El cierre del día en el Mercado de Liniers remarca, otro día más, de un sensible aumento de los ingreso de hacienda, así como sucedió este lunes. 
Este martes ingresaron al Mercado 10.564 cabezas. Este número es sensiblemente a la oferta normal de un martes, que se ubica entre 8.000 a 9.000 cabezas. En comparación al martes anterior, es más del doble (5.032 animales). 
Esta actividad también acentúa la tendencia de este lunes, que registró un importante movimiento de hacienda, respecto al mismo día de la semana pasada (1.584 animales versus 401 animales), pero solo fue a simple vista. Según referentes del Mercado, casi 1.000 animales tenían un único destino. Es decir, que restando estas cabezas, la llegada fue la normal. 
Como dato destacado surge que las mayores entradas fueron de hembras, vacas y vaquillonas. Entre ambas categorías, las ingresantes represantaron entre un 60% a 70% de la oferta de ambos días. 
Por el lado de los precios (Ver Cuadro) se observa una consistente estabilidad en la variación semanal (Ver precios en rojo), entre martes. Más allá de la marcada oferta, los valores por kilo de todas las categorías mantienen su precio. 
 Cierre de hoy, en precio promedio, y en comparación con los precios del martes 26 de noviembre:

Novillito:
79,11 $/kg
(-0,01%)

Vaca:
63,53 $/kg
(-0,01%)

Vaquillona:
77,02 $/kg
(-0,03%)

Toro:
67,63 $/kg
(-0,02%)

Fuente: InfoCampo

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La ausencia de precipitaciones en el sur de Brasil está provocando que una importante falta de recarga del Río Paraná aguas arriba. Esto, agua abajo, está provocando diferentes tipos de trastornos. 
A la altura de la represa Yacyretá, en Corrientes, por ejemplo, el caudal del río es el más bajo desde el año 1978, según informó este martes la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). 
Precisaron que, “a la altura de Yacyretá, el caudal medio del corriente 2019 es el segundo más bajo de la serie de referencia 1971-2018, con unos 10.900 metros cúbicos por segundo, luego de los 10.500 metros cúbicos por segundo de 1978”.
La magnitud de este problema también alcanza a los puertos del Gran Rosario, por donde sale el grueso de la producción agrícola argentina. 
Según reportan desde la Bolsa de Comercio de esa ciudad, “bajante del río para esta época del año es normal ya que es pleno estiaje. Sin embargo, este año se pronunció aun más esta baja mar”, aclaran. 
Debido a que no hay obligación del ente dragador rosarino de continuar con el dragado del río para posibilitar la salida de las embarcaciones, los barcos graneleros están zarpando con 60 centímetros menos de carga, lo que representa, según el tipo de barco, entre 4.000 a 5.000 toneladas menos de materias primas. 
En este sentido, tanto la EBY como desde la Bolsa de Comercio coincidieron. “Se espera una recomposición de los niveles a partir de la segunda quincena de diciembre”.
“Con la información disponible hasta la fecha no es posible establecer con suficiente precisión a partir de cuándo podría comenzar a revertirse la actual coyuntura”, sostienen desde la Entidad Binacional. 
Por su parte, desde la Bolsa, explican que, a partir de la vuelta de las lluvias en el sur brasilero, luego deben esperarse unos quince días más para que haya calado de despacho óptimo en los puertos rosarinos. Asimismo, aclaran que, por el momento, hay circulación normal de buques, diferente a lo que sucedió hace un tiempo en el que se registraron embarcaciones varadas. 

Fuente: InfoCampo

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Trabajadores de la industria lechera de la seccional General Rodríguez de Atilra rechazaron la propuesta de recomposición salarial que presentaron las cámaras patronales para lo que resta del año.
En una asamblea, el gremio analizó la posibilidad de ir a una medida de fuerza hasta que los empresarios “realicen una propuesta seria”, según explicaron desde la Comisión Directiva, que sea “acorde a la situación económica” actual.
“Nuestro poder adquisitivo ha mermado significativamente producto de una espiral inflacionaria que ronda el 43,20%“, remarcaron, y recordaron que los productos lácteos “aumentaron en más del 90%“. “Sin embargo, mientras las empresas maximizaban sus ganancias y nuestra calidad de vida se deterioraba, los salarios de nuestro sector solo fueron aumentados un 23%”, explicaron.
En ese sentido, el sindicato aseguró que dio “sobradas muestras de voluntad de diálogo” y  no recibió respuestas. “Esto no da para más. De una vez por todas las patronales deben hacerse cargo de sus responsabilidades”, disparó.

Fuente: InfoCampo

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El fenómeno de El Niño- Oscilación Sur (ENOS) es un patrón climático que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical. Este ciclo global tiene dos extremos: una fase cálida conocida como El Niño y una fase fría, conocida como La Niña.
Si bien algunos científicos durante el siglo XIX y principios del XX había encontrado alguna especie de relación entre las inundaciones que afectaban a Perú y las sequías en Australia al mismo tiempo, recién en 1969, Jacob Bjerknes (Climatólogo estadounidense) logró explicar de manera certera el fenómeno que ocurría en el océano pacífico y tanto desconcertaba a muchos.

Datos para comprender el fenómeno:

El ENOS es un ciclo no periódico, es decir, no siempre ocurre cada cierto número de años (ocurre cada 3 a 7 años).
Afecta a una parte de Sudamérica, en la cual se incluye nuestro país y, a Oceanía y el sur de Asia en simultáneo.
Los dos factores más importantes a tener en cuenta son la temperatura del Océano Pacífico y la intensidad de los vientos.

Entonces, ¿Cómo se produce el fenómeno?

Existe una corriente de vientos en sur del Pacífico llamada célula de Walker que en condiciones normales, resulta de un sistema de alta presión sobre el Océano Pacífico oriental (costa americana) y un sistema de baja presión sobre Oceanía. En resumen, los vientos soplan desde Sudamérica hacia Oceanía y “arrastran” el agua superficial del Pacífico.
Esto, sumado al efecto de rotación de la tierra, provoca que se acumule una “pileta de agua caliente” en las islas de Oceanía, hecho que genera abundantes lluvias durante todo el año y la propagación de la conocida vegetación frondosa y selvática de la zona.
Hasta acá todo normal, el agua superficial fluye de América del Sur hacia Oceanía por acción del viento y crea una “pileta” de agua caliente en la zona. Pero el problema surge cuando estos vientos se debilitan o se invierten, dando paso al fenómeno de El Niño.
EL NIÑO

Cuando los vientos se invierten o disminuyen su intensidad (porque se ve afectado el gradiente de presión), parte del agua cálida que se encontraba en Oceanía comienza a fluir lentamente hacia el continente americano hasta llegar a las costas peruanas. Esto genera dos situaciones en simultáneo: sequías en Oceanía y abundantes lluvias o inundaciones en Sudamérica, pero ¿por qué?
La zona oceánica de Perú en condiciones normales es fría y seca, lo que se traduce en pocas y ocasionales precipitaciones, pero cuando comienza a llegar agua más cálida a la zona, la radiación solar genera una humedad atípica de la zona que comienza a acumularse en grandes nubes que eventualmente precipitarán sobre el continente.
Todo lo contrario sucede en Oceanía donde la “huida” del agua caliente provoca un descenso de la humedad que se traduce en menos precipitaciones y problemas para la agricultura.
La fase cálida de El Niño suele durar entre 8 y 10 meses.
LA NIÑA

También puede ocurrir que los vientos de la célula de Walker soplen con más fuerza de lo normal. Ésta es la fase fría del ENOS, y genera que el agua superficial de la costa americana no llegue a calentarse ya que es rápidamente desplazada y reemplazada por el agua fría de las profundidades, hecho que ocasiona menores temperaturas a las normales y aún menos lluvias. Mientras que, los vientos fuertes que presionan sobre la “pileta caliente” de Oceanía evitan que el agua profunda emerja a la superficie generando aún más calentamiento del agua, mayor humedad y excesos de precipitaciones.
El fenómeno la Niña puede durar de 9 meses a 3 años.
¿CÓMO AFECTA EL NIÑO AL PAÍS?

El norte de Argentina experimenta un clima más húmedo que en condiciones normales, sobre todo durante el verano.? En invierno puede producir como efecto el aumento de temperatura media y reducción considerable de ocasionales heladas, especialmente en la zona centro y norte del país debido a que la nubosidad por las noches conlleva a que radiación solar acumulada en la Tierra se refleje en las nubes produciendo un esporádico efecto invernadero.
También se presentan intensas lluvias que provocan inundaciones que afecta a personas y cultivos por igual. El incremento de la humedad también favorece la aparición de enfermedades fúngicas.

La niña por su parte provoca un descenso de la temperatura en el centro y norte del país a la vez que se observa una disminución en las precipitaciones y en la humedad.
ACTUALIDAD

Desde julio de este año, las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico tropical se mantuvieron en niveles neutrales en lo que a El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) se refiere. En otras palabras, no se produjeron eventos de El Niño ni de La Niña.

Fuente: InfoCampo

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La Facultad de Agronomía de la UBA determinó cuáles cultivos liberan mayor cantidad de óxido nitroso (N2O), uno de los gases que más aporta al calentamiento global, y en qué etapas de su desarrollo, para contrarrestar las emisiones de este gas desde la agricultura, una de las actividades fundamentales para la economía argentina.
El N2O es uno de los principales responsable de destruir la capa de ozono. Si bien se emite naturalmente desde suelos y océanos a partir de la acción de microorganismos que descomponen la materia orgánica, la actividad agrícola aporta el 40% de las emisiones totales. En la Argentina, el sector productivo es clave, sin embargo hay muy poca información sobre la emisión de óxido nitroso desde los agroecosistemas del país.
En este contexto, un estudio de la FAUBA, que se realizó en la región Pampeana registró cuánto N2O emiten suelos sembrados con diferentes cultivos extensivos. Los mayores valores de gases de efecto invernadero (GEI) se registraron en soja. Además, se observó en qué etapa de cada cultivo se liberó la mayor cantidad de N2O.
“La concentración de los gases de efecto invernadero está aumentando en la atmósfera, con lo cual se agravan las consecuencias del calentamiento global sobre los ecosistemas y las actividades humanas. El óxido nitroso tiene un doble efecto negativo. Por un lado, es el tercer gas de efecto invernadero más importante de los de origen humano, luego del dióxido de carbono y del metano, y hoy es responsable de un 6% del calentamiento global. Por otro lado, tiene la particularidad de romper la capa de ozono en la atmósfera”, explicó Tomás Della Chiesa, docente de la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA.
En la misma línea, Laura Yahdjian, docente de la cátedra de Ecología de la FAUBA, destacó que el aporte del GEI, por parte del ser humano, es cada vez mayor. La agricultura es la principal fuente antropogénica de este gas, ya que “al reemplazar la vegetación natural por cultivos se modifican la temperatura del suelo, los ciclos del agua y de los nutrientes”.
Vea también: “Agricultura y cambio climático: la importancia de reducir la emisión de gases de efecto invernadero”
LOs ENSAYOS
Della Chiesa junto a sus colegas analizaron la cantidad de N2O que emitieron los suelos de un campo de la región Pampeana sembrado con diversos cultivos extensivos. El investigador resaltó que la mayor emisión de N2O ocurrió en suelos con soja, y lo siguieron los suelos con rotación trigo-soja y lotes con maíz.
Además, agregó que mientras en los pastizales naturales se emite 1 kilogramo de N2O por hectárea por año, durante el ciclo de la soja se pueden emitir hasta 4 kilogramos anuales por hectárea.
“En soja, las etapas críticas son la primavera, cuando está emergiendo, y el otoño, cuando el cultivo está madurando. Los picos de emisión de óxido nitroso del doble cultivo trigo-soja ocurrieron al emerger el trigo y también al fertilizarlo con nitrógeno. Por su parte, las máximas emisiones del gas en suelos con maíz sucedieron luego de las fertilizaciones, de la cosecha y durante el barbecho”, enfatizó Della Chiesa.
Sobre este aspecto, añadió que las mayores emisiones se dieron cuando coincidían altas cantidades de nitrógeno en el suelo con condiciones de elevada temperatura y humedad. “Entre otros factores, esta combinación incrementa la actividad de los microorganismos del suelo que consumen nitratos disueltos en el agua del perfil y liberan óxido nitroso. Eso explica el mencionado pico otoñal de emisión del cultivo de soja que ocurre hacia el final de su desarrollo, justo cuando se está descomponiendo parte de su biomasa rica en nitrógeno, y la temperatura y la humedad aún son altas”.
 
Fuente: Sobre la Tierra (SLT-FAUBA), autoría Sebastián Tamashiro.

Fuente: InfoCampo

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