Fue el primer gobernador que se animó a decir que “el ciclo de Cristina Kirchner está terminado”, en 2018. Ya después de las elecciones presidenciales promovió “el albertismo” como una fase superadora del kirchnerismo. El peronista Juan Manzur entró luego en un freezer, cuando se reveló que la vicepresidenta retenía la porción mayoritaria del poder en el Frente de Todos.El malestar de Cristina con quien fue su ministro de Salud entre el 1° de julio de 2009 y el 26 de febrero de 2015 quedó expuesto hace apenas una semana, cuando aludió a él en un discurso en Lomas de Zamora. Recordaba la causa por el plan Qunita, en la que se investiga un supuesto fraude al Estado: “Lanzamos el plan y estaba Nico Kreplak y estaba Manzur todavía. A Manzur nunca lo procesaron por eso, a los demás sí, pero no importa”, dijo.Violentos incidentes antes del acto del Presidente en TucumánEl ruido de esas palabras hizo dudar en algunos ámbitos del oficialismo que el presidente Alberto Fernández mantuviera en pie la idea de viajar a San Miguel de Tucumán a celebrar el aniversario de la Declaración de la Independencia. En 2020 se quedó en Buenos Aires por la pandemia, pero esta vez le había prometido a Manzur hablarle al país desde la Casa Histórica. Finalmente cumplió.El gobernador Juan Manzur, en el acto por el Día de la Independencia, con el presidente Alberto FernándezManzur acompañó a Fernández desde que aterrizó en su ciudad. Llegaron juntos al Museo de la Independencia, firmaron el libro de visitas y rindieron homenaje a los Próceres. A la hora de los discursos, el gobernador cubrió de elogios al Presidente y volvió a mostrarse como un soldado de su causa: “Cuente con nosotros. Ahí vamos a estar, a la par suya, confiamos en usted. Estoy más convencido que nunca: usted va a poner la Argentina de pie y vamos a estar a la par suya”.Fernández le devolvió el gesto, aludió varias veces a él en el discurso. Lo definió como un “amigo” y destacó la gestión oficialista en Tucumán.¿Puede esa movida molestar a Cristina Kirchner? En el Gobierno lo descartan de manera terminante. Resaltan el dato de que en la comitiva oficial estuvo el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, el hombre de mayor confianza de la vicepresidenta en el gabinete nacional. Y recuerdan un dato que se manejó en reserva: Cristina Kirchner recibió en mayo a Manzur en su departamento de Recoleta, en un encuentro pensado para distender una relación dañada desde el triunfo de Mauricio Macri, en 2015, cuando el tucumano empezó su drástico despegue del kirchnerismo. Buscaron un punto de sosiego de cara a la elaboración de las listas legislativas.Manzur aspira a colocar a Pablo Yedlin al frente de la boleta para el Senado; es su hombre en Buenos Aires y actual presidente de la Comisión de Salud de la Cámara baja. El kirchnerismo aspira a colocar en el segundo lugar a un dirigente de La Cámpora.Cristina Kirchner, en el acto en el que se refirió a Manzur (Télam Agencia de noticias/)La causa QunitaA pesar de las gestiones para distender, el mensaje de Cristina en Lomas de Zamora revela que hay cosas que ella no olvida a pesar de que las necesidades electorales la lleven a conciliar.“Lanzamos el plan y estaba Nico Kreplak y estaba Manzur todavía. A Manzur nunca lo procesaron por eso, a los demás sí, pero no importa. Se hizo una denuncia de esos dirigentes que todos conocemos, no vale la pena el nombre, es una matriz y un modelo que se replica con distinto color de pelo, altura, pero siempre es lo mismo. La denuncia por la denuncia misma, sin sentido, y a los efectos de encontrar un lugar en alguna lista que les permita seguir siendo diputado, senador, secretario, ministro”, dijo en aquel discurso.El futuro amenaza el presente del oficialismoManzur, en rigor, había sido procesado. Pero el juez Claudio Bonadio lo sobreseyó. En el expediente se investigó si hubo irregularidades en la licitación para la entrega de kits de cunas, chupete, moisés. Según los denunciantes, el Ministerio de Salud pagó precios que exceden entre un 156% y un 235 % el precio de venta y costo industrial del esos productos.Antes de los dichos de Cristina Kirchner, la fiscal de juicio, Gabriela Baigún, había apoyado que fueran sobreseídos todos los imputados de la causa Qunita tras considerar que a lo largo de la investigación no se logró constatar que los acusados hayan incurrido en los delitos de fraude a la administración pública ni el de abuso de autoridad (en el caso de los exfuncionarios investigados), informaron fuentes judiciales. La fiscal formalizó la presentación ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 1, que ahora deberá resolver la situación procesal de los acusados lo que implicaría definir si la causa se archiva o avanza hacia juicio oral y público.Bonadio en su momento procesó al exjefe de Gabinete Aníbal Fernández, al exministro de Salud de la Nación y actual titular de esa cartera en la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, y a su actual viceministro, Nicolás Kreplak, entre otros.“La nueva prueba colectada en autos en el marco de la instrucción suplementaria y su valoración conjunta con los elementos que se encontraban acumulados al expediente, permiten concluir que, en este caso, ninguna de ambas conductas por las que se promovió la acción penal constituye delito”, sostuvo la fiscal.En su momento, Bonadio había ordenado destruir los elementos de los kits que pudieran resultar peligrosos para la salud de los recién nacidos, decisión que no llegó a concretarse.

Fuente: La Nación

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