Dos adolescentes vivieron un verdadero momento de terror en un parque de diversiones en Reino Unido. Mientras se encontraban en el juego conocido como la rueda de la fortuna, una falla de seguridad hizo que quedaran colgando a varios metros de altura.Estuvo 17 días perdido en el bosque y sobrevivió gracias a un elemento que guardó 40 años en su bolsilloRihanna Brown y Emma Poole visitaron el parque de diversiones Tucker’s en Cleethorpes, ubicado 320 kilómetros al norte de Londres. Pero ese paseo que buscaba ser algo placentero casi termina en el peor plan cuando ambas quedaron suspendidas en el aire, ante la atónita mirada de una multitud horrorizada.Rihanna Brown y Emma Poole quedaron suspendidas en la rueda de la fortuna y pudieron descender mediante la ayuda del personal del parque de diversiones (Girmsby Live/)Como publica el sitio Grimsby Live, Brown y Poole subieron al lugar asignado de la rueda de la fortuna. Pero antes de que el operador pudiera accionar la seguridad el habitáculo comenzó a elevarse.A raíz de una falla en un contrapeso, Brown y Poole quedaron suspendidas en lo más alto de la atracción. Afortunadamente, con ayuda de los técnicos del lugar pudieron descender. “Sentía mucho dolor mientras mi cabeza estaba atrapada. Veía todas las caras de los niños shockeados y tuve mucho miedo. No tenía idea de lo que estaba sucediendo y me asuste un poco”, aseguró Brown.Por su parte, Poole explicó que se tranquilizó una vez que le explicaron qué fue lo que ocurrió. “No podía mirar hacia el suelo, le pedía a Rhianna que se calmara, pero ahora me siento mejor de saber qué pasó”, precisó.Terror en el aire: se les desprendió la hamaca a 1800 metros y cayeron por un acantiladoUn vocero de la feria le aseguró al medio británico que las dos adolescentes se encontraban bien: solo una de ellos parecía más en estado de shock por lo que habían vivido, pero ninguna de las dos quiso recibir atención médica o que las trasladen al hospital cercano. Luego del incidente se dirigieron por sus propios medios a otros juegos del lugar.
Fuente: La Nación