“Se dice que no hay plan”, dijo Martín Guzmán hablándole a un auditorio presencial y a otro en Instagram Live. “¿A qué se ha llamado plan?”, interrogó a los presentes. “Al plan de Convertibilidad, al Austral, al Primavera. No son planes económicos, sino de estabilización cambiaria. Es muy diferente a un plan económico. Acá hay un plan, una estrategia económica”, afirmó tras las críticas de la oposición, algunos economistas privados, y el reclamo del Tesoro de los Estados Unidos y el FMI.En el comentario político, como él definió al cierre del evento en el Instituto Balseiro, llegó el turno de hacer un guiño a todos los líderes del Frente de Todos, con los que Guzmán -salvo por el presidente Alberto Fernández- generó tiranteces. “Esta estrategia económica tiene como base política el Frente de Todos, a Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa, Máximo Kirchner y Axel Kicillof”, enumeró.Semanas atrás, Guzmán protagonizó una crisis dentro del Frente de Todos al intentar echar, sin suerte, a Federico Basualdo, hombre que trabaja para él, pero que responde a La Cámpora. Cristina Kirchner sostuvo al secretario de Energía Eléctrica, hasta hoy y Kicillof incluso lo defendió públicamente.Luego volvió a cuestionar los powerpoints con metas rígidas. “Un plan es definir un rumbo, objetivos, principios y administración de la economía”, dijo, aunque reconoció que existen en el medio “contingencias” a las que “adaptarse”. Al final afirmó: “Hay gente que no le gusta el plan y dice que no hay plan”.Más allá de las cuestiones políticas, el ministro aseguró que la inflación está bajando -auguró que junio estará en sintonía con el IPC de mayo-, afirmó que la economía se recupera, que la inversión y el empleo se expanden. No obstante, reconoció que estas situaciones se dan de manera muy heterogénea.Sobre los precios, el ministro señaló: “La tasa de inflación comenzó a bajar”. Dio luego las explicaciones de por qué su presupuesto quedó desactualizado en la materia (estimaba un 29%). “Hay un tema con respecto a lo que proyectábamos cuando enviamos el presupuesto. La inflación de alimentos le pegó a todo el mundo. Y hubo también hubo un crecimiento del precio de las commodities. Es un fenómeno internacional. Era muy difícil de ver el 15 de septiembre (cuando se presentó el presupuesto)”, dijo.“La pandemia cambió patrones de demanda en el mundo. Eso tuvo un impacto en los precios en la Argentina. Ahora vemos una tendencia mes a mes decreciente. Junio va a ser más o menos como la de mayo, y esperamos que julio siga en el sendero de reducción”, dijo el ministro de Economía, que aceptó “la discrepancia” en el primer cuatrimestre con relación a sus proyecciones.Antes, el economista había afirmado que “bajar la inflación es una prioridad” de su gestión en el Palacio de Hacienda para generar un ambiente mas adecuado para “el funcionamiento de la economía.El “plan” del Frente de Todos“Tranquilizar la economía”, comenzó Guzmán con su habitual consigna la presentación era seguida por cientos de militantes en Instagram. El ministro remarcó que uno de los problemas de la Argentina es “definir un rumbo” que logre generar previsibilidad para que las decisiones de las empresas y los individuos no sean de corto plazo. “Hay que definir un rumbo en el que haya condiciones de estabilidad”, dijo.Luego dio algunas pistas de su visión y de los principios de su gestión. Habló entonces de inclusión, dinamismo productivo, estabilidad macroeconómica, federalismo y de soberanía.Después comenzó a da pistas sobre la estrategia para estabilizar la macroeconomía. El ministro dijo que es fundamental que las exportaciones crezcan. Explicó que cuando la economía crece, requiere más importaciones y, por ende, más dólares. Esto impacta en el tipo de cambio, en la inflación y en la actividad. Ese ajuste frena las importaciones “por la peor de las vías”. Es el “problema de la restricción externa”, dijo.Para hablar de oportunidades de exportación remarcó las bondades del “Plan Gas” y prometió presentar “pronto” la ley de hidrocarburos. Las importaciones de gas vienen creciendo fuertemente. No mencionó el cierre de exportaciones de la carne, producto insignia argentino en el mundo. Remarcó además el rol clave del Estado para “el desarrollo económico” y las “reglas de juego que generen mayor previsibilidad”, pese a las crisis que vive hoy el Gobierno con el campo, las telecomunicaciones y la salud, entre otros.Guzmán subrayó el rol expansivo que debe tener el Estado, sobre todo en pandemia, pese a que señaló la necesidad de reducir el déficit fiscal. “Si hay déficit te endeudás o emitís más. La deuda genera problemas, sobre todo en moneda extranjera. Parte de la emisión se va al dólar, presiona sobre el el tipo de cambio, sobre la inflación y debilita la moneda”, explicó el economista.Dijo que la reducción del déficit no debe venir por el lado del gasto, como con Juntos por el Cambio, sino de los ingresos (pese a que el gasto Covid de este año con relación a 2020 es mucho más bajo). Afirmó que parte de la recaudación tributaria se viene recuperando por el “crecimiento” de la economía y “por las medidas progresivas tomadas en lo tributario alineadas a los objetivos de desarrollo”. El ministro evitó mencionar a la inflación en la baja del déficit. Por otro lado, nada dijo de la baja de Ganancias de cuarta categoría y el mantenimiento de otros impuestos que afectan a los que menos tienen, como el IVA.Con esos ingresos y un Estado más grande, dijo el ministro, las políticas públicas juegan un rol expansivo y multiplicador de la economía; también del sector privado. “El Estado tiene que ir construyendo mayor capacidad para implementar las políticas públicas que consideramos sanas para el desarrollo. Por lo tanto, hay una cuestión que hay que ir atacando, que es la de robustecer la sostenibilidad fiscal”, concluyó Guzmán.

Fuente: La Nación

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