Es un gran momento para estar en el sector automotriz. De eso están seguros tres ejecutivos y referentes del rubro que compartieron un panel sobre el futuro de la industria en el evento “Movilidad: los desafíos de una era autónoma y sustentable”, organizado por LA NACION. Sus experiencias son pruebas de que la mente emprendedora ha vuelto a uno de los sectores protagonistas en la revolución tecnológica que se está atravesando.Manuel Mantilla es presidente y CEO de Mercedes Benz Argentina desde mayo de 2019. Tiene más de 20 años de experiencia en el sector. Para él, la industria automotriz del futuro es integrada, con reducción de emisiones y reciclaje. “Hoy, se encara el negocio de manera circular. Desde el momento del desarrollo de un producto, se piensa cómo será reciclado. El 85% de los componentes pueden reutilizarse. Por ejemplo, la batería. Aunque su potencia desciende, se reutiliza en otros procesos productivos”, contó.Manuel Mantilla, presidente y CEO de Mercedes-Benz Argentina, definió el futuro de la movilidad como “integrado”. (Chiara Malavolta/)Por su parte, Gonzalo Ibarzábal apuesta a la innovación en la industria automotriz. Con 15 años de experiencia en empresas multinacionales, hoy es presidente de Nissan Argentina. En la compañía, todos los procesos pensados para los próximos años se aceleraron durante la pandemia, tanto en las oficinas, como en la producción y su relación con los clientes.Andrés Leonard, CEO de Scania Argentina, lleva más de 20 años de experiencia en el sector y apunta a un futuro limpio. “El 14% de las emisiones vienen del transporte. Estamos trabajando en el desarrollo de productos electrificados y que funcionen con combustibles alternativos y renovables. También ponemos el foco en cómo se hacen las cosas en fábricas y concesionarios. Hoy, el 100% de las plantas y los 26 concesionarios funcionan con energía renovable”, comentó en el panel.Avianca está a punto de levantar el concurso y quedar en condiciones de volver a volarLos tres líderes de la industria coinciden en tres factores fundamentales para el futuro del transporte: la electrificación, la reducción de emisiones y la integración con el medio ambiente, así como también en la apuesta al desarrollo de vehículos autónomos.“Lo que estamos viendo es que el foco del desarrollo de productos es escalonado hacia tecnología 100% limpia. No solo el camión o el bus, sino también en la producción de energía y del vehículo. Por ejemplo, tenemos la posibilidad de generar biogas que, si funcionase al 100%, generaría cero emisiones. En esa transición a la electrificación se van a ir atendiendo realidades con distintos combustibles”, explicó Leonard.Andrés Leonard, CEO de Scania Argentina, comentó que la compañía apunta a reducir las emisiones de carbono. (Chiara Malavolta/)La industria automotriz está avanzando en tecnologías innovadoras a pasos agigantados. Para algunos resultan casi futuristas. Mantilla comentó durante el panel que Mercedes-Benz presentó en Alemania un nuevo concepto de control del automóvil a través de la mente. Con sensores neuronales, el conductor podría cambiar la radio o prender el aire acondicionado.Sin embargo, los panelistas coincidieron en la necesidad de contar con cierta previsibilidad en el negocio, para poder realizar las inversiones necesarias para llevar adelante procesos de modernización y descubrimiento. Nissan invirtió US$700 millones de dólares en las plantas argentinas con la vista puestas en el mercado de pickups en la región. “Antes el segmento era el 8% o 10% de las ventas. Ahora es el 20%. Decidimos invertir en una visión de largo plazo, a 5 o 10 años. Necesitamos previsibilidad y estamos enfocados en la exportación, principalmente a Brasil, con la Frontier”, dijo Ibarzábal.Gonzalo Ibarzábal, presidente de Nissan Argentina (Chiara Malavolta/)La venta al exterior es de alta relevancia para las compañías instaladas en la Argentina. Mercedes-Benz exporta desde González Catán, en La Matanza, a Brasil y Estados Unidos. Desde su planta de Tucumán, que cumple 45 años en 2021, también vende al país vecino y a Europa, un mercado aspiracional.“La presencia de Mercedes-Benz está consolidada y nos permite proyectar. El país juega un rol fundamental, como equipo local debemos prepararnos y apuntar a la transformación acompañando a la casa matriz. El futuro es claro: vehículos eléctricos. El país los recibirá cuando la infraestructura este en condiciones para tenerlos. Estarán listos en 2023. Para 2025, todas las líneas de producto serán eléctricas”, adelantó Mantilla.La Justicia le ordenó a la Anses no demorar más las nuevas jubilaciones“Scania apunta a productos descarbonizados, con emisión cero y transporte de carga y pasajeros con soluciones sin [insumos] fósiles. En 2030 deberían ser la mitad eléctricos y, para 2050, no habrán productos sin algún combustible renovable. Hoy ya hay 500.000 productos conectados a la red. También nos ayudan las revisiones programadas y preventivas para aumentar la vida del vehículo. El futuro es sustentable, limpio e inteligente”, cerró Leonard.El futuro del transporte de cargaLa movilidad es una actividad que recorre el país de punta a punta, y ahí es donde el transporte de carga da un paso al frente como actor protagónico. Iveco es una empresa que desde hace 50 años produce vehículos pesados en su planta ubicada en la provincia de Córdoba y es la única marca que produce vehículos pesados a partir de las 16 toneladas en en el país.La empresa pone foco en la movilidad sustentable asociada al transporte de cargas y pasajeros, mercados con ciertas particularidades respecto del mercado de vehículos para uso personal. En este sentido, trabaja en el proceso de electrificación pero al mismo tiempo busca la forma de lograr un menor impacto en el medio ambiente mientras apuesta a la innovación. En este sentido, la empresa está desarrollando tecnologías que ya están disponibles y se basan en el uso del gas, un combustible alternativo que tiene un menor impacto en el medioambiente (reduce emisión de gases particulados y ruido) pero que, además, tienen una reducción en gastos de combustible y mantenimiento.Uno de sus diferenciales es el compromiso que la empresa mantiene con el uso de combustibles alternativos para el transporte de carga. “El gas natural en la Argentina puede incorporarse inmediatamente con los vehículos accesibles equipados de fábricas, tecnologías renovables, con una cadena de estaciones de combustible muy desarrolladas con tecnología superadora, que en un periodo indeterminado de tiempo podría contar con la electricidad como fuente de energía”, detalló Márcio Querichelli, presidente de Iveco en América del Sur.Carla Quiroga, periodista de LA NACION y Márcio Querichelli, presidente de Iveco en América del Sur. (Chiara Malavolta/)Si bien reconoce que un vehículo eléctrico genera menos emisiones que un vehículo GNC, señala que también es necesario contemplar todo el ciclo de generación de energía, su extracción y toda la cadena. “Las energías eléctricas no están tan maduras entonces en el mientras tanto nuestra estrategia prioriza la disponibilidad de las tecnologías”, aseveró.La innovación en la empresa gira alrededor de los motores. Destacó que no usan motores diesel pero son fundamentalmente diseñados específicamente para trabajar con gas natural. “Siguen siendo los mismos camiones que los transportistas ya conocen, lo que simplifica el proceso de adopción”, rescató, y añadió: “Estamos trabajando para que el cliente no sienta ningún impacto desde el punto de vista de generación de potencia pero que tenga muchos beneficios desde lo ambiental y para que la operación que sea rentable”.Las claves de la sustentabildad y la carrera por conquistar el espacioPor otro lado, el directivo compartió que la empresa se encuentra desarrollando un sistema de combustible que genera energía a medida que se usa y que no necesita reservorios, lo que significa una gran evolución tecnológica en la industria.Comparando los gases naturales, el comprimido y el licuado, Querichelli distinguió que el primero es más utilizado en vehículos con autonomía de hasta 600km, un nivel de mediano, mientras que los otros pueden llegar hasta 1300 km sin necesitar un reabastecimiento. “Esto tiene que ver con la tecnología instalada, por ejemplo, el GNL ocupa un espacio menor dentro del tanque y por eso la relación de peso potencia ayuda mucho”, explicó. Sin embargo, el GNL ( gas licuado) pierde en el territorio argentino en términos de cantidad de puestos abastecimientos instalados, ya que este tiene dos mientras que el GNC ( gas comprimido) tienen opciones como para una flota normal.

Fuente: La Nación

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