Un informe de la Bolsa de Comercio de Santa Fe reveló que el sector agroindustrial de la provincia aportó más de $54 mil millones en retenciones en el primer semestre del año.
La cifra le corresponde a los cuatro principales complejos agrícolas: soja, girasol, maíz y trigo. En ese sentido, la soja (incluyendo el biodiesel) fue la que más tributó en los primeros seis meses.
Según el análisis que elaboró el Centro de Estudios y Servicios de la entidad, los derechos de exportación recuperaron terreno en el conjunto de la recaudación nacional al representar el 6,2% de los recursos que recibió la Nación entre enero y septiembre. 
En ese sentido, indicó que las exportaciones santafesinas de soja, girasol, maíz y trigo se incrementaron en 17,4% en cantidades en la primera mitad del 2019 en relación al mismo periodo de 2018. De esta manera, las ventas al exterior de los productos alcanzaron las 15 millones de toneladas, contra las 12,8 millones de toneladas del primer semestre de 2018. Sin embargo, al observar las exportaciones en términos monetarios, la comparación arrojó una disminución del 0,8%.
Es que, de acuerdo a los cálculos de la Bolsa, en el primer semestre del año pasado el fisco nacional se llevó $23.477,5 millones de las exportaciones santafesinas de los cuatro principales complejos agrícolas, mientras que este año ese valor se elevó a $54.107 millones.
“El subproducto Harina y pellets es el que más aporta con motivo del gravamen, en consonancia con la proporción que tiene sobre el total de exportaciones. Sin embargo, al observar el aporte unitario por retenciones (es decir, el total del gravamen dividido por las toneladas exportadas), se obtiene que el aceite de soja es el producto que más paga por unidad de producto, debido a su mayor valor”, explicó el informe.

Fuente: InfoCampo

 Like

El Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP) explica el sabor inconfundible del pollo a través de un descubrimiento japonés: umami o quinto gusto, un sabor y una sensación que no pueden explicarse a través de los ya conocidos “dulce, salado, ácido y amargo”.
Umami se descubrió en 1908 cuando un científico que detectó que en los alimentos con alto contenido del aminoácido glutamato, el sabor y la experiencia no obedecían al conocimiento tradicional y definió que se trataba de un nuevo gusto. Luego determinó que otras dos sustancias también eran umami: el inosinato y el guanilato.
Tras estos descubrimientos fue reconocido oficialmente como gusto en 1982.
Uno de los alimentos donde se puede encontrar umami es en la carne de pollo, debido a su naturaleza proteica y con gran cantidad de aminoácidos. Es más potente en la carne que se encuentra cerca de los huesos, preparaciones como caldo de pollo o muslos de pollo al horno permiten disfrutar de este gusto más concentrado.
También cabe destacar que, el primer encuentro de los humanos con el sabor umami es al probar la leche materna.
Todas las papilas gustativas de la lengua y otras regiones de la boca pueden detectar el sabor umami independientemente de su ubicación. El mapa de la lengua en el cual la percepción de los distintos sabores se localiza en determinadas zonas de la lengua es un concepto erróneo muy común.
Reconocer los gustos de la comida cumple un rol primordial, es lo que nos permite seleccionar dentro de una amplia variedad de alimentos las sustancias que son necesarias para nuestro metabolismo y las que no lo son.
El gusto umami, que significa agradable o delicioso, es suave, lo que hace que sea interpretado por el organismo como una fuente básica de energía para el metabolismo, dando la sensación de que se ha consumido proteína y, al igual que el gusto dulce, posee la característica de agrado y aceptación al ser ingerido.

Fuente: InfoCampo

 Like

El Ministerio de Transporte informó que quedó habilitado un nuevo tramo de 8 km de autopista de la ruta 8. Se trata de un segmento que se desarrolla desde la ruta 188 a la actual 8, construida con el objetivo de alejar el tránsito pesado del casco urbano de la localidad de Pergamino, Buenos Aires.
“Este nuevo tramo es parte de la monumental obra de la autopista 8.  Se trata de una variante que se hizo desde cero y en una traza completamente nueva para evitar el paso por la ciudad de camiones y autos, mejorando la seguridad vial. En esa línea la autopista salva vidas, ya que evita choques frontales, y  permite reducir los tiempos de viaje a casi la mitad, van a ahorrar tiempo las familias y también los choferes de colectivos y camiones.”, aseguró Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación.
El ministro también destacó que “gracias a este avance también bajan los costos de trasladar mercadería, condición fundamental para una Argentina federal y desarrollada”.

El proyecto forma parte de la Autopista Pilar-Pergamino, un moderno corredor productivo que abarca más de 160 km de la ruta 8 en el norte de Buenos Aires. El proyecto es ejecutado por el Gobierno Nacional a partir de una inversión superior a los $20.800 millones.
“La nueva autopista mejorará significativamente las condiciones de seguridad para más de 33.000 usuarios del corredor entre ambas ciudades. Asimismo, optimizará la circulación y el traslado de ómnibus y camiones de larga de distancia, dotando de mayor competitividad a las economías regionales”, aseguraron desde el ministerio.
La transformación en autopista de la ruta 8 incluye además la construcción de accesos a las ciudades más dinámicos, variantes o circunvalaciones para que el transporte de cargas se desvíe fuera de los pueblos y ciudades y señalización inteligente para reducir el índice de siniestros y accidentes viales.

Con la habilitación de ayer, la Autopista Pilar-Pergamino ya cuenta con 43 km finalizados. El último tramo había sido inaugurado en abril por el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal, a lo largo de 24 km entre Parada de Robles y Solís.
“La Autopista Pilar-Pergamino es una deuda histórica que gracias al empuje y el compromiso del presidente Mauricio Macri estamos haciendo realidad. Se trata de una de las principales prioridades en materia de infraestructura que marcará un hito en la historia del transporte”, señaló Patricia Gutiérrez, administradora general de Vialidad Nacional.
La ruta 8 es un corredor neurálgico de la Argentina, vital para la producción agro-ganadera del norte bonaerense y el sur santafecino. La nueva autopista generará una vía rápida y directa para el traslado de la producción regional a un costo notablemente inferior.

Fuente: InfoCampo

 Like

El reclamo por la falta de contratos en el sector avícola viene de larga data, y el Congreso, como caja de resonancia de los problemas que plantean los actores, convocó, una vez más, a los principales afectados.
El tema fue puesto en agenda por el Frente para la Victoria, que, a través del camporista, Juan Manuel Huss (FPV-PJ-Entre Ríos), presentó un proyecto que promueve regular la actividad a través de contratos.
Sin embargo, durante la reunión, ningún diputado de la oposición estuvo presente.
Atilio Benedetti (UCR-Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería explico quiénes son los actores de la cadena: por un lado, los frigoríficos faenadores, que cuenta con los sistemas de integración; y por otro lado, los productores integrados que ofrecen sus instalaciones y la mano de obra. “Hace falta buscar los mecanismos para que todos encuentren su espacio para desarrollar su actividad”, resumió.
Desde la Cámara Argentina de Productores Integrados de Pollos (CAPIP) señalaron que “el problema que se le presenta al granjero es que no cuenta con elemento de control para saber si la crianza fue correcta”, es decir, cuál fue su participación en el mejoramiento o desmejoramiento, además de no contar con certezas para el pago del servicio.
También hicieron hincapié en la formalización de contratos por ley, que defina derechos, obligaciones, premios, castigos y el precio a cobrar, de acuerdo con el cumplimiento o no de las pautas establecidas “El frigorífico fija cuándo se comienza la crianza y decide cuánto cobra el integrado”, apuntaron.
Para el cierre, por parte de los productores, presentaron oficialmente el proyecto promovido por CAPIP, la Confederación de Sociedades Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA): modelos de contrato tipo, producción horizontal, con distintas participaciones de los actores. “En Argentina nos sobran leyes pero en este caso no tenemos ni una sola norma que regule la relación entre las partes”, concluyeron.
Desde el sector de los integradores, representados a través del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), apuntaron: “En 2000 la producción era del orden de las 700.000 toneladas. Hoy es de 2.200.000 toneladas. ¿A quién le fue bien? A todos les fue bien”. También destacaron el crecimiento de los galpones en los últimos veinte años, donde los productores (integrados) cooperaron, crecieron y mejoraron.
Desde CEPA informaron que, hoy, se producen 3,5 millones de pollos por día, donde el 25% es en forma independiente y 55% se apoya en integrados. “No hay posición dominante”, aseguran y se oponen a la regulación de los contratos por ley ya que “no hay manera uniforme para todos, porque cada integración tiene una forma de trabajar. Unas no son muy distintas de otras, pero tienen un mercado específico”.
Para finalizar, el secretario de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, Guillermo Bernaudo, señaló que, de las 84 plantas de faena, 55 se encuentran en tránsito federal y 40 de ellas trabajan en forma de integración; otras 15, por fuera de ese sistema.
También señaló las diferentes medidas en las que se están trabajando desde el Ministerio de Agricultura de la Nación es pos de transparentar la producción avícola: precio de referencia, control en frigoríficos, facturación electrónica, plazos de entrega, forma de facturación y pago por eficiencia.
El cierre estuvo a cargo de Atilio Benedetti.  “El tema es complejo”, aseguró, pero puso a disposición la comisión para que los diputados y asesores conozcan el tema, darle visibilidad y continuar con el debate.

Fuente: InfoCampo

 Like

Después de establecer en 2018 el Sistema de Tipificación de Reses, finalmente el Ministerio de Agricultura de la Nación aprobó el nuevo Sistema de Tipificación de Carne Bovina, que complementa al anterior y hace foco en la calidad.
El sistema se basa en parámetros como el color de grasa, color de carne, área de Ojo de Bife, grado de marmoleo o engrasamiento intramuscular de la sección del músculo longissimus dorsi y pH.
A través de la Resolución 195/2019, que se publicó este jueves en el Boletín Oficial, Agricultura dio a conocer las bases del plan, que diseñó junto al INTA y al sector privado, con la colaboración del INTI para cuestiones vinculadas a la medición.
Según explica la normativa, la idea es que el modelo responda a las necesidades de los distintos mercados y a las nuevas tecnologías de producción, procesamiento y conservación de carne. “Permite tanto argumentar sobre la calidad de la carne argentina en el mundo, como ayudar al productor y a la industria a revisar aspectos clave de sus sistemas de producción e industrialización. Asimismo, la información será de utilidad para comunicar al consumidor elementos objetivos respecto de la calidad de la carne”, resaltó.
A su vez, el objetivo del sistema de tipificación es lograr el pago diferencial del producto por parte de los consumidores, y para trasladar esa ganancia al primer eslabón de la cadena y así “incentivar económicamente a todos los operadores a utilizar herramientas de selección objetivas que aumenten la cantidad y calidad de la carne”.
¿Cómo guiarse? El anexo explica los parámetros que se tomarán en cuenta
Sistema de Tipificación de Carne Bovina by Contacto Infocampo on Scribd

Fuente: InfoCampo

 Like

Especialistas del INTA advirtieron la presencia de adultos de picudo del algodonero (Anthonomus grandis) en el noreste argentino a través de las trampas de captura instaladas para su monitoreo durante todo el año y, destacaron que en los últimos dos meses la presencia de estos insectos aumentó.
Considerada la plaga más dañina del cultivo del algodón en América Latina, el picudo o Anthonomus grandis se destaca por su enorme potencial de destrucción que impacta en la reducción de los rendimientos y en el aumento de los costos de la producción.

“La presencia de adultos de picudo del algodonero en las trampas de captura instaladas para su monitoreo en la región fue una constante durante todo el año. Los registros presentan valores muy elevados con 10 picudos por trampa por semana durante los últimos dos meses”, María Simonella, especialista del INTA Sáenz Peña, Chaco.
Para la técnica, las causas de esta situación están directamente relacionadas con el exceso hídrico a la que fue expuesta la región, sumada a la falta de piso que dificultó el ingreso de la maquinaria necesaria para la destrucción del rastrojo.
“El efecto de que hayan quedado lotes sin cosechar y/o sin destruir sobre el final de la última campaña 2018/19 ha sido precisamente la elevada población de picudos dispuestos a sobrevivir en la entrezafra”, detalló Simonella.
Frente a este panorama, recomendó que los productores se mantengan en alerta en cada etapa del cultivo, atentos a los registros de trampas de feromonas, al principio, y al monitoreo de órganos fructíferos sobre plantas en el lote para decidir oportunamente las más adecuadas acciones de control.

Para Iván Bonacic Kresic, coordinador del área mejoramiento genético y protección vegetal del INTA Sáenz Peña, Chaco, existen tres pilares fundamentales: la organización, el monitoreo y el manejo integrado. En cuanto al primer punto, subrayó la necesidad de que los productores trabajen de modo colectivo y, unidos a los representantes de los distintos eslabones de la cadena.
“Es mediante la conformación de grupos de trabajo que se logran resolver las problemáticas que afectan al cultivo, en los que cada uno aporte lo que sabe”, puntualizó el técnico.
Con respecto al monitoreo, destacó la importancia de implementar las trampas de feromonas, dado que permiten determinar la presencia del insecto, la densidad poblacional con la que se presenta y el movimiento o desplazamiento de la plaga desde uno a otro sector del lote.
“Las trampas son efectivas antes de la siembra del cultivo y hasta la aparición de los primeros pimpollos en el lote”, aseguró Bonacic Kresic.
Más tarde, cuando el cultivo está próximo a la madurez, generalmente hacia el momento de la defoliación, las trampas vuelven a ser efectivas.
“Entonces, deben instalarse unos 60 días antes de la siembra en el perímetro de los lotes, cada 100 a 200 metros, llevan una feromona que debe cambiarse cada 21 días y deben ser revisadas para tomar el registro correspondiente cada siete días”, explicó Simonella.
Será calculado un índice el cual habrá de mostrar el número de picudos por trampa por semana (P/T/S) y en base al promedio del mismo obtenido a lo largo de los 60 días antes de la siembra, podrá tomarse la decisión de realizar: ninguna, una, dos o tres aplicaciones separadas cada cinco días una de otra en el momento en que aparezca en el cultivo el primer botón floral.
“Si previo a la emergencia hubo capturas, se recomiendan dos aplicaciones en bordes cada 5 a 7 días: desde el estadio V2 (aproximadamente 7-10 DDE), con el objetivo de evitar que la plaga ingrese al área”, detalló Bonacic Kresic.
Por último, el técnico subrayó: “No existe una única práctica que aisladamente permita controlar satisfactoriamente al picudo”.
Por eso, destacó la necesidad de combinar lo más armoniosamente posible todas las técnicas o prácticas que tratan de mantener la población del insecto, por debajo de un nivel en el que no cause daño económico o intentar que el daño sea el menor posible.

Fuente: InfoCampo

 Like