Expoagro fue la última gran muestra presencial que tuvo el agro en este 2020. Un evento que ha conseguido a lo largo de los años resolver casi en su totalidad la falta de conectividad que cotidianamente vive el agro en su conjunto.
Con una conexión de wifi más que eficiente, pero con una señal de celular intermitente, uno podía recorrer la expo y compartir las experiencias con clientes, amigos, o hasta en las redes sociales. Pero esa es sólo la foto de una película mucho más extensa.
Lo cierto es hacia fines de marzo, el presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, anunciaba en cadena nacional que se decretaba el Asilamientos Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en todo el territorio nacional, producto de la ya conocida pandemia mundial del coronavirus.
Tras la medida gubernamental, la gran mayoría de los habitantes de la Argentina se quedaron en casa, y los problemas de conectividad comenzaron a hacerse presentes. Señales que se caían, líneas saturadas, el wifi que iba y venía como de paseo, y millones de reuniones virtuales frustradas que no llegaban a buen destino.
Fue en ese momento preciso donde la sociedad urbana pudo evidenciar como viven día a día y en general, los productores agropecuarios de nuestro país.

Sólo para atender a los números oficiales, en el último relevamiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre el Acceso a Internet, más 51% de las conexiones (fijas o móviles) se concentran en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
El dato se vuelve aún más crudo si se observa que en el tercer trimestre del 2020, las conexiones del país cayeron 2,9% de forma interanual para los accesos móviles residenciales y 4,3% para las organizaciones y corporaciones.
Lejos de quedarse callado, el agro viene sosteniendo este reclamo desde hace muchísimo tiempo, y tres encuestas y estudios actuales evidencian la preocupación del sector, que en tiempos de híper conexión, se sienten olvidados.
Una de las encuestas la realizó el Ateneo de Carbap, donde de los casi 1.000 encuestados el 40% afirmó vivir en el campo y tener “serios problemas de conexión”.
Además, el 48% explicó que el establecimiento en el que trabaja no tiene internet, y respecto de la señal telefónica, el 37,7% afirmó que no tenía.
Otro de los trabajos que abordó el tema fue el de comunidad Amplificagro, que consultados en noviembre sobre ¿Qué tan satisfecho está con la conectividad (internet) en la zona donde desarrolla su producción?, el 71% respondió de forma negativa, número que está incluso por encima de otros servicios esenciales como “caminos rurales”, “rutas y puentes” y “red eléctrica”, entre otros.

La última investigación de reciente publicación se titula “Conectividad rural en América Latina y el Caribe – Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”, que fue elaborado por especialistas del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la multinacional Microsoft.
Hacer un puente…
El trabajo del IICA fue presentado hoy por la argentina Sandra Ziegler y el costarricense Joaquín Arias (autores del estudio), en el cual se destaca que en la Argentina el 64% de los hogares rurales tienen acceso a internet. El informe no discrimina conectividad en los establecimientos.

Pero la medición no sólo fue en relación al acceso, sino también a la calidad de la misma.
Por ello, si se observa el grupo de nivel medio de conectividad significativa rural, conformado por Trinidad y Tobago, México, Argentina, Uruguay, República Dominicana, Ecuador y Paraguay, (35% de la población rural de la muestra o el equivalente a 40 millones de personas), el índice varía entre 35,6 y 29,5, lo que significa que entre 64 y 71% de la población rural de este grupo de países no accede a servicios de conectividad con los estándares mínimos de calidad.
Descargate el estudio completo del IICA haciendo click AQUÍ.

Fuente: InfoCampo

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