La Argentina tuvo su primer partido con público en el país desde el inicio de la pandemia de Covid-19. En el Monumental, el campeón de América disfrutó de un merecido homenaje, le ganó a Bolivia por 3-0 y recibió el calor de su gente más allá de la destemplada y lluviosa noche porteña. Y en la prueba piloto de los simpatizantes dispuesta por el gobierno nacional y la AFA, aparecieron algunas cuestiones en ambos lados de la balanza.En lo previo, en los accesos se les solicitó a los hinchas el DNI y la aplicación Cuidar con registro actualizado al día del partido. Cabe recordar que, desde el martes, la venta de entradas fue desordenada. Primero, con un sistema que colapsó en internet; luego, con los inconvenientes que tuvo el público para retirar la localidad tanto en la cancha de River como en Obras Sanitarias. El paso inicial había sido dado con el pie izquierdo. Y en la noche del jueves las sensaciones resultaron ambiguas.En esta prueba piloto con el 30% de aforo, el público fue acomodándose en las tribunas del Monumental mientras la voz del estadio enfatizaba en las medidas de prevención contra el coronavirus. En general, se observó un uso correcto del tapabocas, aunque escaseó la distancia social, fundamentalmente en las populares.Los fuegos artificiales en los festejos posteriores al partido, ante los 21.000 espectadores que hubo en el Monumental. (LA NACION/Rodrigo Néspolo/)¡Dale, campeón! ¡Dale, campeón!”, resonó con frecuencia antes del encuentro. Cuando el equipo argentino salió a la cancha fue ovacionado por los 21.000 espectadores. Ése resultó el número oficial, aunque dio la impresión de que hubo más gente que la estipulada. Sobre todo, porque se observó muy pobladas a las tribunas cabeceras altas. “Vení, vení, cantá conmigo […] que de la mano de Leo Messi todos la vuelta vamos a dar”, se escuchó. Al rato, otra vez los gritos fueron destinados al capitán argentino: “¡Meeessi, Meeessi!”. Cuando se anunció la formación del equipo, el podio de los mas vivados fue liderado por Messi, Lionel Scaloni y Ángel Di María. Tras la conquista de la Copa América, el DT nacional se ganó el crédito de los hinchas. “¡Vamos la scaloneta!”, gritaron en una de las plateas.A las 20.25, el equipo albiceleste entró al terreno de juego de River después de cuatro años y sonó el clásico “¡Argentina, Argentina!”. El himno nacional estuvo interpretado por el cantante santafesino Sergio Torres. A pesar del frío y de la llovizna, los simpatizantes jamás perdieron el entusiasmo.Cuando el tablero del Monumental marcó el minuto 10, la emoción invadió el estadio y flotó en el ambiente la imagen de Diego Maradona: “¡Olé, olé, olé, olé, Diego, Diego!”, retumbó. Al cabo, también fue el primer partido con público en una cancha argentina tras el fallecimiento del ídolo.Diego Maradona, inolvidable para los hinchas de la selección argentina. (JUAN IGNACIO RONCORONI/)Apenas tres minutos después llegó la obra maestra de Messi, una exquisita definición de zurda tras un caño a Luis Haquín. Rápidamente, con los clásicos gestos de reverencia, los hinchas volvieron a rendirse a los pies del futbolista de Paris Saint-Germain.En el segundo tiempo los cánticos estuvieron destinados a los clásicos rivales: Brasil e Inglaterra. La gente estalló una vez más con el segundo y el tercer goles de Messi. Se aplaudió con fuerza. Ya era una fiesta que se coronó con el agasajo y el show de Los Totora, Jimena Barón y Luck Ra. Aparecieron la Copa América, los fuegos artificiales y la vuelta olímpica. Y también el llanto de felicidad del astro rosarino. Con un abrazo grupal que será para siempre.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: