La fiebre porcina africana es una enfermedad que llegó para quedarse. Al menos por ahora y por varios años más. Una década, argumentan los especialistas. 
Desde su detección no conoce, a ciencia cierta, sobre los perjuicios que puede ocasionar en el sudeste asiático. Es cierto que hay mayores precisiones sobre la dimensión del problema, pero no está dicha la última palabra.
 Por estos días, el gobierno chino, que celebró el 70° aniversario de la Fundación de la República Popular China, comenzó a descongelar parte de las reservas federales de carne de cerdo para abastecer la demanda durante el festejo. Asimismo, también se sabe que la inflación, viene en alza, se debe a la suba de los precios de esta carne.
Jorge Brunoni, coordinador general del programa de cerdos del INTA, dialogó con Infocampo y destaca: “Para Argentina, se abre una puerta en el inicio del camino exportador”, dice.

Al respecto, agrega que con las noticias que se van conociendo, asimismo, sobre la expansión del virus, también se consolida la importancia de trabajar fuerte en la sobre esta cadena de valor hacia adentro y afuera.
Según los datos que adelanta el coordinador,  este año, la Argentina exportará unas 30.000 toneladas de carne de cerdo, cuando, el año pasado, fueron 24.000. En este contexto, se habla que 200 a 300 toneladas irán con destino a China. Una cifra exigua para el consumo del gigante, que deglute 56 millones de toneladas por año. 
Haciendo referencia a los grandes datos, se sabe que la fiebre porcina africana representará un 30% de perdida de productividad solo en China, con 9 millones de cerdas sacrificadas y que se tardará unas diez años para reconstituir la producción. 
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“En Argentina, tenemos  una visión de mucha expectativa. El factor más preocupante puede ser que la falta de cerdos tendrá una impacto sobre la demanda de fuentes proteicas a nivel global, que es lo que el fundamentalmente exporta el país. En este caso, el lado optimista tiene un montón de ventajas ya que la falta de carne de cerdo en China implicará el crecimiento de las exportaciones bovinas argentina, también habrá una perspectiva muy buena para cadena aviar y para seguir consolidádonos como exportadores de carne de porcina”, dice Brunoni. 
Para concluir, el experto menciona sobre las perspectiva a diez años. Dice que, según un informe del consorcio exportador de carne porcina, si la Argentina sigue trabajando se puedan exportar 200.000 toneladas de carne de cerdo hacia 2030 y que eso signifique productir 1,5 millón de toneladas producidas.
Solo queda asumir este desafío y aprovechar todo el conocimiento argentino en la cadena de carne para para que el país se convierta en un proveedor confiable y seguro de los chinos. 

Fuente: InfoCampo

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