En los últimos años diversos estudios describieron la utilidad evolutiva que puede tener para las cebras su característico patrón de rayas negras y blancas, a la hora de mantener alejados a los insectos de la sabana. Es por eso, que Tomoki Kojima, junto a su equipo de científicos de la División de Ganadería del Centro de Investigación Agrícola de Aichi de Japón, crearon un “pesticida natural” para proteger al ganado de las picaduras de insectos.
El método, que se publicó en un artículo en Plos One, consiste en pintar rayas blancas en vacas completamente negras. A simple vista, da como resultado un “híbrido” de vaca y cebra. En ese sentido, el equipo de Kojima probó su teoría en 6 vacas negras divididas en tres grupos: con rayas blancas (a), con rayas negras (b) y sin pintar (c).
En ese sentido, las hipótesis de que las líneas ayudan a despistar a los depredadores, tengan alguna función termoreguladora o les sirve para librarse de las dolorosas picaduras de los tábanos cobra cada vez más fuerza. Y los científicos pusieron a prueba la hipótesis para comprobar qué sucedía al pintar a vacas con el característico patrón rayado de las cebras.
Metodología aplicada en los ensayos: luego de pintarlas, las observaron durante tres días con cámaras de alta resolución e hicieron un recuento del número de insectos que se les acercaron y la cantidad de veces que los animales realizaron algún movimiento para repelerlos (mover la pata, las orejas o el rabo).
Para comprobar que la composición química de la pintura no alteraba los resultados, los científicos pintaron solo con rayas negras a las vacas, de manera que visualmente era indistinguible. Después de probar estos dos escenarios, los autores del estudio hicieron también un recuento de lo que sucedía con la piel de la vaca durante su vida normal, sin aplicar ninguna sustancia en su piel. 
 
 
“El cebreado redujo el número de movimientos para repeler a los insectos hasta un 20%”
En base a los resultados se observo que, en las vacas con el patrón de rayas (B&W Treatment) el número de insectos contabilizados alrededor fue menos de la mitad del registrado en las vacas sin pintar (control) y menos que en las vacas con pintura negra (gráfico a).
También se hallaron otros resultados interesantes, y es que el cebreado redujo el número de movimientos para repeler a los insectos hasta un 20% (gráfico b), lo que indica que los insectos se acercaron mucho menos en esa situación.
En la actualidad, los ganaderos utilizan productos repelentes de insectos para evitar las picaduras, una estrategia que, según los autores, es mas costosa que utilizar pinturas no tóxicas.

Cabe destacar que las picaduras no son un asunto menor, ya que atrasan al ganado y producen pérdidas de millones de euros cada año a la industria ganadera.
Para finalizar, los autores aseguran que quieren replicar el ensayo con un mayor número de animales. 

Fuente: InfoCampo

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