Lo hizo el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) bajo una resolución aclaratoria.
Fuente: Clarín Rural
Lo hizo el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) bajo una resolución aclaratoria.
Fuente: Clarín Rural
Un grupo de jóvenes chilenos desarrolló una aplicación para celular que permite detectar enfermedades en las abejas. El proyecto se postuló en la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura de Chile.
La plataforma permite hallar las distintas patologías presentes en las colmenas a partir de los sonidos que emiten sus individuos para comunicarse mutuamente.
el proyecto
De acuerdo con la información proporcionada por el ingeniero en informática a cargo del proyecto, Tomás Child, recién comenzaron a implementar el prototipo de aplicación con las funcionalidades de gestión de apiarios y diagnóstico de colemnas.
“Por suerte, este trabajo no se ha visto interrumpido bajo las condiciones de teletrabajo y esperamos que, al terminar las restricciones sanitarias, podamos realizar las primeras pruebas en terreno”, explicó el ingeniero.
Desde FIA comunicaron que el objetivo de la app es detectar las enfermedades en tiempo y forma que ilustre el estado sanitario de las colmenas, a través de la reproducción del sonido de las abejas por medio del micrófono del teléfono.
“Para ello, la innovación se basa en desarrollar un modelo que identificaría colmenas sanas y enfermas a partir de los zumbidos de las abejas; esto proporcionaría información en tiempo real al apicultor para que pueda reaccionar a tiempo y hacer los manejos respectivos, evitando la pérdida de abejas e incluso de colmenas”, resaltó María Constanza Barros, ejecutiva de innovación FIA.
En tanto, Tomás Child agregó al respecto que “hoy estamos en un momento en el cual, como generación, podemos hacer la diferencia. Hay muchas oportunidades para innovar y aportar a las necesidades que hay en nuestro país y lo que comienza como una pequeña idea puede transformarse en un cambio que impacte positivamente en muchas personas”.
SU IMPORTANCIA Y NECESIDAD
La FAO y la FIA estimaron que hay entre 600.000 y 800.000 colmenas en ese país, sin embargo para los cultivos que allí se realizan se requieren 1.327.070 colmenas.
Según el último reporte de la Sociedad Latinoamericana de investigación en abejas en el año 2018, cerca del 50% de las colmenas en Chile se perdieron y, según la FIA, esto se tradujo en pérdidas millonarias para el sector apícola del país.
Fuente: InfoCampo
Fue en la zona de Las Petacas, Landeta y San Jorge. Denuncian que actuaron en banda.
Fuente: Clarín Rural
Se trata de 48 toneladas de limones frescos exportadas por las empresas Citromax y San Miguel.
Fuente: Clarín Rural
El conflicto que comenzó en enero tuvo ahora su resolución con la decisión del gobierno de La Pampa de multar por $30 millones a la Fundación Campo Limpio por “daño ambiental”.
La Subsecretaría de Ambiente provincial, con intervención de la Fiscalía de Estado, decidieron finalmente ir contra la fundación por “exclusiva culpa” de una “gestión inadecuada” de envases vacíos de fitosanitarios entre el 28 de enero y el 11 de febrero pasados.
En concreto, la disposición aplica la multa por violar el Artículo 10° inciso b de la Ley 27.279 y el Artículo 4° de la Ley 25.675, y rechaza el descargo y la ampliación que presentó Campo Limpio. Según considera el Ejecutivo provincial, la Fundación mostró “una flagrante violación” de la Ley de Presupuestos Mínimos General del Ambiente y “transgredió palmariamente el principio de prevención”.
Cabe recordar que en enero pasado el gobierno de La Pampa decidió prohibir la comercialización de agroquímicos por una “falta de avances en el modelo de gestión de envases vacíos” de la Fundación Campo Limpio, que debía estar en funcionamiento antes del 28 de enero y que, según las inspecciones oficiales, no estaba listo.
En su momento, Campo Limpio se defendió y aseguró que los Centros de Almacenamiento Transitorios (CAT) estaban listos y aclaró que inició un Plan de Contingencia para el retiro de los envases que se encuentran abandonados en los rellenos sanitarios.
Fuente: InfoCampo
Fuente: La Nación
El columnista Jorge Castro, entrevistado por Héctor Huergo en el programa El Campo, La Industria Verde, destacó que el acuerdo también implica un viraje del Gobierno hacia la producción agroindustrial.
Fuente: Clarín Rural
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) calculó que en lo que va del año se rompieron al menos 125 silobolsas con un total de 12.500 toneladas afectadas, y aseguró que esa pérdida representa, entre otras equivalencias, 673.000 raciones de comedores comunitarios.
De acuerdo al Departamento Económico de CRA, a cargo del agrónomo Matías Lestani, esos granos también se podrían haber destinado a 1.750 jubilaciones mínimas, 3.000 Planes IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), 900.000 paquetes de fideos, de harina o polenta; 750.000 litros de leche, 700.000 paquetes de arroz, 110.000 kg de asado o 85.700 kg de milanesas.
“A veces no es maldad, es simplemente ignorancia, 673.000 chicos podrían haber comido con lo que se perdió, y no lo perdió solo un sector, lo perdió la mesa de los argentinos, lo perdió toda la sociedad, lo perdimos todos como país”, analizó la entidad.
Además, remarcó que los tres dígitos que conforman al número 125 “representan en el inconsciente colectivo del sector otra cosa que enciende las alarmas, no solo económicas, sino también las de los estados de ánimo, las intelectuales, y morales”.
Fuente: InfoCampo
Las plantas venenosas son aquellas hierbas, flores, arbustos o frutos que tienen una toxicidad suficiente como para perjudicar el organismo de las personas como también de perros, gatos y otros animales.
Algunas solo son tóxicas si se las ingiere, lo cual no supone un gran problema porque rara vez se come una hierba sin saber qué es. Sin embargo, los perros o gatos se ven más expuestos porque utilizan plantas por ejemplo para purgarse o desparasitarse. Estos animales pueden confundir alguna planta benévola con una de las tóxicas, y podría tener consecuencias que van desde una simple intoxicación hasta una grave, con riesgo incluso de muerte.
Otras plantas pueden afectar al organismo con el simple contacto, sin necesidad de una ingesta. Aunque son las menos comunes, cabe aclarar que existen y son dañinas.
LAS ESPECIES MÁS TÓXICAS
Estramonio (Datura stramonium): tiene un elevado nivel de toxicidad. Al ingerir sus semillas puede provocar desde alucinaciones hasta fiebre y convulsiones. Esto se debe a la atropina, uno de los alcaloides presentes en la planta. Esta planta es tóxica tanto para los perros y gatos como para los humanos.
Acónito (Aconitum napellus): puede resultar gravemente tóxica, ya que puede afectar al corazón y provocar la muerte. Lo más grave de esta planta es que la toxicidad se puede transmitir, aunque en menor grado, por roce con la piel.
Hiedra (Hedera helix): una planta muy utilizada en jardines y casas, ya que es muy decorativa, crece de manera sencilla y como enredadera y es muy común. Aunque su toxicidad es más leve que otras plantas como el acónito o el estramonio, está muy presente en nuestra vida, y si se ingiere puede provocar severos malestares y vómitos. Se la considera una planta ornamental venenosa.
Tejo (Taxus baccata L.): es otra especie común en parques y jardines, sobre todo en Europa. Las hojas y semillas de esta planta decorativa contienen alcaloides elevadamente tóxicos, principalmente la taxina, que puede provocar envenenamiento.
Adelfa (Nerium oleander): se emplea usualmente con fines decorativos. Además de la peligrosidad a la ingesta, los exudados que emite pueden ser realmente tóxicos por inhalación.
Regaliz americano (Abrus precatorius): aunque muchas partes de la planta se utilizan con fines medicinales, la masticación de sus semillas produce la muerte debido a las lectinas presentes en esta planta ornamental.
Cicuta (Conium maculatum): se suele encontrar a esta maleza en baldíos y descampados. Comer esta especie puede provocar vómitos, mareos y en dosis grandes hasta la muerte. La cicuta, debido a su crecimiento en muchas zonas urbanas y rurales, es una de las plantas tóxicas para gatos y perros que hay que tener presente. La misma recuerda al tallo de las zanahorias, y de hecho puede ser confundida con él.
Floripondio (Brugmansia candida): se la conoce también como campana del diablo y es tóxica para perros, gatos y personas. Puede alterar la consciencia de tal manera y provocar un fuerte malestar en las personas que pueden arriesgar la vida, y en los animales su simple ingesta conduce a la muerte.
Fuente: InfoCampo
Fuente: La Nación