lado del Survivor Tree, el peral que sobrevivió al colapso de las torres, del cual, cada año, se sacan plántulas para regalar a comunidades que han sufrido tragedias. Sus descendientes crecen en Boston, Newton, Londres o Cristchurch. Canavan viste una musculosa que deja a la vista su tatuaje, que se hizo hace cuatro años.Un guardia de seguridad que quedó enterrado cerca suyo le dijo que esperaran, que alguien los iba a encontrar, pero Canavan le dijo que no, que si se quedaban iban a morir sofocados, y él sólo pensaba en salir. “Le dije: ‘Me voy’. Mi hijo cumple tres años la semana que viene y mi mujer está embarazada de mi hija. Le dije, ‘me voy’”, rememora. Canavan dice que empezó a moverse “como una serpiente” hasta que logró salir.“Mi trabajo acá es mantener viva su memoria, todos los nombres en las fuentes”, afirma.Durante los últimos 20 años, cada vez que conoció a un amigo, conocido o familiar de una víctima, Canavan les preguntaba por ellos, trataba de conocerlos, recolectar sus historias. “Mucha gente viene, pasa, y no entiende. Si lo hago personal, se acuerdan”, explica. Después habla de su tatuaje. “Quiero que la gente vea mi brazo durante el resto de mi vida y piense en el 11-S sin que yo tenga que decirle nada. Nunca olvidar. Ese es mi trabajo. Mi trabajo por el legado de esta gente acá”.

Fuente: La Nación

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Estaba solo y relajado en su casa de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde ahora vive, cuando a Pablo Huck le sonó el celular. Un periodista de Paraná le escribía por WhatsApp que quería tener una palabra suya en relación con un fallo que él todavía desconocía. “Estaba tranquilo y fue como recibir un puñetazo a la boca del estómago, de esos que te dejan sin aire”, dijo Huck. El fallo era de la Sala Nº 1 en lo Penal Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos y declaraba, por mayoría, la prescripción de la acción penal contra el sacerdote Marcelino Ricardo Moya por los delitos de promoción de la corrupción agravada reiterada y abuso sexual simple, y dictaba su sobreseimiento.Dos años atrás, en abril de 2019, el cura Moya había sido condenado a 17 años de prisión por el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay al haberlo hallado culpable de esos delitos, sentencia que había sido confirmada el año pasado por la Cámara de Casación Penal de Concordia.Pablo Huck fue uno de los dos denunciantes. En 2015, se presentó ante la Justicia de Paraná y denunció que entre 1993 y 1994, cuando tenía 14 años y era monaguillo de la Iglesia Santa Rosa de Lima, en Villaguay, fue abusado sexualmente en varias ocasiones por el sacerdote Marcelino Moya, que se desempeñaba como vicario de esa parroquia y como capellán de un regimiento del ejército.Abuso de menores en la Iglesia: la Justicia condenó a 17 años de prisión efectiva al cura Nicolás ParmaPero ahora, en esta nueva sentencia del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, dictada días atrás, el voto mayoritario de los jueces Miguel Ángel Giorgio y Daniel Omar Carubia se inclinó por la prescripción de la acción penal en el caso. “Los denunciantes han dejado transcurrir muchos años antes de brindar la notitia criminis a la justicia desde que habrían padecido los abusos que denuncian; hace, además, demasiado tiempo que dejaron de ser niños y no se tiene en cuenta que crecieron y pudieron recurrir en incontables oportunidades a efectivizar sus denuncias sin que ninguna traba se haya puesto desde el Estado para obstaculizar su acceso, por lo que su indecisión no puede ser premiada con la sobrevivencia de una acción penal que indefectiblemente se ha extinguido”, fundamentó el juez Carubia.En su voto disidente, en cambio, la jueza Claudia Mónica Mizawak sostuvo que “es indiscutible que el menor víctima de abuso sexual es un sujeto especialmente vulnerable a quien el Estado le debe obligatoriamente deberes especiales, lo cual no puede ser neutralizado por un instituto de normativa interna cuando tal niño, menoscabado en su dignidad, acude a la justicia para que se brinde una respuesta a eventos que le sucedieron siendo chico y que hasta entonces no había podido poner en palabras”.Y agregó: “En el caso se acreditó fehacientemente que las autoridades eclesiásticas provinciales de esa época encubrieron y protegieron al acusado, obstaculizando la efectiva posibilidad de que las víctimas acudan a la justicia para instar la acción penal, impidiendo la investigación de los delitos”.Proceso canónico Huck confirma que los abogados querellantes apelarán ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “Lo más preocupante del fallo es que se trata de un delito probado y un delincuente puesto en libertad. Y me preocupa la vulnerabilidad a la que están expuestos todos los niños, niñas y adolescentes de la ciudad donde él reside”.“Y no solo es responsabilidad del Estado y sus instrumentos como la Justicia resolver esta situación —agregó— sino también de la Iglesia como institución, en tanto y en cuanto Moya ha sido demostrado culpable y sigue formando parte de la Iglesia”.Al respecto, Ignacio Patat, responsable de prensa del Arzobispado de Paraná, dijo que paralelamente al inicio de la causa en sede judicial entrerriana, se inició la investigación canónica preliminar contra Moya. “En su momento, las autoridades competentes de la Iglesia levantaron la prescripción y el proceso penal canónico siguió su curso. Actualmente está en sus instancias finales. Mientras tanto, el Padre Moya cautelarmente tiene prohibido el ejercicio público del ministerio”.Moya reside hoy en la casa de sus padres, en Entre Ríos.“No denunciamos ya siendo adultos no por falta de ganas, sino porque el daño que uno recibe es imprescriptible —dijo Huck—. Entonces cuando el daño ocasionado es permanente, ¿cómo medís el tiempo en que cesa el daño? ¿Cómo medís el tiempo en que la Justicia pierde capacidad de actuar sobre un pedófilo o un abusador?”.

Fuente: La Nación

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Lorient venció por 2-1 a Lille como local, en un partido de la jornada 5 de la Ligue 1 de Francia. Para Lorient los goles fueron marcados por Armand Laurienté (a los 7 minutos) y Terem Moffi (a los 87 minutos). Para Lille el gol fue marcado por Burak Yilmaz (a los 25 minutos).En la próxima fecha, Lille se medirá con Lens, mientras que Lorient tendrá como rival a Reims.En los siguientes gráficos se pueden observar las formaciones de los equipos, los cambios, las principales incidencias del partido y la tabla de posicionesClasificación a las copas internacionalesAl final de la temporada, los 3 primeros de la tabla de posiciones se clasificarán a la Champions League de 2021/2022. El cuarto jugará la Europa League y el quinto puesto ingresará a las fases de clasificación de la nueva competición europea, la Europa Conference League. Los últimos dos descenderán a la Ligue 2, mientras que el antepenúltimo jugará la promoción con el tercero de la Ligue 2.Lille se coronó en la última Ligue 1, impidiéndole al PSG conseguir el tetracampeonato del fútbol francés. El ranking de los máximos ganadores no se alteró: lo lidera Saint Etienne con 10 títulos, lo siguen PSG y Olympique de Marsella, con 9, y Mónaco y Nantes, con 8.

Fuente: La Nación

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Hoy es el último día que rige el sistema de concesión por cobro de peaje, que estuvo vigente durante los últimos 26 años en la Hidrovía, la vía navegable troncal Paraná-Paraguay. Exactamente a partir de las 00.00 será la Administración General de Puertos (AGP) quien pasará a cobrar el canon de US$3,06 por tonelada transportable a los barcos de carga que circulen, que deberán depositar el dinero en una cuenta en el Banco Nación creada especialmente para este fin. Por esta autopista fluvial se mueve el 80% del volumen del comercio exterior argentino.Atrás quedó la idea de la licitación corta, ya que el Gobierno decidió continuar con los servicios de la compañía belga Jan De Nul para el dragado de la Hidrovía, una tarea que viene realizando desde hace más de dos décadas, durante las cuales hubo una mejora en las condiciones de navegabilidad. Sus competidores, grandes empresas internacionales, tendrán que esperar y apostar a ganar la licitación larga.Sin embargo, hasta el momento no está formalizado el nuevo contrato con Jan De Nul por “un tema administrativo”. El balizamiento estará a cargo de la AGP con la asistencia de alguna empresa que no será Emepa, el antiguo socio de la compañía belga.Sin demasiado apoyo del sector exportador que utiliza la autopista fluvial, que dice que la concesión definitiva debería haber estado en marcha desde el 30 de abril, cuando finalizó el contrato de Hidrovía S.A., esta iniciativa tiene un problema a la vista: durante un año, o lo que dure el trámite para poner en marcha la licitación y adjudicarla, no se harán las obras de profundización que se necesitan para que el calado se ajuste a la navegabilidad de los barcos de gran porte. Eso cobra todavía más relevancia en tiempos de bajante del Paraná, en los que los barcos son más chicos o no salen con carga completa encareciendo los costos.El Gobierno anunció que va a trabajar con las provincias y distintos interesados y especialistas para elaborar los pliegos definitivos, algo que, por el momento, está bastante verde.A partir de mañana, entonces, el interventor de la AGP, José Beni, tendrá bajo su órbita el mantenimiento de la Hidrovía hasta que se adjudique la licitación de largo plazo por el dragado, balizamiento, control y cobro del peaje de la vía fluvial. Lo que no queda claro en el texto del Ministerio de Transporte, cuando firma el contrato para que la AGP se haga cargo de este tramo intermedio de la administración de la Hidrovía, es si la licitación larga será bajo el nuevo esquema, o se volverá al anterior, con el peaje en manos de un concesionario. Los privados quieren que quede en manos privadas; los estatales, del Estado.Un nuevo Ente de Control y Gestión de la Vía Navegable será el encargado de organizar la licitación larga y establecer las nuevas pautas en los pliegos. “Deberá determinar la delimitación de los ríos, canales, zonas, tramos, trazas y secciones en las que se conformará o segmentará la vía navegable troncal, para que dichos tramos en cualquier momento se puedan afectar o desafectar respecto del alcance y el objeto del contrato, total o parcialmente, en relación con los distintos servicios que se prestan en los mismos”, consignan fuentes oficiales. También se va a revisar la tarifa del peaje.

Fuente: La Nación

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Esta semana, Juana Viale puso en venta su casa de San Isidro, a 950.000 dólares, y trascendieron las imágenes de la propiedad de dos pisos con cinco dormitorios. El ambiente que más llamó la atención fue la cocina, debido a un detalle que contradice una de las declaraciones más recordadas de la nieta de Mirtha Legrand. En el programa Es por ahí (América), mostraron nuevas fotos y se preguntaron si la actriz mintió sobre un artefacto que supuestamente no tenía en su hogar.Estuvo el día anterior en las Torres Gemelas y cubrió el horror: Nelson Castro, testigo del 11-SEl periodista Guido Zaffora destacó una de las fotografías de la vivienda y se concentró en uno de los objetos que colgaba de la pared: “Juana se jactaba de que no tenía televisor en su casa y yo estuve investigando, y tengo la prueba de que Juanita nos mintió a todos”. Luego, mostró la imagen donde se aprecia una pantalla ubicada frente a la isla.La imagen de la casa de Juana Viale que despertó el debate sobre la veracidad de una de sus declaraciones (Captura TV América /)Recordemos que “La Chiqui” había entrevistado a su nieta en 2016, junto a su hermano, Nacho Viale, y fue en esa mesa familiar que surgió la pregunta: “¿Por qué no tenés televisión en tu casa?”. Sin vueltas, la actriz le contestó: “No veo nada, mi tiempo libre es acotado y cuando tengo tiempo libre, leo”.A 85 años de su extinción, publican un video a color del último tigre de Tasmania registrado en Australia“¿Pero tus chicos no quieren ver televisión? Cuando vienen a casa les gusta”, le retrucó la diva de los almuerzos. “Sí, yo sé que cuando van a la casa de todos, menos a la mía, miran televisión”, reconoció en aquel momento. Cinco años más tarde, se convirtió en la reemplazante por excelencia de su abuela y se puso al frente de las “mesazas”, donde volvió a repetir que no tenía televisor en su hogar.Una vista panorámica de la cocina de Juana Viale: su casa está a la venta por U$S 950.000Incluso contó que perdió su celular, decidió estar tres meses sin teléfono -porque disfrutaba la sensación de “no estar comunicada todo el tiempo”- y le pedía a la producción que la contactaran por la línea fija o por mail. Ante el descubrimiento de Zaffora, Guillermo Andino se mostró más cauteloso y le aclaró: “No te quiero bajar la libido, pero te averiguo si es un televisor o un monitor en donde seguís cada una de las cámaras que están en la casa”.La teoría del conductor, basada en que podría ser una herramienta de seguridad, se suma a la posibilidad de que utilicen la pantalla para transmitir contenido desde el celular. Vale recordar que Viale y su hija Ámbar dejaron fluir su pasión por la cocina durante la cuarentena, y quizás haya sido de utilidad para seguir el paso a paso de algunas recetas.Fue Miss Argentina, inspiró una canción emblemática y por un escándalo no logró ser Miss MundoDe todas maneras, la foto despertó el debate, y hasta el momento Juana no hizo ninguna mención a los comentarios. Ubicada en la localidad de Beccar, la casa de 506 metros cuadrados tiene jardín, huerta y pileta, y está a la venta de la mano de la inmobiliaria Duprat. “Encantadora propiedad con estilo único, muy luminosa y con mucha onda”, la describen en el sitio web.

Fuente: La Nación

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