Hoy, los últimos quedaron primeros.
Fuente: Clarín Rural
Hoy, los últimos quedaron primeros.
Fuente: Clarín Rural
En el período 1970-2019, la producción de leche de Argentina presenta una tasa de crecimiento anual incluso superior a la tasa mundial de producción de leche de vaca (hoy aproximadamente en 700 mil millones de litros). Durante la década del 90, la producción en nuestro país creció consecutivamente durante 8 años a una tasa del 7,2% anual alcanzando el pico máximo histórico a esa fecha de 10.329 millones de litros de leche en el año 1999.
En el año en curso la producción comenzó, como lo muestra el gráfico siguiente, con una caída importante producto de varias causas concomitantes, siendo la principal los altos índices de temperatura y humedad del verano, sobre todo en la cuenca lechera central, dándose el pico estacional de mínima en el mes de febrero, cuando ello habitualmente ocurre en el mes de abril.
Luego la producción se fue recuperando, y a partir del mes de julio el volumen de leche de 2019 fue similar al año anterior y en los meses de agosto y septiembre superó al año precedente (hasta donde contamos con datos hoy). El acumulado interanual a septiembre presenta una disminución del 3,2%, lo cual nos hace suponer en función a la estimación de los tres meses restantes que la producción del año 2019 estará entre 2 y 2,5% por debajo del año anterior (2018 = 10.527 millones) lo que llevaría el total anual de 2019 a 10.300 millones de litros, cifra prácticamente igual a la alcanzada en 1999.
Este valor mencionado en el párrafo anterior implica que la tasa de variación anual de la producción de Argentina en el período 1999-2019 sería de 0% cuando a nivel de la producción mundial la tasa sería del 1,9% anual.
El interrogante que se nos plantea es: ¿Cuáles son las causas del estancamiento de la producción? Y rápidamente podemos pensar en tres cuestiones principales:
1) Los aspectos climáticos extremos, al cual podríamos agregar que en mayor o menor medida en las diferentes regiones del mundo donde se da la producción de leche, padecen de circunstancias similares, algunos más preparados que otros para atemperarlos (infraestructura).
2) Las crisis lecheras mundiales, de las cuales hay dos muy significativas en ese período, que obviamente todos los países padecieron, algunos más “protegidos” que otros con políticas domésticas para morigerar la volatilidad y cambio de ciclo de los mercados.
3) La competitividad dada por las principales variables de la macroeconomía doméstica: alta inflación, baja disponibilidad y alto costo del financiamiento, fuertísima presión impositiva, comportamiento errático y muchas veces con alto retraso del tipo de cambio, distorsión de precios relativos, altos costos burocráticos, cambios permanentes y profundos en las reglas de juego, falta de infraestructura básica, entre muchas otras. A todas luces, este último punto, en Argentina se lleva todos los premios.
Además, podemos agregar que hay dos cuestiones, entre tantas otras, que definen el volumen total de la producción como lo son la evolución del rodeo lechero (cantidad de vacas) y las unidades productivas (cantidad de tambos), en ambos casos y a pesar que presentan un descenso casi permanente, sobre todo en el segundo caso, las tasas que se observan no son superiores a la media mundial, incluso la tasa del período 2002-2018 es inferiores al promedio de los principales países/bloques, lecheros (entre 2 y 3% anual vs. el 5%). Respecto al número de vacas la tasa mundial (WDS-FIL) es positiva en 1,2% en el período 2005-2018, más cercana a neutra en los países lecheros desarrollados y negativa en América Latina (+/- 1,7% anual).
Si es dable remarcar un importante proceso de concentración de la producción en unidades productivas (tambos) más grandes:
Este proceso de concentración, llevo al tambo promedio de Argentina en el período 1999-2019 a crecer un 60% (2,4% anual) y en la actualidad tiene una producción aproximada de 2.743 litros diarios (600 litros a fines de los 80), haciendo que salvo casos como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y unos pocos países de la Unión Europea, el tambo de Argentina sea uno de los de mayor volumen promedio a nivel mundial.
A pesar de los avatares de las sucesivas crisis económicas que tuvimos en estos 20 años, la producción de leche se mantuvo, gracias al crecimiento sostenido de los tambos que pudieron adaptarse y crecer en un contexto muy poco favorable.
Entonces la pregunta final que nos queda al final es: ¿Cuáles serían las posibilidades de crecimiento y desarrollo de la lechería de Argentina si a las “ventajas comparativas o naturales” con que contamos, le sumáramos “condiciones competitivas” al menos similares al resto de los países lecheros más desarrollados con los cuales nos comparamos y con los cuales competimos en el mercado internacional?
Fuente: InfoCampo
El agronegocio de la carne vacuna está culminando un muy buen año. Y así lo demuestra sus números.
De acuerdo a los últimos datos que relevó el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), las exportaciones de carne bovina argentina correspondientes al noveno mes del año 2019 alcanzaron un valor de aproximadamente 298 millones de dólares, resultando 72,4% superiores a los 172,8 millones de dólares obtenidos en septiembre del año 2018.
Esta suba significativa que se dio cuando se comparan los septiembres se debe a la que el precio de las exportaciones se revalorizaron un 6,7%. Así, el valor obtenido (72,4%) quedó por encima de una menor expansión interanual del 61,6%, en los volúmenes exportados.
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Otra de las buenas nuevas es que las exportaciones argentinas de carne vacuna, acumuladas a lo largo de los últimos doce meses, desde octubre de 2018 a septiembre de 2019, se ubicaron en volúmenes cercanos a las 735.000 toneladas equivalente res con hueso. Otro excelente número que es un reflejo de lo que se espera en materia de exportaciones para todo el año que es superar las 700.000 toneladas de carne exportada.
MERCADO
Respecto a los destinos, la República Popular China resulta ser el principal mercado, en volumen, para la carne vacuna nacional desde enero a septiembre de este año con, aproximadamente, 278.200 toneladas. En importancia, pero muy lejos de China, luego sigue Chile ( 22.700 toneladas), y después Israel (20.200 toneladas).
Fuente: InfoCampo
En su Semáforo de las Economías Regionales mensual, Coninagro señaló que en octubre los sectores con “prosperidad” son el porcino y el de aves, mientras que entre las actividades en crisis se destacan el arroz y los cítricos dulces.
“En relación a la bonanza de la actividad porcina, está estrechamente ligada a que China aparece como nuevo horizonte de exportación“, resaltó la entidad con respecto a la apertura del gigante asiático como mercado.
En tanto, indicó que los granos, las hortalizas, la lechería, ovinos, la papa, el tabaco y la yerba mate también mostraron buenos resultados y avances durante este mes.
Contrariamente, el algodón, la mandioca, el maní, la miel y los bovinos se mostraron en situación de “advertencia” o “estancamiento”.
Y el arroz, los cítricos dulces, forestales, peras y manzanas, vino y mosto se enmarcaron, directamente, en una situación de “crisis”.
Así quedó el semáforo de octubre
Fuente: InfoCampo
En las últimas horas se confirmó el primer caso de rabia paresiante en las cercanías de la frontera de San Luis con Córdoba.
El animal afectado es un bovino perteneciente al paraje La Lomita, en el departamento puntano de Junín, y fue diagnosticado por el Laboratorio de Zoonosis de Córdoba tras analizar las muestras que le tomaron al bovino que presentaba sintomatología nerviosa.
Según explicó el Senasa, el foco en las cercanías del límite de San Luis con Córdoba “es el primero en muchos años en territorio puntano”, por lo que la Comisión de Sanidad Animal (COPROSA) desplegó un plan preventivo para evitar la diseminación del virus a otros sectores de la provincia.
En ese marco, los ministerios provinciales de Producción y de Salud reforzaron los controles en conjunto con el Senasa.
Asimismo, las autoridades San Luis analizaron la continuidad del plan de prevención conjunto – especialmente, en los departamentos de Santa Rosa y Quines– que se venía realizando dada la cercanía con Córdoba, donde se registraron casos de rabia paresiante.
Fuente: InfoCampo
Se trata de la principal plaga del cultivo y su presencia aumentó en los últimos dos meses. Desde el INTA brindan estrategias de manejo y control para evitar pérdidas.
Fuente: Clarín Rural
Fuente: La Nación
AGM, una compañía de la alemana DVA, presentó Weizen NT, un nuevo herbicida compuesto por el principio activo 2,4 D en su forma ácida, formulado como microemulsión. Según estudios, el producto mostró la menor volatilidad del mercado y cero fitotoxicidad.
“Superó expectativas en términos de ventas sumado a eso, la semana pasada AGM recibieron estudios realizados por la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional del Litoral que hablan de la volatilidad y de los efectos potenciales de fitotoxicidad sobre los cultivos vecinos” comentó Dardo Lizárraga, Gerente General de AGM.
Se trata de un sistema a base de aceite, agua y surfactantes que forman una sola emulsión, compuesta por gotas muy ?nas denominadas miscelas. Sus características son:
Alto poder herbicida.
Baja volatilidad.
Olor imperceptible.
Amplia compatibilidad de mezclas.
Mayor ventana de aplicación hasta 7 días antes de la siembra.
Baja ?totoxicidad.
Es un herbicida sistémico, selectivo y post emergente para el control de malezas de hoja ancha en diversos cultivos, campos de pastoreo y áreas no cultivadas. Esta formulación de tecnología alemana ahora producida en la planta de DVA en Argentina localizada en el parque industrial de Pilar, ha pasado a ser la formulación menos volátil de todo el mercado.
“Eso nos permite volver a tener conversaciones interesantes con el Gobierno de La Pampa, provincia en la que hoy rige una restricción a aplicaciones de microemulsiones. Creemos que tenemos la información técnica suficiente como para respaldar, e iniciar conversaciones que, en principio, nos permitan entender desde lo técnico por qué se avanzó con la medida, y luego podríamos, si tenemos éxito, lograr que se levante”, concluyó Lizárraga.
Fuente: InfoCampo
Especialistas del INTA identificaron lo que causó la epidemia de influenza o gripe equina durante el 2018. Observaron que el 76 % de los caballos que presentaron la enfermedad habían sido vacunados con una vacuna importada, que contiene una cepa que no circula en la actualidad a nivel mundial, lo que sugería la falta o una menor protección frente a la cepa del virus circulante.
Esta enfermedad viral con capacidad de generar importantes brotes en poblaciones de animales susceptibles, paralizó competiciones hípicas y el desarrollo de las actividades ecuestres ocasionando importantes pérdidas económicas para tenedores de caballos y productores.
“Frente a este virus, la cepa incluida en la vacuna más utilizada en Argentina no brindaba la cobertura necesaria para proteger contra la infección”, indicó Cecilia Olguín-Perglione, del Instituto de Virología del INTA Castelar.
Esto refuerza la necesidad de mantener actualizadas las cepas de la vacuna de acuerdo con las recomendaciones de la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal), entidad que también subraya la importancia de la implementación de medidas de cuarentena apropiadas y la restricción del movimiento de los caballos ante la aparición de esta enfermedad.
“Lo que ocurrió durante el brote fue que, si bien los animales estaban vacunados de acuerdo a lo establecido por SENASA, generaron respuesta contra un virus que era distinto al que circulaba. Esto se denomina escape a la respuesta inmune, es decir, si bien el animal genera respuesta luego de la vacunación, al enfrentarse a un virus distinto la misma no es suficiente como para evitar la infección”, explicó Olguín-Perglione.
“Durante el brote ocurrido (entre marzo y junio del 2018) el análisis filogenético de las secuencias de nucleótidos y aminoácidos de las proteínas presentes en la superficie del virus de la influenza, reveló que todos los virus de la gripe equina identificados durante el brote pertenecían al subtipo H3N8, Florida Clado 1, y se encontraban muy relacionados con las cepas que provocaron los brotes de la misma enfermedad en Chile y posteriormente en Uruguay”, detalló la especialista.
En tal sentido, agregó que “desde el Instituto de Virología se trabaja estrechamente con haras de cría de caballos, hipódromos y veterinarios particulares para reconocer los aspectos epidemiológicos y caracterizar las cepas de virus involucradas”.
Fuente: InfoCampo
Se busca fomentar el aumento del consumo y la adopción de tecnologías que mejoren la calidad e inocuidad de los alimentos.
Fuente: Clarín Rural