Además de su amor por el disco en vivo The Rolling Stones Rock and Roll Circus, de 1969, y su fanatismo por el circo alimentado por su abuelo que lo llevaba cada vez que podía, Federico Budasoff creó la marca Lion Rolling Circus con la convicción de aportar al mercado del consumo recreativo del cannabis desde su lugar. “Para 2010, después de casi dos años de ida y vuelta con el dibujante Parra, finalmente salió Lion Rolling Circus, este circo freak que armamos con cuatro personajes, que era un solo producto: el papel marrón que lo empaquetaba yo en el fondo de mi casa”, cuenta Federico. “Después aparecieron las Silver y el papel de celulosa, y en un momento empecé a ir a las ferias cannábicas y la verdad es que ahí la marca se fue a la mierda. Hoy estamos en más de 30 países, en Estados Unidos, en Europa, en Brasil… Donde estamos ahora lo pensé cuando arrancó todo, pero de ahí a que pasara era algo poco creíble”.“Los personajes están hechos a base de LSD, porro y noches sin dormir”, dice sobre la Lion Family, esta banda que lidera el tenebroso y payaso Edgar Allan, quien mientras estudiaba para ser cura conoció a los Rolling Stones y Jimi Hendrix, abandonó los hábitos y en un show bajo la lluvia recibió una descarga eléctrica que le desfiguró el rostro. También están la mujer barbuda Sexy Sadie, una ex reina de belleza que dejó de afeitarse como manifiesto contra el sexismo, los marineros siameses Silverfuck y Jellybelly, y Ruby, hijo de una india de la etnia yaqui de la que heredó sus dotes de brujo, entre otros. “Mi proyecto anterior, LION, empezó copiando a OCB y después me di cuenta de que teníamos la cabeza, la creatividad y la sensibilidad estética para hacer algo original”, dice sobre el origen de la Lion Family que, junto a un producto de alta calidad, puso a la marca a competirles mercado a titanes como Smoking, Rizla, Gizeh y Raw, creó una comunidad de fanáticos que se los tatúan y generó más oportunidades de negocios. “Hay un store en Trancoso, Brasil, y hay varias franquicias más listas para abrir en otros países de Latinoamérica. Y son locales que venden remeras y accesorios, no papeles”, cuenta Federico.El paso a paso de Lion Rolling Circus hasta este presente de reconocimiento internacional puede conocerse en The Lion Book, un libro que lanzaron este año y que cuenta cómo fueron los más de 11 años de trabajo que llevan y las anécdotas que recolectaron en todas las ferias a las que viajaron para presentar sus productos. “Ahora no se puede viajar, pero pensá que nosotros hicimos más de 20 ferias por año”, dice Federico. “Fuimos la primera marca argentina en tener un stand en la Spannabis [una de las ferias más importantes del mundo que se realiza cada marzo en España]”.Al Harrington, el ex NBA que quiere cambiar la industria cannábicaAunque el negocio haya crecido hacia otros lugares como el merchandising, obviamente, los papeles de fumar siguen siendo la prioridad y este 2021 LCR lo comenzó con un lanzamiento de una edición especial: las sedas de Mamá Cultiva, la ONG activista por la regulación del uso medicinal y terapéutico de la marihuana. Hechas con producción nacional, las ganancias que generen esta tirada de 100.000 paquetes serán destinadas a la ONG para que pueda seguir promoviendo los cursos, charlas y talleres que brinda.Fiel al concepto de la marca, también hubo una alianza artística: al cierre de esta edición, ajustaban los detalles para la salida de una línea de Duki, con papeles y bubbleheads, entre otros objetos, inspirados en su álbum debut, Super Sangre Joven.“Es un estrés divertido”, asegura Federico sobre su trabajo. En 20 años pasó de hacer los repartos con una moto y soportar a las dueñas de los kioscos que pensaban que era un narcotraficante por vender papeles de fumar a tener una compañía con varias personas a su cargo. Ahora el cannabis medicinal es legal y desde el Estado cambió la mirada prohibicionista. “Si mirás cinco años para atrás, era impensado lo que tenemos ahora”, dice Federico. “Si mirás para adelante cinco años, no tengo dudas de que la marihuana recreativa va a estar legalizada. Argentina tiene una oportunidad histórica de ponerse a la cabeza de todo esto y ojalá que pase”.

Fuente: La Nación

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