Para un pueblo como el argentino, en el que casi todos sus integrantes tienen un abuelo o bisabuelo inmigrantes, la búsqueda de las raíces familiares no siempre es fácil. Al tener que cruzar las fronteras para desenterrarlas, los impedimentos se multiplican. Y los costos también. Pero con la ayuda de la computación e Internet no sólo es posible conseguir información, sino también procesarla y analizarla. El árbol genealógico propio quedará diferenciado del bosque de datos que puede obtenerse en la Red y las raíces verán por primera vez la luz después de muchos años de estar cubiertas.Lo primero que tiene que saber quien desee indagar los datos de sus ancestros es que será una tarea ardua. Habrá que navegar por mares desconocidos. Muchas veces parecerá que la ruta es la equivocada e imprevistamente se llega a buen puerto. Con el advenimiento de la informática, incontables municipalidades y registros civiles comenzaron a colocar sus actas en Internet. También particulares llevaron los datos de sus familias a páginas personales. Hoy es posible encontrar infinidad de websites dedicados a apellidos.¿Cómo empezar? En primer lugar, algo de egosurfing , como se conoce en la jerga a colocar el apellido propio en un motor de búsqueda, como por ejemplo el Google, para ver qué arroja. Seguramente la respuesta serán miles y miles de sitios, la mayoría sin relación con el tema elegido. Reduzcamos la respuesta y en el campo de búsqueda escribamos nuestro apellido seguido de +genealogía o +genealogy . Aquí la cosa mejoró. Habrá que armarse de paciencia sumando una pizca de intuición y otra de buena suerte y revisar enlace por enlace.Muchas universidades y centros de estudios genealógicos prefieren colocar sus trabajos de investigación en documentos con formatos .PDF (Portable Document File). Pero si uno quiere hallar sólo archivos con esta extensión, ¿cómo se hace? En Google, colocar la palabra buscada -en este caso el apellido que se busca- seguida de filetype:pdf . Esto eliminará todas las páginas que no sean del formato buscado. Este truco sirve para varios tipo de archivo (. htm , .rtf , . doc ).Pasando revista a la WebVayamos ahora a los sitios. Una buena dirección donde se puede empezar es en www.genealogia.org.ar , la página del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas. Interesante portal, con trabajos y una buena página dedicada a links.Algunos sitios muy útiles son www.apellidositalianos.com.ar , www.irlandeses.com.ar y www.elanillo.com/form.shtml , dedicados a las raíces italianas, irlandesas y españolas, respectivamente. Otra buena página sobre apellidos españoles encontramos en www.genealogia-es.com/index.html . La tradicional entidad británica sobre el tema, la Society of Genealogists, está en el www.sog.org.uk . Resulta interesante por sus trabajos online.En cuanto a las páginas generales, impresionante la de Cyndi ( www.cyndislist.com ), con 189.850 enlaces, y sigue creciendo. Desde su colocación en la Web en 1996 la visitaron 35 millones de veces. Para perderse en sus links.Otro website muy conocido es RootsWeb.com, con su área dedicada a la Argentina, www.rootsweb.com/~argwgw . También vale la pena recorrer www.ancestry.com , aunque algunos de sus servicios son pagos. Uno de los más completos y fáciles de usar es el FamilySearch.org, perteneciente a la iglesia de los mormones (ver recuadro). Para testas coronadas y poseedores de sangre azul, la austera dirección www3.dcs.hull.ac.uk/public/genealogy/royal incluye la genealogía de familias reales de hoy y de antaño.Qué hacer con los datosYa sabemos que el saber no ocupa lugar, pero los datos, sí. ¿Qué hacer con todos esos valiosos bites que hemos ido recopilando en la World Wide Web, con los que ya podemos reconstruir nuestra familia hasta la Edad Media? En la Red encontramos varios programas para confeccionar árboles genealógicos, es decir, ordenar la información que ya tenemos sobre nuestra familia. Describimos algunos que son para la plataforma Windows.El GedLink Editor, que se obtiene en www.gedlink.com/gedlink-editor-es.asp es gratuito y sencillo de utilizar, aunque para obtener todas las funciones de la aplicación hay que registrarse en el sitio oficial de sus desarrolladores. Los datos se incorporan a mano y tiene un club de usuarios en el foro de discusiones. El archivo ejecutable ocupa 1,68 MB. Está disponible en español, inglés, francés y alemán. Guarda los archivos en formato .GED (gedcom).El visualizador GenViewerLite (bajar de www.mudcreek.ca ) también es gratis, ocupa 850 KB, pero no es tan fácil de usar como el anterior. Permite importar archivos en formato .GED , .PAF , .TMG , .FTW , aunque no imprimir ni efectuar otras operaciones. Una versión más completa, que ocupa 1,82 MB, cuesta US$ 19,95.Cuidado si se baja el navegador dedicado Genealogy Browser 1.0 . Es muy atractivo y fácil de usar, pero según el programa SpyBot , coloca spyware en el equipo.El más completo de los programas que analizamos fue el Personal Ancestral File 5.2 . Se baja del sitio www.familysearch.org y es sin cargo. Ocupa 9,62 MB y la última versión todavía no está disponible en español.Los archivos generados pueden salvarse en .PAF, pero también exportarse a .GED y a versiones del PAF para PalmOS. Con el PAF 5.2 se crean y visualizan registros familiares, generar árboles genealógicos, y se puede incorporar imagen y sonido en las fichas personales. Permite colocar fecha y lugar de nacimiento, bautismo y muerte. Al ser un programa mormón, incluye campos para fechas de determinadas ceremonias de esa religión, aunque si se desea que no aparezcan, al instalarse el software puede indicarse.Otra de las funciones atractivas del programa es la posibilidad de crear una página Web, con los datos familiares que se tienen en el archivo PAF .La estructura de ésta es sencilla, pero se diseña lista para enviar a Internet con tres cuadros de diálogo.Una vez obtenidos los datos de la mayor cantidad de generaciones posible, si queremos compartir la información con familiares a distancia, una opción más rápida para que ellos la visualicen es colocarla en un sitio. Se puede recurrir a servicios de webhosting gratuito, como el que brinda GeoCities.com u otros portales similares.Una manera siglo XXI de hacer público algo que estaba hasta hace poco oculto en un antiguo libro de Registro Civil, cubierto de años y de olvido.Manuel H. CastrillónPaso por pasoComenzar colocando el apellido familiar en motores de búsqueda como Google y Yahoo!Recurrir a sitios especializados como el Cyndislist. com y el FamilySearch.org .Buscar páginas de municipalidades y registros civiles que hayan colocado sus datos en la Web.Incorporar los datos en programas especializados, como el PAF 5.2 .Publicar en Internet.Seis argentinos en UtahSalt Lake City, Utah.- No soy un fanático de la genealogía. Ni a ninguno de mis cinco compañeros del diario que compartimos esos quince días de curso de computación en Provo, a una hora por autopista de la capital estatal, lo fanatiza.Pero los efectos de pasar unos días en este Estado suelen ser inextricables. No se puede decir que Utah sea feo. Al contrario. Pero sus propios habitantes aseguran que “conviene comer, beber y divertirse, ya que mañana puedes estar en Utah”. En un lugar donde los restaurantes cierran tempranísimo, el tabaco, el alcohol y casi todo lo divertido son considerados pecado, enfrentábamos un sábado que no mostraba mucho por delante.Cuando llegó el fin de semana y nos preguntamos qué haríamos con el tiempo libre nos miramos los seis como buscando la idea salvadora, metafóricamente hablando.”¿Vamos al Family Search Center de los mormones, en Salt Lake?”, dijo uno de nosotros. Era eso o visitar por enésima vez un shopping. Somos argentinos al fin.Los mormones, o integrantes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, por una cuestión de dogma tienen un cuidado particular en el estudio de los antepasados, y por todo el mundo han recolectado la información en registros parroquiales y oficinas de gobierno.Los mormones creen en una fuerte unión familiar que incluso supera la barrera de la muerte. Pero para esta alianza con los seres queridos que ya no están es necesario identificarlos. Llegué con mis amigos al edificio de estilo clásico ubicado en la Plaza del Templo, a pocos metros del lugar más sagrado para los mormones de todo el mundo, en pleno centro. Jóvenes misioneras nos reciben con una sonrisa y nos dan la bienvenida. El lugar, abierto al público en general, es gratuito y cuenta con unas doscientas PC. Lo único que hay que abonar es si uno imprime lo que obtiene en su base de datos, a cinco centavos de dólar la carilla. Aunque la forma de navegar por la base de datos es sencilla, una sister se sienta a mi lado para ayudar y solícitamente me habla sobre el porqué del interés mormón en la genealogía.”Nosotros recorremos todo el planeta buscando información de nuestros antepasados. Tenemos la base de datos familiar más importante del mundo. Los originales están en un refugio antiatómico en las montañas de Utah y los datos ya digitalizados son lo que usted ve”, dice siempre con una sonrisa a flor de labios. Agrega que parte está disponible en la Web a través de www.familysearch.org .Escribo mi apellido y presiono Enter. Al instante aparecen pantallas y más pantallas. Refino la búsqueda y la restrinjo a la Argentina. De repente, en los registros parroquiales de La Paz, Entre Ríos, veo los datos de la partida de casamiento de mi bisabuelo, José Castrillón, que vino de España. El primer Castrillón de mi familia en pisar suelo argentino se casó en la parroquia de Nuestra Señora de La Paz el 4 de octubre de 1879 con Paula Olano, mi bisabuela.En ese momento sentí que la visita a la ordenada ciudad de Salt Lake City había valido la pena.

Fuente: La Nación

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Para un pueblo como el argentino, en el que casi todos sus integrantes tienen un abuelo o bisabuelo inmigrantes, la búsqueda de las raíces familiares no siempre es fácil. Al tener que cruzar las fronteras para desenterrarlas, los impedimentos se multiplican. Y los costos también. Pero con la ayuda de la computación e Internet no sólo es posible conseguir información, sino también procesarla y analizarla. El árbol genealógico propio quedará diferenciado del bosque de datos que puede obtenerse en la Red y las raíces verán por primera vez la luz después de muchos años de estar cubiertas.Lo primero que tiene que saber quien desee indagar los datos de sus ancestros es que será una tarea ardua. Habrá que navegar por mares desconocidos. Muchas veces parecerá que la ruta es la equivocada e imprevistamente se llega a buen puerto. Con el advenimiento de la informática, incontables municipalidades y registros civiles comenzaron a colocar sus actas en Internet. También particulares llevaron los datos de sus familias a páginas personales. Hoy es posible encontrar infinidad de websites dedicados a apellidos.¿Cómo empezar? En primer lugar, algo de egosurfing , como se conoce en la jerga a colocar el apellido propio en un motor de búsqueda, como por ejemplo el Google, para ver qué arroja. Seguramente la respuesta serán miles y miles de sitios, la mayoría sin relación con el tema elegido. Reduzcamos la respuesta y en el campo de búsqueda escribamos nuestro apellido seguido de +genealogía o +genealogy . Aquí la cosa mejoró. Habrá que armarse de paciencia sumando una pizca de intuición y otra de buena suerte y revisar enlace por enlace.Muchas universidades y centros de estudios genealógicos prefieren colocar sus trabajos de investigación en documentos con formatos .PDF (Portable Document File). Pero si uno quiere hallar sólo archivos con esta extensión, ¿cómo se hace? En Google, colocar la palabra buscada -en este caso el apellido que se busca- seguida de filetype:pdf . Esto eliminará todas las páginas que no sean del formato buscado. Este truco sirve para varios tipo de archivo (. htm , .rtf , . doc ).Pasando revista a la WebVayamos ahora a los sitios. Una buena dirección donde se puede empezar es en www.genealogia.org.ar , la página del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas. Interesante portal, con trabajos y una buena página dedicada a links.Algunos sitios muy útiles son www.apellidositalianos.com.ar , www.irlandeses.com.ar y www.elanillo.com/form.shtml , dedicados a las raíces italianas, irlandesas y españolas, respectivamente. Otra buena página sobre apellidos españoles encontramos en www.genealogia-es.com/index.html . La tradicional entidad británica sobre el tema, la Society of Genealogists, está en el www.sog.org.uk . Resulta interesante por sus trabajos online.En cuanto a las páginas generales, impresionante la de Cyndi ( www.cyndislist.com ), con 189.850 enlaces, y sigue creciendo. Desde su colocación en la Web en 1996 la visitaron 35 millones de veces. Para perderse en sus links.Otro website muy conocido es RootsWeb.com, con su área dedicada a la Argentina, www.rootsweb.com/~argwgw . También vale la pena recorrer www.ancestry.com , aunque algunos de sus servicios son pagos. Uno de los más completos y fáciles de usar es el FamilySearch.org, perteneciente a la iglesia de los mormones (ver recuadro). Para testas coronadas y poseedores de sangre azul, la austera dirección www3.dcs.hull.ac.uk/public/genealogy/royal incluye la genealogía de familias reales de hoy y de antaño.Qué hacer con los datosYa sabemos que el saber no ocupa lugar, pero los datos, sí. ¿Qué hacer con todos esos valiosos bites que hemos ido recopilando en la World Wide Web, con los que ya podemos reconstruir nuestra familia hasta la Edad Media? En la Red encontramos varios programas para confeccionar árboles genealógicos, es decir, ordenar la información que ya tenemos sobre nuestra familia. Describimos algunos que son para la plataforma Windows.El GedLink Editor, que se obtiene en www.gedlink.com/gedlink-editor-es.asp es gratuito y sencillo de utilizar, aunque para obtener todas las funciones de la aplicación hay que registrarse en el sitio oficial de sus desarrolladores. Los datos se incorporan a mano y tiene un club de usuarios en el foro de discusiones. El archivo ejecutable ocupa 1,68 MB. Está disponible en español, inglés, francés y alemán. Guarda los archivos en formato .GED (gedcom).El visualizador GenViewerLite (bajar de www.mudcreek.ca ) también es gratis, ocupa 850 KB, pero no es tan fácil de usar como el anterior. Permite importar archivos en formato .GED , .PAF , .TMG , .FTW , aunque no imprimir ni efectuar otras operaciones. Una versión más completa, que ocupa 1,82 MB, cuesta US$ 19,95.Cuidado si se baja el navegador dedicado Genealogy Browser 1.0 . Es muy atractivo y fácil de usar, pero según el programa SpyBot , coloca spyware en el equipo.El más completo de los programas que analizamos fue el Personal Ancestral File 5.2 . Se baja del sitio www.familysearch.org y es sin cargo. Ocupa 9,62 MB y la última versión todavía no está disponible en español.Los archivos generados pueden salvarse en .PAF, pero también exportarse a .GED y a versiones del PAF para PalmOS. Con el PAF 5.2 se crean y visualizan registros familiares, generar árboles genealógicos, y se puede incorporar imagen y sonido en las fichas personales. Permite colocar fecha y lugar de nacimiento, bautismo y muerte. Al ser un programa mormón, incluye campos para fechas de determinadas ceremonias de esa religión, aunque si se desea que no aparezcan, al instalarse el software puede indicarse.Otra de las funciones atractivas del programa es la posibilidad de crear una página Web, con los datos familiares que se tienen en el archivo PAF .La estructura de ésta es sencilla, pero se diseña lista para enviar a Internet con tres cuadros de diálogo.Una vez obtenidos los datos de la mayor cantidad de generaciones posible, si queremos compartir la información con familiares a distancia, una opción más rápida para que ellos la visualicen es colocarla en un sitio. Se puede recurrir a servicios de webhosting gratuito, como el que brinda GeoCities.com u otros portales similares.Una manera siglo XXI de hacer público algo que estaba hasta hace poco oculto en un antiguo libro de Registro Civil, cubierto de años y de olvido.Manuel H. CastrillónPaso por pasoComenzar colocando el apellido familiar en motores de búsqueda como Google y Yahoo!Recurrir a sitios especializados como el Cyndislist. com y el FamilySearch.org .Buscar páginas de municipalidades y registros civiles que hayan colocado sus datos en la Web.Incorporar los datos en programas especializados, como el PAF 5.2 .Publicar en Internet.Seis argentinos en UtahSalt Lake City, Utah.- No soy un fanático de la genealogía. Ni a ninguno de mis cinco compañeros del diario que compartimos esos quince días de curso de computación en Provo, a una hora por autopista de la capital estatal, lo fanatiza.Pero los efectos de pasar unos días en este Estado suelen ser inextricables. No se puede decir que Utah sea feo. Al contrario. Pero sus propios habitantes aseguran que “conviene comer, beber y divertirse, ya que mañana puedes estar en Utah”. En un lugar donde los restaurantes cierran tempranísimo, el tabaco, el alcohol y casi todo lo divertido son considerados pecado, enfrentábamos un sábado que no mostraba mucho por delante.Cuando llegó el fin de semana y nos preguntamos qué haríamos con el tiempo libre nos miramos los seis como buscando la idea salvadora, metafóricamente hablando.”¿Vamos al Family Search Center de los mormones, en Salt Lake?”, dijo uno de nosotros. Era eso o visitar por enésima vez un shopping. Somos argentinos al fin.Los mormones, o integrantes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, por una cuestión de dogma tienen un cuidado particular en el estudio de los antepasados, y por todo el mundo han recolectado la información en registros parroquiales y oficinas de gobierno.Los mormones creen en una fuerte unión familiar que incluso supera la barrera de la muerte. Pero para esta alianza con los seres queridos que ya no están es necesario identificarlos. Llegué con mis amigos al edificio de estilo clásico ubicado en la Plaza del Templo, a pocos metros del lugar más sagrado para los mormones de todo el mundo, en pleno centro. Jóvenes misioneras nos reciben con una sonrisa y nos dan la bienvenida. El lugar, abierto al público en general, es gratuito y cuenta con unas doscientas PC. Lo único que hay que abonar es si uno imprime lo que obtiene en su base de datos, a cinco centavos de dólar la carilla. Aunque la forma de navegar por la base de datos es sencilla, una sister se sienta a mi lado para ayudar y solícitamente me habla sobre el porqué del interés mormón en la genealogía.”Nosotros recorremos todo el planeta buscando información de nuestros antepasados. Tenemos la base de datos familiar más importante del mundo. Los originales están en un refugio antiatómico en las montañas de Utah y los datos ya digitalizados son lo que usted ve”, dice siempre con una sonrisa a flor de labios. Agrega que parte está disponible en la Web a través de www.familysearch.org .Escribo mi apellido y presiono Enter. Al instante aparecen pantallas y más pantallas. Refino la búsqueda y la restrinjo a la Argentina. De repente, en los registros parroquiales de La Paz, Entre Ríos, veo los datos de la partida de casamiento de mi bisabuelo, José Castrillón, que vino de España. El primer Castrillón de mi familia en pisar suelo argentino se casó en la parroquia de Nuestra Señora de La Paz el 4 de octubre de 1879 con Paula Olano, mi bisabuela.En ese momento sentí que la visita a la ordenada ciudad de Salt Lake City había valido la pena.

Fuente: La Nación

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Albert Einstein decía que ignoraba qué armas se iban a usar en la Tercera Guerra Mundial, pero que estaba seguro de que la Cuarta se pelearía con palos y piedras. Siempre, desde que leí esa frase en alguna de sus biografías, me pareció tan genial como aterradora. Ahora sabemos, sin embargo, que en la Tercera Guerra Mundial no van a combatir personas, sino computadoras. En la práctica, la Tercera Guerra Mundial ya podría estar librándose.Pero, un momento, las computadoras no pueden hacerle daño a nadie, ¿cierto? Bueno, era un poco la sensación que todos tenían, dentro y fuera del mundo informático, a excepción de algunos paranoicos –como quien les habla– que creían que eso no era así y que, de serlo, se trataba de una cuestión de tiempo. Pues bien, time’s up.En un incidente que se dio a conocer el martes y que fue calificado como “un punto de inflexión”, los atacantes consiguieron desactivar los sistemas de seguridad de una planta industrial. En este caso en particular, mientras sondeaban el software del blanco, cometieron un error que hizo saltar las alarmas y la planta detuvo automáticamente su funcionamiento. El malware usado durante esta operación ha sido bautizado como Triton y afectó el funcionamiento del software de seguridad industrial Triconex, de Schneider Electric.Se trata, es verdad, de un punto de inflexión, porque es la primera vez que los intrusos consiguen inhabilitar el monitoreo de seguridad de una instalación industrial. Pero no es la primera vez que algo intangible, como el software, produce daños en el mundo concreto, ese que nos empecinamos en llamar real. El caso más sonado fue el del virus de guerra Stuxnet, descubierto en 2010. Su objetivo era el de destruir las centrífugas de la planta de depuración de uranio del proyecto nuclear iraní.Pero la historia no termina ahí. El Stuxnet fue hallado por Kaspersky Labs, una compañía a la que este año se le detectaron contactos con el Servicio Federal de Seguridad ruso, por lo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos prohibió el uso de sus productos en todas las reparticiones de gobierno. Kaspersky, por supuesto, niega la acusaciones.Pero esta tampoco es la última vuelta de tuerca. Al prohibir el uso del software de Kaspersky en sus organismos estatales, Estados Unidos reveló que emplea en el gobierno productos de seguridad provistos por una empresa fundada en Moscú en 1997. Es más, según algunos informes, los atacantes consiguieron comprometer la computadora hogareña de un proveedor de su agencia de seguridad nacional (NSA, por sus siglas en inglés) que tenía instalado el antivirus de Kaspersky. Robaron de allí información confidencial.O sea que, si todos estos informes son ciertos, un proveedor de la agencia de seguridad nacional estadounidense tenía información confidencial en la computadora de su casa. Si conocen un blooper más grande, me avisan.Cosas vivasDe regreso en el sendero original, sí, vivimos en un mundo extravagante, al menos para los estándares que rigieron nuestra conciencia durante los últimos 2000 siglos. En este mundo, un fragmento de código puede destruir un objeto en el mundo real, desactivarlo u obligarlo a hacer algo que no debería. Fue el caso del proveedor francés de servicios Web OVH, que en septiembre del año último fue arrasado por dos ataques de alrededor de un terabit por segundo; un billón (doce ceros) de bits por segundo. Eso equivale a 125.000 veces el texto de la Biblia; sería una pila casi tan alta como el Aconcagua. Su fundador y director ejecutivo, Octave Klaba, publicó la noticia en Twitter. Lógico, fue (y sigue siendo) un récord histórico.Para desarrollar un ataque semejante, los maleantes comprometieron más de 145.000 cámaras de seguridad IP; es decir, las que usan Internet para conectarse con el centro de monitoreo. Esas cámaras contienen una pequeña computadora, un sistema operativo y están conectadas a la Red. Por regla general, carecen de mecanismos de blindaje sólidos o simplemente están mal configuradas.Cuando uno piensa en un ejército, le vienen a la mente imágenes de tropas y tanques. Vayan descartando esa idea. Cada día nos acercamos más a un mundo en el que los regimientos están conformados por código, por software. ¿Dónde se ejecutará ese código? Es lo de menos. En una supercomputadora en las antípodas o en el aire acondicionado inteligente de tu casa. La realidad está hoy impregnada de cómputo.Por si el panorama no fuera lo bastante oscuro, los robots vienen marchando. De nuevo, nos confunde aquí un número de preconceptos. ¿Qué es un robot? Ningún simpático dibujito animado, ningún androide traidor, ningún hombre bicentenario. Es una computadora que se mueve y puede percibir su entorno mediante sensores mucho más agudos y numerosos que nuestros sentidos.El principio más antiguo de la seguridad informática dice que todo se puede hackear. Por lo tanto, sí, los robots también pueden ser intervenidos con fines non sanctos, como descubrieron hace poco dos investigadores argentinos, César Cerrudo y Lucas Apa.Atlas, el robot humanoide de Boston DynamicsLas computadoras e Internet lo han cambiado todo, y eso incluye la guerra. Este año, los atacantes consiguieron acceder a los controles de las redes eléctricas de varios países, desde Estados Unidos a Turquía. En Ucrania, consiguieron cortar la luz en una quinta parte de la ciudad de Kiev durante una hora. A los argentinos nos puede parecer una tontería. Pero los atacantes lo hicieron de forma remota, mediante un software malicioso especialmente diseñado para atacar la infraestructura que provee electricidad. Sin bombas, quiero decir. Sin estar realmente ahí.¿Qué sigue? ¿Los aviones? No, no se pueden hackear, ¿cierto? Lo que surge de un informe del DHS (el mismo que prohibió usar software de Kaspersky) dado a conocer por Defense Daily es bien diferente. Dicho brevemente, los investigadores lograron comprometer los sistemas de un Boeing 757 de forma remota. Blooper número 2: los responsables dijeron que hacía siete años que sabían de la vulnerabilidad, y que no era realmente importante. O sea, no entendieron nada.Ahora bien, ¿por qué no la corrigieron? Simple: porque cambiar una sola línea de código en el software de una aeronave comercial cuesta alrededor de un millón de dólares. Evidentemente no era gran cosa, de otro modo habrían subsanado el error. Además, se trata de un modelo de avión que voló por primera vez en 1982 y que dejó de fabricarse hace 13 años. Pero nada de esto evitó que Robert Hickey, el gerente del programa de aviación de la división de seguridad informática de la dirección de ciencia y tecnología del DHS, pusiera el grito en el cielo. Por obvias razones. Hay instancias de la infraestructura donde no pueden admitirse fisuras, de ningún tipo. Sin embargo, las fisuras siguen apareciendo, por doquier.Cosas que piensan¿Algo más? Sí, claro. La inteligencia artificial. Las fuerzas armadas de los países más poderosos de la tierra están trabajando para incorporar estas tecnologías en la defensa. Algunas ya tienen sus siglas; ARC, por Adaptive Radar Countermeasures, y Blade, por Behavioral Learning for Adaptive Electronic Warfare. No es algo nuevo, hay que decirlo. Los cazas F-22, incorporados a la Fuerza Aérea estadounidense en 2005, tienen sistemas que detectan, clasifican y ordenan los blancos de forma autónoma. Dejó de fabricárselo en 2011 y el último se entregó en 2012. El gatillo todavía está, no obstante, en la mano humana. Pero eso va a dejar de ser así más tarde o más temprano.¿Cuánto falta para que, como ocurrió con el ajedrez y el go, las máquinas sean mejores que los estrategas? ¿Lo serán? Digo, porque un error de software en este campo podría costar millones de vidas; ya tuvimos una muestra en 2008 cuando unos algoritmos no del todo bien diseñados le costaron al mundo una de sus peores crisis financieras.Pero esperen. Voy a algo mucho más terrenal. La información que ofrece Google Maps en la pantalla de cualquier smartphone habría costado cientos de millones en inteligencia hace tan sólo 75 años, durante la Segunda Guerra Mundial.Los bits están en pie de guerra. Y la noticia del martes indica que las primeras batallas de la guerra que tanto preocupaba a Einstein podrían estar librándose mientras leés esta nota. El software utilizado era de avanzada, detrás estaba alguna nación rival (no importa rival de quién, en este punto) y lograron detener una planta industrial. A mí me huele a comienzo.

Fuente: La Nación

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Albert Einstein decía que ignoraba qué armas se iban a usar en la Tercera Guerra Mundial, pero que estaba seguro de que la Cuarta se pelearía con palos y piedras. Siempre, desde que leí esa frase en alguna de sus biografías, me pareció tan genial como aterradora. Ahora sabemos, sin embargo, que en la Tercera Guerra Mundial no van a combatir personas, sino computadoras. En la práctica, la Tercera Guerra Mundial ya podría estar librándose.Pero, un momento, las computadoras no pueden hacerle daño a nadie, ¿cierto? Bueno, era un poco la sensación que todos tenían, dentro y fuera del mundo informático, a excepción de algunos paranoicos –como quien les habla– que creían que eso no era así y que, de serlo, se trataba de una cuestión de tiempo. Pues bien, time’s up.En un incidente que se dio a conocer el martes y que fue calificado como “un punto de inflexión”, los atacantes consiguieron desactivar los sistemas de seguridad de una planta industrial. En este caso en particular, mientras sondeaban el software del blanco, cometieron un error que hizo saltar las alarmas y la planta detuvo automáticamente su funcionamiento. El malware usado durante esta operación ha sido bautizado como Triton y afectó el funcionamiento del software de seguridad industrial Triconex, de Schneider Electric.Se trata, es verdad, de un punto de inflexión, porque es la primera vez que los intrusos consiguen inhabilitar el monitoreo de seguridad de una instalación industrial. Pero no es la primera vez que algo intangible, como el software, produce daños en el mundo concreto, ese que nos empecinamos en llamar real. El caso más sonado fue el del virus de guerra Stuxnet, descubierto en 2010. Su objetivo era el de destruir las centrífugas de la planta de depuración de uranio del proyecto nuclear iraní.Pero la historia no termina ahí. El Stuxnet fue hallado por Kaspersky Labs, una compañía a la que este año se le detectaron contactos con el Servicio Federal de Seguridad ruso, por lo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos prohibió el uso de sus productos en todas las reparticiones de gobierno. Kaspersky, por supuesto, niega la acusaciones.Pero esta tampoco es la última vuelta de tuerca. Al prohibir el uso del software de Kaspersky en sus organismos estatales, Estados Unidos reveló que emplea en el gobierno productos de seguridad provistos por una empresa fundada en Moscú en 1997. Es más, según algunos informes, los atacantes consiguieron comprometer la computadora hogareña de un proveedor de su agencia de seguridad nacional (NSA, por sus siglas en inglés) que tenía instalado el antivirus de Kaspersky. Robaron de allí información confidencial.O sea que, si todos estos informes son ciertos, un proveedor de la agencia de seguridad nacional estadounidense tenía información confidencial en la computadora de su casa. Si conocen un blooper más grande, me avisan.Cosas vivasDe regreso en el sendero original, sí, vivimos en un mundo extravagante, al menos para los estándares que rigieron nuestra conciencia durante los últimos 2000 siglos. En este mundo, un fragmento de código puede destruir un objeto en el mundo real, desactivarlo u obligarlo a hacer algo que no debería. Fue el caso del proveedor francés de servicios Web OVH, que en septiembre del año último fue arrasado por dos ataques de alrededor de un terabit por segundo; un billón (doce ceros) de bits por segundo. Eso equivale a 125.000 veces el texto de la Biblia; sería una pila casi tan alta como el Aconcagua. Su fundador y director ejecutivo, Octave Klaba, publicó la noticia en Twitter. Lógico, fue (y sigue siendo) un récord histórico.Para desarrollar un ataque semejante, los maleantes comprometieron más de 145.000 cámaras de seguridad IP; es decir, las que usan Internet para conectarse con el centro de monitoreo. Esas cámaras contienen una pequeña computadora, un sistema operativo y están conectadas a la Red. Por regla general, carecen de mecanismos de blindaje sólidos o simplemente están mal configuradas.Cuando uno piensa en un ejército, le vienen a la mente imágenes de tropas y tanques. Vayan descartando esa idea. Cada día nos acercamos más a un mundo en el que los regimientos están conformados por código, por software. ¿Dónde se ejecutará ese código? Es lo de menos. En una supercomputadora en las antípodas o en el aire acondicionado inteligente de tu casa. La realidad está hoy impregnada de cómputo.Por si el panorama no fuera lo bastante oscuro, los robots vienen marchando. De nuevo, nos confunde aquí un número de preconceptos. ¿Qué es un robot? Ningún simpático dibujito animado, ningún androide traidor, ningún hombre bicentenario. Es una computadora que se mueve y puede percibir su entorno mediante sensores mucho más agudos y numerosos que nuestros sentidos.El principio más antiguo de la seguridad informática dice que todo se puede hackear. Por lo tanto, sí, los robots también pueden ser intervenidos con fines non sanctos, como descubrieron hace poco dos investigadores argentinos, César Cerrudo y Lucas Apa.Atlas, el robot humanoide de Boston DynamicsLas computadoras e Internet lo han cambiado todo, y eso incluye la guerra. Este año, los atacantes consiguieron acceder a los controles de las redes eléctricas de varios países, desde Estados Unidos a Turquía. En Ucrania, consiguieron cortar la luz en una quinta parte de la ciudad de Kiev durante una hora. A los argentinos nos puede parecer una tontería. Pero los atacantes lo hicieron de forma remota, mediante un software malicioso especialmente diseñado para atacar la infraestructura que provee electricidad. Sin bombas, quiero decir. Sin estar realmente ahí.¿Qué sigue? ¿Los aviones? No, no se pueden hackear, ¿cierto? Lo que surge de un informe del DHS (el mismo que prohibió usar software de Kaspersky) dado a conocer por Defense Daily es bien diferente. Dicho brevemente, los investigadores lograron comprometer los sistemas de un Boeing 757 de forma remota. Blooper número 2: los responsables dijeron que hacía siete años que sabían de la vulnerabilidad, y que no era realmente importante. O sea, no entendieron nada.Ahora bien, ¿por qué no la corrigieron? Simple: porque cambiar una sola línea de código en el software de una aeronave comercial cuesta alrededor de un millón de dólares. Evidentemente no era gran cosa, de otro modo habrían subsanado el error. Además, se trata de un modelo de avión que voló por primera vez en 1982 y que dejó de fabricarse hace 13 años. Pero nada de esto evitó que Robert Hickey, el gerente del programa de aviación de la división de seguridad informática de la dirección de ciencia y tecnología del DHS, pusiera el grito en el cielo. Por obvias razones. Hay instancias de la infraestructura donde no pueden admitirse fisuras, de ningún tipo. Sin embargo, las fisuras siguen apareciendo, por doquier.Cosas que piensan¿Algo más? Sí, claro. La inteligencia artificial. Las fuerzas armadas de los países más poderosos de la tierra están trabajando para incorporar estas tecnologías en la defensa. Algunas ya tienen sus siglas; ARC, por Adaptive Radar Countermeasures, y Blade, por Behavioral Learning for Adaptive Electronic Warfare. No es algo nuevo, hay que decirlo. Los cazas F-22, incorporados a la Fuerza Aérea estadounidense en 2005, tienen sistemas que detectan, clasifican y ordenan los blancos de forma autónoma. Dejó de fabricárselo en 2011 y el último se entregó en 2012. El gatillo todavía está, no obstante, en la mano humana. Pero eso va a dejar de ser así más tarde o más temprano.¿Cuánto falta para que, como ocurrió con el ajedrez y el go, las máquinas sean mejores que los estrategas? ¿Lo serán? Digo, porque un error de software en este campo podría costar millones de vidas; ya tuvimos una muestra en 2008 cuando unos algoritmos no del todo bien diseñados le costaron al mundo una de sus peores crisis financieras.Pero esperen. Voy a algo mucho más terrenal. La información que ofrece Google Maps en la pantalla de cualquier smartphone habría costado cientos de millones en inteligencia hace tan sólo 75 años, durante la Segunda Guerra Mundial.Los bits están en pie de guerra. Y la noticia del martes indica que las primeras batallas de la guerra que tanto preocupaba a Einstein podrían estar librándose mientras leés esta nota. El software utilizado era de avanzada, detrás estaba alguna nación rival (no importa rival de quién, en este punto) y lograron detener una planta industrial. A mí me huele a comienzo.

Fuente: La Nación

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TOKIO.- Les explota el corazón. La emoción se impregna en cada fibra de Santiago Lange y Cecilia Carranza, que miran al cielo, sonríen y ya guardan un recuerdo que no olvidarán jamás: los campeones en yachting de Río 2016 ondean con cuatro manos la bandera de la delegación argentina que participa en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, declarados de manera oficial en la noche del viernes de Japón. Una fiesta que sin embargo nunca dejó de recordar el desastre mundial como consecuencia de la pandemia. Y que hasta reservó un minuto de silencio para las víctimas del covid 19.El Estadio Olímpico de Tokio, vedado para el público en general y reservado para unas 950 personas relacionadas con los Juegos, cobijó una ceremonia sin gritos ni chiflidos, sin grandes exclamaciones ni euforia desde las tribunas. Apenas tibios aplausos que llegaban solo desde un sector de plateas para las personas autorizadas, en medio de una mole de acero con lugar para 68.000 personas. El fenómeno de la ausencia se volvió muy palpable, producto de las restricciones y los protocolos omnipresentes. En todo caso, el calor lo pusieron los atletas y artistas. Solo para engañar un poco, las butacas lucieron pintadas de distintos colores para simular gente, un escenario forzosamente distinto por el peso de los tristes acontecimientos. Pero al fin y al cabo, vaya si hubo un motivo para celebrar a lo grande, porque fue la jornada que se esperaba desde septiembre de 2013, cuando se designó a Tokio como sede de la cita.El equipo de Argentina posa para una foto durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en el Estadio Olímpico el 23 de julio de 2021 en Tokio, Japón. (Patrick Smith/)Entonces, nadie se imaginó que se trataría finalmente del evento más caótico y complicado de organizar de la era moderna. Y después de múltiples padecimientos, luego de 2872 días, llegó la inauguración. Que no solo marcó el arranque oficial de las pruebas deportivas, sino también un corte a interminables contramarchas dirigenciales y el peligro concreto de que la cita se cancelara para siempre, tragada por la pandemia. Cuando se confirmó la postergación el 24 de marzo del año pasado, se pergeñó entonces el armado de una ceremonia “más simple y más sobria”. Y así fue: con performances cuidadas y mucha conciencia de la realidad, en la que se realzó el tesón de los atletas para ser fieles al olimpismo entrenándose en soledad. El detalle: cada delegación tuvo como portadores de la bandera a un hombre y a una mujer, para dejar bien asentada la paridad de género.Paula Pareto, abanderada olímpica (Stephen McCarthy/)Entre la música, el color y los efectos especiales, unos 50 atletas argentinos saltaron como locos cuando aparecieron en noveno lugar entre las 206 delegaciones, de acuerdo con el orden alfabético en japonés. “¡Olé, olé, olé, cada día te quiero más!” cantaban casi todos, ataviados con sacos azules, pantalones blancos y corbatas o arreglos celestes. Después, posaron todos juntos para una foto grupal. Pero hubo alguien que estuvo en la memoria y que citó Carranza: “Debería estar Braian Toledo acá. Me estuve acordando mucho de él”, mencionó la regatista, en alusión al jabalinista argentino que falleció el 27 de febrero del año pasado y que se perfilaba entonado para Tokio 2020. Lange se sumó al recuerdo y luego apuntó: “No se puede creer, estamos súper emocionados. Es lindo compartir este momento con un montón de deportistas y atletas que admirás profundamente”.Y después, una gran sorpresa en celeste y blanco: Paula Pareto también estuvo en el estadio Olímpico de Tokio, ya que fue elegida por los organizadores para ser la abanderada de América en un reconocimiento para “aquellos atletas que tuvieron un papel clave en la respuesta contra la pandemia del coronavirus”. La judoca y médica traumatóloga, que competiría unas doce horas después, acompañó la bandera olímpica con cuatro atletas de los otros continentes, más uno representante del equipo de Refugiados.23-07-2021 Drones en el cielo de Tokio formando el planeta Tierra POLITICA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA JUEGOS OLÍMPIOS TOKIO 2020Además de la incesante galería de deportistas, el tradicional juramento olímpico y el encendido del pebetero, a cargo de la tenista Naomi Osaka, hubo varios pasajes de la apertura con mucha simbología: una atleta solitaria que corre sobre una cinta, encarnando los esfuerzos de los deportistas para llegar a estos Juegos; un video con el momento de oscuridad y aislamiento que obligó a posponer la cita, el lema “Separados pero no solos” y un relanzamiento del Tokio versión 2021 con fuegos artificiales. Asimismo, el Emperador Naruhito y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, pronunciaron los discursos de bienvenida y desfilaron cinco héroes de Japón en sus distintos rubros sosteniendo la bandera de su país. Bach enfatizó en el concepto de solidaridad de la población japonesa, después del azote del terremoto de 2011 y los daños latentes del coronavirus.Claro, no podía faltar la mención al legado que dejaron los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 y la coreografía de la construcción del Estadio Olímpico con la madera proveniente de las 47 prefecturas. Y seguramente el momento más impactante: una esfera en el cielo con el logo de Tokio 2020, formado por drones, que pronto se transformó en el planeta Tierra y empezó a girar con la melodía de “Imagine”, de John Lennon. Por fin, los accidentados Juegos de Tokio 2020 tomaron cuerpo al calor de la llama olímpica.Los fuegos artificiales se iluminan sobre el Estadio Nacional durante la ceremonia de apertura de las vistas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 desde la plataforma de observación Shibuya Sky (Eugene Hoshiko/)

Fuente: La Nación

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TOKIO.- Les explota el corazón. La emoción se impregna en cada fibra de Santiago Lange y Cecilia Carranza, que miran al cielo, sonríen y ya guardan un recuerdo que no olvidarán jamás: los campeones en yachting de Río 2016 ondean con cuatro manos la bandera de la delegación argentina que participa en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, declarados de manera oficial en la noche del viernes de Japón. Una fiesta que sin embargo nunca dejó de recordar el desastre mundial como consecuencia de la pandemia. Y que hasta reservó un minuto de silencio para las víctimas del covid 19.El Estadio Olímpico de Tokio, vedado para el público en general y reservado para unas 950 personas relacionadas con los Juegos, cobijó una ceremonia sin gritos ni chiflidos, sin grandes exclamaciones ni euforia desde las tribunas. Apenas tibios aplausos que llegaban solo desde un sector de plateas para las personas autorizadas, en medio de una mole de acero con lugar para 68.000 personas. El fenómeno de la ausencia se volvió muy palpable, producto de las restricciones y los protocolos omnipresentes. En todo caso, el calor lo pusieron los atletas y artistas. Solo para engañar un poco, las butacas lucieron pintadas de distintos colores para simular gente, un escenario forzosamente distinto por el peso de los tristes acontecimientos. Pero al fin y al cabo, vaya si hubo un motivo para celebrar a lo grande, porque fue la jornada que se esperaba desde septiembre de 2013, cuando se designó a Tokio como sede de la cita.El equipo de Argentina posa para una foto durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en el Estadio Olímpico el 23 de julio de 2021 en Tokio, Japón. (Patrick Smith/)Entonces, nadie se imaginó que se trataría finalmente del evento más caótico y complicado de organizar de la era moderna. Y después de múltiples padecimientos, luego de 2872 días, llegó la inauguración. Que no solo marcó el arranque oficial de las pruebas deportivas, sino también un corte a interminables contramarchas dirigenciales y el peligro concreto de que la cita se cancelara para siempre, tragada por la pandemia. Cuando se confirmó la postergación el 24 de marzo del año pasado, se pergeñó entonces el armado de una ceremonia “más simple y más sobria”. Y así fue: con performances cuidadas y mucha conciencia de la realidad, en la que se realzó el tesón de los atletas para ser fieles al olimpismo entrenándose en soledad. El detalle: cada delegación tuvo como portadores de la bandera a un hombre y a una mujer, para dejar bien asentada la paridad de género.Paula Pareto, abanderada olímpica (Stephen McCarthy/)Entre la música, el color y los efectos especiales, unos 50 atletas argentinos saltaron como locos cuando aparecieron en noveno lugar entre las 206 delegaciones, de acuerdo con el orden alfabético en japonés. “¡Olé, olé, olé, cada día te quiero más!” cantaban casi todos, ataviados con sacos azules, pantalones blancos y corbatas o arreglos celestes. Después, posaron todos juntos para una foto grupal. Pero hubo alguien que estuvo en la memoria y que citó Carranza: “Debería estar Braian Toledo acá. Me estuve acordando mucho de él”, mencionó la regatista, en alusión al jabalinista argentino que falleció el 27 de febrero del año pasado y que se perfilaba entonado para Tokio 2020. Lange se sumó al recuerdo y luego apuntó: “No se puede creer, estamos súper emocionados. Es lindo compartir este momento con un montón de deportistas y atletas que admirás profundamente”.Y después, una gran sorpresa en celeste y blanco: Paula Pareto también estuvo en el estadio Olímpico de Tokio, ya que fue elegida por los organizadores para ser la abanderada de América en un reconocimiento para “aquellos atletas que tuvieron un papel clave en la respuesta contra la pandemia del coronavirus”. La judoca y médica traumatóloga, que competiría unas doce horas después, acompañó la bandera olímpica con cuatro atletas de los otros continentes, más uno representante del equipo de Refugiados.23-07-2021 Drones en el cielo de Tokio formando el planeta Tierra POLITICA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA JUEGOS OLÍMPIOS TOKIO 2020Además de la incesante galería de deportistas, el tradicional juramento olímpico y el encendido del pebetero, a cargo de la tenista Naomi Osaka, hubo varios pasajes de la apertura con mucha simbología: una atleta solitaria que corre sobre una cinta, encarnando los esfuerzos de los deportistas para llegar a estos Juegos; un video con el momento de oscuridad y aislamiento que obligó a posponer la cita, el lema “Separados pero no solos” y un relanzamiento del Tokio versión 2021 con fuegos artificiales. Asimismo, el Emperador Naruhito y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, pronunciaron los discursos de bienvenida y desfilaron cinco héroes de Japón en sus distintos rubros sosteniendo la bandera de su país. Bach enfatizó en el concepto de solidaridad de la población japonesa, después del azote del terremoto de 2011 y los daños latentes del coronavirus.Claro, no podía faltar la mención al legado que dejaron los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 y la coreografía de la construcción del Estadio Olímpico con la madera proveniente de las 47 prefecturas. Y seguramente el momento más impactante: una esfera en el cielo con el logo de Tokio 2020, formado por drones, que pronto se transformó en el planeta Tierra y empezó a girar con la melodía de “Imagine”, de John Lennon. Por fin, los accidentados Juegos de Tokio 2020 tomaron cuerpo al calor de la llama olímpica.Los fuegos artificiales se iluminan sobre el Estadio Nacional durante la ceremonia de apertura de las vistas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 desde la plataforma de observación Shibuya Sky (Eugene Hoshiko/)

Fuente: La Nación

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El cambio de mentalidad en Xbox se ve desde lejos. El intento por cambiar la manera de consumir videojuegos se ve y se siente desde dentro de Microsoft. El modelo que hizo triunfar a Spotify en la música y a Netflix en la TV se está acercando lentamente al mundo de los videojuegos de la mano de Xbox Game Pass. En el mundo, la lucha de consolas se vive como un partido de fútbol con hinchas y fans, partido que las marcas no pretenden jugar.Plan canje. Samsung amplía su programa de recambio e incluye televisores y, en julio, tabletasPlayStation tiene un exitoso modelo de venta de juegos exclusivos con millones de fanáticos en el mundo y en la Argentina, y aventaja a la plataforma de Microsoft en venta de consolas casi 2 a 1, con 115 millones de PlayStation 4 y 9 millones de PS5, versus 50 millones de Xbox One y 5 millones de Xbox One X|S, según estimaciones de VGChartz.Pero Xbox apuesta a otra manera de consumir sus productos, que puede convivir sin problemas con su competencia, sea Sony o Nintendo. Este modelo es el de suscripción, que se puede conseguir en la Argentina por poco más de 1400 pesos al mes e incluye un catálogo de cientos de títulos que tiene clásicos, exclusivos de Xbox como Forza, Halo y Gears of War, pero también los deportivos de EA como FIFA y Madden. Este modelo verá también un crecimiento por los frutos de la reciente compra de Bethesda por parte de Microsoft que suma al catálogo los Fallout, Doom, Elder Scrolls y el prometedor Starfield presentado en la E3 2021 con otros 27 juegos que se sumarán desde el día uno a Game Pass.Estos juegos, en su mayoría, pueden jugarse tanto en PC como en consola y en países como los Estados Unidos y dentro de poco México y Brasil, se podrán jugar directamente desde los celulares por streaming, mediante el servicio xCloud sin necesidad de consolas o computadora (y que compite con Google Stadia y Amazon Luna, entre otros); en este último caso, todo el procesamiento del juego se hace en un servidor, que le envía al usuario sólo el resultado (lo que se ve en pantalla) como si fuera una película interactiva.Stock de Xbox para el día del niñoPero el cuello de botella para llegar a la nueva generación de juegos, principalmente en nuestro país es, por un lado, el altísimo y hasta ridículo costo de las placas de video potentes (hoy muy demandadas en todo el mundo para minar criptomonedas) o de la imposibilidad de conseguir una Xbox Series X|S por falta de stock. Aunque esto, según Bernardo Camacho, Gerente para América Latina de Xbox, estaría a punto de cambiar: “Estamos haciendo esfuerzos muy grandes para poder llegar al Día del niño, ahora en agosto, con productos suficientes en la Argentina y que la gente pueda encontrar las consolas” y ante la repregunta confirma, sin dar números exactos de stock, que “El día del niño vamos a tener consolas. Ya están inclusive en tránsito, es una buena noticia y todos los fans por nuestras redes sociales nos estaban pidiendo por más, obviamente es un paso a la Argentina y también en Chile, Colombia, Brasil, y el resto de la región.”Bernardo Camacho, de XboxPero la posibilidad de comprar estas consolas no es el único problema que afronta la región. Un gran ejemplo que se vive día a día con la otra consola altamente deseada de última generación, la PlayStation 5, es que por el faltante de stock (hay tandas de pocas consolas de reposición) los valores de reventa son restrictivos, pasando los 300.000 pesos por una consola que tuvo de precio lanzamiento hace menos de 6 meses de 75.000 pesos.“El precio sugerido por ahora todavía se mantiene (la Xbox Series X, la más potente, se lanzó a 99.000 pesos). Por supuesto, es un precio sugerido porque en Argentina, con la inflación y con la tasa cambiaria, suele variar. Dependerá del momento en que aterricen las consolas o el producto en territorio argentino, ahí tocará entender cuánto fue la tasa de cambio, después vemos de modificarlos y después, nuestros aliados de los retailers o de las cadenas lo analizarán. Pero la intención sí es mantenerlo, para que no se vea un incremento que sea por fuera de las capacidades de compra que tiene el público”, afirma Camacho.Pero con el cambio de idea, que pasar de vender juegos a vender una suscripción, también llega la idea de jugar donde se pueda, o donde sea. Esto incluye en los planes de Xbox a largo plazo no dependan de un hardware exclusivo, sino que sea abierto: con una consola, con un Android o iPhone por streaming, con una PC o bien directamente desde la tele, con apps para Smart TVs: “No queremos que sea ni una u otra plataforma, sino, precisamente el valor agregado que está ofreciendo Xbox hoy por hoy es que nosotros somos una marca completa de videojuegos”, cuenta Camacho y agrega: “Si bien nacimos con consolas y nos encantan las consolas, nuestro objetivo es hablarle a los 2800 millones de personas en el mundo que juegan algún tipo de videojuego en algún tipo de dispositivo, ya sea una consola, que más o menos 600 millones de jugadores, o ya sea una computadora, celular o tableta. Entonces, con eso en mente, hemos tomado la decisión de, primero hablar de los rumores que había antes de ‘las consolas ya no van a existir, van a desaparecer’. No sólo no desaparecieron, sino que lanzamos por primera vez dos consolas en un mismo lanzamiento (en referencia a Series S y la Series X). Queremos es que la gente escoja los juegos que le gustan, que elija el dispositivo que prefiere, ya sea consola, celular, tableta o lo que fuera, y que pueda jugar con sus amigos.”xCloud es el servicio de streaming de videojuegos de Xbox; Microsoft planea una versión para televidores, que no requiere hardware adicional al gamepadxCloud en la Argentina: por ahora, noPor ahora, la Argentina no está en los planes de la expansión de juegos por streaming, admite Camaño: “En cuanto a Cloud Gaming o jugar en la nube, eso justo es un servicio nuevo que implica una complejidad grande, ya que es distinto cuando estás en una suscripción de música, de entretenimiento, de televisión o películas. En esos casos es muy fácil porque la interacción es de punto A a punto B: uno arranca una serie y es un sistema lineal, no hay ningún tipo de sincronización o dinámica con la serie o con la canción”. En los juegos por streaming es vital la conexión a Internet, que no sólo debe entregar en tiempo y forma lo que el usuario ve del juego, sino que no haya demora en registrar sus reacciones y cómo influyen en el desarrollo del juego.Esta complejidad de la que habla es uno de los impedimentos estructurales que tiene la Argentina, por lo menos, en el corto plazo: “Los videojuegos requieren una tecnología muchísimo más avanzada porque cada uno está corriendo su propio juego y hay una dinámica distinta con la interacción de la tecnología; no solamente depende de Microsoft, sino de la infraestructura tecnológica que tenga cada país, una red 5G. Y adicional a eso, nos toca trabajar con las empresas de telecomunicaciones para hacer ciertas modificaciones en las señales, para que la experiencia sea óptima. Estamos haciendo testeos, va muy bien.”Este método de juego en la nube podría ser adoptado por gamers que no tienen el dinero para comprar una consola o una PC gamer, pero si podrían pagar los 1500 pesos mensuales de un servicio por streaming con cientos de juegos para elegir, sacrificando quizás, el deseo de jugar los populares juegos exclusivos de PlayStation o Nintendo, que por ahora no ofrecen planes similares, salvo por el PS Plus Collection de PS5, que es más reducido y no tiene juegos de lanzamiento.El costo del gaming para los argentinosNo cabe dudas que los argentinos son gamers, son apasionados por sus juegos. Hoy el país tiene un gran número de entusiastas que aman armar sus PCs, o que son fanáticos de las sagas de PlayStation como Uncharted, God of War o The Last of Us o de las de Xbox como Halo, Gears of War o los Forza. Pero el constante aumento de precios debido a la inflación hace que jugar se convierta cada vez más en un lujo que un entretenimientoSegún Camacho, estas variaciones en los precios hacen que su producto Xbox Game Pass sea cada vez más atractivo para los jugadores de nuestro país. “América Latina es la región con mayor índice de jugadores que han saltado a la suscripción del Game Pass. Es la región en el mundo que en mayor velocidad hemos crecido y entre los jugadores que tienen consola, en proporción, somos los que más pagamos la suscripción a Game Pass. Ahora, eso pasa porque la Argentina, Brasil o Colombia han tenido tanto inflación como condiciones de variables país que son sumamente complicadas de manejar. y que encarecen los productos. Por eso los latinoamericanos pasamos tan rápido y adoptamos de forma tan intensa los servicios de Game Pass y Game Pass Ultimate en nuestros países, porque en lugar de estar pagando 100.000 pesos por una consola y 5000 pesos por cada juego, uno tiene la suscripción y con ella accede a cientos de títulos sin costo adicional.”Una Xbox One X (negra) y su hermana, la Xbox One S (blanca)Pero el cambio de precios y los aumentos son el mayor miedo para los que desean adoptar Xbox. El costo aumentó en los últimos años y si, por ejemplo, Microsoft decidiera equiparar el precio del abono mensual con los Estados Unidos dejaría de ser una opción viable, ya que en la Argentina cuesta (su versión Ultimate) poco más de 1400 pesos finales, mientras que en EE. UU. es de 15 dólares, algo cercano a los 2500 pesos: “por ahora, en el corto y mediano plazo, de acá a diciembre, la idea es mantener los precios. No queremos estar incrementando permanentemente y más en una suscripción donde muchos argentinos lo que quieren es tener el pago mes a mes, no quieren que le estén cambiando a uno el cobro automático de la suscripción”, afirma Camacho y suma: ”Queremos mantenerlo lo más posible; por supuesto, esto está sujeto a cómo va subiendo la tasa de cambio y se comporta el peso argentino contra el dólar. Pero nuestra intención sí es que sea lo más estable posible, para que no haya cambios abruptos en un año.”Las ganancias en la regiónAlgo que suele escucharse mucho dentro de las comunidades es que cuando las empresas como Microsoft “pesifican” sus precios, “van a pérdida” en la región. Ante esta pregunta, el Gerente de Xbox para Latinoamérica asegura que la apuesta es más fuerte que la ganancia: “no sé si la palabra correcta es subsidiados, pero sí. En términos de hardware no es rentable, por ponerlo de esa manera. Pero nosotros vemos la imagen siempre un poco más allá. Si te pones a pensar, nosotros como compañía hemos tomado decisiones muy interesantes, donde estamos moviendo los cimientos de la industria. Por ejemplo, sacar una suscripción de 10 dólares dependiendo el país, mensuales, en lugar de estar vendiendo cada juego a 60 dólares o 4000 o 5000 pesos por juegos por un lado, impacta la venta”, y agrega: “Por otro lado, haber tomado la decisión de los juegos, que son principalmente multijugador, tipo Apex o Fortnite, que ahora tengan el free to play, que no se necesite ni siquiera la suscripción Gold, eso también va en contra de la venta de suscripciones. Si te ponés a pensar, para Halo, la noticia de que va a tener multijugador gratis, pues eso también va en contra de la venta del juego”.Rebajas de verano: Steam anuncia su temporada de descuentos en miles de videojuegos para PC“Lo que nos importa es que más jugadores puedan estar jugando estas franquicias, que se enamoren de cada uno de los juegos, de cada uno de nuestros personajes. En el corto plazo puede haber un impacto financiero, pero el punto que nos importa es que haya más jugadores jugando nuestros juegos y que haya más gente disfrutando de la tecnología. Es como se monetiza, poco a poco, con las suscripciones y hay que buscar maneras creativas. Pero sí es una realidad que lo que queremos es invitar a todos los argentinos a que usen una Xbox; más allá de si somos rentables con X o Y producto, lo importante es que toda esa pasión que tienen en la Argentina y toda esa comunidad tan grande en videojuegos es que ellos puedan disfrutar de nuestros diferentes títulos. Y ahí tenemos juegos fuertes como Minecraft, Forza o Halo. Si te pones a pensar teníamos 5 estudios de desarrollo hace dos años y hoy tenemos 23, por lo que vamos a tener cientos de juegos exclusivos.”

Fuente: La Nación

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La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 ha incluido los videojuegos como la banda sonora que ha acompañado el desfile de las delegaciones de deportistas, y tras ellos, ha mostrado al mundo una reproducción del planeta Tierra con drones en cielo nocturno de Tokio.Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 se celebran bajo el “Más rápido, más alto, más fuerte – Juntos”, un mensaje de unidad que han remarcado con dos elementos más de la puesta en escena: un espectáculo aéreo de drones y la canción Imagine, de John Lennon.1824 drones han dibujado en el cielo, sobre el estado olímpico de Tokio, la figura del emblema de los actuales Juegos y se han coordinado en el aire para pasar formar el planeta Tierra, cuya imagen en el cielo nocturno se ha acompañado de la canción de Imagine, interpretada por un artista representante de cada continente.

Fuente: La Nación

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WWF ha lamentado este viernes la “oportunidad perdida” de proteger la Gran Barrera de Coral tras la decisión adoptada por el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO de apoyar la enmienda de Australia para no incluir a este enclave en la lista de Patrimonio Mundial ‘en peligro’. Además, ha calificado de “injustificable” que España haya votado en el mismo sentido que países negacionistas del cambio climático como Hungría o con intereses en el petróleo como Barhéin.En declaraciones a Europa Press, el responsable de la campaña de Océanos de WWF, José Luis García Vara, lamenta la decisión del Comité y la posición de España, que ha querido valorar el esfuerzo realizado por Australia para proteger la Gran Barrera de Coral a pesar de que ha reconocido la situación de deterioro en la que se encuentra el enclave.Así, explica que España “ha estado de acuerdo en dar más tiempo al Gobierno australiano” para seguir implantando el programa ‘Gran Reef 2050’, al contrario que otros países como Noruega, que ha expresado que la decisión “no se puede dilatar”.”Es una oportunidad perdida para llamar la atención sobre el estado de deterioro de los últimos años de la gran barrera de coral, que en el último lustro ha sufrido tres episodios de blanqueamiento grave”, asegura García Vara.Por eso, considera que Australia tiene que hacer “mucho más” y ser “más eficaz” en su protección y ha mostrado su sorpresa por que Espñaa apoyara la posición australiana junto a países como Arabia Saudí, Barhéin o Hungría.A su juicio, España “tiene que liderar el proceso de lucha contra el cambio climático y esto debe ser como un acicate a seguir trabajando nacional e internacionalmente contra el cambio climático”.Respecto a la Gran Barrera ha recordado que aunque su gestión y responsabilidad última dependa de Australia, es Patrimonio Mundial de la Humanidad, de modo que es de importancia “para todos” que no se encuentre en esta situación.Por ello, ha lamentado la postura española y más aún después de que la semana pasada WWF enviara una carta a los Ministerios de Exteriores y de Transición Ecológica para ponerles atención sobre la trascendencia de la decisión que, en última instancia, “recaía en Exteriores”.De ese modo, lamenta el retraso porque el momento de actuar contra las amenazas a las que está sometida “es ahora”.Por su parte, el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, ha calificado de “injustificable” la decisión con la que “la diplomacia española se ha lucido” en la UNESCO porque el voto contrario español supondrá un retraso en las medidas para salvar la Gran Barrera de Coral.Asimismo, el científico y director general de Climate Analytics, Bill Hare, ha calificado de “chocante” que un país “sofisticado como España, un líder climático emergente, se haya dejado manipular por la campaña de Australia”.Pero avisa al Gobierno australiano de que “tarde o temprano” esto se volverá en contra del Ejecutivo de Morrison. “Es una victoria pírrica y a medida que los países se den cuenta de cómo fueron manipulados y que el caso de Australia se construyó sobre nada más que falsas capturas y medias verdades, en febrero del próximo año (la fecha límite acordada para un proceso de evaluación) el Gobierno estará en la misma posición de defender lo indefendible”.

Fuente: La Nación

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MADRID, 23 jul. (EDIZIONES)Las ardillas rojas del jardín del fotógrafo Geert Weggen son unas viejas conocidas de las redes sociales desde que hace unos años intercambiaran roles y fuera Geert el que posara para sus cámaras siendo los roedores los encargados de disparar fotografías.En esta ocasión, Geert organizó una fiesta de verano con fruta, helados y hasta una piscina para que sus peludas amigas pudieran combatir el bochornoso calor de la forma más refrescante posible.https://www.youtube.com/watch?v=trUvVN8JFFsEl fotógrafo, de 52 años, utilizó frutos secos ocultos y diversos elementos de atrezzo para crear las divertidísimas escenasLas imágenes, grabadas en el jardín trasero de su casa en Bispg*rden (Suecia), son una ventana a una naturaleza fantasiosa en la que imaginar a estas ardillas como pequeños seres que disfrutan de un tentempié saludable mientras se refrescan con el agua.

Fuente: La Nación

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