Ardía Barranquilla el martes cuando Martín Tocalli, el entrenador de arqueros de la selección, abrazó a Agustín Marchesín. Lo soltó cinco segundos después, y recién entonces el muchacho de 33 años entró a la cancha. Iban 40 minutos del primer tiempo de un partido que la Argentina ganaba 2-0 mientras Emiliano Martínez, llorando, se resignaba ante las indicaciones médicas: debía salir en una camilla, por precaución, tras haber recibido un golpe en la cabeza al caer, desestabilizado por Yerry Mina. Conviene detenerse en ese instante: nunca como hasta entonces, desde que empezó el ciclo de Scaloni tres años atrás, hubo tantos enigmas alrededor del arco argentino.Lejos del lugar de los hechos, Franco Armani seguía el partido por TV. En la burbuja que la AFA montó en su centro de entrenamientos, en Ezeiza, el arquero de River penaba por la anomalía que lo sacó del arco: los continuos positivos que arrojan sus testeos de coronavirus, a pesar de que cursó la enfermedad hace casi un mes. Por esa razón, ante Chile se había producido el debut del propio Martínez. Fue toda una rareza: esa noche, en Santiago del Estero, por primera vez no había estado Armani en un partido oficial desde que Lionel Scaloni dirige a la selección. Encadenó diez juegos consecutivamente, entre la Copa América 2019 y las eliminatorias.El arquero argentino Emiliano Martinez es retirado en camilla después de recibir un codazo durante el partido que disputan Argentina y Colombia por las eliminatorias de la Copa del Mundo Catar 2022. (RAUL ARBOLEDA/)El dato va de la mano con lo que bien podría definirse como contrafáctico: si estuviera apto, el hombre de 34 años seguiría siendo titular. “El puesto no lo perdió, iba a arrancar él”, confían a LA NACION alrededor del entrenador. Su ausencia, de todos, sigue dejando huecos sin completar. ¿Por qué no jugó en Santiago, si la provincia no le iba a impedir el ingreso como parte de una delegación deportiva que iba a viajar en modo ‘burbuja’? ¿Por qué no estuvo en Barranquilla, con un criterio similar? Y más importante aún: si la última prueba de PCR efectuada ayer le da positivo, ¿quedará fuera de la lista de la Copa América? Eso se rumiaba anoche en Ezeiza, mientras se acortan las horas para que venza el plazo de presentación de los 28 elegidos, que expira el viernes.Las copas Libertadores y Conmebol sirven como antecedente: ningún futbolista fue excluido de la competencia más allá de los 10 días de haberse declarado el contagio, aunque las pruebas siguieran dando positivo. El criterio médico de la Conmebol (más laxo respecto al que deben respetar el resto de los ciudadanos) establece que a partir de ese momento el jugador no encarna riesgo de contagiar.El propio Armani se benefició de la medida: el sábado 15 de mayo dio positivo en un testeo y fue excluido de los dos partidos siguientes (ante Boca e Independiente Santa Fe), pero volvió a ocupar el arco el 25 de mayo, contra Fluminense. ¿Y por qué entonces quedaría fuera de la lista de un torneo que organiza y controla la misma Conmebol?Marchesín vive su mejor momento: es titular en Porto, que llegó a cuartos de final de la última Champions League. (agustinmarchesin1/)Pero ayer la Conmebol extendió sus protocolos sanitarios para la competencia y aclaró que un jugador con PCR positivo no podrá viajar. El tema es difuso, más que desde las normativas, desde su posterior implementación. Además, en la AFA tampoco no confían del todo en lo que pueda ocurrir en los viajes a las distintas ciudades brasileñas donde jugará la selección. La experiencia de Esteban Andrada, que fue aislado en Guayaquil cuando fue a jugar con Boca en una situación similar, sirve de antecedente peligroso. Algo similar le ocurrió al plantel de Independiente, en Salvador, estado de Bahía, por la Copa Sudamericana.De quedar desafectado Armani, los arqueros de Scaloni en Brasil serán Martínez, Marchesín y Juan Musso. Entre todos conforman el 40 por ciento de los arqueros que convocó el DT en estos tres años. Fueron diez: además de ellos cuatro, en distintos momentos pasaron Andrada, Gerónimo Rulli, Chiquito Romero, Paulo Gazzaniga, Jeremías Ledesma y Guido Herrera. Solo los dos últimos no tuvieron minutos de juego.El roce en las ligas de EuropaAlgunas coincidencias unen a los tres que estarán en la lista de 28 convocados si Armani no sube al avión: la falta de rodaje en la selección, jugar en Europa y haber protagonizado una gran temporada, la mejor de sus carreras. Martínez (28 años) se probó contra los cracks en la Premier League desde que tomó el arco de Aston Villa, un año atrás: jugó todos los partidos del torneo y aprobó sobradamente. En la selección apenas tiene un partido y medio… Marchesín (33) tuvo noches gloriosas en la Champions League con Porto, como aquella en la que su equipo eliminó a la Juventus de Cristiano Ronaldo en Turín. Su caso es curioso: debutó en la mayor hace diez años, en un amistoso ante Venezuela previo a la Copa América 2011, pero nunca tuvo un momento de protagonismo, a pesar de sucesivas convocatorias con distintos entrenadores.Musso en el centro, Armani y Marchesín a los costados. una escena de la Copa América 2019.Y Musso (28) puso las manos para mejorar una campaña discreta de Udinese: tan bien las colocó que, después de tres años, dejará ese club para ir a uno de más jerarquía. ¿Roma? Tal vez. Su historial con la camiseta argentina es bien corto: jugó 23 minutos contra Marruecos antes de la última Copa América, dos años atrás. A ese torneo, el exarquero de Racing llegó a último momento, por la lesión que marginó Andrada cuando faltaba menos de una semana del debut. La contingencia, llamativamente, podría ponerlo otra vez en el mismo lugar.

Fuente: La Nación

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