Luego de que la precandidata a diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, analizara la despenalización y el consumo de la marihuana, la exgobernadora bonaerense se cruzó con el músico L-Gante en el piso de LN+, con quien compartió un debate al respecto.“Aproveché para hablar del tema de la marihuana y en algo coincidimos: el problema es el tráfico”, contó Vidal, en diálogo con un panel de periodistas y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En una entrevista con Eduardo Feinmann, Elián Valenzuela (comúnmente conocido como L-Gante), se refirió a las declaraciones de Vidal. “Yo soy de la villa y voy a Palermo, pero vi pocos de Palermo ir a las villas. Quizás el problema que ella no sabe cómo decir que te podés fumar un porro, pero el problema es el tráfico, entonces confunden y envuelven las cosas. En mi caso no tengo una enfermedad, pero lo uso (a la marihuana) para bajar el estrés”, dijo el trapero.Ayer, Vidal, reflexionó sobre la legalización de la marihuana, y aseveró: “Una cosa es fumarte un porro en Palermo un sábado a la noche, relajado, con amigos, tu pareja o solo, y otra cosa es vivir en la 21-24 de Zabaleta, en la 1-11-14, rodeado de narcos, y que te ofrezcan un porro sin oportunidades, sin ir a la escuela”. Y remató: “Por esos pibes, creo que no estamos listos (para la legalización)”.“La única fuerza política en condiciones de ponerle un freno al kirchnerismo y decirle basta son los 115 diputados que tiene Juntos por el Cambio hoy, que tienen que aumentar”Juntos por el cambio vs. Mayra MendozaTras protagonizar un cruce en las redes con la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, los dirigentes de Juntos por el Cambio continuaron con una respuesta en vivo. “Nunca nos vamos a identificar con tipo de agresiones”, señaló Rodríguez Larreta, y agregó: “No colabora para nada con el país que queremos”.“Durante 30 de los 34 años gobernaron ellos, es raro que busquen el culpable en quien gobernó cuatro…”, lanzó el jefe de Gobierno porteño.Por su parte, Vidal apuntó: “Siempre prefiero no contestar con descalificación, sino con hechos. El Quilmes de mi gobierno y de Martiniano Molina tuvo Metrobus, tuvo SAME por primera vez y tuvieron ambulancias, tuvo centros de salud puestos en valor a nuevo, tuvo calles asfaltadas, tuvo jardines de infantes con inglés”.Y agregó: “Si queremos discutir del pasado, discutamos hechos y sobre cuál es la propuesta de uno a futuro”.

Fuente: La Nación

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HONOLULU (AP) — Una mujer originaria de Illinois presentó una tarjeta de vacunación contra COVID-19 falsa para poder viajar a Hawai, y fue descubierta por un error ortográfico en la palabra Moderna, la cual estaba escrita como “Maderna”, según documentos de la corte.En un intento por evitar el requerimiento de 10 días de cuarentena para los visitantes a Hawai, la mujer de 24 años envió su carné de vacunación al programa de traslado seguro del estado y llegó el 23 de agosto a Honolulu a bordo de un vuelo de Southwest Airlines, según los documentos.“Inspectores del aeropuerto encontraron errores sospechosos… por ejemplo que Moderna estaba mal escrito y que su lugar de residencia era Illinois pero se vacunó en Delaware”, dijo Wilson Lau, agente especial de la división de la fiscalía estatal, en un email dirigido a un funcionario de Delaware que confirmó que no había un registro de vacunación para una mujer con ese nombre y fecha de nacimiento.El correo electrónico es parte de los documentos presentados ante la corte. Fue acusada de dos delitos menores por violar las normativas de emergencia de Hawai para controlar la propagación de COVID-19. La mujer había estado detenida y se le había fijado una fianza de 2.000 dólares hasta que un juez ordenó su liberación durante una audiencia el miércoles. Programó una nueva audiencia en tres semanas.El defensor público estatal James Tabe, cuya oficina representó a la acusada en la audiencia de esta semana, se negó a comentar respecto al caso, destacando que no está claro si contratará a un abogado privado o solicitará a un defensor de oficio.El buzón de mensajes de voz en el número registrado a nombre de la acusada estaba lleno. No respondió de momento a un mensaje de texto de The Associated Press en busca de comentarios.

Fuente: La Nación

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En 1998 el entonces juez federal Norberto Oyarbide protagonizó su primer gran escándalo. Ese año, Luciano Garbellano, un taxi boy convertido en empresario, denunció que el magistrado le daba protección a su prostíbulo Spartacus, a cambio de recibir entre 10.000 y 15.000 dólares por mes.La acusación incluía que Oyarbide también cobraba con servicios de los taxi boys que trabajaban allí, en el que luego se sabría que filmaban a los asistentes al lugar. El escándalo tomó proporciones aún mayores cuando se conoció que había filmaciones de la propia presencia de Oyarbide en el lugar, ubicado sobre la calle Agüero.Inicialmente Oyarbide negó los hechos, pero poco tiempo después debió admitir que había concurrido a Spartacus. Al hacerlo aseguró que lo hizo en “contadas ocasiones”, afirmando que desconocía que en ese lugar se realizaran ofertas sexuales.Oyarbide admitió sus visitas al edificio ubicado sobre la calle Agüero, en el programa “Bajo palabra”, que conducía el periodista Joaquín Morales Solá. Entonces admitió que conocía a Garbellano desde hacía dos años y que lo visitaba en el tercer piso del edificio de Agüero 1916, a sabiendas de que se trataba del domicilio del joven.El programa de Morales Solá fue la antesala de la presentación de Oyarbide ante los integrantes de la Comisión de Juicio Político, en el Congreso, y aunque buscó evadir ciertos datos, frente al periodista se explayó sobre su relación con Garbellano. ”Lo conocí hace dos años, en un acontecimiento social, en el que dialogamos circunstancialmente. Con una personalidad atractiva, graciosa y que me pareció inteligente, este señor me transmitió ciertas inquietudes del espacio teatral”.“Yo iba sin saber de qué se trataba y las pocas veces que fui no advertí que en ese sitio se desarrollara la actividad que dicen. Yo sólo sabía que en el tercer piso vivía Garbellano y que allí recibía a sus amistades”, detallaba el magistrado.Respondió allí también a las acusaciones de llevar un tren de vida que no se condecía con su sueldo judicial, lo que se convertiría en una constante en su carrera. ”Quedé alelado, es una infamia total. Vivo con mi madre en un departamento de tres ambientes. Soy soltero y tengo un dinero ahorrado en mis 25 años en la Justicia. Pero no tengo cuentas bancarias, ni cuadros de 200.000 dólares y ni siquiera auto. Sólo sé conducir bicicletas.”Por último, eludió responder si el caso que lo involucra es producto de una operación política: “aparecen algunos nombres, no sé si es una mera coincidencia. Voy a responder todo eso ante los diputados”, respondió, como una letanía.Por el caso, Oyarbide fue al juicio político, pero en 2001 tuvo su “golpe de suerte”. Para avanzar en su contra se necesitaban dos tercios de los votos de los senadores. Era el fue 11 de septiembre de 2001 y el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York “comprometió” a varios legisladores y Oyarbide permaneció en su cargo. Le siguieron más escándalos, pero la dinámica de la justicia argentina le permitió irse con una renuncia.

Fuente: La Nación

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La pandemia de neumonía viral provocada por un nuevo coronavirus registra en la Argentina un total de 5.190.948 pacientes infectados, 112.005 muertos y 4.878.099 recuperados. Hoy, 1 de septiembre, se reportaron 5328 nuevos casos, 193 fallecidos y 5037 pacientes recuperados. Estas cifras son difundidas diariamente por el Ministerio de Salud.El día 27 de mayo se registró la mayor cantidad de infectados, alcanzando un número de 41080 casos positivos.Las provincias o distritos con mayor número de casos son: Buenos Aires con 2038838 casos, Córdoba con 508624 casos y CABA con 507531 casos. Si se observa la cantidad de infectados cada cien mil habitantes, las tres provincias o distritos con mayor incidencia del virus son: La Pampa con 18.617,69 casos, Tierra del Fuego con 18.554,25 casos y Neuquén con 16.899,15 casos.La tasa de letalidad del virus, es decir, el porcentaje de muertos sobre el total de infectados detectados, alcanza el 2,16 por ciento en nuestro país. Las muertes por coronavirus, al igual que en todo el mundo, se concentran en la población mayor de 60 años. La edad promedio de los fallecidos es de 70, con una prevalencia de los hombres del 56,73 por ciento.Hasta la fecha se registra un total de 5.564.298 tests realizados de los cuales 373.350 dieron negativo y 5.190.948 positivo. Esto da un 93,29 por ciento de positividad del total de muestras realizadas.Si tomamos la cantidad actual de infectados en nuestro país, tardarían 667,95 días en duplicarse los casos.Cómo sacar Permiso de circulación por la cuarentenaHasta cuándo se extiende la cuarentena

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La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) y la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) acordaron un 49,5% de aumento salarial para todas las categorías incluidas en la resolución 56/2020 (semilleros).Según informaron, la actualización salarial se realizará en tres tramos: un 40% desde septiembre, un 5% en noviembre y 4,5% en diciembre. Asimismo, asumieron el compromiso de revisar el acuerdo en el mes de enero del 2022.Recibieron US$3,3 millones y los usarán para inteligencia artificial en el agroLa formalización del convenio se dio en el marco de una reunión en la que participaron Alfredo Paseyro y Juan Erdmann, directivos de ASA; José Voytenco, secretario General de Uatre y Franco Iazetta, Jorge Herrera, Eduardo Ponce, Pedro Peger, Pedro Vargas, Enrique Gil y Saúl Castro, en representación de Uatre.Para la entidad fue de importancia “haber firmado esta paritaria entendiendo el lugar que ocupan los trabajadores para la industria”. “Fortalecer los puestos de trabajo del sector, garantizar mejores condiciones de trabajo, generar más y mejor empleo, son diferentes desafíos sobre los cuales se trabaja de manera permanente en ASA, que reafirma su compromiso de trabajar por una Argentina que se desarrolle en innovación, trabajo y sustentabilidad”, señalaron.

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El expresidente Mauricio Macri participa esta noche de una entrevista con Alfredo Leuco y negó sus vínculos con el canal de noticias LN+. “¿Es usted el dueño?”, Le preguntó el periodista. Pero, el exmandatario sostuvo: “Nadie vinculado a mí tiene acciones en el canal. Es una de las cosas que hizo el kirchnerismo, que montó una red de medios. Yo creo en la libertad de expresión y trato de tener relaciones con todo el periodismo independiente”, comenzó el exmandatario.Consultado sobre las primeras medidas que tomaría si volviera a ser Presidente, Macri dijo: “Mucho eso lo reflexioné en el libro, porque no solo es estratégico fortalecer la unidad de Juntos por el Cambio y preparar al equipo para volver a conducir a la Argentina. Lo primero sería no subestimar al país, por algo hace dos décadas que no crece ni se desarrolla. Lo segundo sería volver a creer en equipo. Hoy tenemos el Gobierno que carece de dinámica de gestión, es un rejunte de distintas vertientes”.Según consideró el expresidente, Juntos va a ganar esta elección y se va a consolidar en el 2023. “Vamos a recuperar la cultura del trabajo. Tenemos que hacer las reformas iniciales el primer día”. No obstante, sostuvo que el futuro “va a ser diferente al 2015 y peor, porque el daño va a ser tremendo, se va a seguir profundizando porque no hay rumbo, no hay plan y hay una degradación diaria de los hechos y de la palabra”.“Si en algo hago autocrítica es que nosotros quisimos cumplir con todo lo que nos demandaban, abrimos las puertas, y después no tuvimos reciprocidad. El único que lamentablemente quiso cruzarla y que decidió enfrentarse a este kirchnerismo fue Miguel Ángel Pichetto. Es la misma puerta que pueden cruzar todos los peronistas que quieran abrazar una Argentina republicana otra vez”, dijo Macri.Noticia en desarrollo

Fuente: La Nación

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De riguroso jaquette, avanza por la alfombra roja con una diva de los setenta de un brazo y una rubia despampanante del otro. Es la noche de la inauguración del festival de cine de Mar del Plata. La gente lo reconoce y él saluda orgulloso. No es un actor, aunque se mueve frente a los flashes como si lo fuera. Es Norberto Oyarbide. Corre 2009 y él es el juez federal que concentra las causas más sensibles contra el poder. Está a punto de indagar a Mauricio Macri en la causa de las escuchas ilegales de Ciro James y de sobreseer al matrimonio Kirchner por enriquecimiento ilícito. Está en el apogeo de su carrera.Tres años después, en 2012, Roger Federer y Juan Martín Del Potro juegan un partido de exhibición en Tigre. Un laser rojo encuentra al juez en la zona de los asientos VIP y el estadio estalla: “Oyarbide botón, Oyarbide botón, sos un hijo de…”. El resiste estoico unos minutos, pero finalmente se levanta y se va.Para entonces, Oyarbide no estaba dispuesto a cambiar, pero su carrera había entrado en una decadencia irreversible, alimentada por relaciones promiscuas con el poder político y un largo historial de escándalos que mezclaban noches de copas en Esperanto, bailes con la Mona Jiménez, joyas impagables y denuncias de mal desempeño. Oyarbide renunció en 2016, tres meses después de que asumiera como presidente Mauricio Macri, a quien él había procesado por “asociación ilícita”. Para ese entonces, el juez había perdido el apoyo del kirchnerismo y estaba acorralado por las causas que avanzaban en su contra en el Consejo de la Magistratura.Jubilado, tampoco aceptó retirarse de la vida pública. En febrero de este año se convirtió en columnista del programa de radio de Coco Sily en Radio 10. Llegó el primer día vestido de gala, con un bolso Louis Vuitton y una botella de champagne. La aventura no duró mucho. A los tres meses ya no iba a la radio y sus salidas se fueron haciendo cada vez más esporádicas. Su última aparición pública fue el mes pasado, el día de su cumpleaños número 70. Cuentan en su entorno que almorzó con amigos y que habría sido entonces cuando se contagió de coronavirus. El jueves 1° de julio fue internado en el IADT, donde falleció hoy.La renuncia, que el macrismo aceptó de buen grado, le evitó a Oyarbide volver a enfrentar un jury, como lo había hecho en 2001. El 11 de septiembre, mientras en Nueva York acababan de caer las Torres Gemelas, los senadores del PJ reunieron los votos para un empate y lo absolvieron. Se cerró así el juicio político que Oyarbide afrontó ante la Cámara alta, señalado como cliente VIP de Spartacus, un burdel gay, y acusado de haber protegido una red de prostíbulos.Una década más tarde, cuando a los jueces ya no los investigaba el Congreso sino el Consejo de la Magistratura, había vuelto a acumular una pila de denuncias. Durante años las postergó gracias al apoyo del kirchnerismo hasta que, con el cambio de gobierno, creyó que necesitaba un acercamiento con la nueva gestión para subsistir en Comodoro Py. Lo intentó vía Daniel Angelici y activó causas contra el kirchnerismo (procesó, por ejemplo, a Amado Boudou). Esta vez no hubo forma. Macri, que por el fallo que firmó Oyarbide estuvo años procesado, lo definía como “el peor de los jueces”. Tampoco sus colegas estaban dispuestos a defenderlo. “Se lleva la marca”, decían en otros tiempos. Ahora estaba solo.Renunciar fue para él un lujo. El Consejo lo investigaba por haber frenado una veintena de allanamientos luego de una llamada de un funcionario kirchnerista que por entonces tenía despacho en la Casa Rosada, Carlos Liuzzi, segundo del entonces secretario legal y técnico Carlos Zannini. El propio Oyarbide admitió la llamada y la justificó. Además, tenía una causa penal abierta en Comodoro Py por enriquecimiento ilícito, un expediente que sigue abierto, pero en el que nunca fue citado a dar explicaciones sobre su patrimonio.“Jamás tuve ningún tipo de presión. Me voy porque todo en la vida tiene un principio y un final. Me voy porque necesito otras cosas para mi vida”, dijo el juez cuando presentó su renuncia. Dos años después, citado como acusado en la causa de los cuadernos de las coimas, su versión fue otra. Dijo que había recibido “reclamos” de personas cercanas a Néstor y Cristina Kirchner para que él les cerrara su causa; cosa que hizo en tiempo récord. “Uno de los que recuerdo es Javier Fernández y el propio Jaime Stiuso”, dijo. Ese mismo día, en la puerta de los tribunales agregó: “Me apretaron el cogote para sacar las causas de los Kirchner”. El 30 de diciembre de 2018, al filo de la feria judicial, su excolega Marcelo Martínez de Giorgi lo sobreseyó.Desde “pinche”La carrera de Oyarbide en Tribunales había empezado como “pinche”, el último escalafón. En 1993, cuando Carlos Menem era presidente, lo designaron al frente de la fiscalía federal N°1, la única con competencia electoral. Un año y tres meses más tarde, ya era titular del Juzgado Federal N°5, el que ocupó hasta que renunció. Su pliego de juez lo aprobó el Senado con la oposición del radicalismo.Oyarbide relataba con orgullo que su llegada a Buenos Aires no había sido fácil. Que paró en varias pensiones baratas y que su primer trabajo fue barrer pisos en una empresa de electrónica. En 1980 se recibió de abogado en la UBA. Fue el primer abogado de su familia. Su padre tenía una peluquería de hombres en San José, Entre Ríos, y su madre trabajaba en una empresa telefónica. Con ella él tuvo siempre una relación de devoción. Cuentan en los tribunales que durante mucho tiempo paso noches en vela para cuidarla y dormía la siesta en un spa del centro, adonde los secretarios le llevaban los fallos para que él los firmara.Por años, todos sus movimientos fueron acompañados por un séquito de custodios de Gendarmería; de día y de noche. La estrecha relación de Oyarbide con las fuerzas de seguridad le fue siempre de gran ayuda. Dio clases durante más de diez años en la Escuela Superior de la Policía Federal y, en 1990, esa fuerza le otorgó un “diploma de honor al mérito”.Su despacho de Comodoro Py, que hoy ocupa la jueza María Eugenia Capuchetti, experimentó un cambio rotundo. Hoy es moderno, blanco y despojado; en tiempos de Oyarbide tenía cortinas pesadas y un estilo barroco. Sobre su escritorio había una foto con su madre, una Biblia con tapa de nácar y una imagen de la Virgen. En 2008, mientras era juez, empleados de distintos juzgados se reunían a rezar el rosario en su despacho. Su fervor religioso se mantuvo hasta el final. “Todos los días rezo un rosario de rodillas frente a las estampitas que tengo”, contó este año en una de sus apariciones como columnista radial. Fue el mismo día que dijo que Comodoro Py era “el tren fantasma”.

Fuente: La Nación

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Norberto Oyarbide dejó de ser juez en abril de 2016, cuando le presentó su renuncia al ministro de Justicia en aquel entonces, Germán Garavano . “Jamás tuve ningún tipo de presión, me voy porque todo en la vida tiene un principio y un final”, sostuvo Oyarbide ese día. “Me voy porque necesito otras cosas para mi vida”, argumentó en aquella oportunidad el exmagistrado.En ese momento, también aseguró que “no hubo ningún ‘click’” que motivara su dimisión. “Esto llega y llega, hay un agotamiento y un deseo de vivir la vida”, había aclarado Oyarbide.Murió el exjuez Norberto Oyarbide por problemas respiratoriosEl presidente Mauricio Macri fue quien aceptó su renuncia días después de que Oyarbide la presentara.”Lo hago con doble sensación”, dijo Macri cuando anunció, vía Facebook, que había decidido firmar el decreto de aceptación. “Alivio”, por un lado: “Saber que este señor no va a fallar más nos debe dar una gran tranquilidad a todos”. Por el otro, afirmó, la frustración de saber que así le evitaba el juicio político.En ese posteo en su perfil de la red social, el Presidente dijo que él había sufrido “en carne propia” la “discrecionalidad y arbitrariedad” de Oyarbide y afirmó: “Comparto la sensación de muchos de las ganas de que pase por el proceso de juicio político que venimos reclamando hace tiempo. El problema -agregó- es que sabemos que ése es un proceso largo y de resultado incierto”.A lo largo de su carrera, Oyarbide había atravesado varias denuncias y procesos de destitución, inclusive el primero de ellos, en el Senado de la Nación.

Fuente: La Nación

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El exjuez federal Norberto Oyarbide de 70 años murió esta noche en la clínica Otamendi donde estaba internado desde hacía mas de dos meses por una afección pulmonar, dijeron fuentes cercanas al ex magistrado. Estaba internado por Covid.Oyarbide fue fiscal federal, juez federal y renunció en medio un escándalo cuando se lo investigaba en el Consejo de la Magistratura.En sus últimas apariciones públicas había denunciado que lo habían presionado desde el kirchnerismo para cerrar la causa por enriquecimiento ilícito contra Néstor Kirchner.Noticia en desarrollo

Fuente: La Nación

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