Convertirse en princesa y vivir en un palacio puede parecer un gran sueño, pero en realidad la vida como miembro de la realeza significa estar bajo un escrutinio constante. Y esto es lo que no le gustó nada a la exnovia del príncipe Harry, Chelsy Davy, que después de asistir a la boda de Kate y William se dio cuenta de que la vida real no era para ella.Un lector de labios descubrió la crítica imperceptible de Harry a William y Kate MiddletonEl biógrafo real, Robert Lacey, explica en su libro Battle of Brothers que, poco después de la boda, en la que Harry había sido el padrino de su hermano, Chelsy finalmente terminó su largo romance. “En 2011, después de varias idas y vueltas, ella decidió irse y fue, irónicamente, la gran y gloriosa boda de Kate y William esa primavera la variable para que ella tomara esa decisión. Según una amiga de Davy, ella le dijo a Harry que nunca podría moldearse como lo hizo Kate, especialmente, cuando se trataba de adecuarse a la atención incesante de la prensa”.Harry con Cressida BonasSin embargo, no fue solo Chelsy quien decidió no vivir en la realeza, sino que también lo hizo su segunda novia, Cressida Bonas. La modelo de Burberry conoció a Harry en 2012 y la pareja tuvo una relación intermitente hasta 2014.La sorpresiva broma del príncipe Harry que interrumpió un video de Meghan MarkleRobert explica en su libro cómo ella se “asustó” por la gira real de William y Kate por Australia: “Cressida no disfrutó de los comentarios críticos que podía escuchar a la gente hacer a sus espaldas cuando caminaba por la calle en Londres; sentía que la fama de su relación la ponía ‘en una caja’. En 2014, se dijo que estaba ‘completamente asustada’ después de ver la cobertura televisiva de William y Kate de gira por Nueva Zelanda con el bebé George a cuestas; esa no era la forma en que le gustaría disfrutar de su hijo de ocho meses, le explicó a Harry con pesar”.Tanto Chelsy como Cressida asistieron a la boda de Harry con Meghan. Chelsy ahora dirige su propia empresa, mientras que Cressida está casada con su esposo Harry Wentworth-Stanley.Harry ahora vive en California con Meghan y sus hijos Archie y Lili después de que ellos también rechazaron la vida real y renunciaron como miembros de la realeza.

Fuente: La Nación

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