El mate es sin lugar a dudas, una de las bebidas más representativas de la Argentina y se encuentra presente en cada instante de nuestra vida cotidiana. Pero antes de llegar a los hogares, cada paquete de yerba mate (Ilex paraguariensis) transita un largo proceso involucrando a miles de personas que participan en su proceso de producción y elaboración.
¿Dónde se produce?
La yerba mate Argentina se produce y cultiva en Misiones y nordeste de Corrientes, con el 87% y el 13% de la producción nacional respectivamente. El país es el principal productor mundial de yerba mate con aproximadamente un 50% de la cuota del mercado global.

Los suelos rojos, con alto contenido de hierros, y el clima subtropical sin estación seca, son ideales para el cultivo de la yerba mate.
En el año 2018, la producción de yerba mate molida y envasada para el mercado interno fue de casi 262 millones de kilos por año, lo que implica cosechar alrededor de 809 millones de kilogramos de  hoja verde.
Para producir 1kg de yerba mate, se necesitan 3 kg de hojas verdes, porque durante el secado, el producto pierde agua y peso.
En base a los datos del último censo, el consumo es en promedio 6,4 kg por habitante por año.
Según una investigación de mercados realizada en toda la Argentina (Voices &Research 2017), la yerba mate está presente en más del 90% de los hogares argentinos.

¿Cómo se produce?
En todo el proceso de producción, desde la cosecha hasta el envasado, la yerba mate solo recibe calor para el secado, tiempo de estacionamiento y molienda. Por lo que se trata de un producto 100% natural.
Vivero

Se desarrollan pequeñas plantas de yerba (plantines) con semillas maduras y se los conservan hasta los 7 centímetros.
Los plantines permanecen en viveros entre 9 y 12 meses y, luego son trasladados a campo.

A campo

Recién a los cuatro años la planta alcanza un desarrollo apto para la poda o cosecha. Abril y septiembre son los meses ideales para cosechar porque las hojas están maduras y la planta está en un receso vegetativo (no hay brotación).
Procesado
En estos procesos se somete unos segundos (sapeco) la hoja verde a fuego directo y al calor para reducir al mínimo el porcentaje de humedad y lograr hojas crujientes . Las hojas son transportadas en cintas para continuar secándolas.

Se realiza una primera molienda gruesa o “canchado” de la hoja ya seca. Luego se coloca la yerba canchada en bolsas y se la estaciona durante 9 meses o más, en depósitos donde se controla la temperatura y humedad.

Durante la molienda cada marca determina su blend: la proporción  de palo, polvo y  hojas que van a definir el sabor, aroma y color de tus mates.

Se envasan en paquetes que mantienen intacta la calidad del producto y se coloca la estampilla del INYM en cada uno de ellos.

Fuente: InfoCampo

Comparte este artículo en: