Ciudad de méxico (ap) — después de viajar a marruecos en su primera temporada, la familia derbez vuelve a las andadas ¡por carretera!Eugenio Derbez, su esposa y sus hijos se montan en un camper para recorrer zonas rurales de Estados Unidos. El drama, los momentos graciosos e incluso espirituales están a flor de piel en “De viaje con los Derbez”, que estrena su segunda temporada el jueves en Pantaya en Estados Unidos y Puerto Rico, y en Amazon Prime en Latinoamérica.“Conoces mejor el mundo por carretera que en avión”, dijo Derbez en una entrevista reciente por videollamada. “El hecho de estar encerrados durante un mes con toda la familia nos hizo conocernos más, platicar más, tocar temas más profundos. Fue una gran decisión viajar por carretera”.Después de la primera temporada, en la que viajaron por primera vez juntos, no todos en la familia estaban listos para hacer una nueva travesía y encima llegó la pandemia, por lo que parecía algo imposible de lograr.“Fui muy valiente y fui de las que sí quería (hacerlo)”, dijo la actriz y cantante Alessandra Rosaldo, esposa de Derbez, quien en la primera temporada pasó más de un susto por las ocurrentes aventuras en las que se enfrascaba el actor, como tratar de encantar serpientes. “Y no es fácil, para nada es fácil. Hay momentos en los que digo: ‘¡Soy una idiota! ¿Para qué dije que sí? Quiero salir corriendo’. Pero al final del día, viajar en familia para mí sigue siendo lo más bello del mundo”.Rosaldo destacó las memorias que están creando para su hija de 6 años, Aitana, con sus medio hermanos Vadhir, José Eduardo y Aislinn, hijos de Derbez de relaciones anteriores: “La primera vez que se subió a un camello, la primera vez que vio un alce, todas estas cosas no tienen precio. Entonces me aguanto lo que me tenga que aguantar”, señaló.Como un claro reflejo de la época, Vadhir Derbez se contagió de COVID-19 justo antes de que comenzara el rodaje y no los pudo acompañar físicamente, pero sí participó en la serie de manera remota. Para el también actor fue una pena no poder estar en este viaje con deportes extremos y parajes naturales impresionantes.“Como niño chiquito antojado y triste que lo dejaron sin ir a Disneylandia, me quedé con muchas ganas y más porque creo que este viaje que fue muy al estilo natural en medio de la nada, en el bosque, acampando, haciendo actividades extremas en la naturaleza, es mi mero mole”, dijo. “El saber que no pude ir y que ellos que no son tan así están disfrutando algo que a mí me encantaría hacer, como que sí me pudo (emocionó) mucho, pero lo viví a través de ellos y lo van a poder vivir ustedes”.En cambio, José Eduardo Derbez, quien es todo lo contrario a Vadhir, se sintió como pez fuera del agua en este viaje en el que nuevamente tuvo que abrirse a experiencias distintas.“A mí me tienen en la calle de la amargura, no se vale”, dijo. “Para mí es ‘a ver, búsquenle cómo sufre José Eduardo’… Yo a superar miedos de nuevo. Ya estoy harto de tanto miedo. Parece la casa del terror”.Además de estar en familia, Eugenio Derbez estaba feliz porque pudo llevar a su adorada perrita bulldog Fiona, aunque acotó que fue complicado porque había el riesgo de encontrar animales salvajes.“Dicen que tengo una obsesión con Fiona, pero la verdad no sabes cómo somos uña y mugre ella y yo… Cuando vi la oportunidad de llevármela, me cambió la vida”, contó. “(Aunque) había muchísimos lugares donde nos decían ‘cuidado con los osos’. Cuando sacaba a pasear a Fiona a que hiciera pipí, no sabes el drama porque tenía miedo que fuera un oso a brincarle encima y se la fuera a comer”.Aislinn Derbez, quien en la primera temporada era una mujer casada y con una bebé, llega a esta segunda divorciada y sin su pequeña Kailani, de 3 años. La actriz aprovechó el viaje para darse un respiro, abrirse y mostrar que hay una vida después y que se pueden hacer cosas con mucha positividad desde otra posición dentro de la familia. De una forma muy honesta se aborda el tema de su separación del actor Mauricio Ochmann en el primer capítulo.“Fue un viaje que disfruté muchísimo”, dijo. “Mau y yo decidimos que también era lo mejor para la bebé el no estar con jornadas de trabajo tan pesadas. Creo que no es algo apto para esa edad, y fue para mí darme este espacio. Fue la primera vez que viajaba sola sin ella y por un lado sí me entró esa culpa que nos da a todas las mamás, pero por otro lado descubrí esta nueva faceta de decir: ‘Claro que nos podemos dar estos momentos solas, estas vacaciones para nosotras’”.En su segunda temporada, “De viaje con los Derbez” incluye siete episodios de media que muestran a la familia en lugares como el puente Perrine Bridge en Twin Falls, Idaho (uno de los más altos en Estados Unidos), el Parque Nacional Yellowstone, el Parque Nacional Glacier en Montana y otros lugares para acampar con vistas espectaculares.Los primeros cuatro episodios estarán disponibles el 20 de mayo. Los tres restantes el 27.

Fuente: La Nación

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La fachada de la sede de la Asociación Israelita de Bahía Blanca, donde funciona una escuela, fue escenario de un ataque antisemita, con amenazas contra la comunidad judía, este domingo a las 23.20. El responsable de este acto vandálico y criminal fue filmado por las cámaras de seguridad del lugar.Las pintadas realizadas sobre las paredes de la institución contenían amenazas de muerte y discursos de odio. La imagen del agresor se dio a conocer en las redes sociales, y la filmación está siendo analizada en la Justicia para poder dar con él. A simple vista, parecería ser una persona joven, pero es difícil saberlo ya que tenía su rostro cubierto con un cuello polar, llevaba un gorro de lana, campera y guantes.Jorge Rial fue agredido e increpado mientras viajaba hacia Miami a vacunarseLa imagen del responsable del ataque a a Asociación Israelita de Bahía Blanca, captada por las cámaras de seguridad. (Twitter: @hector_/)Héctor Gay, intendente de Bahía Blanca, repudió lo ocurrido en el edificio ubicado en la calle Lavalle 54. “Mi más enérgico repudio a los ataques antisemitas que sufrió una sinagoga de nuestra ciudad. No vamos a tolerar este tipo de actos que atentan contra la comunidad israelita y el resto de la sociedad. Promover la violencia, el odio y la discriminación nunca será el camino”, escribió en Twitter.El mensaje de repudio del intendente de Bahía Blanca a las pintadas sobre la fachada de la Asociación Israelita de Bahía Blanca. (Twitter: hector_gay/)En los comentarios, varios bahienses le aclararon que no se trata de una sinagoga sino de la sede de la Asociación Israelita. Allí, funciona una escuela inicial, primaria y secundaria.Video: graban a una profesora que insultó a un alumno por negarse a usar barbijoEl doctor en Ciencias Políticas e investigador adjunto del CONICET, Sebastián Linares, fue el primero en sacar a la luz lo ocurrido. “Antisemitismo en Bahía Blanca, hoy día lunes 17 de Mayo, en la escuela hebrea de Bahía. Allí a donde van nuestros hijos a educarse, la cuna de la tolerancia liberal, según imaginó Sarmiento. Es de una gravedad máxima”, apuntó en Twitter.”Gravedad máxima”, así calificó Sebastián Linares el ataque a la sede de la Asociación Israelita, en Bahía Blanca. (Twitter: @seb/)Su mensaje fue compartido por el director de Comunicación en Embajada Británica en Buenos Aires, Oliver Galak, quien contó que concurrió a esa escuela entre los cuatro y los 17 años.Asimismo, publicó un zoom de la foto del atacante en la que queda en evidencia que no actuó solo. “Si prestan atención, a la derecha de la foto se ve que un cómplice lo estaba grabando mientras escribía su amenaza contra chicos por el solo hecho de ser judíos. Quizás ese video esté circulando ahora por el submundo de redes sociales nazis”, indicó.Oliver Galak mostró en Twitter que hubo un cómplice en el ataque a la Asociación Israelita de Bahía Blanca. (Twitter: @olivera/)Luego, una usuaria (@tamibronfman) compartió una segunda foto en la cual se ve mejor al segundo implicado. La imagen deja en claro que la otra persona estaba filmando a quien hacía las pintadas.Una usuaria mostró que el cómplice de la persona que realizó las pintadas sobre la Asociación Israelita de Bahía Blanca grabó un video del ataque. (Twitter: @tamibronfman/)La situación fue repudiada en las redes sociales y causó dolor en la comunidad judía. Una joven llamada Dina contó sobre esa sede de la Asociación Israelita: “Acá funciona toda nuestra vida comunitaria judía: escuela hebrea, tnua (movimiento juvenil), deportes, asistencia social, etcétera”. La usuaria indicó en Twitter que esta situación le generaba “impotencia, tristeza, indignación”. Y reclamó: “¡Esto tiene que parar!”.

Fuente: La Nación

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Las leguminosas tienen una extraordinaria virtud: son capaces de crecer, desarrollarse y dejar descendencia sin la necesidad de obtener el nitrógeno (N) del suelo, siempre y cuando estén asociadas en simbiosis con ciertos grupos específicos de microorganismos saprófitos, denominados “rizobios”.Muchas especies de esta familia de vegetales cada vez se tornan más imprescindibles en los esquemas de producción agropecuaria no solamente por sus estructuras son ricas en N, sino porque algunas manifiestan su potencial simbiótico durante un período muy conveniente (principalmente primavera).“Dejen de agredirnos”: fuerte respuesta desde el campo por el precio del panEn las últimas campañas, especies de vicia tanto V. villosa como V. sativa encontraron un espacio en los esquemas de rotación agrícola principalmente como cultivos de cobertura o de servicios ecosistémicos o como abonos verdes. Las bondades de la incorporación de estos cultivos son varias, pero en esta nota estará centrada en la incorporación de N “biológico” o “del aire” al sistema.Desde el punto de vista de la agricultura comercial (aunque ahora está cambiando), las principales ventajas estuvieron enfocadas en la reducción de costos por el control de malezas y por la menor aplicación de fertilizantes nitrogenados.Las 3500 vacas robadas: quedó detenido otro empresario y ya son cinco en el casoSin embargo, desde la investigación también se vienen analizando otros aspectos relacionados con la sustentabilidad del sistema ajustando los números sobre el aporte real de N desde la simbiosis y de las ventajas de disponer en el suelo una “maquinaria biológica” funcionando.Según Arturo Burkart (1966), el género Vicia L. está distribuído en gran parte del territorio argentino (vicias indígenas). Precisamente por esta razón es que encontramos nodulación espontánea y específica en lotes sin antecedentes del cultivo. Aunque es muy valiosa esta diversidad, en términos de productividad, el potencial alcanzable se reduce, ya que estos rizobios se encuentran de forma aleatoria en el lote y con diferentes capacidades simbióticas.Para homogeneizar los aportes de N vía simbiosis en un lote de producción y para ajustar los cálculos, es fundamental “inocular” las vicias (más aún en lotes sin historia de este cultivo) con rizobios específicos seleccionados justamente por la eficiencia simbiótica.La inoculación de las semillas de vicia es ni más ni menos para que los rizobios encuentren rápidamente los sitios de infección y las condiciones propicias para generar una estructura nodular donde sucederá la fijación de N. El vehículo para que esto suceda es el inoculante, formulado líquido o pulverulento en el que los rizobios se encuentran vivos, activos y en las cantidades adecuadas.Actualmente, la cepa elite de rizobio utilizada de los inoculantes para vicia del mercado argentino es la D70 de Rhizobium leguminosarum variedad simbiótica viciae. Además, D70 es la recomendada por el INTA para la formulación de inoculantes de arveja y lenteja y es hasta el momento la que es capaz de generar un sistema nodular temprano y fijar N de forma eficiente en todos los cultivares comerciales y en todos los ambientes donde fue evaluada.En las evaluaciones de Enrico y col (2020) fueron publicados los resultados de diez ensayos, sobre tres ambientes pampeanos (Oliveros, Uranga y General Villegas, n= 73) durante cinco campañas (2012-2017) las respuestas a la inoculación de V. sativa y V. villosa. Estos autores determinaron un porcentaje promedio de FBN del 60%, con un promedio de 99 kg N ha-1. derivado de la FBN, con un rango intercuartil de 59 y 120 kg N ha-1. y una mejora en los aportes de N por la inoculación del 43%.Por otro lado, el N residual proveniente de las estructuras vegetales de la vicia tuvo un efecto muy positivo para el maíz que le siguió en la secuencia y sin diferencias con la fertilización de 180 kg N ha-1. en los trabajos realizados por Gudelj y col (2010) en la localidad de Marcos Juárez (Córdoba), similares respuestas fueron encontradas por Enrico y col (2020), pero con una fertilización de 60 kg N ha-1.Desde el Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (Imyza) del INTA, se viene trabajando en tres líneas de investigación, en el marco de su cartera programática 2019-2024, sobre el desarrollo de nuevas cepas nativas de R. leguminosarum con alta eficiencia simbiótica que puedan mejorar o acompañar las ventajas actuales de la D70 con el fin de desarrollar nuevas formulaciones de inoculantes.En otro orden de trabajo, desde la Mesa de Nutrición Biológica expertos en diferentes especialidades sobre la nutrición vegetal generaron un espacio de debate y discusión en el marco de una interacción público-privada sobre las ventajas del uso correcto y responsable de los productos de origen biológico y su impacto en el contexto productivo actual.El autor es investigador del INTA e integrante de la Mesa de Nutrición Biológica

Fuente: La Nación

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Los mechones de pelo que recogen del desagüe de la bañera cuando han terminado de ducharse, si es que pueden, son mayores que antes. Necesitan dormir 10, 12 horas, y se levantan como si no lo hubiesen hecho. Caminar 100 pasos les supone un esfuerzo, 300 a veces es imposible: ya no corren, ni montan en bici, ni entrenan. Tampoco huelen, ni saborean un plato nuevo, o el cocido de su casa de toda la vida. Ni un helado, ni un vino, ni una cerveza, ni un simple chicle. Han olvidado teclear en una computadora, hay palabras que no encuentran al hablar y no van de compras si no es con una lista escrita. No consiguen concentrarse en una serie de televisión más de 10 minutos. Dolores de cabeza, de piernas, en el pecho. Conjuntivitis, infecciones de orina, mareos.Ninguno de quienes sufren algunos de esta larga lista de problemas ha cumplido aún los 35 años, pero sus días son los de quien tiene 40 más y mil achaques. Se contagiaron hace meses de coronavirus, no llegaron a ingresar en el hospital y algunos incluso pasaron la infección con síntomas leves. Pero lo que vino después, dicen, no lo quiere nadie. Su vida, la de antes, se quedó paralizada en el momento en el que el virus llegó. Y no saben cuándo podrán recuperarla.Son pacientes con covid persistente o long covid, un término que la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Sanidad ya recogen. Este último la define como “un síndrome que se caracteriza por la persistencia de síntomas de covid-19 semanas o meses después de la infección inicial, o por la aparición de los síntomas tras un tiempo sin ellos”. Y sin que esté relacionado con cómo pasaron la enfermedad en un principio, “por lo que puede afectar tanto a pacientes leves como a graves hospitalizados”.Hay aún pocos estudios y muchos profesionales no conocen a fondo las dolencias que afectan a estos enfermos, que aseguran sentir muchas veces desamparo. Con lo que se conoce hasta ahora, la estimación es que lo sufren un 20% de los que contrajeron el virus unas cinco semanas después de la infección y uno de cada diez, más allá de los tres meses. La encuesta entre estos pacientes que el año pasado hizo la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) junto a los colectivos de afectados Long Covid Acts —la unión de los grupos de las distintas autonomías que reúne a unas 3.000 personas—, concretó un perfil: mujer, de 43 años, que lleva más de 185 días con síntomas que no desaparecen.Con más de 3,6 millones de contagios registrados en España, la cifra de personas con estas dolencias podría sobrepasar las 360.000. Paula Salcedo tiene 21 años; Miguel Méndez, 34; Bárbara Llorente, 31; Laila Martínez, 34, y Laura Fernández, 28. Son solo cinco de los alrededor de 70.000 que, según esas estimaciones, hay en Madrid. Si se les recuerda las imágenes de las celebraciones del pasado fin de semana tras la caída del estado de alarma, la respuesta es similar: un brevísimo silencio y palabras como “cabreo”, “indignación”, “rabia”, “miedo”, “repulsión” o “pena”. Saben que los que coreaban el sábado de madrugada “hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual” no son la mayoría, pero no entienden que, tras un año y tres meses de pandemia, 713.185 contagiados y 24.011 muertos solo en Madrid, 79.339 en todo el territorio, haya quien todavía no perciba el riesgo para sí mismo y para los demás en apelotonarse en grupos, abrazarse, besarse y estar sin mascarilla aún siendo en la calle o en meterse en un piso con otra docena de personas.Paula Salcedo“Me levanto, doy 20 pasos, salgo a la terraza a que me dé un poco el sol, como, me tumbo. Esa es prácticamente mi vida”Paula Salcedo junto a su madre, María Jesús Cañas, el 13 de mayo de este año en su casa, en Madrid (Álvaro García/)Paula no sabe cómo se contagió, pero el sábado de enero del temporal Filomena se levantó con dolor de garganta y creyó que había cogido frío. Cuatro días y unos cuantos paracetamoles después, la vio su médico de cabecera y un test de antígenos le dio positivo en 15 minutos: “Ese mismo día empecé con todos los síntomas: falta de aire, dolores de cabeza muy fuertes, musculares. Estaba hecha un trapo pero tranquila, porque pensé que eran dos semanas”. Al día siguiente llegó la fatiga y desaparecieron el gusto y el olfato. Su madre, María Jesús Cañas, con quien vive, también se contagió. “Ella se recuperó al poco y a mí los síntomas se me fueron durante unos días, excepto la disnea, respiraba raro, y ni gusto, ni olfato. En el centro de salud me dijeron que era normal y me dieron el alta”. Días después, comprando en un supermercado, volvió el dolor de cabeza, el malestar y el dolor de garganta, “como si estuviese empezando otra vez”.Cuando a su madre también recibió el alta, salieron a pasear: “Me ahogaba, no podía, muchos mareos, dolor de cabeza”. Su médica le repitió que pasaría. “Tú, tira normal’, me dijo. Yo intentaba hacer como si nada, pero no era nada. Volví a llamar y me dijo que era muy aprensiva, que tenía ansiedad y que tenía que hacer mi vida. ¿Qué vida? Luego llegaron las taquicardias e infinidad de cosas que a día de hoy no han parado”. Estudiaba Protocolo y Organización de Eventos y tuvo que dejarlo, no podía fijar la vista ni concentrarse. Se acababa de comprar unos patines, están guardados en el armario. Cuidaba a un niño en su urbanización, en Boadilla del Monte, tampoco puede ya. Tiene insomnio. “Me levanto, doy 20 pasos, salgo a la terraza a que me dé un poco el sol, como, me tumbo. Esa, esa es prácticamente mi vida”, dice Paula. Intenta aguantar el llanto. Todas sus analíticas y pruebas salen limpias, pero hay días en los que ella piensa que ojalá no fuese así: “Que algo salga mal, que sepan qué me pasa, me pongan tratamiento y me cure”.Se han detectado hasta 200 síntomas distintos. Jesús Díez Manglano, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), explica que la media, concomitantes, son 30: “No hay ninguna enfermedad que se manifieste con tanta sintomatología a la vez. Estamos ante una patología desconocida que puede provocar muchísimas molestias y muchas personas que viven con mucha preocupación o mucha incertidumbre, que no saben lo que va a pasar o lo que ha ocurrido”. Lo que sí han percibido, añade Díez, es que quienes a pesar de las dolencias siguen o intentan seguir con sus rutinas, “alcanzan una mejor funcionalidad con una disminución, si no desaparición, de aquellos síntomas que limitan la actividad”.La falta de certezas produce angustia en los enfermos. También en los profesionales de la salud. Hay una parte emocional y psicológica difícil de gestionar para todos. “Es un círculo vicioso. Cuando hay un componente de preocupación añadido, si yo limito mi vida, focalizo más en las sensaciones extrañas que tengo. La predisposición mental y la actitud mental es importante, pero la incertidumbre es complicadísima de manejar, más cuando estamos hablando de salud, y más con tanta opinión diversa”, ahonda el internista. En cualquier caso, afirma Díez, los médicos son científicos y como tal han de “proceder”: “Cuando tengo pruebas, digo ‘esto es así’, y cuando no las tengo digo ‘no lo sé’, pero no puedo decir ‘esto no es o no existe”.Ese “no te pasa nada” es algo que escuchan algunos enfermos de sus médicos de cabecera. La novedad de la infección y de los síntomas de covid persistente, sumada a la saturación que sufre el sistema sanitario, no ayudan a los choques que se producen de tanto en cuanto entre pacientes y profesionales por esta patología recién llegada. A veces, la privada es una vía de escape ante semanas o meses de espera para consultas o pruebas. Como ocurre en el caso de Paula.Su madre, autónoma, 52 años, ha tenido que dejar el trabajo, porque la atención que necesita es casi continua y el dinero no estira como para pagar a alguien el tiempo que ella pasaba fuera, más las consultas, más la vida diaria. No hay ayudas. “Entendemos que el foco está puesto en salvar vidas y vacunar, pero no se pueden olvidar de estas personas”, afirma María Jesús Cañas. “Hemos esperado tres meses para una consulta, dos meses para una prueba. Nos dicen que paciencia, pero es que se corta la vida de estas personas”.Pilar Rodríguez Ledo, responsable de Investigación de la SEMG y una de las principales impulsoras del proyecto de covid persistente —que ahora, junto a otras 47 sociedades científicas han elaborado una guía clínica de atención a estos enfermos, enviada al Ministerio de Sanidad— explica que esas dolencias que se solapan afectan a la calidad de vida y a la funcionalidad: “Estamos ante un problema de salud, pero no solo de salud, hasta un 70% de estos pacientes tienen problemas para mantener su actividad laboral o educativa”.Hay estimaciones, dice Rodríguez, pero no dato real: “No existe un registro de pacientes adecuado. Una vez que pasaba la enfermedad aguda, se daba el alta. Cuando volvían de nuevo se les daba de baja por el síntoma que tenían, no por la enfermedad. Es como si alguien tiene una neumonía y la baja es por fiebre, no por neumonía”. Por eso no hay registros claros, una inmensa mayoría de estos enfermos no están identificados o reconocidos; el cálculo es que “si entre el 10% y el 15% de los contagiados desarrollan síntomas de persistencia, con los contagios que hay, no solo los notificados, sino todos, estamos hablando de 500.000 personas”, dice Rodríguez.“Y si de ellos el 70% tienen limitaciones importantes para la actividad laboral, son unas 350.000 personas con problemas para trabajar. Y de ese 70%, si el 30% tiene limitaciones que se la impiden, estamos hablando de un número muy grande, más de 100.000 personas, que están seguramente con bajas laborales con otros motivos y otros diagnósticos, como síncopes, taquicardias, migrañas, diarrea… Pero el motivo es la covid”, explica. Esto se convierte “en un problema de salud, laboral, familiar y económico”, suma. “Los efectivos más jóvenes no pueden producir o los que encuentran empleo no lo podrán mantener, los que estudian no progresan de curso”.El pasado 1º de mayo, el colectivo Long Covid Acts publicó un manifiesto en el que pedían que se les reconociera derechos “como ciudadanas y ciudadanos”. “Personas en edad laboral productiva máxima y que hemos tenido que abandonar nuestro trabajo. Necesitamos que se reconozca la nueva enfermedad y se nos atienda debidamente para recuperar nuestra salud”, decía el documento, que añadía “una baja ajustada a la covid persistente y no a uno de los múltiples síntomas de ella” y la incorporación “paulatina” al trabajo. “Los que, en marzo del 2020, al inicio de la pandemia éramos un problema sanitario, nos hemos convertido, también, en un problema social y laboral que las autoridades responsables deben, porque nuestros derechos nos amparan, resolver y abordar”, cerraba el manifiesto.Miguel Méndez y Bárbara Llorente“De aquí a lo que suponga media hora, un kilómetro, no podemos hacer muchos planes”Bárbara Llorente y Miguel Méndez, en su piso de Madrid el pasado 13 de mayo (Álvaro García/)Del pequeño piso donde viven Miguel Méndez y Bárbara Llorente entra y sale a diario él. Su recuperación fue mejor, aunque un nuevo dolor de cabeza se ha quedado a convivir con sus antiguas migrañas. Llorente, diseñadora gráfica en una editorial, lleva de baja más de un año; Méndez, tras la suya, dejó su trabajo en la cocina del hospital Ramón y Cajal, donde se infectó, y consiguió entrar en la bolsa de profesores para dar clase en un instituto, para lo que se preparaba y donde ahora está a media jornada.¿El deporte al aire libre, el gimnasio, los viajes? Se acabaron. Pero él sabe que al menos ha recuperado una parcela de su vida. Ella no: “He mejorado y en cierto modo me he acostumbrado a vivir así, con limitaciones. Me da miedo salir lejos de casa por si me canso”. Dolor en pecho, garganta y cabeza, “mucho”, y un “agotamiento constante”. Bárbara Llorente corta a ratos el relato por la tos. Mientras, Méndez cuenta que hasta el supermercado supone una planificación: “Según el día, vemos hasta qué punto va a poder aguantar de pie. De aquí a lo que suponga media hora, un kilómetro, no podemos hacer muchos planes”.Ya no la ayuda en el baño, pero tiene presente ese y otros momentos, como la decena en las que tuvieron que ir a urgencias porque a ella le faltaba el aire. Las pruebas, sin embargo, “salían bien”, dice ella. A los cinco meses de haberse contagiado, le detectaron un tromboembolismo pulmonar. Acabó ingresada una semana. También se dieron cuenta de que caminaba “raro”. Hiperreflexia, fue el diagnóstico en una de las consultas poscovid en su hospital, una reacción anormal y exagerada del sistema nervioso involuntario.Pruebas y más pruebas. “Siempre con retraso”, dice ella. “Y lo entendemos, pero la desesperación es absoluta, mi próxima cita con el neumólogo es el 18 de noviembre”. Ambos están tomando antidepresivos. “Ves que tu vida no es normal”, dice él. “Miramos a veces las fotos de cuando salíamos de viaje, y esta limitación ahora…”, dice ella. Respira hondo y llora: “Es que van a abrir la piscina, que está a 500 metros, y ahora mismo no podría ir. Algo tan tonto como acercarme a la piscina”. Méndez resume: “La gente piensa que solo hay secuelas si pasas por una UCI, pero no es así. Esto es una lotería, yo trabajaba en el hospital y me contagié y no tuve opción, pero viendo lo del fin de semana pasado… Ellos sí la tienen”.A veces, muy pocas veces, alguien joven acaba en una unidad de cuidados intensivos, donde se trata a los enfermos más graves, los que no pueden respirar por sí mismos. No hay datos consolidados e Isidro Prieto, intensivista y tesorero de la Sociedad de Medicina Intensiva de Madrid, hace una estimación según sus ingresos durante la pandemia: entre un 5% y un 10% de los pacientes que llegaron a su unidad están por debajo de los 40 años. “¿Es probable que una persona joven acabe en una UCI? No, pero transmiten la enfermedad y tienen padres, abuelos, amigos y padres de amigos. Si el que yo esté bien, pero puedo transmitir la enfermedad y alguien tiene la posibilidad de morir no se ha entendido a estas alturas es que en algo hemos fallado”, dice. Y añade: “Que sea más improbable no significa estar exento, cuando somos jóvenes pensamos que somos inmortales, pero el riesgo existe”.Desde el pasado verano, la mayor tasa de contagios se produce entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Cada semana, el boletín epidemiológico de la Comunidad de Madrid incluye la misma anotación: “En los últimos 14 días la mayor incidencia acumulada corresponde al grupo de entre 15-24 años”. Según el último, del martes, desde el 11 de mayo de 2020, la mayor incidencia se ha dado en ese grupo de edad, con 12.336 casos por cada 100.000 habitantes; y, en números absolutos, el de 25 a 44, con 208.467 contagios. En las dos últimas semanas, la población de esa edad ha registrado 6.973 contagios y los de 15 a 24 años, 2.795.“Quien acaba intubado en una UCI, tenga 20 o 70 años, acaba por el fallo de un órgano, que sobrecarga al resto, se ponen al límite y empiezan también a fallar, es lo que llamamos fallo multiorgánico, lo tienen la mayoría de pacientes”, explica Prieto. Y nada de lo que hacen allí para conseguir que salgan adelante está libre de complicaciones: “La ventilación mecánica genera problemas, el sedante y el relajante que ponemos genera daños, la patología por la que ingresan genera daño”.Cuando se despiertan, rodeados de tubos, desorientados, sin tolerar la comida y prácticamente inmovilizados, empieza la siguiente fase, recuperarse de ese paso por críticos. Es el síndrome post-UCI. “Pueden ser semanas, meses o años, depende de la gravedad y del paciente, pero las cicatrices, el deterioro cognitivo y físico, es grande, también el emocional. Se necesita apoyo psicológico y médico durante mucho tiempo”, dice el intensivista. “Esto no es salgo de aquí y sigo con mi vida como si nada hubiese pasado, y puede pasar”, advierte.Laura Fernández“Cuando estaba a punto de conseguir lo que había soñado desde que tenía siete años, todo se me fue a la mierda”Laura Fernández, cerca de su casa, en Madrid, el 14 de mayo de 2021 (Álvaro García/)Sin haber pasado por una UCI, Laura Fernández tiene más cerca que muchos otros jóvenes lo que ocurre en los hospitales. Su madre, profesional de la salud, fue la cadena de contagio, en marzo de 2020. Pasó con febrícula 55 días. Ni una PCR: “En aquel momento no había pruebas para nadie, pero el médico de cabecera de mi madre, que era quien le hacía el seguimiento, me dio por positivo”. Le duelen menos los síntomas del virus que haber tenido que aparcar la tesis doctoral. “Arqueóloga. Y cuando estaba a punto de conseguir lo que había soñado desde que tenía siete años, todo se me fue a la mierda”.En su casa pasaron miedo. Tiene además una hermana pequeña, discapacitada psíquica; se preguntaban qué ocurriría si les pasaba algo. “Si alguna empeoraba, se marcharía al hospital y la otra se quedaría con mi hermana”, recuerda. Todo le pesa, pero lo aguanta: “Los síntomas se fueron pero volvieron. No me vine abajo, he redirigido la carrera y ahora estudio oposiciones, para museos”. Pero no va deprisa. Le duele el pecho, tiene dos inhaladores de mantenimiento y uno de rescate, niebla mental y pastillas para que la ayuden a concentrarse, “no es una solución, es solo un parche”. Olvida caminos que ha hecho “40 veces”, palabras, y su vida social ha pasado “del 80 al 1”: “Veo a mi chico y porque vive a 15 minutos”. Llega a tener 160 pulsaciones en reposo y la saturación de oxígeno se desploma con cualquier esfuerzo.¿Ahora qué? “Ahora, a veces, odio un poco a la gente que se comporta como si no hubiese pasado nada, como si el resto no hubiese perdido a gente a la que quería. Veo los bares hasta arriba y me cabreo, la verdad”. Su ahora, solo el suyo, es seguir, algo que comparte con las alrededor de 700 personas que en Madrid forman parte del colectivo Long Covid Acts: “Mejorar, poder sacarme las oposiciones, recuperar mi vida tanto como pueda”.Laila Martínez“Empecé con problemas al hablar, al escribir, no conjugaba bien los verbos. Llevo tres meses en rehabilitación, leyendo textos de educación primaria”Laila Martínez, de 34 años, en su casa, en Madrid, el 13 de mayo de 2021El “cabreo” de Laila Martínez es algo mayor que el de Laura. Pidió las preguntas con antelación para esta entrevista: “Necesito escribirme las respuestas, se me olvidan cosas, me pierdo a mitad de las frases”. A lo largo de 46 minutos al teléfono, Laura tiene a su pareja cerca, por si se queda en blanco, y varias veces se hace el silencio: “Espera, que me he perdido”. Esta terapeuta ocupacional trabajaba para la Comunidad de Madrid, era parte del personal sociosanitario que hace valoraciones de dependencia. Andaba de acá para allá de centro en centro, de la sierra al sur, se quedaba cuando terminaba su jornada a ver el sitio donde estaba si aún no había estado nunca y si había algo “interesante”. Ahora, “las pruebas que hacía a quienes visitaba, no las paso yo”.Se contagió en la segunda ola, a mediados de septiembre. Correr, crosstraining, aerobic, lectura, todo fuera. Primero fueron los dolores de cabeza, la diarrea, dolor de estómago, muscular, mareos, calambres y sensación de estar febril sin estarlo. Al mes le repitieron la PCR, y con el negativo, el alta. “Entonces empezó la presión en el pecho, fui a Urgencias, no sabían por qué era. Ahora [los síntomas] van y vienen, algunos se mantienen, aparecen nuevos”. Intentó salir a caminar, cada día más. “Pero nada. Empecé a notar cosas extrañas, problemas al hablar, al escribir, no me salían las palabras, no conjugaba bien los verbos, mi marido me acompaña a la compra, porque a veces no entiendo a quien me habla”.Lleva tres meses en rehabilitación y con medicación. Lee y responde preguntas de textos de primaria con su logopeda. El lenguaje lo ha recuperado casi por completo, aunque sigue perdiendo el hilo de la conversación de vez en cuando. Le encontraron una calcificación en una válvula del corazón: “Me dicen que es muy raro en una persona joven, sin antecedentes familiares, pero no hay forma de saber si es por el virus”. Volvió a pillarlo sin saber cómo y después de vacunarse: “Ni siquiera salgo”. De una variante, la británica —la predominante en la Comunidad, con un 92%, según datos de la Consejería de Sanidad de este viernes—, según los resultados del análisis que mandaron a hacer con su muestra.Se le han sumado más síntomas: reacciones alérgicas, uveitis (una lesión ocular), se le cae el pelo, problemas de piel. “He mejorado mucho, pero estar durante ocho meses mala es difícil. Antes dormía seis horas e iba como un rayo, ahora con 10 la pila la tengo al 20%. Pero estoy bien, lo intento, si no, me hubiese tirado ya por un puente”.Un día después de la entrevista, el viernes, Laila Martínez tenía una consulta en un hospital público: “El médico especialista que me ha atendido me ha dicho: “Que tienes covid persistente… ¿pero eso qué es? ¿Sigues siendo contagiosa?”. Asegura que no es la primera vez que le pasa y le entristece, y le enfada, la falta de empatía con la que se encuentra a veces.Ella, a través del seguro médico de su pareja, también acabó yendo a la medicina privada y está asistiendo a rehabilitación respiratoria en un estudio de la Universidad Complutense. Sabe cuál es la situación de los profesionales, del sistema sanitario, “hasta arriba”, pero no deja de pensar que “las consecuencias las paga la gente, con su salud”. Ella, asegura, es una privilegiada porque puede pagarse la rehabilitación, “pero, ¿y quien no puede?”. Dice que llora y que es “como si tuviera principio de alzhéimer, todo lleno de post-it”. Dice que luchan, que siguen, pero que necesitan atención, investigación y “que la gente deje de hacer como si esto ya hubiese pasado, porque hay y puede haber mucha gente como yo. Éramos jóvenes y sanos y ahora tenemos vidas de personas mayores”.

Fuente: La Nación

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El gobierno porteño analiza medidas más restrictivas ante el avance del coronavirus; estudia incluso la posibilidad de cerrar las escuelas, una medida siempre resistida por Horacio Rodríguez Larreta.“Lo estamos evaluando. Nada está descartado”, dijo a LA NACION una fuente del gobierno de la ciudad. El motivo para estudiar nuevos cierres es que, en medio de la segunda ola de coronavirus, hay un “amesetamiento alto” de casos al que se sumó, en las últimas horas, una suba en los contagios “pequeña, pero preocupante”, según sostienen en la Ciudad.Máxima tensión: por qué es tan trascendente la reforma de la Procuración “Necesitamos seguir bajando los casos”, dijo el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, en diálogo con TN. “En los últimos tres días, los contagios, que habían descendido, volvieron a aumentar. De acuerdo con lo que veamos en los próximos días vamos a proponer medidas, pero lo importante es que bajen los casos”.Quirós reiteró que la presencialidad en las escuelas no es un motivo central de contagios y que el gobierno porteño buscará mantener las clases presenciales. “Los contagios se producen, sobre todo, en encuentros sociales, familiares o laborales en lugares cerrados”, insistió.“Evaluamos todas las alternativas y todavía nos queda ver si esto es una tendencia firme”, dijo.El ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, dijo que hubo un incremento preocupante de casos de coronavirus (Captura GCBA/)En cuanto al plan de vacunación, sostuvo que es optimista con la llegada de nuevas dosis y que la semana próxima empezarán a citar a quienes recibieron la primera de Covishield, vacuna que fue importada por la Argentina desde India. Como se detuvo esa importación, la vacunación continuará con dosis de AstraZeneca porque se trata de la misma fórmula.Consultado sobre los argentinos que se inocularon en el exterior, el ministro dijo que es una “discusión secundaria”. Y afirmó: “Lo que faltan son las vacunas en la Argentina, para los que estamos acá. Lo importante es contar con las vacunas para que nadie tenga que viajar para vacunarse”.También informó que si bien él es médico, no se vacunó porque decidió “esperar un poco” y ocuparse primero de la vacunación de las personas que están más expuestas al coronavirus.Los números que preocupanEl ministro insistió en que los números son preocupantes y afirmó: “Veníamos con una media móvil de hasta 2800 casos por día a fines de abril. Hasta hace cinco días venían bajando los casos y habíamos llegado a casi 2000, pero hace cinco días dejaron de descender y desde el viernes tienen un pequeño aumento, siempre hablando en el promedio semana”.

Fuente: La Nación

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El periodista deportivo Sebastián Vignolo le habló este lunes a Juan Román Riquelme quien, tras la victoria de Boca Juniors ante River Plate por los cuartos de final de la Copa de la Liga 2021, realizó declaraciones a la prensa por primera vez desde que asumió la vicepresidencia del club xeneize en diciembre de 2019.Periodista y campeón: Benedetto revivió un inolvidable momentoEl foco de Vignolo fue la “diferencia” que existe entre Riquelme y los integrantes del Consejo de fútbol de Boca: “Esto lo tiene que tomar (Román) como un consejo de alguien que lo conoce. ¿Viste que no es lo mismo que hables vos a que mandes a hablar a otro? ¿Viste la diferencia cuando hablás vos, cuando te escuchan a vos? (…) Tiene un magnetismo, tiene un imán, tiene un idilio. Riquelme le habla a fieles”, agregó.#ESPNF90 ? | ESPNLA PALABRA DE ROMÁNRiquelme salió a hablar tras la clasificación de Boca y llevó calma al pueblo Xeneize. pic.twitter.com/GHccmzGI46— ESPN Fútbol Club Argentina (@ESPNFCarg) May 17, 2021El “Pollo” estimó que Riquelme “no le hubiese dicho exjugador a Tevez” como Raúl Cascini, ni se hubiera referido a Carlos Zambrano en conferencia de prensa como “un central de jerarquía” en desmedro de Carlos Izquierdoz y Lisandro López, tal como lo hizo Jorge Bermúdez. Por eso, el relator consideró que “lo mejor que le puede pasar a Riquelme es hablar”.”Es un farsante”: Leo Farinella estalló contra Juan Román RiquelmeSobre el lugar y el momento en que el dirigente declaró (el exfutbolista no eligió el programa de Vignolo), el conductor estimó que Riquelme debe hablar públicamente “cuando lo considere, con quien lo considere y donde se sienta cómodo. (…) Es una decisión recontra personal, aceptable, extraordinaria, magnífica”.Riquelme (captura TV/)Finalmente, Vignolo concluyó su comentario con una frase contundente: “Lo mejor que le puede pasar a Riquelme es que los otros integrantes de Boca no hablen”.

Fuente: La Nación

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Recientemente, comenzó a regir la Ley de Góndola, una medida sanciona en marzo de 2020. Con los últimos ajustes, hechos por el Gobierno la última semana, el programa comenzó a regir desde este sábado.
Bajo estas circunstancias, la Secretaría de Comercio Interior presenta, este lunes, “PyMEs en Góndolas”, un programa específico para que pequeñas y medianas empresas y los emprendedores (SEPyME) se incorporen al registro de proveedores de los supermercados como parte de la nueva Ley, y en lograr certificaciones de sus productos y procesos.
Así, el Ministerio de Desarrollo Productivo ofrece una asistencia integral a las pequeñas empresas, con financiamiento y capacitación no sólo destinado a que puedan ingresar con sus productos a las góndolas de los supermercados, sino también para que puedan sostener el nivel técnico
El programa prevé destinar 1.500 millones de pesos en “Aportes No Reembolsables” que las pymes podrán utilizar para desarrollar una marca desde cero, para certificar sus productos, o mejorar el diseño de su producción. Además se destinarán otros $1.700 millones para tres líneas de financiamiento con tasas subsidiadas de hasta el 21% anual.
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Fuente: InfoCampo

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Ignacio Nicolás Yustos, de 21 años, volvía de una entrevista de trabajo y se dirigía a ver el partido entre Boca y River con su padre cuando fue embestido por un patrullero que, con las balizas encendidas, pero la sirena apagada, cruzó un semáforo en rojo en la intersección de la avenida Ricardo Balbín y Pueyrredón, en San Martín. El joven sufrió gravísimas lesiones en la cabeza; fue trasladado de urgencia al Hospital Municipal Thompson, donde finalmente murió. Al momento del accidente el móvil policial era conducido por una oficial que iba detrás de una ambulancia rumbo al hospital de aquella localidad. Quedó detenida, acusada de “homicidio culposo agravado por ser vehículo oficial y por cruzar semáforo en rojo”.Según informaron las fuentes sobre la base del relevamiento de las cámaras de seguridad, el domingo, a bordo de una camioneta Ford Ranger de la policía bonaerense, la oficial Agustina Gutiérrez, que iba acompañada por otro miembro de la fuerza, cruzó el semáforo en rojo, con baliza encendida, aunque no la sirena, y embistieron la moto Zanella azul conducida por Yustos.“Queremos que se haga justicia por mi hijo, que era un pibe laburante, fuerte y buen chico”, dijo Juan, el padre del joven, durante un corte de calle realizado por allegados de la víctima en el lugar del hecho. Además el hombre aseguró que el móvil venía “sin sirena” y que a su hijo lo atropellaron cuando regresaba de una entrevista de trabajo y se dirigía a ver el partido entre Boca y River con una picada para él.“A la tarde íbamos a ver el partido juntos. Me traía una picada, que quedó tirada acá, por lo que me dijeron”, contó Juan. Además puso el énfasis en lo que halos testigos le recalcó que por lo que contaron los testigos, el móvil “no venía con la sirena” encendida. “Está todo en manos de un abogado. Necesito justicia”, agregó el hombre, que se quebró en llanto.La mujer policía, que será indagada durante esta jornada, alegó en un primero momento que conducía a alta velocidad porque quería alcanzar a la ambulancia que se le había adelantado demasiado. Sin embargo, voceros judiciales explicaron a la agencia de noticias Télam que el protocolo en estos casos es claro y que las patrullas policiales deben utilizar las sirenas y frenar en las esquinas para asegurarse de que nadie esté circulando cuando pretenden cruzar, ya sea que estén ante una emergencia o no.La fiscal Ana Rosa De Leo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°4 de San Martín, que está a cargo de la investigación, convocó a personal de Gendarmería a los fines de realizar los peritajes correspondientes. Mónica, una tía de la víctima, aclaró que su sobrino no era un repartidor ni un delincuente que venía siendo perseguido por la policía. ”Queremos justicia por Nacho. No se merecía quedar tirado como un perro. Tres testigos hay, no se merecía morir así. Nacho no era un chorro, no lo venía corriendo la policía, iba para la casa del papá a comer una picada para ver el partido”, dijo la mujer. La mujer puso en duda que el patrullero viniera siguiendo o abriéndole paso a una ambulancia, al afirmar: “Ellos [por los policías] no venían escoltando nada”.Esta mañana, en diálogo con el canal de noticias TN, Pedro, abuelo de la víctima, contó que el joven “iba de la casa a la peluquería, de la peluquería a la casa, hacía cortes a domicilio”. “La semana pasada estuvo en mi casa y me cortó el pelo; era hermoso, no tengo palabras para definir lo que era mi nieto”, expresó Pedro con la voz quebrada, al asegurar que su nieto era una “excelente persona” que “nunca estuvo preso, no robó, no se drogaba, no tomaba”.

Fuente: La Nación

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SANTIAGO, Chile.- La derrota de las fuerzas políticas chilenas tradicionales a manos de emergentes fuerzas de izquierda en la elección de los delegados que redactarán una Constitución para reemplazar la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, despierta dudas sobre el futuro de un país conocido por su modelo de libre mercado, según expertos.La elección remeció a los mercados locales, llevando al peso chileno a perder más del 2% a media sesión, mientras que el índice líder de la bolsa llegó a rozar un desplome del 10%. Los bonos soberanos del país también resintieron le resultado.La agencia Fitch dijo que la calificación actual del país es muy sólida y podrá soportar importantes incertidumbres políticas y económicas después de la rebaja realizada en octubre de 2020.Sin embargo, señaló que la nueva carta magna podría generar riesgos para la gobernabilidad, la situación fiscal y de deuda y las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero, que agrupa a las grandes mineras del mayor productor mundial de cobre, dijo que el desafío para los delegados será incorporar equilibradamente las diversas visiones y enfocarse en la búsqueda de acuerdos.“Creemos que es fundamental que este espacio de diálogo se caracterice por discusiones serias y bien fundadas. Si, por el contrario, se trata de discusiones desinformadas y con miradas cortoplacistas, habrá razones para el pesimismo”, dijo el ejecutivo en una declaración enviada a Reuters.La agitación política en dos importantes naciones productoras de cobre como son Chile y Perú aumenta la incertidumbre sobre la oferta del metal.El creciente descontento por la profunda desigualdad, que generó un estallido social a fines de 2019, derivó en un proceso constitucional, que el fin de semana llevó a una variopinta elección de 155 delegados de redactar el nuevo texto.“Hay un rechazo al sistema político en general y eso queda demostrado en el nivel de abstención que está cercano al 58%. Segundo, hay un rechazo a los partidos políticos tradicionales quienes obtienen la más baja votación respecto a todas las elecciones anteriores”, dijo el analista político Guillermo Holzmann.Para el experto, la relación entre el Estado y el mercado se modificaría intentando que “sea eficiente, esté cercano y sirva a la ciudadanía”.La centroderecha oficialista no conquistó un tercio de los escaños, cifra clave para bloquear directamente eventuales cambios drásticos al modelo.“Es probable que la mayor incertidumbre política antes de las elecciones presidenciales afecte los activos hacia adelante, dado que es probable que los mercados interpreten esto como una encuesta a gran escala sobre el sentimiento chileno”, dijo Citi en una nota a clientes.El resultado de los comicios es otro fracaso para el presidente conservador Sebastián Piñera, cuya popularidad se hundió en medio del descontento social y el intento de su gobierno por bloquear retiros de los ahorros en los fondos de pensiones para paliar la crisis desatada por la pandemia de coronavirus.La mirada está ahora puesta en los acuerdos que pueda alcanzar el conjunto de delegados constitucionales, liderado por independientes aunque con clara mayoría de movimientos críticos de la política tradicional.Agencia Reuters

Fuente: La Nación

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