El monto máximo se incrementó a $11.000, una cifra que representa un aumento del 47,5% respecto de abril de 2019, informó el Renatre.
Fuente: Clarín Rural
El monto máximo se incrementó a $11.000, una cifra que representa un aumento del 47,5% respecto de abril de 2019, informó el Renatre.
Fuente: Clarín Rural
Frente al conflicto que se presenta en los sistemas de producción relacionado con el manejo de los recursos naturales, la implementación de cultivos de cobertura surge como una alternativa. En un contexto conservacionista, incluir gramíneas y leguminosas contribuye a incrementar los contenidos de carbono, mejorar la condición física y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales, lo que aumenta la productividad agronómica.
Alberto Quiroga, especialista en agronomía del INTA Anguil, La Pampa, aseguró que “los cultivos de cobertura presentan numerosas ventajas, directas e indirectas, y contribuyen e influyen de manera significativa en más de 20 conflictos de manejo”.
En esta línea, reconoció que “si bien son empleados tradicionalmente para controlar problemas de erosión, también pueden cumplir múltiples funciones, con beneficios cuantificables, como mejorar la captación, distribución y almacenaje de agua; controlar recargas del nivel freático y disminuir ascenso de sales a la superficie”.
También permiten reducir la compactación, atenuar temperaturas extremas en superficie, “anclar” residuos de cosecha, mejorar los balances de carbono y nitrógeno del suelo, reducir la lixiviación de nitratos residuales y controlar malezas.
De acuerdo con Quiroga, “las especies más utilizadas como cultivos de cobertura invernales pertenecen a las familias de las gramíneas y las leguminosas, aunque en los últimos años se están evaluando algunas Brasicaceas con resultados promisorios”.
En todos los casos, el especialista ponderó la necesidad de “planificar el manejo, según el objetivo buscado y las necesidades de cada sistema” para lo cual, se deberá tener en cuenta la información zonal para decidir sobre las especies a utilizar, precocidad de la variedad, fecha y densidad de siembra, fertilización y momento de secado, entre otras.
Quiroga se refirió al momento de cortar el ciclo de un cultivo de cobertura, o sea secarlo, y lo consideró “estratégico”, dado que de ello depende el tiempo que tardarán los nutrientes contenidos en su biomasa de pasar a estar disponibles para el cultivo sucesor.
“Sincronizar la oferta de nutrientes con los requerimientos del cultivo sucesor es uno de los aspectos más difíciles”, aseguró el especialista.
Con respecto a las ventajas indirectas de incluir cultivos de cobertura, el investigador de Anguil no dudó en señalar que permiten que se cumpla con los planes productivos y operativos en tiempo y forma, dado que mejoran la transitabilidad de las maquinarias agrícolas en el lote.
Además, en los sistemas de producción mixtos, funcionan como una alternativa de pastoreo ante alguna dificultad, siempre y cuando se respeten los límites para lograr el objetivo por el cual el cultivo de cobertura fue incluido.
Una especie para cada necesidad
Las gramíneas invernales como centeno, triticale, avena, cebada, tricepiro y raigrás difieren entre sí por su precocidad, tolerancia a estrés hídrico y bajas temperaturas, lo que permite posicionarlas en diferentes zonas donde cada una se adapte mejor.
Para Quiroga, todas estas especies tienen en común la característica de acumular mayor cantidad de biomasa aérea respecto a otras familias y sus residuos pueden perdurar por más tiempo debido a una alta relación Carbono Nitrógeno, mejoran la infiltración y el drenaje del perfil por la distribución de raíces y capturan nitratos residuales susceptibles de lixiviarse.
Por otro lado, las leguminosas mejor adaptadas para cultivos de cobertura son las vicias y los tréboles, que permiten fijar nitrógeno atmosférico al suelo y sus residuos de baja relación Carbono Nitrógeno se descomponen en menor tiempo que las gramíneas, liberando antes los nutrientes al suelo para el cultivo sucesor.
“Recientemente, a partir de ensayos de larga duración, se determinó que implantando una consociación de gramíneas y leguminosas se obtienen sinérgicamente los beneficios de cada especie”, aseguró Quiroga.
Y agregó: “Todas estas alternativas –sembradas entre dos cultivos de cosecha– no serán incorporados al suelo, pastoreados ni cosechados, sino que sus residuos quedarán en la superficie cuyo manejo variará de acuerdo con la problemática a resolver”.
Fuente: InfoCampo
Un equipo de investigadores del INTA Rafaela, Santa Fe, confirmó la presencia de la mosca del tallo de la soja. Fue registrada en el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de plagas (Sinavimo) y, hasta el momento, es el primer reporte de Melanagromyza sojae en el cultivo de soja en la Argentina.
La mosca del tallo de la soja es un insecto originario de Asia. En la actualidad, está distribuido en Rusia, Australia, España, Brasil y Paraguay. Este insecto puede reducir tanto el tamaño de las plantas como el número de vainas, lo que repercutiría en el rendimiento del cultivo. En la Argentina, esta especie fue reportada por primera vez en 2019 en cultivos de garbanzo en el norte de Córdoba.
Investigadores del INTA Rafaela alertan sobre la presencia de esta especie en cultivos de soja en el centro de Santa Fe.
“Fue detectada en diversos muestreos realizados desde enero en el campo experimental del INTA Rafaela, en ensayos y en diversos lotes de la zona”, expresó Marcia Trossero, especialista en entomología del INTA.
De acuerdo con Sebastián Zuil, especialista en cultivos del INTA Rafaela, hasta el momento, no se dispone de información local sobre el manejo de esta especie.
“Si bien detectamos larvas de la mosca del tallo barrenando la parte inferior del tallo cerca de la raíz, esas plantas aún no presentaron síntomas visibles ni reducción de la altura o daño en la estructura floral, en comparación con plantas sanas”, indicó Zuil y agregó: “Continuaremos investigando el efecto de este insecto sobre el rendimiento de las plantas de soja de siembra tardía, cuyos resultados estarán disponibles hacia el final de la campaña”.
Entre las consideraciones de manejo, Jorge Frana, especialista en entomología del INTA, señaló que estrategias como la rotación de cultivos con gramíneas, las siembras tempranas y la incorporación de cultivares de grupos de madurez largo son un buen complemento y ayudarían a minimizar el impacto del insecto. Asimismo, Frana recalcó y advirtió: “Es importante reducir los controles innecesarios en etapas tempranas para que los insectos benéficos puedan actuar como factores naturales de mortalidad”.
En este sentido, Zuil recomendó realizar monitoreos permanentes en lotes de soja para determinar la presencia y distribución de la especie.
“Es importante realizar muestreos al azar de plantas y hacer un corte longitudinal del tallo y ramas para evaluar la presencia de galerías en su interior”, indicó.
Ante cualquier duda, los especialistas del INTA recomendaron enviar muestras al Laboratorio de Entomología de la Estación Experimental Agropecuaria Rafaela o a la Agencia de Extensión Rural más próxima a su localidad.
“La planta con síntomas debe ser colocada en una bolsa de polietileno e indicar fecha de recolección y nombre del colector, variedad y estado fenológico, fecha de siembra, labores culturales, cultivo antecesor, ubicación georeferenciada del lote y toda información adicional que se considere importante”, expresó Trossero.
Debido a que no se dispone de información local sobre el manejo de esta especie y a la aparente ausencia de síntomas externos en las plantas afectadas, no se recomienda ninguna práctica de control químico sobre los lotes de soja.
“Es importante recordar que, en manejo integrado de plagas, la no acción es la mejor acción ante el desconocimiento”, aseguraron los especialistas.
La mosca del tallo
La “mosca del tallo de la soja” es un díptero que pertenece a la Familia Agromyzidae. Se trata de un insecto que pone huevos en las hojas nuevas y luego de 2-4 días nacen las larvas que migran hacia el interior del tallo barrenando y formando galerías. La larva es de color amarillento y mide de 2 a 3 milímetros. El período larval puede variar de 7 a 12 días. El estado de pupas se desarrolla dentro de la galería y tiene una duración de aproximadamente 10 días. El adulto mide 3 milímetros y es de color negro brillante. El ciclo de vida completo varía de 16 a 26 días.
Fuente: InfoCampo
Fuente: La Nación
Los científicos del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar analizaron la tendencia climática para el trimestre, con el fin de brindarle cierta certidumbre al productor, en relación al tiempo meteorológico, para permitirle alcanzar una mayor eficiencia en la toma de decisiones. “En cuestiones de clima, lo único constante es lo variable“, aseguraron los especialistas.
“La variabilidad climática intraestacional se incrementa, al tiempo que aumenta la dependencia de las producciones a cielo abierto”, informó Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA Castelar.
En esta línea, no dudó en confirmar que estamos frente “a un clima muy frágil, poco predecible, con situaciones de déficit hídrico intermitentes o por pulsos, con cambios bruscos en los patrones climáticos, a lo largo de la misma estación de crecimiento de los cultivos”.
Con respecto a los registros de precipitaciones y su distribución estimadas, el investigador reconoció que “el trimestre se presenta con un patrón espacio-temporal muy irregular en la distribución regional y con una perspectiva trimestral de escasas lluvias”.
En cuanto a la tendencia, Mercuri explicó que “en el Atlántico Sur, se observan aguas más frías a lo normal para la época en las costas del sur de América del Sur, lo cual influye en un menor ingreso de humedad al continente”.
“Ésta es una de las razones de un menor registro de lluvias y balances de agua deficitarios en el Sur y litoral de Buenos Aires”, detalló Mercuri. De acuerdo con el especialista, la tendencia sostiene la continuidad del Fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS) en condiciones neutrales, al menos hasta junio, durante el periodo de cosecha.
En línea con la última previsión trimestral del Foro Interinstitucional reunido en el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), del que participa el INTA, entre otras entidades nacionales, indica un trimestre con probabilidad de lluvias por debajo de lo normal sobre el sur de la región Pampeana, Cuyo, oeste del NOA y centro y norte de la Patagonia.
A su vez, el pronóstico trimestral del IRI Columbia reconoce las chances de un trimestre más seco para el centro y sur de Buenos Aires, La Pampa, Cuyo y oeste del NOA. Por su parte, en el sur de la región Patagónica se prevé un trimestre con lluvias por encima de lo normal y sobre el resto del territorio nacional se prevé mayor probabilidad de lluvias dentro del rango normal.
De todos modos, los especialistas no descartan la ocurrencia de eventos de precipitación localmente más intensa que lo normal en varias zonas del este país, durante el trimestre, y recomiendan consultar siempre las actualizaciones mensuales de los pronósticos estacionales y en los entes oficiales.
En cuanto a las recientes lluvias, estas fueron beneficiosas para los cultivos. Para Mercuri, “las lluvias de los últimos días, son prácticamente las últimas aprovechables por la soja de segunda y los lotes con maíz tardío, que, en muchas áreas, podrán revertir la situación deficitaria”. A su vez, agregó: “También fueron muy útiles para el rebrote de pasturas, pastizales y los verdeos de invierno”.
En esta línea, no dudó en confirmar que “se espera una serie de días de buen tiempo, lo cual es importante porque es ahora cuando se intensifican las tareas de cosecha, pudiendo nuevos eventos de precipitación registrarse antes fin de mes, y con una perspectiva trimestral de lluvias con ocurrencia espaciotemporal muy irregular”.
Lea también: “Estimación cumplida: en la segunda quincena del mes, volvieron las lluvias”.
¿Qué se pronostica para marzo?
Para la próxima semana, el pronóstico prevé precipitaciones en gran parte del centro y norte del país. Así lo detalló un reciente informe del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar.
Para el centro de Buenos Aires, sur de San Luis, norte de Salta y centro de Formosa se estiman precipitaciones superiores a las normales de la época, mientras que para el resto del territorio, los eventos de lluvia que se esperan estarían en el rango de normales a inferiores a los normales.
Jueves 19: probabilidad de lluvias sobre el extremo norte argentino.
Viernes 20: continúa el tiempo inestable con probabilidad de lluvias sobre los extremos norte y sur del territorio.
Sábado 21: condiciones meteorológicas sin lluvias sobre gran parte del país. Tiempo inestable en áreas de La Pampa y sur de la Patagonia.
Domingo 22: condiciones inestables con probabilidad de lluvias sobre el centro del país, especialmente centro de Buenos Aires y NOA.
Fuente: InfoCampo
Desde que la OMS declaró al coronavirus como pandemia, la actividad económica empezó a arrastrar el impacto en todos los rubros, incluido el sector agropecuario.
Por eso, y en el marco del Día del Ruralista, Infocampo quiso saber cómo están repercutiendo las medidas que informó el Gobierno Nacional en el campo argentino. En una encuesta que respondieron nuestros seguidores en Instagram, la mayoría señaló que por el momento la situación “no afecta demasiado”, aunque gran parte admitió que tuvo que modificar rutinas.
“Por ahora, el desastre no parece tanto, pero sabemos que va a empeorar“, contó un matarife de Carmen de Areco.
Quienes están en plena cosecha, en tanto, tienen algunas opiniones divididas. Mientras en Jovita, al sur de Córdoba, aseguran que el panorama es “muy riesgoso”, en Juan N. Fernández, al sur de la provincia de Buenos Aires, siguen con las labores sin mayor temor. “Sigo cosechando girasol, no se puede parar el campo, ni el Covid-19 puede…”, reflexionó un seguidor de nuestras redes.
Los veterinarios, por su parte, contaron que tienen clientes que suspenden visitas a los campos, salvo que sean urgencias. En tambo, particularmente, no hubo demasiados cambios hasta ahora.
“Vivimos en el campo. No hay ninguna medida, tempranito a trabajar”, dijo otro usuario de Instagram, con el que coincidieron varios. “Al campo apenas llega la señal de teléfono, mucho menos van a llegar las medidas”, remarcó un productor.
Lo mismo pasa en Chacabuco, donde trabajadores rurales afirman que todo se desempeña con total normalidad; al igual que en Mariano H. Alfonzo, en Pergamino; en General Alvear; o en María Luisa, Santa Fe.
La incertidumbre llega por el lado de los eventos públicos, principalmente. “Hasta el momento no me afecta, pero se complicaría si se suspenden los remates y ferias“, advirtió una seguidora. En esa línea, otro usuario remarcó que también se le dificultará el trabajo si cierran el puerto de su zona.
“En el campo están mi hijo y un empleado. Las medidas que tomaron son desinfectarse con cloro, lavarse las manos muy seguido y tratar de ir lo menos posible al pueblo“, contó una productora agropecuaria de Bell Ville.
Fuente: InfoCampo
De acuerdo a las medidas dispuestas por el Gobierno nacional y de público conocimiento para evitar la circulación del nuevo coronavirus (2019-nCoV), desde el Senasa sugieren a los usuarios concurrir a sus oficinas únicamente por cuestiones urgentes o estrictamente necesarias.
“Los sistemas del Senasa funcionan con normalidad y recomendamos su utilización. Trabajamos en su consolidación y en brindar la posibilidad de que se realicen los trámites y gestiones de manera online, sin necesidad de trasladarse a las oficinas”, indicaron en un comunicado oficial.
De esta manera, los usuarios que utilicen la autogestión de trámites, contribuyen al normal desarrollo del comercio.
“Estamos comprometidos en brindar atención a distancia y responder las consultas de los usuarios. Se pueden comunicar a las oficinas locales por teléfono o vía correo electrónico, dado que se atiende con personal reducido en horario habitual”, detalló la entidad.
Para finalizar, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria recuerda la importancia de actuar de manera “responsable y solidaria” para impedir la propagación del coronavirus: “¡Entre todos podemos cuidarnos!”.
sitios oficiales de interés
Contacto de los Centros Regionales y oficinas locales.
Renspa.
consultasrenspa@senasa.gob.ar
Movimientos de productos vegetales a través del Sig-DTV
Emisión de DT-e por movimientos de animales.
Consulta de la guía de trámites del Senasa.
Fuente: InfoCampo
La Cámara Argentina de Productores Avícolas informó la relevancia de consumir este alimento y su aporte para aumentar la inmunidad.
Fuente: Clarín Rural
La demanda trabajó con interés y hubo récord por machos.
Fuente: Clarín Rural
Los insumos biológicos están en expansión en la producción agrícola global. Llegaron para reforzar y complementar el manejo químico tradicional. Dentro de este segmento, hay empresas que vienen trabajando hace mucho tiempo en el desarrollo de estos productos. Uno de los casos es Stoller, que este año está cumpliendo 50 años desde su creación.
Rodrigo Ferreira de Oliveira, vicepresidente global de la compañía, estuvo en Argentina recientemente y dialogó con Infocampo.
¿Qué significa para Stoller cumplir 50 años?
“Para nosotros es una empresa muy importante que comenzó siendo una marca muy chica, creada con la pasión de nuestro fundador, que fue un visionario ya que desarrolló una tecnología muy anticipada para su época, que está muy conectada con estos tiempos de practicar una agricultura eficiente y sustentable.
Apoyado esta visión del creador, ¿cómo imaginan los próximos 50 años?
Existe el desafío del aumento global de la producción. Actualmente, estamos cada vez más limitados por una serie de factores, bióticas y abióticas, para conseguirlo, cuyos significativos perjuicios son cada vez más frecuentes e inesperados. Por ello, debemos buscar un manejo de los cultivos agrícolas más eficiente, preparado para sortear los estreses ambientales. También necesitamos mucha ciencia para que los desarrollos se produzcan con base científica sólida.
En ese que contexto que describe, ¿qué rol tendrá la región LATAM Sur?
Es una región muy privilegiada dentro este contexto, más allá de los problemas puntuales. Tenemos área para expandir la siembra de los cultivos, clima para producir más y aportar tecnología para esto sea posible. América del Sur es una región con fortalezas para afrontar los desafíos productivos que vienen.
Para Usted, ¿cuál es la tecnología fundamental para sostener toda la fortaleza productiva?
Los productos biológicos son una tecnología de las fundamentales. Refuerzan el manejo fisiológico de los cultivos, otorgándole ventajas ante los estreses climáticos, cada vez más constantes. Hay que pensar en cultivos adaptados al cambio climático y las herramientas biológicas están para hacer frente a este reto. No solo para aumentar producción, sino también para generar estabilidad de rendimiento.
¿Cómo ve a la Argentina adaptada a este futuro?
La Argentina está enfrentando problemas políticos y económicos desde hace mucho tiempo. Por eso, me gustaría conocer un país que acredite y apoye más al área agrícola porque esto afecta de manera muy importante el humor del productor y su confianza. Para el futuro considero que debe trabajar sobre el rol de productor.
¿Piensan en tecnologías puntuales para la región?
Seguimos invirtiendo cada vez en desarrollo y con equipamiento de punta para los productores. También siempre apostamos al servicio de calidad, con ingenieros agrónomos muy preparados para brindar la mejor recomendación técnica y tecnológica.
¿Considera que el productor está preocupado por el rinde de sus cultivos?
El productor está mucho más atento a lo que pasa con la situación de sus cultivos y a la necesidad de explorar más del potencial de rendimiento. Tenemos un espacio para crecer en el rendimiento, que es muy largo. La conscientización es mejor, pero todavía debe seguir aumentando los niveles de adopción.
Fuente: InfoCampo