“Dicen que en realidad las vacas que se iban para afuera eran todas vacas viejas, entonces en el campo tenemos un geriátrico en lugar de producción vacuna”.En las entidades de la Mesa de Enlace, cuyos dirigentes tuvieron su primera reunión hoy con el nuevo ministro de Agricultura, Julián Domínguez, esas palabras que la vicepresidenta Cristina Kirchner pronunció en el cierre de campaña del Frente de Todos, previo a las PASO, todavía retumban. Con menor intensidad, pero siguen haciendo ruido. Sucede que no pocos creen que el kirchnerismo duro estuvo detrás del freno de una mayor liberación del cepo para la carne de la vaca que cumplió su ciclo productivo y es la que, antes de la restricción, China se llevaba como mayor comprador del país. Antes que el 31 de agosto pasado el cepo se prorrogara, se esperaba justamente un gesto del Gobierno para esa vaca vieja ahora flexibilizada. Renovación de Gabinete mediante por efecto de las PASO, ese tembladeral que provocaron las elecciones en el Gobierno le abrió un camino otra vez a esta vaca mencionada como parte de un “geriátrico” por la vicepresidenta.Para las organizaciones del sector, lo anunciado por Domínguez, con la flexibilización de la exportación para China, no es todo lo que buscaban. Desde el minuto cero de la puesta en marcha de la restricción, el 20 de mayo pasado con un cierre del 100% de las exportaciones -salvo para las cuotas asignadas al país para Europa y los Estados Unidos- al que luego le siguió un cerrojo del 50%, el campo pidió una reapertura plena.Cepo a la carne: Español dijo que el Gobierno busca “equilibrar” exportaciones con el mercado internoSucede que, luego de la intervención que hubo en la actividad con el anterior gobierno kirchnerista, cuando la gestión de Mauricio Macri removió las trabas para exportar el sector tuvo una explosión. De exportaciones que estaban cuotificadas en menos de 200.000 toneladas en los ultimos años de la presidencia de Cristina Kirchner se pasó a 843.646 toneladas por unos US$3000 millones en el último año de gestión de Juntos por el Cambio. En 2020, en tanto, con el envión con el actual Gobierno se rozaron las 900.000 toneladas por US$2709,9 millones.Carlos Achetoni (Federación Agraria), Nicolás Pino (Sociedad Rural Argentina), Jorge Chemes (Confederaciones Rurales Argentinas) y Elbio Laucirica (Coninagro) al llegar a Agricultura para la reunión con el ministro Julián Domínguez (Rodrigo Néspolo/)La medida resuelta, no obstante si bien no cumple todo lo que buscaba el ruralismo, al menos descomprime la tensión entre el campo y el Gobierno. La Mesa de Enlace, en rigor, había elaborado un plan de acción para protestar. Campañas de concientización, más encuentros con gobernadores y, en última instancia un cese de comercialización, formaban parte del menú.La derrota en las PASO del Gobierno cambió varias otras cuestiones, además de esta flexibilización. El centro de gravedad para seguir el tema de la carne, que estaba en el Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas, se corrió a la cartera de Agricultura. Incluso, tomó protagonismo la Mesa de Enlace por sobre las negociaciones que Kulfas mantenía directamente con la industria frigorífica.También hubo un efecto sobre los gobernadores peronistas en provincias con fuerte impronta productora. Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos, encaró una negociación con sus pares Omar Perotti (Santa Fe) y Sergio Ziliotto (La Pampa) para que se busque una solución. No podían no hacerlo luego de que el peronista crítico Juan Schiaretti, de Córdoba, reclamara que “de inmediato” se levante la restricción.

Fuente: La Nación

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