Bajo el lema “el mate es lo más grande que hay”, la tercera edición de MATEAR, reunió a 100.000 personas fanáticas del mate, en la feria más importante del mundo que se llevó a cabo en el Salón Ocre de La Rural.
El mate ya tiene su lugar en la cultura argentina, por ese motivo, familias y amigos quisieron ser parte del mayor evento que tiene el mate. Hubo espacios de intercambio, sin fines de lucro, entre el sector gastronómico, comercial, cultural y los consumidores finales. Participaron 80 expositores con 40 marcas diferentes de yerba mate, entre otros productos.
El patio matero, se vistió con lonas, termos y mates de todas aquellas personas que quisieron pasar un rato y charlar mientras planeaban qué stand visitar luego. Al fondo, la barra con novedosos tragos, preparados por Sabrina Lamas, que utilizó yerba mate para su preparación.
Entre las condecoraciones, se destacó el otorgamiento de DNY (Documento Nacional Yerbatero) a todos los visitantes, el cual los identifica a los “materos de ley” y reivindican su identidad como fanáticos del mate.
Para los más curiosos no faltó la charla sobre los distintos tipos de maridajes brindada por Karla Johan, la reconocida sommelier de yerba mate. Y para sorpresa del público, estos descubrieron que la yerba mate puede degustarse también en helados y hasta en tortas, panqueques y demás elaboraciones.

Además, los más de 5000 metros cuadrados en donde se desarrolló la feria invitaron a los visitantes a charlar con los pequeños y grandes productores de yerba mate de Argentina y dar a conocer un poco más sobre su siembra, cosecha y exportación.
También hubo un sector para los más chiquitos, que disfrutaron del espacio “Mate Kids” y nos contaron con dibujos y charlas por qué, para ellos, el mate es lo más grande que hay.
Durante todo el evento, se desarrollaron más de 35 charlas en donde expertos en diversas áreas hablaron de la yerba mate y sus propiedades.
 

Fuente: InfoCampo

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A semejanza de los grandes descubrimientos científicos, un estudio de suelos que aplicó labranza cero como tratamiento testigo marcó el primer antecedente de la siembra directa en la Argentina. Fue a mediados de los ´60, alrededor de una década antes que surgieran las líneas de investigación específicas. De nacionalidad italiana, el primer científico que sembró sin arar se llama Marcelo Fagioli e hizo sus ensayos en el INTA Pergamino. Hoy tiene 90 años.
El investigador fue contratado por el instituto para llevar a cabo ensayos de fertilización nitrogenada en maíz. Pero la tarea lo mantenía ocupado a tiempo parcial. Por esta razón, inició un ensayo con el objetivo de evaluar la incidencia de diferentes profundidades de arada, incluida la labranza cero como tratamiento testigo, sobre la humedad del suelo y su efecto sobre el sistema radicular del maíz y los rendimientos.
Los ensayos fueron realizados en lotes experimentales del instituto. Fagioli hizo labranzas a 15, 30 y 45 centímetros de profundidad, mientras que la mínima profundidad explorada fue labranza cero, algo que causó bastante desconcierto.

“Yo araba a distintas profundidades porque, como se sostenía en aquella época, si se aumentaba la profundidad de arada, aumentaba el almacenamiento de agua en profundidad. Después me pregunté qué ponía como testigo. A mí me interesaba averiguar la capacidad de almacenamiento de agua, entonces el testigo iba a ser no arar, labranza cero. Yo no pensaba en arar, yo pensaba en más o menos agua en el suelo”, aseguró Fagioli.
Respecto al maíz, esperaba en labranza cero las plantas de menor desarrollo; en 15 centímetros, normal; en 30 centímetros, un poco más de crecimiento; y en 45 centímetros, tenía que ser la de mejor desarrollo si era verdad este asunto de la humedad.
“Y eso se veía en las primeras etapas de desarrollo del cultivo, las plantas en labranza cero eran las más atrasadas. Pero, pasado un tiempo, fui a ver los ensayos y ya no distinguí más una labranza de la otra. Era a fines de noviembre o principios de diciembre, cuando vino el período de calor. La labranza cero era más o menos igual que las restantes. Tuve que regresar a la oficina, buscar el diseño del ensayo y volver al lugar para identificar las parcelas. Después, cuando llegó la cosecha, no hubo prácticamente diferencias de rendimientos. Y ahí me surgió el problema, ¿qué pasó aquí?”, explicó el italiano.
“Si bien Fagioli con esas parcelas de maíz en labranza cero no tuvo como objetivo el desarrollo de la siembra directa como hoy la conocemos, sino que las utilizó como testigo de las distintas profundidades de labranza que estaba estudiando, lo consideramos el pionero por haber realizado ese trabajo. Fue el primer antecedente científico en el país”, afirmó Carlos Senigagliesi, coordinador del Proyecto de Agricultura Conservacionista del INTA (PAC).

“Demostró que el cultivo se puede implantar y desarrollar sin ninguna remoción del suelo con rendimientos similares. Hay que tener en cuenta que, en esa época, la labranza era el principio fundamental de la agricultura y este principio fue puesto en duda por él. Generó muchas polémicas y, con el paso del tiempo y de las evidencias, se confirmó la validez de sus resultados”, agregó el especialista.
En este sentido, Senigagliesi resaltó el carácter innovador de los trabajos de Fagioli. “Se animó a ir en contra del laboreo del suelo como principio fundamental en la agricultura. Desde el punto de vista científico, fue desafiante, fue muy valioso. Una persona innovadora es alguien que no se atiene a lo que todos repiten y está dispuesta a cambiar de pensamiento”, argumentó.
En línea con lo expresado por Senigagliesi, otros autores destacados como Osvaldo Barsky y Helena Alapín, Alfredo Lattanzi (precursor de las investigaciones específicas sobre siembra directa) y publicaciones institucionales reconocen el trabajo de Fagioli como el primer antecedente de la siembra directa en el país.
Fuente: INTA/ Redacción original: Daniela Novelli y Carlos Barragán

Fuente: InfoCampo

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En lo que va del año, el puerto de Quequén exportó 6.839.820 toneladas en 303 buques, lo que representa un 38% más respecto al mismo período del 2018.
El informe que publicó el consorcio de “Puerto Quequén” señaló que en el último noviembre se exportaron 648.268 toneladas de granos en 28 buques, en tanto que en el mismo período pasado, en el undécimo mes del año se exportaron 399.907 toneladas en 18 cargueros.
El presidente del consorcio portuario, Arturo Rojas, afirmó que “estos números demuestran que en estos cuatro años hemos hecho las cosas bien y año tras años, más empresarios eligieron a esta estación marítima bonaerense para exportar al resto del mundo”.
“En todo el 2018 exportamos 5.576.084 toneladas de grano y en lo que va del corriente año salieron 6.839.820 toneladas y aún falta un mes para terminar el año. Cuando termine 2019, estaremos en un año récord de exportación de cereales“, expresó Rojas, quien también es intendente electo de Necochea por Juntos por el Cambio.

Fuente: InfoCampo

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La variabilidad en la distribución geográfica de las lluvias y su escaso volumen, sigue poniéndose en evidencia sobre la región Pampeana y generan gran preocupación en el sector que ya sufre de faltas de reservas hídricas.
Desde el jueves 29 al martes 3 de diciembre, el 9% de la región Pampeana, se vio beneficiada por el ingreso de dos sistemas frontales fríos a la región que dejó lluvias de 15 a 30 milímetros, así lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Se trata más especificamente del centro y norte de La Pampa y Córdoba, junto al norte de Santa Fe y una pequeña porción del este entrerriano.
Según los especialistas, los indicadores de gran escala del océano Pacífico y el Atlántico señalan que no habrá aportes de humedad extra durante la campaña gruesa argentina. Esto agrava aún más el riesgo de los cultivos para enfrentar los meses más exigentes del verano.
Pero las lluvias no llegaron solas, en algunas localidades el fin de semana contó con la presencia de granizo que castigó a los cultivos, además de ocasionar daños sobre silos y casas.
“Fueron 40 minutos de agua y piedra”, comentan en Hernando de Córdoba, sin salir de la sorpresa por la violencia con la que se batió la tormenta. También hubo reportes de daño en Río Cuarto.
En Santa Fe le tocó a Villa Cañas, en Entre Ríos, Santa Elena y Crespo. En Buenos Aires, la tormenta cargó sobre Pergamino y Ramallo. “El aspecto de los maíces deshilachados es descorazonador”, fueron las palabras de un productor.
En cuanto a lo que pronostican los especialistas, se esperarían algunas lluvias más para la próxima jornada. “Córdoba podría seguir sumando milímetros pero se tratarían de lluvias inferiores a los 15 milímetros”. Lo mismo se espera para La Pampa, excepto para Buenos Aires que volvería a quedar por fuera, con sólo algunos registros puntuales.
Para finzaliar, desde la BCR advierten que “entrar sin buenas reservas hídricas a enero es una amenaza seria a los rindes de maíz temprano y soja, tanto la de primera como la de segunda. Sí las lluvias mantienen este comportamiento en los próximos quince días, habrá efectos negativos en el volumen de cosecha gruesa 2019/2020″.

Fuente: InfoCampo

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