Desde compras de farmacia, regalos y una piedra aromática, hasta decenas de pasajes de avión y vuelos charters, almuerzos en Sushiclub y noches de hotel para su familia. Romina Picolotti fue condenada hoy por haber dispuesto de dinero del Estado para solventar gastos privados. Según el fiscal, el fraude fue por un monto que, actualizado, asciende a 6.941.170 pesos.Las pruebas que llevaron a Picolotti a juicio incluyeron 60 cajas con comprobantes de pago; muchos por gastos de muy poca monta. Entre ellos, tickets de compra por analgésicos, apósitos, barras de cereal, pilas, la piedra aromática, galletitas, sopas instantáneas, alfajores, caramelos, mermelada, verduras, sahumerios, una chalina, un velón de noche y esencia, un whisky, ramos de flores y un reloj despertador, todos pagados con fondos públicos.Entre las pruebas reunidas en su contra también hay un ticket de compra de productos “Rabolini” en una perfumería. El recibo tiene la leyenda manuscrita “Regalo Flor y Sofi cumpleaños”. El fiscal federal Diego Luciani exhibió además contra Picolotti otro comprobante de un consumo en un local de comidas que en su parte superior reza: “Muchas Gracias!!!”.Los gastos más onerosos, en cambio, fueron por vuelos, tanto en aviones de línea como privados. Según el alegato del fiscal, en vuelos comerciales desembolsó 3,9 millones de pesos, a valores actualizados, y el privados registró viajes por 2,1 millones de pesos.También cuando se trasladaba en auto, Picolotti hacía que el Estado le cubriera los gastos. El fiscal relató en su alegato, como ejemplo, un viaje de fin de semana a Córdoba. La exfuncionaria pasó como gastos de gestión la nafta, los almuerzos y cenas para ella y sus acompañantes, consumos en estaciones de servicio durante el camino y hasta el lavado de su auto, el lunes siguiente. Todo para un viaje que, advirtió el fiscal, “no tuvo ningún motivo laboral”.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: