MENDOZA.- La provincia cuyana no sale de la conmoción por el doble crimen de los hermanos Kevin Luciano (18) y Franco Jesús Álvarez (28), quienes habían desaparecido a comienzos de mes y fueron hallados sin vida este domingo en una laguna de la comuna de Maipú.En las últimas horas se conocieron más detalles del caso, luego de la necropsia realizada por el Cuerpo Médico Forense: ambos jóvenes fueron golpeados, ejecutados a balazos con un arma calibre 22 y arrojados al desagüe. En tanto, la Justicia local ordenó la detención de cuatros personas que estuvieron con ellos la tarde de la desaparición, luego de ir a cobrar un trabajo de albañilería que realizaron en el departamento de Guaymallén.La fiscal que lidera el caso, Andrea Lazo, extenderá por 24 horas el plazo para determinar la imputación de los sospechosos, a la espera de obtener más información que los involucra en los asesinatos. Tras una serie de allanamientos, los cuatros hombres capturados se encuentran alojados en distintas comisarías a la espera de la decisión judicial, que calificaría el delito cometido como homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Se trata de dos trabajadores de la obra en donde los hermanos Álvarez realizaban tareas y dos vecinos de los dos detenidos. Todos, relacionados a la actividad de la construcción.Mientras, los pesquisas buscan determinar los motivos que llevaron a los detenidos a cometer los homicidios. En principio, sigue firma la hipótesis que tiene que ver con un ajuste de cuentas por deudas, e incluso podría estar vinculada a las drogas.“La imputación de los acusados será en las próximas horas y la pesquisa avanza con la pista de un conflicto por dinero, sobre todo del hermano mayor”, indicaron a LA NACIÓN fuentes del caso, quienes confirmaron que ha sido clave el análisis de teléfonos celulares.La tarde del 7 de junio fue la última vez que vieron con vida a los hermanos Álvarez. Se despidieron de su mamá, Lidia Freites, al tomarse el colectivo en Colombia Bombal, Maipú, para dirigirse a la localidad de Los Corralitos, en Guaymallén, donde cobraron una suma de dinero por una obra de construcción realizada días atrás. De allí, se dirigieron a un quiosco de la zona y alrededor de las 22 se comunicaron por mensaje con su madre, para avisarle que estaban demorados, que no los esperara a cenar.Desde ese momento, y sobre todo al día siguiente, luego de que la mujer radicara la denuncia, el paradero de los jóvenes pasó a ser un misterio. Tras una frenética búsqueda, este domingo fueron hallados los cadáveres en el agua, en estado de descomposición.

Fuente: La Nación

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