Marcos Guazzaroni de la Regional Aapresid Venado Tuerto explica que a la hora de manejar yuyo colorado no hay herramientas mágicas, sino que son los pequeños detalles los que hacen grandes diferencias. En esa línea, nos deja cuatro herramientas (más una yapa).

Rotación de modos de acción

Un modo de acción es la forma en la cual el herbicida actúa dentro de la planta. “Conocer los distintos modos de acción con los que contamos y rotarlos en el tiempo es fundamental para asegurar que éstos mantengan su efectividad en el tiempo. El uso repetido de un mismo modo de acción aumenta la chance de generar resistencia en la maleza”, explica Guazzaroni.
En yuyo colorado, el uso repetido de atrazina en barbecho largo, pre-emergencia y post emergencia de maíz es un ejemplo claro de lo que NO hay que hacer. Algunas alternativas son los PPOs (como Sumisoya) o inhibidores de la ALS (como Percutor) en barbecho largo; inhibidores de la enzima HPPD como isoxaflutole en pre-emergencia o topramezone en post emergencia.
     2. Disminuir tiempos de barbecho
“Cuanto más corto el barbecho, menos son los recursos que quedan disponibles para la maleza”, advierte Guazzaroni. Por ello es importante generar un ambiente de competencia, inapropiado para su desarrollo.
Maíces antecedidos por vicia muestran buenos resultados, donde el agua, la luz y los nutrientes que son tomados por el cultivo de servicio (CS) ya no están disponibles para la maleza.
Pero además, reemplazar los barbechos por CS ayuda a concentrar y retrasar los picos de emergencia de colorado y lograr un mejor posicionamiento de pre-emergentes.
     3. Conocer la biología de la maleza
El ciclo de crecimiento de yuyo colorado es primavera estival. Para el sur de Santa Fe, la curva de germinación arranca a mediados de octubre. “Si bien esto depende mucho del año es clave tenerlo en cuenta para saber cuándo conviene empezar a monitorear”, dice el experto. Las germinaciones tienen varios picos – con un máximo a mediados de noviembre – y se extienden hasta fin de febrero (Fig.1).
Fig. 1: Curva de germinación de yuyo colorado (Amaranthus quitensis) para el sur de Santa Fe.

También es importante conocer cómo varía la susceptibilidad de la maleza a herbicidas. “En yuyo colorado, cuanta más altura de planta más puntos de crecimiento y, por tanto, menos susceptibilidad y más difícil el control. Así, la aplicación cuando la maleza está chica es esencial”, agrega.
Cabe recordar que, a la hora de elegir – o descartar – productos, yuyo colorado tiene resistencias probadas tanto a glifosato y las ALS, al menos por ahora.
     4. Manejo cultural
La curva de germinación de yuyo colorado coincide con todo el ciclo de crecimiento de los cultivos de verano. Por tanto, para lograr un máximo control conviene aplicar estrategias diversas y simultáneas bajo la premisa de ‘mínimos detalles hacen grandes diferencias’.
Así, a las herramientas químicas se suman las culturales, una de ellas, la fecha de siembra (FS). “Sabiendo que el pico máximo de emergencia ocurre a mediados de noviembre, correr la FS de soja alarga la ventana de oportunidad para aplicar quemantes y pre-emergentes, teniendo en cuenta que las opciones químicas se reducen drásticamente con el cultivo ya implantado”, detalla Guazzaroni.
Reducir el distanciamiento entre hileras achica el periodo de competencia. “Una siembra a 52 cm en fechas normales cierra surco a los 50-55 días, mientras que a 35 cm e cierre se produce a 40-45 días”, afirma. En paralelo, conviene optar por variedades con muchas ramificaciones y crecimiento acelerado en la primera parte del ciclo.
La yapa
Guazzaroni habla del monitoreo como aliado clave para manejar colorado, poniendo el foco en cabeceras y manchones, y sin limitarse a los lotes propios. “El problema viene muchas veces de campos vecinos, por lo que conviene tenerlos en radar”, asegura.
Por último, remarca que “creer que el problema está resuelto con la aplicación herbicida es un error: el monitoreo post-control es muy importante para detectar fallas”.

Fuente: InfoCampo

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