El papa Francisco le renovó la confianza al obispo de San Isidro y presidente del Episcopado, Oscar Vicente Ojea, al disponer en forma excepcional que permanezca al frente de la diócesis, pese a que el 15 de octubre próximo debía presentar su renuncia por llegar a los 75 años.La decisión de Francisco extiende el mandato de Ojea en la diócesis con la fórmula donec aliter provideatur, que significa “hasta que se pueda proporcionar otro”, según la traducción del latín. La medida fue comunicada a Ojea por el nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk.“Ojalá que Dios nos ayude y nos dé una manito porque esta vuelta nos hace falta”, el pedido de Juan Manzur en un acto oficialAl margen del ministerio pastoral en la diócesis de San Isidro, al que accedió en 2009, monseñor Ojea ejerce desde fines de 2017 la presidencia del Episcopado, que se decide por el voto de los obispos.La asamblea episcopal se reunirá del 8 al 12 de noviembre para renovar sus cargos y Ojea está en condiciones de ser reelegido. La votación de los obispos se hará en la semana previa a las elecciones nacionales del 14 de noviembre.El fin de semana pasado, en un mensaje transmitido por Youtube, el obispo Ojea alertó sobre el clima de tensión que envuelve a la campaña electoral en el país y criticó el “pensamiento sectario”.Firme defensor del diálogo, la convivencia y el respeto de los valores institucionales, reflexivo y considerado un hombre de pensamiento, Ojea es una de las voces del Episcopado más consustanciadas con la lucha contra la pobreza y el hambre.“En la audiencia del 18 de septiembre del corriente, el Santo Padre ha extendido con la fórmula donec aliter provideatur su permanencia al gobierno de la diócesis de San Isidro. Querrá Vuestra Excelencia informar a su Iglesia diocesana”, le informó el nuncio al obispo, quien mantiene una estrecha relación de afecto con el pontífice argentino.Se conocen pocos antecedentes en los que el Papa extiende expresamente el mandato de un obispo, si bien existen casos en los que se prolongan de hecho hasta el nombramiento del sucesor. Entre esas excepciones, en febrero pasado, Francisco renovó por dos años el mandato del monseñor Joaquín Sucunza, uno de los obispos auxiliares de Buenos Aires, que colabora con el cardenal Mario Poli. En el caso de Ojea, el pontífice no fijó un plazo.Nacido el 15 de octubre de 1946 en Buenos Aires, Ojea sucedió en la diócesis de San Isidro al obispo Jorge Casaretto. En 2006 había sido designado por Benedicto XVI obispo auxiliar de Buenos Aires, donde acompañó al cardenal Jorge Bergoglio. En 2009 fue nombrado obispo coadjutor (con derecho a sucesión) de San Isidro, sede que asumió plenamente como obispo titular en diciembre de 2011.

Fuente: La Nación

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