JERUSALÉN (AP) — La policía israelí arrestó el sábado a cuatro de los seis palestinos que escaparon esta semana de una prisión de máxima seguridad, entre ellos un líder guerrillero cuyas acciones lo han convertido en una figura muy conocida en Israel.Más tarde el sábado, los cuatro reos recapturados fueron presentados por separado en la corte, donde los fiscales intentan presentar cargos por terrorismo contra ellos luego de su escape.Tras los arrestos del sábado, Israel estaba más cerca de dar la vuelta a una página vergonzosa que expuso fallas serias en su sistema carcelario y convirtió a los prisioneros fugitivos en héroes palestinos.El viernes en la noche, combatientes palestinos en la Franja de Gaza dispararon un misil hacia territorio israelí, al parecer en una muestra de solidaridad e Israel lanzó ataques aéreos en represalia.Los cuatro fugitivos fueron recapturados en dos operaciones en el norte de Israel.A primeras horas del sábado, la policía anunció la captura de dos de ellos, incluido Zakaria Zubeidi, ocultos en un estacionamiento de camiones en la comunidad árabe de Umm al-Ghanam.El sitio de noticias israelí Haaretz citó a un funcionario de Defensa no identificado, reportó que Zubeidi y otro fugitivo identificado como Mohammed Aradeh se habían estado ocultando en zonas abiertas desde hace tiempo. La fuente agregó que los dos fugados no parecían haber recibido ayuda en su escape y no tenían una ruta planeada.Zubeidi fue un dirigente rebelde durante la segunda revuelta palestina a principios de la década de 2000.Si bien había sido vinculado con ataques contra israelíes, también era muy conocido por conceder entrevistas frecuentes a los medios y por una amistad que alguna vez sostuvo con una mujer israelí.En el curso de los años, Zubeidi recibió amnistía, tomó cursos a nivel universitario y participaba en forma activa en un movimiento teatral en Cisjordania antes de ser detenido nuevamente en 2019 por su presunta implicación en ataques.Fotografías difundidas por la policía mostraban a Zubeidi esposado y con una venda blanca que le tapaba los ojos cuando se lo llevaban dos agentes.En un comunicado, la policía afirmó que las fuerzas de seguridad israelíes, incluido el ejército, trabajaban “las 24 horas” para capturar a los fugitivos.“Todas las fuerzas fueron desplegadas a plena capacidad buscaron en zonas abiertas y recabaron toda información hasta que lograron resolver el rompecabezas para ubicar a estos dos fugitivos”, entre ellos Zubeidi, señaló la policía. La búsqueda de los últimos dos fugitivos continuaba en marcha.Horas antes, otros dos prisioneros fueron arrestados en Nazaret, una ciudad árabe en el norte de Israel, al oeste de Umm al-Ghanam.Un video que circula por las redes sociales mostró a policías de Israel esposando a uno de los prisioneros, Yakub Kadari, en el asiento trasero de un vehículo de la policía y preguntándole su nombre. El hombre, que vestía jeans y una camiseta verde, se identifico tranquilamente como Kadari y respondió “sí” cuando se le preguntó si él era uno de los reos que se fugaron. Kadari cumple dos cadenas perpetuas por intento de asesinato y plantar una bomba.En un comunicado emitido la noche del domingo, el primer ministro israelí Naftali Bennett elogió a las fuerzas de seguridad de Israel por el arresto de los cuatro fugitivos y describió la operación de búsqueda como “determinada y persistente”.

Fuente: La Nación

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NUEVA YORK (AP) — Muchos medios de comunicación que exploran las diferencias en Estados Unidos y que hicieron una pausa el sábado para conmemorar el 20mo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, recordaron casi con nostalgia el sentido de propósito común que unió a los estadounidenses tras ese día.Las cadenas de televisión ofrecieron una cobertura completa de los actos de conmemoración en Nueva York, Washington y Shanksville, Pensilvania.“Uno debería disfrutar esos momentos de unidad esta mañana, sentir lo bien que eso se siente”, dijo la conductora Dana Perino del canal Fox News, poco después de que Bruce Springsteen cantó “I’ll See You in My Dreams” en el memorial del World Trade Center de Nueva York.Generalmente, las cadenas Fox, CNN y MSNBC dedican horas a la guerra política, sobre todo esta semana que Fox discutió acaloradamente el plan de lucha más reciente del presidente Joe Biden contra el COVID-19.Perino fue una de dos ex asesoras de prensa del expresidente George W. Bush en aparecer en la cobertura noticiosa del sábado; la otra fue Nicolle Wallace de MSNBC. Las cadenas transmitieron en vivo el discurso de su antiguo jefe en Shanksville. Bush y la vicepresidenta Kamala Harris instaron al regreso de ese espíritu de unidad disipado durante tanto tiempo.“El 11 de septiembre renunciamos a nuestras etiquetas. Todos nos convertimos en estadounidenses”, señaló Andrew Card, exjefe de despacho de Bush, durante una entrevista con MSNBC.Poco después, John Feal, que fue socorrista, comentó a Ali Velshi de MSNBC que “nos etiquetamos demasiado. Fue grandioso ser un ser humano” después de los atentados.Los actos desinteresados de sacrificio son lo que la conductora del CBS, Norah O’Donnell, dijo que era en lo que estaba pensando el sábado.“Los llamamos héroes, pero son estadounidenses comunes… eso es lo increíble de este país, lo que los terroristas trataron de quitarnos y no pudieron ese día”.Las diferencias no se borraron por completo. El excomisionado del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York, Bernard Kerik, tuiteó que estaba “molesto” de que el presidente Biden no haya asistido a la ceremonia realizada en la ciudad.Wallace y su compañero Brian Williams mencionaron dos veces la ausencia del expresidente Trump de los actos conmemorativos del 11 de septiembre, en ambas ocasiones sin mencionarlo por su nombre.

Fuente: La Nación

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Impactante: a los 18 años, Emma Raducanu rompió cualquier previsión y se convirtió en la nueva campeona del US Open. La británica, que entró en el torneo desde la clasificación como la jugadora número 150 del ranking, conquistó el certamen en Flushing Meadows al derrotar en una final juvenil a la canadiense Leylah Fernandez por 6-4 y 6-3, ante más de 20.000 espectadores.Raducanu es la primera jugadora en la historia de los Grand Slams, en varones y mujeres, en conquistar uno de los cuatro mayores torneos del circuito. No sólo eso: ganó sus diez cotejos del campeonato -los tres de la qualy y los siete del cuadro principal- sin ceder ni un set. La británica ganó así su primer título WTA en lo que era apenas su segunda aparición en el main draw de un Grand Slam. Una actuación asombrosa, que le da un soplo de aire nuevo al circuito femenino. Más de la nueva vencedora: es la primera campeona británica de un Grand Slam en 44 años, desde el éxito de Virginia Wade en Wimbledon 1977. También es la vencedora más joven desde que Maria Sharapova -con 17 años- se impuso en el All England 2004. Su actuación en la Gran Manzana le permitirá dar un salto descomunal en el ranking, desde el 150° a ser la número 24 de la clasificación semanal, todo con apenas un puñado de torneos disputados. Nacida en Toronto, y mudada a Londres cuando tenía dos años, Raducanu es otra exponente del crisol de razas que se ha forjado en el universo de las raquetas en los últimos tiempos. Su padre es de origen rumano, y su madre, de China, de allí sus rasgos orientales. A pura sonrisa y con un tenis determinado, se convirtió en la nueva reina del US Open.NOTICIA EN DESARROLLO

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Será la primera prueba de fuego para Cristina Kirchner, quien podrá palpar en estas primarias no sólo el clima social con relación al gobierno de Alberto Fernández, sino que también tendrá un primer diagnóstico para saber si podrá mantener la cómoda mayoría que le permitió hacer y deshacer a su antojo en el Senado durante los últimos dos años.Los cálculos más optimistas indican que el Frente de Todos perderá al menos tres bancas en este turno electoral. Un número no sólo aceptable sino hasta lógico teniendo en cuenta las provincias que renuevan su dotación este año. Nada que temer si se toma en cuenta que el Frente de todos tiene 41 senadores y que el quórum y la mayoría propias se alcanzan con 37 legisladores sentados.Sin embargo, en las últimas semanas y al calor de los errores no forzados de Alberto Fernández los pronósticos que llegaron a los escritorios oficialistas fueron más que preocupantes. Los más agoreros anticipan resultados que, de repetirse en noviembre, se traducirían en la pérdida de seis escaños.Una verdadera catástrofe para Cristina Kirchner que perdería, así, el control del Senado y tendría que apelar, con el costo que eso implica, a partidos provinciales aliados para controlar la Cámara alta.Pero esta elección servirá para algo más que tener un atisbo de cómo podría quedar la próxima Cámara alta. En estas primarias también se resolverá la puja de poder que, en varios distritos, se registra al interior de los dos principales conglomerados que polarizan el escenario político.En el oficialismo, la atención estará puesta en Santa Fe con la pulseada entre la lista apadrinada por el gobernador Omar Perotti y el exministro de Defensa Agustín Rossi. Tucumán no le va en zaga con el nuevo round que protagonizarán el gobernador, Juan Manzur, y su vice, Osvaldo Jaldo, un episodio más en la dura pelea que ambos caciques peronistas vienen manteniendo desde el año pasado.En Juntos por el Cambio las internas estarán a la orden del día en casi todas las provincias. Pero las pujas en Córdoba, entre el radical Mario Negri y Luis Juez; y en Santa Fe, entre las listas encabezadas por Federico Angelini y Carolina Losada, prometen definiciones con final cerrado.El Senado renovará en diciembre un tercio de sus 72 miembros con la elección en ocho provincias. Este año es el turno de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chubut, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán.Declarada antikirchnerista desde hace varias elecciones, Córdoba será para la vicepresidenta una dura parada, que podría costarle una banca.Sin unidad en el peronismo mediterráneo estas primarias servirán para que las dos vertientes peronistas midan fuerzas de cara a los comicios de noviembre. De un lado, la lista del gobernador Juan Schiaretti (Hacemos por Córdoba), encabezada por su esposa Alejandra Vigo; del otro, el kirchnerismo con el senador Carlos Caserio que busca su reelección. En juego hay una banca, ya que todo indica que Juntos por el Cambio ganará la elección y que la disputa es, entonces, por el segundo lugar.Como se dijo, en Juntos por el Cambio hay internas, y de peso, en Córdoba. Negri, jefe de la principal bancada de oposición en Diputados y respaldado por Mauricio Macri, enfrenta a Juez. La pulseada tiene trasfondo: está en juego la ambición del radical de conducir el futuro bloque opositor del Senado.Chubut se presenta como un posible dolor de cabeza para la vicepresidenta. La mala gestión del gobernador Mariano Arcioni y los recelos internos llevaron a que el peronismo volviera a dividirse. Pero, a diferencia de 2015, cuando con dos listas se quedaron con las tres bancas en juego, ahora la fractura podría darle a Juntos por el Cambio la victoria en la provincia y quedarse con dos escaños. Antes, el frente opositor deberá saldar su primaria entre tres listas.El Frente de Todos sumaría bancas pero conservaría su condición de primera minoría en DiputadosCorrientes es otro desafío para la vicepresidenta. Pone en juego dos bancas a menos de un mes que el radical Gustavo Valdés ganara la gobernación por paliza. Sin embargo, el kirchnerismo apuesta a que la figura de Carlos Espínola, que va por la reelección, le permita repetir la experiencia de 2015. El principal postulante de Eco-Vamos Corrientes es el radical Eduardo Vischi, que competirá en esta primaria contra el pastor evangélico Mario Ceronio.En Catamarca el Frente de Todos aparece como claro favorito a imponerse, tanto en las primarias como en noviembre. La lista oficialista la encabeza la diputada y exgobernadora Lucía Corpacci. En Juntos por el Cambio, hay interna entre Daniel Ríos, intendente de Belén, y Flavio Fama, rector de la Universidad de Catamarca.Otra interna atrapante en Juntos por el Cambio es la que protagonizarán en Tucumán los radicales José Cano, exsenador y diputado nacional, y Mariano Campero, intendente de Yerba Buena.El principal frente opositor también tendrá primarias en La Pampa, donde el peronismo va en unidad y alineado detrás del ministro de Gobierno, Daniel Bensusán. La puja en Juntos por el Cambio estará entre los radicales Hipólito Altolaguirre y Daniel Kroneberger, las favoritas entre cinco listas.Por último, en Mendoza estas primarias sólo servirán como anticipo de la elección de noviembre. Todo indica que el radical Alfredo Cornejo se impondrá a la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, que busca renovar su escaño en la Cámara alta.

Fuente: La Nación

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Tendrá que ser más adelante. Ejecutivos que invitaron en estos días a Sergio Massa a encuentros corporativos a los que el líder del Frente Renovador va con frecuencia se sorprendieron esta vez con una respuesta diferente: no antes de las elecciones, contestó él, y agregó que hasta entonces toda su energía estaría abocada a la campaña. Y, como los frustrados anfitriones pensaron por un momento que hablaba de las primarias de mañana, tuvo que ser más preciso en el plazo: “Olvídense hasta el 14 de noviembre”.Raro. Massa siempre ha hecho esfuerzos por convertirse en vínculo entre el Frente de Todos y el establishment económico. “Nexo no formal con los informales del Instituto Patria”, se define él. Por eso algunos de sus interlocutores de siempre empiezan a sospechar que ahora puede haber tomado en serio una recurrente propuesta de Santiago “Patucho” Álvarez, vicepresidente de Asuntos Públicos de YPF y uno de los militantes que, con Juan Courel, se encarga de la campaña. Quiere incorporarlo. Los camporistas no están conformes con la instrumentación de la estrategia electoral. La consideran un “caos”. Y necesitan, dicen, un jefe de campaña. Alguien que por lo pronto la coordine. Que junte las piezas publicitarias, diseñe la comunicación, arme en el territorio y hasta coteje el almanaque para no superponer actos. ¿Podría ser Massa? Álvarez le insistió unas cuantas veces, pero venía cosechando evasivas del diputado. “Se hace el boludo”, admitió hace unos días ante un confidente.Es probable que todo dependa en buena medida del resultado de mañana. En el massismo no tienen tan claro cuál será la respuesta de su jefe. Lo más natural sería que intentara mantener protagonismo a través de la agenda parlamentaria. La semana próxima, por ejemplo, estará concentrado en proyectos de beneficios impositivos para las industrias automotriz y metalmecánica.No es un momento fácil. Ni político ni económico. Massa está alarmado por la amenaza que representa la deuda de Leliq y pases del Banco Central, y para eso ha empezado a consultar a analistas. Y, en el terreno electoral, él y Cristina Kirchner han tomado conciencia de que deben darle un inequívoco respaldo a Alberto Fernández. Hasta la oratoria de la vicepresidenta cambió en ese sentido: a diferencia de lo que habían sido sus últimos discursos –un compendio de los “días felices” hasta 2015–, anteayer, en el cierre de campaña, le dedicó por primera vez elogios al actual período presidencial. Es cierto que fueron breves, porque enseguida los reenfocó a la administración bonaerense y nunca volvió al nivel nacional. Pero son un tenue indicio. Ella le agregó en Tecnópolis, por lo pronto, cinco minutos a aquella metáfora futbolera del 18 de agosto en Avellaneda, cuando sentenció que el partido del Gobierno no había siquiera empezado. “Se pasó directamente a los penales”, dijo entonces. La figura retórica tuvo anteayer un pequeño retoque: “Entramos y, cinco minutos del primer tiempo, afrontamos, hicimos una jugadita acá, otra jugadita allá… ¡No, momento, se suspende el partido, a atajar penales!”, dijo la jefa.El problema es que buscaba un goleador. Las críticas de Cristina Kirchner, que siguen trascendiendo y hasta expresa en público, coinciden con las de Massa. Hay consejos que se transmiten en la intimidad. El más elemental: antes de soltarse a hablar temprano en una radio, lo lógico sería consultar con su equipo de asesores y, por qué no, hasta con los servicios de inteligencia, que a veces tienen un panorama más amplio de los problemas.Los empresarios contemplan el escenario perplejos. Creen que algo mucho más relevante se derrumba en otra parte, lejos de estos desencuentros. Como si la postergación de las reuniones con Massa hasta no antes del 14 de noviembre estuviera explicando un orden de prioridades. Es probable que Eduardo De Pedro haya intuido parte de esta intranquilidad. Hace dos semanas, antes de que se encendiera el Zoom de un foro de la cámara de comercio norteamericana en la Argentina (AmCham), el ministro del Interior admitió que el Gobierno necesitaba de la inversión privada. Pero el kirchnerismo es demasiado ambivalente para capitalistas reacios a la aventura. El 6 de agosto, casi al mismo tiempo que Alberto Fernández almorzaba con Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, funcionarios de la misma delegación norteamericana se reunían en la Casa Rosada con Juan Manuel Olmos, jefe de Asesores de Presidencia; Claudio Ambrosini, líder del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), y Guillermo Rus, representante de Arsat. Eran Ariana Berengaut, asesora senior de Sullivan en el Consejo de Seguridad Nacional, y Tarun Chhabra, director senior de Tecnología, que transmitieron inquietud por la expansión de China con la tecnología 5G, algo que acababan de plantearle también en Brasilia al gobierno de Bolsonaro. Consultaron, por ejemplo, si debían tomar como el anticipo de una política de Estado la contratación que Arsat hizo de Huawei. Los funcionarios argentinos contestaron que no, que sólo era un caso aislado. Los representantes de la Casa Blanca quisieron entonces sondear la postura de las empresas telefónicas, también presentes en el encuentro, y la respuesta fue que existía todavía demasiada incertidumbre no sólo sobre el espectro radioeléctrico con que debían operar, sino con los precios que en adelante tendría el sector. Hablaban de los alcances del decreto 690, que el año pasado definió las telecomunicaciones como servicio esencial.Si la charla no había despejado las dudas, al lunes siguiente, 48 horas después, la perturbación se ahondó. En un acto en Tecnópolis, sin que nadie le preguntara, Alberto Fernández sorprendió definiéndose como “revolucionario” y agregó: “Se enojan porque digo que internet es un servicio público… ¡Que se enojen! Porque vamos a hacer de internet un servicio público para que llegue a todos los argentinos y las argentinas y que no nos estafen ni nos roben con las tarifas”.Desde entonces, el Departamento de Estado les recomienda prudencia a los interesados en el tema. Lo dice en jerga de management: walk the talk, algo así como constatar en los hechos lo que se dice en una charla. No hay hasta ahora, advierten los norteamericanos, y pese a la negativa del gobierno argentino, nada que indique que la contratación de Arsat no ha sido el inicio de una política más general con Huawei. Néstor Kirchner solía salir de estos apuros con el mismo concepto. “No presten atención a lo que digo, sino a lo que hago”, decía. Pero el universo post pandemia exige pruebas. Lo que entonces pudo ser una cuidada ambigüedad, se vuelve en este contexto polisemia indescifrable. Como varios aspectos de la campaña electoral del Gobierno. ¿Quién podría arriesgar una moneda pensando en el futuro, si parece incoherente hasta el plan para la única obsesión de acá a dos meses?

Fuente: La Nación

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SAO PAULO, 11 sep (Reuters) – El defensor David Luiz, de 34
años, dejará Europa para sumarse al Flamengo de Río de Janeiro,
anunció el sábado el club brasileño en sus redes sociales.Luiz, quien ha jugado como internacional 57 veces con
Brasil, se quedó sin equipo después de dejar el Arsenal en
julio.”La gente lo exigió, el corazón se estremeció y ahora estará
vestido de rojo y negro”, escribió Flamengo en un tuit.Luiz jugó para el Benfica y el Paris St Germain, pero
disfrutó de su mejor etapa en Europa con el Chelsea, donde ganó
la Champions League, dos copas FA y la Premier League inglesa.El jugador firmó un acuerdo hasta diciembre de 2022.”En la vida nada es casualidad. Hay un momento adecuado para
cada propósito bajo el cielo”, comentó tras el anuncio de su
fichaje en un video, según reportaron medios.(Reporte de Andrew Downie. Editado en español por Marion
Giraldo)

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 11 de Septiembre, en Irán
se registraron 16.654 casos nuevos de enfermos y 444 fallecidos, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Irán acumula un total de 5.275.567 infectados por coronavirus, 113.824 muertos y 4.538.419 pacientes recuperados.Irán se encuentra en el puesto 8 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 41.808.065, India 33.232.088, Brasil 20.989.164, Reino Unido 7.197.662, Rusia 7.121.516, Francia 6.897.392, Turquía 6.636.899, Irán 5.275.567, Argentina 5.221.809, Colombia 4.926.772.Vacunación Covid 19 en Irán al 11 de SeptiembreLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Irán alcanza un total de 16.213.714 dosis aplicadas al 11 de Septiembre. De esa cantidad, 13.061.640 personas recibieron una dosis, mientras que 3.152.074 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Irán se encuentra en el puesto 119, con 204.280 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 11 de Septiembre, en Reino Unido
se registraron 28.856 casos nuevos de enfermos y 156 fallecidos, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Reino Unido acumula un total de 7.197.662 infectados por coronavirus, 134.144 muertos y 5.767.761 pacientes recuperados.Reino Unido se encuentra en el puesto 4 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 41.808.065, India 33.232.088, Brasil 20.989.164, Reino Unido 7.197.662, Rusia 7.121.516, Francia 6.897.392, Turquía 6.636.899, Irán 5.275.567, Argentina 5.221.809, Colombia 4.926.772.Vacunación Covid 19 en Reino Unido al 11 de SeptiembreLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Reino Unido alcanza un total de 86.969.109 dosis aplicadas al 11 de Septiembre. De esa cantidad, 47.129.400 personas recibieron una dosis, mientras que 39.839.709 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Reino Unido se encuentra en el puesto 18, con 1.335.725 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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La pandemia de coronavirus lleva más de un año, y los países atraviesan distintas realidades a medida que avanza el plan de vacunación en el mundo. El día 11 de Septiembre, en Argentina
no se conocieron casos nuevos de enfermos y ninguna muerte, según lo detallado por las autoridades sanitarias.A la fecha, Argentina acumula un total de 5.221.809 infectados por coronavirus, 113.282 muertos y 5.067.105 pacientes recuperados.Argentina se encuentra en el puesto 9 de los países con mayor cantidad de infectados por coronavirus. La lista de los primeros diez se compone de la siguiente manera: Estados Unidos 41.808.065, India 33.232.088, Brasil 20.989.164, Reino Unido 7.197.662, Rusia 7.121.516, Francia 6.897.392, Turquía 6.636.899, Irán 5.275.567, Argentina 5.221.809, Colombia 4.926.772.Vacunación Covid 19 en Argentina al 11 de SeptiembreLa campaña de vacunación contra el coronavirus en Argentina alcanza un total de 46.763.828 dosis aplicadas al 11 de Septiembre. De esa cantidad, 28.690.870 personas recibieron una dosis, mientras que 18.072.958 ya tienen ambas dosis.Si se considera la densidad poblacional, Argentina se encuentra en el puesto 37, con 1.051.002 dosis aplicadas. El listado es liderado por Malta con 1.898.999 en segundo lugar se ubica Maldivas con 1.803.411 y en el tercer puesto se encuentra Islandia con 1.586.883 de habitantes inoculados.

Fuente: La Nación

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Con gran perspicacia, aunque nunca a salvo de un cierto prejuicio progre, Pablo Gerchunoff explica un divorcio soterrado pero espectacular. El asunto tiene su miga, puesto que desnuda la metamorfosis ideológica de las clases medias argentinas, que juegan un papel decisivo en estas elecciones dramáticas. La narración forma parte de un excelente libro que este agudo historiador económico comparte, en amable tertulia, con su colega Roy Hora y que se titula La moneda en el aire. En sus páginas se asegura que el radicalismo procesó muy mal el hecho de que el partido de Perón le arrebatara la tradición “nacional y popular”. Recordemos que algunos yrigoyenistas se mudaron con lo puesto al régimen justicialista y que otros se convirtieron en sus más duros objetores. Gerchunoff señala que a partir de 1945 la fuerza política creada por Alem se quedó con una base social y electoral de clase media, y que perdió así lo que denomina la “clase trabajadora”. Esta última expresión, tan funcional a las picardías lingüísticas del peronismo y también del progresismo ilustrado, alude en verdad al proletariado o a los segmentos con menos recursos, que son usualmente etiquetados también bajo la equívoca palabra “popular”. Toda esta jerga automática, que ya forma parte del sentido común, lleva implícito un desprecio hacia la clase media, que cercada por esos vocablos quedaría así fuera de su condición de “trabajadora” y de ser parte fundamental del “pueblo”. El radicalismo fue el partido que la comunidad no peronista eligió para frenar el voraz proyecto del partido único, a pesar de que convivían entre los dirigentes radicales su clásico ímpetu republicano e institucional con una latente aspiración movimientista. Estas dos almas –al decir de Sebreli– pujaron en el interior del propio alfonsinismo, y ahí está el fallido lanzamiento del Tercer Movimiento Histórico para probarlo: Yrigoyen, Perón y Alfonsín. Aquella nostalgia “generó una tensión permanente entre el sistema de ideas de los dirigentes y su electorado”, asevera ahora Gerchunoff, y agrega: “El votante nunca terminó de sentirse expresado por el radicalismo en forma satisfactoria y plena”; había una “suerte de incomodidad mutua”. Y enfatiza un hecho crucial: “Un sistema político con dos partidos fuertes, en el que el predominante es un partido de la tradición nacional y popular con un componente autoritario, y el otro es de la tradición nacional y popular con un componente más democrático, es un sistema muy sesgado. Así vivimos por décadas”. He aquí entonces, me parece, una revelación de primer orden: la masiva colonización cultural operada por el populismo, que conlleva un arraigado desprecio por las normas republicanas y una cerril resistencia a desarrollar un capitalismo en serio, no fue responsabilidad de uno sino de dos. Ese “sistema sesgado”, con sus ideas y vueltas y sus diferencias y matices, moldeó a los ciudadanos y viceversa: el huevo y la gallina. Quitando las dictaduras militares, que por vocación eran antidemocráticas y solo practicaban el “fascismo de mercado”, las supersticiones de los dos principales partidos hicieron muy difícil la construcción de un “país normal”. Esas supersticiones, y los condicionamientos del boicot peronista, cercaron y enredaron a Alfonsín y lo condujeron a su debacle económica, y ambos factores influyeron subterráneamente en el fracaso de la Alianza. Consumados esos dolorosos traspiés, una parte del electorado se apartó: “En ninguna de las tres elecciones presidenciales posteriores a 2001, el radicalismo alcanzó el 20% de los sufragios”, anota Roy Hora. Esas derrotas y las creencias reales y no imaginarias de la caudalosa pero siempre hostigada clase media argentina generaban un lugar vacante, que el nuevo partido de Macri vino a ocupar. Este ensayo a dos voces rescata la lucidez de Ernesto Sanz, porque comprendió que Pro podía quedarse con la mayoría de los votos tradicionalmente radicales y venía a poner fin “al divorcio entre la sociología del voto radical y el discurso político de sus líderes”. Ninguno de los dos historiadores termina de decirlo, pero librado de aquella pulsión movimientista, este radicalismo del siglo XXI refleja hoy mejor que nunca el hondo sentimiento de la clase media, que es republicana, y quiere moderar el estatismo, abrir un poco más la economía y tener una mirada globalizada. El problema es que Gerchunoff no puede reprimir la idea de que ese anhelo novedoso es igualmente “conservador” y que por lo tanto arrincona a los sectores internos más “progresistas”. Es curioso, puesto que Cambiemos desplegó un intenso trabajo político y social en las zonas más pauperizadas y cosechó en ellas votos para nada irrelevantes. Asestarle a la coalición la sospecha de ser “conservadora” –cuando en realidad encarna los nuevos significados del concepto “progresista”– implica además retrotraernos a las coordenadas de la primera parte del siglo pasado. En la actualidad, tan distinta, quien tiene mucho que conservar es la oligarquía peronista, una antología de turbios magnates con gestos de casta, que se ha apoderado del Estado, que ha construido feudos y que constituye el verdadero poder permanente. La clase media más competitiva, que puede aspirar a la movilidad social –como definía Mora y Araujo–, se ha transformado en una locomotora del republicanismo popular y ha demostrado que puede ser hoy un sujeto histórico, un agente de cambio. El desdén de algunos pensadores autopercibidos como progres hacia toda esta ciudadanía, que no pocas veces vota a los candidatos de su propio partido y que se atreve a cuestionar de raíz al peronismo (algo que los autores califican de “retórica reaccionaria”), no deja de tener ecos del “medio pelo” de Jauretche y de la antigua prédica marxista, cuando la pequeña burguesía recibía insultos por ser “contrarrevolucionaria”. Las multitudinarias movilizaciones de los dos últimos años, mucho más populosas que el mitificado 17 de octubre, no han logrado modificar ese menoscabo. “No podemos defender la libertad y la igualdad sin darnos cuenta de que esos valores se vinculan hoy con fenómenos globales; es por eso que se necesitan ideas actualizadas: el cambio climático, la economía y hasta los derechos humanos están hoy globalizados –afirma Jesús Rodríguez, que persiste en tener una de las miradas más modernas–. De paso no olvidemos el discurso de Parque Norte: ‘La plena vigencia de los derechos humanos será un valor fundamental, tanto en lo interno como en lo internacional, y para su defensa no se admitirán barreras geográficas o ideológicas de ningún tipo. En este terreno no hay injerencias indebidas’”. ¿Es posible usar argumentos antagónicos para no involucrarse en el combate contra los autoritarismos de Venezuela, Cuba y Nicaragua? Algunos de sus correligionarios se hacen los distraídos. Finalmente, Gerchunoff y Hora describen al sector fluctuante que termina inclinando la elección hacia uno u otro lado. Personas de la clase media menos favorecida, que se resienten cuando “constatan la creciente protección social a los de abajo mientras ellos tienen que lidiar con el mercado, cada vez con menos instrumentos”. Están desilusionadas y son conscientes de que viven “un proceso de licuación de su capital educativo”. A raíz de la cuarentena más larga del planeta, 1.700.000 de esos ciudadanos dejaron esa clase media del borde y se hundieron en los abismos de la pobreza pura y dura. Hoy tendrán, nuevamente, la palabra.

Fuente: La Nación

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