El Movimiento Saharauis por la Paz (MSP) ha valorado como “muy positivo” el inminente nombramiento de Staffan De Mistura como nuevo enviado especial del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental.El primer secretario del MSP, Hach Ahmed, ha expresado su deseo de que De Mistura recupere “el tiempo perdido” en los tres años que lleva suspendida la misión de buenos oficios tras la dimisión, “por motivos de salud” del anterior enviado, el expresidente alemán Horst Koehler en mayo de 2019.Ahmed ha destacado las cualidades personales del diplomático italo- sueco y su experiencia liderando otras operaciones de paz, aunque ha reconocido la “complejidad” de la situación en el Sáhara Occidental tras la ruptura de relaciones diplomáticas y la creciente tensión entre Argelia y Marruecos.Este hecho “limitaré el margen de maniobra del mediador y hará mucho más complicada la tarea de reanudar el proceso político interrumpido en Ginebra”.Así, ha deseado que Argel y Rabat restablezcan pronto sus relaciones diplomáticas “por el bien de la paz y la estabilidad del noroeste africano” y ha asegurado que a los saharauis no les beneficia “de ningún modo” la escalada.En cuanto al Frente Polisario, aliado de Argelia, Ahmed ha emplazado a la milicia a “no desperdiciar la oportunidad para enmendar el error de Guerguerat” y comprometerse de nuevo a respetar el alto el fuego decretado por la ONU en el territorio.La Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) se estableció en 1991 como instrumento de vigilancia para el alto el fuego entre las fuerzas de Marruecos y las del Frente Polisario, que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD).Su objetivo último, contemplado incluso en el nombre de la misión, era la celebración de un referéndum que permitiese resolver la disputa territorial de la antigua colonia española. Casi tres décadas después, sin embargo, la situación sigue prácticamente igual.Contactos en ginebraDurante la etapa de Horst Koehler como enviado especial, se efectuó un tímido intento de acercar de nuevo a las partes, con dos reuniones en Ginebra –en diciembre de 2018 y marzo de 2019– en las que de nuevo quedó en evidencia que Rabat no contempla más que una autonomía limitada y el Polisario no desiste en su reivindicación de la plena independencia.Koehler dimitió en mayo de 2019 y, con esta salida, atribuida a razones de salud, se aparcó esta inédita iniciativa de acercamiento, que contó con Argelia y Mauritania como observadores.El Polisario tiene como principal valedor regional a Argelia, país que acoge a unos 140.000 refugiados en los campamentos de Tinduf, mientras que Marruecos ha esquivado cualquier tipo de presión para seguir ciñéndose a su plan de autonomía, según el cual el hipotético referéndum nunca incluiría entre sus opciones la independencia de la antigua colonia española.Las tensiones entre el Polisario y Marruecos volvieron a escalar hace unos meses. El Frente Polisario dio en noviembre de 2020 por concluido el acuerdo de alto el fuego pactado en 1991 después de que Marruecos desplegara militares en el paso de Guerguerat, tras lo que anunció el inicio de operaciones militares contra posiciones marroquíes.Guerguerat se encuentra bajo control de Marruecos y es el principal puesto fronterizo con Mauritania. Rabat considera la zona entre el puesto y la frontera con Mauritania como ‘tierra de nadie’, mientras que el Frente Polisario lo considera territorio propio y dice que así lo recoge el acuerdo de alto el fuego firmado por ambas partes en 1991.

Fuente: La Nación

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