Una mujer mexicana de 85 años fue a vacunarse contra el coronavirus y aprovechó la oportunidad para pedir ayuda a través de una carta que entregó al personal que le aplicó la inyección.Atrapada: descubren el fraude de una influencer que fingía volar en primera clase“Ayúdenme por favor que estoy secuestrada por mi hija y su esposo. Tengo un año aquí encerrada y no me dejan salir ni a la puerta de la casa”, escribió la anciana en una nota que le entregó al empleado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de México que supervisaba el operativo en una escuela de Iztapalapa, una de las 16 demarcaciones territoriales de la Ciudad de México.El incidente ocurrió en abril pero la historia de la desesperada carta se viralizó en las últimas horas. “Les pido que me saquen de aquí por favor. Mi nombre es Carolampia Díaz y los de ellos son Laura y Ramón”, manifestó la mujer en la nota que se difundió en las redes sociales de forma masiva.Una mujer mexicana de 85 años escribió una desesperada carta que se viralizó en las redes sociales (Reuters /)En aquel momento, las autoridades detuvieron en el lugar a la hija de Carolampia, de 39 años, y a su yerno, un hombre de 59, quienes fueron indagados para averiguar si habían incurrido en un delito.La anciana fue trasladada a un centro asistencial para constatar su estado de salud física y emocional. Según su relato, la pareja la había mantenido encerrada en su domicilio “en unas condiciones deplorables”, además de sufrir “constantes humillaciones”.El escalofriante hallazgo de un usuario de Google Earth en un pueblo fantasmaSin embargo, unos días más tarde Carolampia cambió su versión de los hechos. Y en su declaración ante el fiscal, aseguró que no era víctima de violencia doméstica sino que había ido a vivir con su hija tras sufrir una caída.A pesar de sus dichos iniciales, sostuvo que no había sufrido ningún tipo de maltrato y que escribió la carta porque que no la dejaban “salir a la calle”. Indicó que la trataban bien porque recibía su medicación y le hacían compañía. No obstante, tras sus acusaciones no volvió a la casa de Laura, sino que quedó al cuidado de otra de sus hijas, según informó el medio Milenio.

Fuente: La Nación

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