PEKÍN.– La nueva alianza estratégica de defensa entre Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia (Aukus), un movimiento que puede cambiar el transcurso de la intensa partida de ajedrez geoestratégico entre Washington y Pekín en Asia, ha desatado la furia de China. Apenas se habían apagado las voces de los líderes del nuevo Aukus tras anunciar el pacto cuando el gobierno de Xi Jinping ya ponía el grito en el cielo. El acuerdo, advertía, puede precipitar “una carrera de armamento”. Pero la vasta región que aglomera al Índico y el Pacífico se rearma desde hace tiempo.Solo esta semana, en los días inmediatamente previos al anuncio trilateral, en las aguas asiáticas Corea del Norte disparó dos misiles balísticos y uno de crucero, de larga distancia. Corea del Sur probó con éxito el lanzamiento de un misil desde uno de sus submarinos de fabricación propia, en lo que supone un hito de su capacidad militar. El gobierno en Taiwán propuso una partida presupuestaria extra por valor de miles de millones de dólares para el desarrollo y la adquisición de nuevo armamento, incluidos misiles de crucero y buques de guerra. Algunos de los misiles más punteros del mundo se están desarrollando en esta región.Celac: las frases de Luis Lacalle Pou en sus enfrentamientos con Nicolás Maduro y Miguel Díaz-CanelEl año pasado Asia y Oceanía invirtieron 528.000 millones de dólares en la dotación para sus ejércitos, según los datos recopilados por el Stockholm International Place Research Institute (Sipri). Una suma que representaba un aumento del 2,5% con respecto al año anterior, y por debajo de los 801.000 millones de dólares gastados en América del Norte, pero cerca de un 40% más del total de las partidas de Europa.En gran medida, este crecimiento, en línea con un aumento constante a lo largo de las últimas dos décadas, viene arrastrado por la vasta inversión china en la modernización de sus Fuerzas Armadas. El gasto militar de Pekín en 2020, según el Sipri, rondó los 258.000 millones de dólares. Un aumento relativamente modesto con respecto al año previo, del 1,9%, pero que representa un incremento del 76% en una década.En esta imagen, distribuida por la Marina de Estados Unidos, el submarino de ataque rápido USS Oklahoma City (SSN 723) regresa a una base en Guam, el 19 de agosto de 2021. (Especialista de Comunicación de Masas soldado de 3ra clase Naomi Johnson/Marina de EEUU vía AP)“El gasto de China creció durante 26 años consecutivos, la cadena más larga sin interrupciones [de incremento del gasto militar] de cualquier país en nuestra base de datos”, indica el instituto sueco en su informe anual. En comparación, aunque la inversión de Estados Unidos, el país con mayor presupuesto para sus Fuerzas Armadas, alcanzó los 778.000 millones de dólares, un alza del 4,4%, esa partida se recortó en un 10% desde 2011.El Ejército Popular de Liberación chino cuenta con el mayor número de tropas –unos dos millones de soldados– y la mayor flota del mundo, con cerca de 360 buques, y aspira a convertirse en una fuerza de combate totalmente modernizada para 2027, el centenario de su fundación. Fabrica dos nuevos portaaviones, que doblarán el número de estas naves de las que dispone, desarrolla cohetes de largo alcance y compite con Estados Unidos en el terreno de las armas del futuro, desde la tecnología cuántica hasta misiles hipersónicos.La nueva alianza proveerá de submarinos de propulsión nuclear a la flota australiana. (MINISTERIO DE DEFENSA DE R. UNIDO./)Junto a una mayor disponibilidad de efectivo gracias al crecimiento económico de Asia a lo largo de este siglo, y razones ideológicas en ciertos casos –el premier japonés, Shinzo Abe, hizo del fortalecimiento de las fuerzas japonesas una de sus prioridades hasta su renuncia por motivos de salud hace un año– el creciente poderío militar de Pekín espoleó a otros países en la región a reforzar sus equipos militares.Al presentar su propuesta de presupuesto extraordinario de unos 9000 millones de dólares para los próximos cinco años –que se sumarán a los 474.000 millones ya previstos en el presupuesto para 2022–, el Ministerio de Defensa en Taipei advirtió de la “grave amenaza” que encara desde China. Pekín considera a la isla parte inalienable de su territorio y nunca renunció a la fuerza como vía para la unificación.El País, SL

Fuente: La Nación

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