Finalmente, la presión de los productores logró frenar el impuesto extra para el mantenimiento de caminos rurales que la provincia de Santa Fe planeaba cobrar por iniciativa de un senador nacional.
El proyecto ya tenía media sanción y le faltaba ir a Diputados, pero los chacareros lograron que el gobierno provincial lo deje sin efecto, luego de que la filial regional Sur de Federación Agraria Argentina (FAA) mantuviera reuniones con funcionarios de Hacienda y del Concejo Deliberante.
“Hemos consultado a juristas tributarios, especialistas contables y todos coinciden en que es descabellado plantear al Derecho de Registro e Inspección, que es una tasa que se le aplica generalmente a los Comercios e Industrias, a la actividad que realizan los chacareros, más aún cuando la Ley Tributaria Provincial la exime del pago”, explicaron desde FAA.
Según los ruralistas, el mismo Ejecutivo reconoció que se trató de un “error de formas”, ya que en la Ordenanza tributaria local de Villa Constitución vigente se había excluido tal excepción, y por eso consideraban que estaban sujetos al pago. 
En los próximos días, el gobierno de Santa Fe enviará al Concejo Deliberante una complementaria a la ordenanza, para corregir los errores.
“Los chacareros somos como las hormigas, nos la pasamos todo el día trabajando, casi que no nos ven, sin hacer ruidos y siempre desapercibidos, pero cuando alguien viene y nos patea el hormiguero, salimos todos juntos y en patota para poder defendernos“, dijo Cristian Roca, vocero de la filial local.

Fuente: InfoCampo

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La lavanda, de la familia de las Lamiáceas que contiene más de 60 especies, es una de las plantas más conocidas y apreciadas que podemos encontrar. No solo por su colorido, sino también por su inconfundible aroma y los beneficios que tiene para nuestro bienestar.
Esta planta tiene múltiples beneficios, entre los que se destaca su habilidad como relajante del sistema nervioso central, que ayuda a disminuir el estrés, la ansiedad y el insomnio. También es antioxidante, por lo que ayuda a tener una mejor digestión.
Asimismo, científicos aseguran que esta genera grandes cambios de manera interna y externa, que son tangibles y comprobables a lo largo del tiempo, lo que provoca que cada día, sean más los consumidores que la incorporen a sus vidas.
Esta planta y su flor se utilizan en numerosos productos cosméticos o aromáticos, pero lo que quizás no muchos saben es que también se pueden utilizar en la cocina. Y es que la lavanda puede formar parte de deliciosas bebidas, comidas, postres, entre otras. A continuación, cinco ideas para poder disfrutar de todos  sus beneficios en el día a día
 
Moon Milk
La moon milk, literalmente “leche de la luna” es una sencilla bebida caliente procedente de la medicina ayurvérica, que es el nombre que recibe la medicina tradicional de la India.
Se trata de una bebida que combina leche con especias, hierbas y flores como puede ser el ejemplo de lavanda en combinación con la miel. 
La infusión tiene propiedades relajantes que ayuda a dormir y aporta un agradable confort.
Elaboración: calentar la leche y posteriormente, infusionarla con las especias, hierbas o flores de lavanda. Luego colarla y, si se lo desea, añadir miel para endulzar mientras aún esté caliente.
Limonada de lavanda
Una de las grandes ventajas de la limonada es que podemos elaborarla casi con cualquier fruta u hoja que se nos ocurra. Y esta regla aplica también para la lavanda.
Ingredientes: 

1 cucharada de flores de lavanda.
4 vasos de agua.
1 y 1/2 de taza de jugo de limón.
Azúcar a gusto (opcional).

Elaboración: Mezclar el azúcar con la lavanda frotando bien, después poner agua caliente sobre el azúcar y remover hasta que se disuelva el azúcar. Colarlo para eliminar los restos de lavanda y añadir el limón. Dejar enfriar bien con hielo y disfrutar de una limonada fresca.
Agua de pepino, lima y lavanda
Las aguas saborizadas, son una opción saludable y rica para refrescarnos y mantenernos hidratados sin consumir conservantes o azúcar.
Una opción deliciosa es utilizar pepino, lima y lavanda.
Ingredientes: 

2 vasos de agua.
Hojas de menta y lavanda culinaria seca.
4 pepinos pelados.
Jugo de 4 limas.
2 vasos de soda.
Azúcar (opcional).

Elaboración: calentar el agua con la lavanda, la menta, y el azúcar si lo usamos. Cuando el agua esté infusionada, la quitamos del fuego. Dejar reposar y después colar. En una batidora licuar el agua con el pepino y el zumo de lima y la soda. Dejar enfriar y servir con hielos o bien fría.
helado DE lavanda
Se aproxima el verano y junto con este, las tardes calurosas. Y para refrescarnos, el helado se presenta como primera opción de muchos. La receta del helado de lavanda hará que se convierta en tu nuevo gusto favorito.
Ingredientes:

10 ramitas de lavanda.
8 yemas.
1 taza de azúcar.
600 cm3 de crema.
600 cm3 de leche

Elaboración:

Colocar las ramitas de lavanda junto con la leche en una olla y llevar al fuego. Cuando rompa el hervor retirar del fuego, tapar y dejar reposar 30 minutos.
Batir las yemas con el azúcar en un bol que pueda colocarse a baño maría, hasta que esté clarito y espumoso.
Colocar la infusión de lavanda y agregar a las yemas batiendo constantemente.
Llevar a baño maría a fuego lento y revolver continuamente con una cuchara de madera hasta que espese. No debe hervir.
Dejar enfriar, agregar la crema y colocar en la heladora. Cada media hora aproximadamente, revolver y volver a llevar al freezer. Repetir este proceso hasta que la preparación obtenga la consistencia de helado.

Vea también: “Recomendaciones acerca de cómo podar plantas aromáticas para que crezcan más”

Fuente: InfoCampo

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Celeste Valero tiene 25 años y nació en la comunidad Huacalera, en la Quebrada de Humahuaca, Jujuy. Allí, tres años atrás, creó su proyecto Q’enqo, al que define como “una solución” a la realidad de muchas mujeres que se encontraban tejiendo solas y necesitaban salir adelante.
Con una tienda al público y un taller en su casa que reúne a 15 tejedoras, Q’enqo elabora productos 100% artesanales, que requieren de una gran cantidad de tiempo y esfuerzo para confeccionar.
Los materiales que se utilizan son fibra de llama, lana de oveja y vicuña, y además se realizan los tintes, que son completamente naturales, provenientes de hojas, raíces y tallos, en muchos casos, silvestres.
“Q’enqo es tejer con la otra. Q’enqo quiere decir camino. Es un significado muy profundo para mí, ya que me apasiona el textil por una cuestión hereditaria. Yo soy cuarta generación de tejedores andinos por parte de mis padres, quienes actualmente trabajan conmigo. Aprendí todo en mi casa, es algo que mamé desde muy chica”, le contó Celeste a Infocampo en el marco de la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Además de fundadora, Celeste es también la diseñadora de los textiles, aunque aclara que lo hace por “curiosidad”, ya que nunca estudió. “Soy fotógrafa también”, resalta. “Con todas esas herramientas que pude recoger hasta ahora, me conformé como impulsora, al frente de esta batalla que es Q’enqo“, asegura.
proyecto social y amigable con el medio ambiente
El emprendimiento ganó el primer premio a Mejor Proyecto Social en el Curso de Negocios Inclusivos del Instituto Minka, que se realiza con el apoyo de la organización internacional Viva Idea. De 40 alumnos, Celeste fue elegida por su iniciativa, que promueve el triple impacto y está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Pese a las dificultades económicas, observo que hay mercado para este tipo de moda consciente, para gente que está buscando productos con historia, que sean naturales y sustentables“, resaltó la creadora de Q’enqo.
Incansable y vital, también es capacitadora en cuatro comunidades. “Entrego muchos días, mucho tiempo de viaje para poder visitarlas y capacitarlas en tintes naturales, en volver a usar lo que nos entrega la naturaleza, a lo que podemos usar conscientemente”, describió.

 

 

 
 

 
 

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Hilado en Pushka, una técnica ancestral. Fotografía @mariana_arias_photos
Una publicación compartida de Q’ENQO Textiles Andinos (@qenqo.jujuy) el 12 Sep, 2019 a las 9:56 PDT

Las mujeres de Q’enqo tienen distintas edades: van desde los 20 hasta los 60 años. El común denominador es que todas son madres y tienen dificultades sociales. “Se acercan para aprender un oficio para darles de comer a sus hijos. Yo creo que ser mujer y madre no es una limitación, sino una gran fortaleza“, reflexionó Celeste.
Las trabas en el “camino”
Si bien Q’enqo crece a grandes pasos, su fundadora afirma que necesita “más fuerza económica” para poder exportar. Las principales complicaciones en ese sentido, según explica, tienen que ver con los aranceles y  las burocracias para tramitar las ventas externas.
“Pero eso no me quita la pasión por entregar productos de calidad en Argentina. Cada tejedora produce de tres a cuatro trabajos por mes, y los enviamos a todo el país”, resaltó.
Aunque desde el Gobierno Nacional mostraron acercamiento a este tipo de iniciativas en el norte argentino – la primera dama, Juliana Awada, se mostró con prendas de tejedoras en sus redes sociales- desde Q’enqo aún no hubo ningún acceso a financiamiento. “Yo crecí de forma autónoma, independiente, pero no rechazo ese tipo de ayudas. Creo que vincularse y trabajar en conjunto es fundamental, más allá de cualquier pensamiento político“, cerró Celeste.

 

 

 
 

 
 

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Quiero ser parte del Tejido KENKO . . . . . . «¡Te invitamos a conocer más de nuestra cultura a través del tejido!» Compartimos con los visitantes parte del proceso del tejido artesanal. Aquí Huacalera, Quebrada de Humahuaca, JUJUY #tejedoresKENKO #tejernos #experiencias #compartirsaberes #telardepedales #partedelproceso #taller #espacioscompartidos #Huacalera #Jujuy #Argentina
Una publicación compartida de Q’ENQO Textiles Andinos (@qenqo.jujuy) el 16 May, 2019 a las 6:09 PDT

Fuente: InfoCampo

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Históricamente nuestro país es uno de los principales consumidores de carne vacuna del mundo, pero en estos últimos meses, las estadísticas locales evidencian una caída importante.
En lo que va del año, el consumo de carne bovina cayó 11%, ubicándose en torno a los 50 kilos per capita por año. ¿Por qué se da este fenómeno? ¿El problema es sólo económico?
Para responder a ello, Infocampo viajó a Coronel Pringles a la Jornada a Campo que organizó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y conversó con la licenciada Eugenia Brusca, integrante del Departamento de Promoción Interna del IPCVA.
“Es verdad que el consumo está cayendo y ya se registra un 11% en lo que va del año, pero hay que tener en cuenta que el poder adquisitivo del trabajador argentino cayó un 20% promedio. Por mirar el vaso medio lleno, se puede decir que la caída no es tan grave”, comentó la especialista.
Y continúo: “Pero la baja en el consumo no se debe únicamente a los problemas económicos actuales del país, sino que hay otros factores que influyen, como los cambios de hábitos que se vienen dando desde hace 20 años o más. Por ejemplo en el año 2000/2001 y también por temas económicos, nuestros padres comenzaron a comprar pollo o cerdo como una forma de sustituto de la carne vacuna. ¿Qué pasó? Hubo una generación que se crío comiendo carne aviar o porcina y desarrolló ese hábito. Hoy, no lo toman como una alternativa, sino que lo tienen incorporado al consumo habitual“.
El otro factor que explica la baja en el consumo, es la punta cualitativa que impacta de forma cuantitativa. ¿Cómo? Veamos.
Según Brusca “cuando uno analiza los datos, se puede observar que la caída se expresa en cantidades, pero no en calidades. ¿Qué quiere decir ésto? Que ante una caída del poder adquisitivo, los consumidores no buscan cortes alternativos de calidad y de menor precio“.
Imaginemos una familia que suele comer milanesas de peceto una vez por semana, pero uno de los padres se queda sin trabajo, y deciden comer milanesas cada 15 días. En números, la estadística indicará que cayó el consumo de esa familia un 50% y en igual medida la demanda del peceto.
Teniendo en cuenta lo que plantea la licenciada del IPCVA, y siguiendo el ejemplo, esa familia podría complementar el peceto por cuadrada y mantener su dieta. Consumirían cada 15 días peceto, y cuadrada en el mismo lapso de tiempo. La estadística acá también marcaría una caída en la demanda del peceto, pero se vería compensada por el aumento de la cuadrada.
“Hay un desconocimiento importante sobre los tipos de cortes y no se buscan suplantar unos con otros. Ahí tenemos que promocionar y educar a los consumidores, para que sepan qué alternativas tienen a la hora de elegir cortes vacunos“, detalló.
El cuarto factor de incidencia en el consumo de carne vacuna, ya no sólo en el orden local sino también en el mundo, es el veganismo y vegetarianismo. Pero al no contar con mediciones respecto a su impacto en el demanda de carne, evitamos ampliar el tema.
De todas formas, la licenciada finalizó su explicación argumentando que el consumo proteico de carne de la Argentina está firme, y que de llegar a mejorar el poder adquisitivo de los argentinos, estiman que podría aumentar la demanda hasta un 20%.

Fuente: InfoCampo

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