La innovación es siempre bien valorada en diferentes ámbitos. Por eso, Corporacion Vitivinicola Argentina junto con la Agencia Nacional de Promoción Científica decidieron ampliar esfuerzos y duplicar los recursos que se invertirán durante este año y 2020 para proyectos de investigación. 
De esta forma, se destinarán 37,5 millones de pesos en proyectos de investigación. Las temáticas se centraron en tres grandes núcleos de trabajo: competitividad, agricultura inteligente y cambio climático. Estos proyectos serán adoptables en los distintos procesos de la producción vitivinícola. 
La convocatoria y selección de proyectos implicó a más de 320 investigadores y 80 becarios de los principales organismos de ciencia y técnica del país, a los que se sumaron 70 investigadores extranjeros de importantes centros de estudio y empresas.
Los proyectos más destacados del programa son: 

“Microencapsulación de los antioxidantes naturales para el desarrollo de alimentos funcionales”, del CONICET – Permitirá la reutilización de elementos empleados en la elaboración de vinos tintos y de esta manera obtener polifenoles para incorporarlos en alimentos con propiedades antioxidantes beneficiosas para la salud.
“Levaduras propias del terroir vitivinícola argentino”, del INTA Mendoza – Estudia el viñedo a fin de hallar, recuperar y conservar estos recursos genéticos identitarios de nuestras regiones vitivinícolas.
“Análisis de la variabilidad genética para los componentes del rendimiento en la variedad Malbec mediante herramientas genómicas”, del INTA Mendoza – Busca incrementar los rendimientos de las uvas, manteniendo los atributos de calidad del Malbec argentino.
“Sistema Vitícola Agrovoltaico: Producción de uva y energía eléctrica a partir de la radiación solar como adaptación al cambio climático” del INTA Mendoza – Propone una alternativa tecnológica sostenible y eficiente para que la vitivinicultura argentina contribuya a la mitigación y adaptación a los efectos de los aumentos de temperatura.
“Planificación de zonas vitícolas mediante la conjunción del pensamiento de ciclo de vida y el ordenamiento territorial”, del CONICET – Contribuirá al conocimiento para la sostenibilidad del sector identificando herramientas de decisión tanto para productores como para gobiernos locales.
“Cambio climático en vid: impacto del incremento de la temperatura y del ácido abscisico sobre las variedades Malbec, Bonarda y Syrah”, de la Universidad de Cuyo. Se podrían obtener uvas de alta calidad enológica en veranos muy cálidos, sin efectos perjudiciales en la fisiología de la vid.

Fuente: InfoCampo

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