El pasado martes 15 de septiembre Juan Carlos “Cheta” González, pequeño productor rural fue asesinado en su campo ubicado en la localidad de El Cevilar, departamento de Cruz Alta (Tucumán), al recibir tres disparos por parte del policía retirado Carlos Fortunato Flores, quien alquilaba las tierras Juan como si fuesen de él.
Don Cheta González, quien pertenecía a la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), tenía 60 años y esa mañana del martes había llevado las vacas a pastar al terreno donde nació y se crió, y donde su familia paterna trabajó toda la vida. Esta tarea la hacía también su mujer, pero tras ir al campo el lunes se sintió mal, y por eso Juan fue el martes.
Carlos Fortunato Flores, policía retirado, se acercó para decirle que ya no podía entrar más a esas tierras porque no le pertenecían, y según detallaron a Infocampo, “mientras discutían sacó su arma y le pegó tres tiros a Don Cheta quien cayó de su caballo y murió”.
Uno de los impactos de bala que entró y salió dio en el hombro de Juan, pero dos disparos más en el pecho del productor rural terminaron con su vida.
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María Juárez, delegada de la base La Tala de la UTT, conversó con Infocampo y comentó que Luis Robles, hijo de Juan Carlos, “recibió una llamada de una vecina, quien le contó que en el terreno de su familia había un hombre tirado a la par de sus animales con policías alrededor. Cuando llegaron con su madre, Lidia Rosa González, vieron que Don Cheta ya estaba muerto en el piso con las manos agarrándose el pecho“.
“Los policías llegaron al campo antes que la familia se entere de la muerte de Juan, porque Carlos Flores se entregó alegando que tuvo que disparar en defensa propia, porque el hombre estaba armado. Cuando buscaron armas en el terreno, no encontraron nada”, afirma la delegada.
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“Son gente tranquila, de perfil muy bajo, campesinos que van humildemente día a día a cuidar sus vacas y sus animales, no puede quedar impune este asesinato”, explicó Juárez.
Lidia González, viuda del productor rural pidió que “se haga justicia“, y exigió: “Lo que ha hecho Flores no tiene nombre, ni látigo tenía mi marido para amenazar. No puede ser que este asesino esté de vacaciones en lo de su sobrina, queremos que esté preso y pague por lo que ha hecho”.
Cabe destacar que Carlos Flores, policía retirado de 74 años, ya tenía antecedentes penales por intentos de homicidio y robos pero según cuentan en el pueblo “se paseaba por la zona impunemente usurpando terrenos para el negocio de productores sojeros de la zona. Si bien se entregó en la comisaría, actualmente se encuentra en la casa de una sobrina en Horco Molle, Yerba Buena”.

Fuente: InfoCampo

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