El asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, ocurrido hace pocas semanas, generó un amplio rechazo entre los argentinos. Pero, aunque algunos puedan creer que se trata de un flagelo que nos toca de lejos, el racismo opera de muchas maneras en nuestra sociedad. Todo aquel colectivo que se aleje de la idea de sociedad blanca y europeizada, también aquí, en la Argentina, sufre diferentes formas de rechazo y discriminación.Según las fuentes consultadas, el racismo a la argentina moldeó nuestra cultura e instituciones desde nuestros inicios como nación. Hoy continúa vigente, como si doscientos años de historia no hubieran sido suficientes para asumir que nunca fuimos la Europa de América latina. A veces nos muestra su cara más brutal, como en el reciente caso de la agresión a una familia qom, en Chaco. Pero en la mayoría de los casos es tan camaleónico, que pasa inadvertido en muchas de nuestras costumbres y hábitos sociales sin ser, por eso, menos nocivo.El repudio que generó el crimen del afroamericano George Floyd incluyó una marcha en el Centro porteño (Daniel Jayo/)El desprecio hacia los “negros” lo padecen los afrodescendientes, los pueblos originarios y los inmigrantes de ciertos países, como Bolivia, Paraguay y Perú, dejando en claro que el color de la piel es uno de los principales factores de discriminación en nuestro país. Por otra parte, la variable socioeconómica alumbra otro tipo de “negritud” igual de despreciada por buena parte del cuerpo social: los “negros villeros”, los “negros de alma” o, sencillamente los “negros de mierda”.Afroargentinos. “El racismo sigue siendo algo cotidiano en nuestra sociedad”En un informe reciente, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) consigna que el racismo en sus diferentes formas concentró el 17,2% de las denuncias entre 2008 y 2019. La mayor proporción tuvo que ver con discriminación contra migrantes (7,9%), el 4,1% hacia afrodescendientes, el 3,1% por condiciones socioeconómicas, el 1,8% por el color de piel y el 1,3% contra los pueblos originarios. En lo que va del año, las denuncias por este tema alcanzan el 16,2% del total.Y ¿cómo se traduce este racismo? De muchas maneras. Se expresa mediante la violencia que, en ocasiones, es perpetrada por las fuerzas de seguridad, según denuncian algunos de los colectivos afectados. También a través de discriminación en contextos laborales, o en la imposibilidad de acceso a lugares públicos por lo que popularmente se conoce como “portación de cara”. Pero también en ciertas costumbres naturalizadas como burlas y frases despectivas.Discriminación y prejuicios: ¿qué es lo que más denuncian los argentinos?Racismo y pobreza”Me ha pasado de trabajar en un lavadero y que me dijeran ‘negro’ con desprecio. Porque uno sabe cuándo te lo dicen con mala intención. O que no me dejaran entrar a un baile por mi ropa o por mi corte de pelo.” Quien habla es Brian Landriel, un joven de 27 años, oriundo de Bernal Oeste, que ha sido víctima en numerosas ocasiones de la mirada prejuiciosa de los demás por usar ropa deportiva, gorra con visera, o provenir de un barrio humilde.Muchos de los episodios de racismo socioeconómico que ha padecido Brian Landriel involucran a las fuerzas policiales (Santiago Hafford/)Las anécdotas se multiplican y muchas involucran a las fuerzas policiales. “Sé que si voy caminando por una calle y pasa un patrullero, lo más seguro es que pare a pedirme documentos aunque yo no esté haciendo nada malo. Me pasa en la estación de Lanús todo el tiempo. Los mismos policías me paran todas las veces. Y cuando te paran, te tratan mal, suponen que sos drogadicto y tal vez estás volviendo de un comedor en el que ayudás, o de jugar al futbol con tus amigos. Es re feo, te da una re bronca porque es injusto”, sostiene el joven.Este tipo de racismo, que toma la realidad socioeconómica de las personas como objeto de burla y discriminación, también boicotea oportunidades. “Una vez llevé el curriculum cerca del Obelisco para un trabajo de bachero. Era una agencia de trabajo. Me preguntaron qué hacía y de dónde era. Le conté todo a la persona que me entrevistó: que quería progresar para poder irme del barrio. ‘Vos tenés que quedarte en tu barrio’, me respondió. Me sentí muy mal esa vez”, rememora.La titular del Inadi, Victoria Donda, está convencida de que la discriminación racial y socioeconómica van de la mano. “Está muy instalado en una clase dirigente de la Argentina eso de los ‘negros de alma’, ‘negros de cabeza’. El caso del hombre que metió a su mucama en un baúl para llevarla a su casa del country es discriminación por condición socioeconómica y racial, además de otros delitos más. El caso de Villa Gesell (por el asesinato a Fernando Báez Sosa) es discriminación racial y de clase, además de ser un homicidio”, expresó recientemente, en una entrevista a LA NACION.Identidades enmascaradasLa matriz racista argentina cala muy profundo en el ADN nacional. Tanto, que se habla de un racismo estructural, fácilmente detectable en ciertas políticas públicas –o en la falta de ellas- que vulneran derechos esenciales y que, en no pocas ocasiones, homogeiniza e invisibiliza la riqueza cultural de nuestra nación.Verónica Azpiroz Cleñan es parte de la comunidad mapuche ubicada en Los Toldos desde tiempos ancestrales. Es politóloga y tiene documentado el proceso que los llevó de vivir en un territorio de más de 16.000 hectáreas a otro de media hectárea en la actualidad.La politóloga Veronica Azpiroz Clenan recién pudo abrazar su identidad mapuche a los 26 añosTodavía recuerda que, a sus ocho años, fue testigo de la última etapa de ese proceso, cuando el Estado otorgó títulos de posesión dentro de territorio mapuche a colonos que habían llegado con posterioridad. En esa ocasión la comunidad perdió también su cementerio. “La posesión veinteañal tuvo más peso que la ancestral. En aquella ocasión pusieron un monolito en el que el Estado agradece a la comunidad mapuche por haber dejado atrás sus actos de barbarie. El monolito permanece hasta el día de hoy”, se lamenta.En ese contexto hostil, asumirse indígena no era cosa simple. “Desde chico te marcan que sos diferente, te hacen sentir salvaje. Entonces crecés con el mandato implícito de no decir que sos indígena”, recuerda.No fue la única. El número de habitantes mapuches de Los Toldos es, al día de hoy, un enigma porque no todas las personas con raíces indígenas son capaces de asumirse como tales. De hecho, Verónica recién pudo abrazar su identidad a los 26 años, cuando estudiaba Ciencias Políticas en La Plata. Ahí comprendió que había vivido con una parte de su identidad no asumida, enmascarada.”Viví una vida de niña de clase media en la que sabía que no podía hablar de ciertos temas. Por eso a mí me conmueve tanto escuchar los relatos de los hijos de desaparecidos. Yo siento que viví toda una vida que no era propia. Cuando te das cuenta, te querés matar. Tuve que empezar terapia porque empecé a preguntarme si todo en mi vida -mis elecciones, mis afectos, mis amigos- era verdadero”, asegura.El politólogo y militante afroargentino Federico Pitta recuerda que sigue vigente el artículo 25 de la Constitución Nacional que establece que la nación argentina fomentará la inmigración europea. “Era el pensamiento hegemónico de la época en la que se sancionó. Pero que siga vigente hasta el día de hoy es muy ilustrativo. Si bien evolucionamos mucho como sociedad y estamos atentos a que en los espacios de decisión se cumpla el cupo de género, la cuestión racial todavía nos cuesta”, sostiene.Imagen de video de la brutal agresión de la policía a integrantes de la comunidad qom en el Chaco (Imagen de video/)”Tu papel es de negrita”Todavía hay, en nuestra sociedad, quienes sostienen que en la Argentina el racismo no existe porque, según ellos, no hay afroargentinos. A Mailen Lamadrid, cuyo árbol genealógico llega hasta los tiempos de la esclavitud, le ha pasado en diferentes ocasiones que la consideraran extranjera por sus rasgos, su pelo o su color de piel. Alguna vez, incluso, la creyeron prostituta por esas mismas razones.Por sus rasgos afro, en numerosas ocasiones a Mailen Lamadrid la han considerado extranjera (Alejandro Guyot/)Desde muy temprana edad Mailen comenzó a sentir las burlas y la discriminación por sus rasgos afro y por ser hija de un padre negro. Aún no se olvida de que, en el jardín de infantes, no la dejaron ser dama antigua para el acto del 25 de mayo. “Tu papel es de negrita, me dijo la maestra. Eso me marcó mucho”, rememora en diálogo con LA NACION. A aquel episodio le seguirían otras burlas y marginaciones que, de diferentes maneras, fueron vulnerando su derecho a vivir plenamente su identidad, especialmente durante su infancia y su adolescencia.Hoy estudia Derecho y milita en una organización, Xangó, en contra del racismo y en pos de la inclusión y la justicia social. Sabe que la larga historia de invisibilización y marginación que vivió la comunidad afroargentina llega hasta nuestros días. Al igual que el resto de los colectivos discriminados, sus integrantes son rehenes de trabajos mal pagos y el número de estudiantes va decreciendo a medida que se avanza en nivel educativo. También los acecha la violencia institucional por portación de cara. Pero todas estas vulneraciones son difíciles de cuantificar por falta de cifras estatales.”El último censo incluyó la variable étnico-racial por primera vez. Igual sabemos que hay muchos más afrodescendiente de los que reveló el censo (N. de la R.: cerca de 150.000 personas, aunque algunas estimaciones multiplican esa cifra por diez), que falta un trabajo fuerte del Estado para generar una mayor conciencia sobre las raíces afro”, agrega.Barreras invisiblesEl antropólogo Alejandro Frigerio sostiene que, sobre el racismo, operan cuestiones étnicas, sociales y culturales. “Hay una interseccionalidad. A veces no se racionaliza el racismo. Por eso podemos encontrar muchísimos actos racistas cometidos por personas que no se consideran racistas. Pero la realidad es que todos actuamos en base a ciertos estereotipos. El fenotipo es una variable racial importante en ciertas actividades: no ves muchos abogados de piel oscura, y si vas a un hospital, los imaginás como enfermeros pero no como médicos”, analiza Frigerio, también investigador del Conicet, quien sostiene que en los últimos años el racismo se volvió más explícito, producto de una mayor visibilidad de ciertos colectivos sociales.Frigerio puntualiza que, a principios del siglo pasado, las personas negras eran objeto de burla: se las consideraba taimadas y poco confiables. “Hacia mediados de siglo, con la migración interna desde las provincias del norte, se dio la irrupción de ‘los cabecitas negras’, que vivían en las afueras, eran los villeros. En los últimos años, a partir de la crisis de 2001, irrumpen los ‘negros de mierda’, los ‘negros cabeza’, con los cartoneros y los piqueteros circulando por toda la ciudad cuando, hasta ese momento, había zonas para cierta población racializada: la periferia, los barrios pobres”, agrega.Esas barreras espaciales, invisibles pero no por eso menos difíciles de franquear, persisten hasta el día de hoy. Flora Alvarado las conoce bien. Esta joven de 24 años, hija de inmigrantes bolivianos y oriunda de Villa Soldati, sintió en más de una oportunidad la mirada acusatoria que le hacía sentir que no debía estar allí durante sus tiempos de estudiante en el Colegio Nacional Buenos Aires. Ahora, que transita los circuitos del arte como estudiante en la Universidad Nacional de las Artes, el panorama no ha cambiado demasiado, asegura. “Los premios y las becas siguen siendo para las personas blancas”, agrega.Flora Alvarado asegura que sintió un trato discriminatorio durante sus épocas de estudiante en el Colegio Nacional Buenos Aires (Alejandro Guyot/)Como integrante del colectivo Identidad Marrón, que busca visibilizar y denunciar el racismo estructural en la Argentina, Flora se propone generar conciencia sobre el lugar marginal en el que quedan las “bellezas marrones” según los cánones imperantes. “¿Cuándo viste que a una persona marrón le den un protagónico? Si aparecemos es como delincuentes o empleadas domésticas”, ejemplifica.Lo cierto es que el poder de estas imágenes trasciende el universo estético y opera sobre el inconsciente colectivo. Cada vez que Flora ingresa a un local con personal de seguridad, es moneda corriente que le quieran revisar sus pertenencias. “A veces me pregunto por qué me las piden a mí y no a las personas que están ingresando en simultáneo –se indigna-. Pero ya no cuestiono y las entrego.”A pesar de nuestros dos siglos de historia, el racismo todavía impone privilegios, excluye y discrimina. El espejismo de la sociedad blanca y europea nos impide ver la enorme riqueza cultural que ha forjado nuestra nación y la enriquece hasta nuestros días. Visibilizarla y respetarla es un desafío que nos interpela a todos.Dónde denunciarSi sufriste discriminación podés comunicarte con el Inadi a través de su página web o vía mail a: 0800@inadi.gob.ar

Fuente: La Nación

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Jesús Gil Manzano es un español de 37 años que en estos días llama la atención en Brasil. Es el árbitro europeo de la Copa América. Un cruce continental como el de Fernando Rapallini, el argentino de la Eurocopa. Gil Manzano comenzó su carrera como árbitro en las divisiones regionales en 1995. Luego pasó al torneo de la Tercera División, y permaneció allí hasta el 2001. Con una sólida carrear en el ascenso, a los 28 años llegó a La Liga, debutando en un Málaga-Mallorca. Desde entonces, su paso fue tranquilo y ordenado por la primera división, hasta que en enero todas las luces lo apuntaron.Fue el árbitro designado para el encuentro entre Barcelona y Athletic por la final de la Supercopa de España. Tras un partido intenso, aunuqe sin sobresaltos, una jugada señalada por el VAR apuntó a una infracción de Lionel Messi y allí se dio algo histórico: Gil Manzano le mostró la primera tarjeta roja al argentino luego de 753 partidos en la primera división ibérica.Según el informe posterior, el detalle de la expulsión fue el siguiente: en el minuto 120 el jugador Messi, golpeó a un contrario con el brazo haciendo uso de fuerza excesiva estando el balón en juego pero no a distancia de ser jugado. Finalmente fue derrota de Barcelona por 3-2, y una imagen nunca vista para los catalanes.Gil Manzano no había visto la acción, pero Hernández Hernández le avisó desde la sala del VAR y, tras revisar las imágenes, mostró la roja directa al rosarino, que se fue sin protestar ante la claridad de su manotazo por detrás en la cara del jugador del Athletic. El árbitro ya había estado en el centro de la polémica cuando en otras oportunidades expulsó al uruguayo Luis Suárez o a Neymar, pero la acción con el argentino cobró mayor revuelo.A Suárez, lo expulsó el 7 de febrero de 2017, durante el partido de vuelta por las semifinales de la Copa del Rey frente al Atlético de Madrid. En el mismo encuentro Sergi Roberto también se fue expulsado. El uruguayo vio dos amarillas, la segunda por un codazo a Koke, y así se perdió la final. Ese mismo año, Barcelona visitó a Málaga y el brasileño -que ya tenía una tarjeta amarilla- arrolló a Diego Llorente con una entrada a destiempo y terminó por ser expulsado. Así, el Barça quedó sin capacidad de reacción y no pudo remontar el 2-0.Por un convenio entre la Conmebol y la UEFA, se estableció que árbitros de ambos torneos prestaran sus servicios en las competiciones que este año se disputan paralelamente, por lo que el español Jesús Gil Manzano fue seleccionado para arbitrar en la Copa América. El español fue el cuarto árbitro designado para el partido inaugural de la competencia en la victoria 3-0 de Brasil frente a Venezuela. Además, dirigió como principal dos partidos: Ecuador vs. Perú y Chile vs. Bolivia. Ahora le tocará el duelo de cuartos entre Uruguay y Colombia.Gil Manzano es árbitro FIFA desde 2014, cuando se convirtió en el colegiado internacional español más joven de la historia, a los 29 años.

Fuente: La Nación

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Que son pobres porque quieren. Que les gusta vivir de arriba. Que los jóvenes son violentos y consumidores de alcohol y sustancias en exceso. Algunos de los principales prejuicios en torno de la pobreza, compartidos por buena parte de nuestra sociedad, no tienen sustento en la realidad.Así lo sostienen el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Agustín Salvia; la directora del Centro de Investigación Social de Techo, Gabriela Arrastúa, y Juan José Alberdi, encargado de los grupos para Jóvenes de la Fundación Franciscana, que trabaja con familias en situación de pobreza. Los especialistas y referentes fueron consultados para responder algunas de las creencias arraigadas en el imaginario colectivo, que quedaron en evidencia en la encuesta que la Consultora Voices! realizó para LA NACION el último año.”Son unos negros”, “son todos vagos”: qué hay detrás de los insultos a la pobrezaSegún el mencionado relevamiento, el 77% de los argentinos cree que las personas que viven en la pobreza sufren discriminación. Entre otros de los mitos más difundidos, el estudio reveló que un 58% comparte la creencia de que los jóvenes pobres son violentos y consumen drogas y alcohol, y que el 54% piensa que las personas pobres no salen de la pobreza porque no trabajan lo suficiente. Pero hay más: entre los diferentes prejuicios también figura que las personas que viven en las villas lo hacen mejor que uno porque no pagan los servicios y que tienen más hijos para recibir más asistencia del Estado.”No consiguen un empleo digno”Sin embargo, para Agustín Salvia, la idea de que los pobres no trabajan lo suficiente es un mito que falsea la realidad. De acuerdo el especialista, las personas que viven en condiciones de pobreza trabajan a diario. “Pero no consiguen un empleo digno, de calidad. Por eso, a pesar de todos sus esfuerzos puestos en el mercado así como para conseguir ingresos complementarios, no consiguen tener un horizonte más allá del día a día a pesar de todo el trabajo que hacen para su supervivencia”, explica.”Pagan con esfuerzo, salud y dinero”Por su parte, Gabriela Arrastúa sostiene que, quien afirma que las familias de los barrios populares no quieren pagar por los servicios, está negando dos realidades: que en los barrios populares no hay servicios básicos formales y que, por ende, lo que obtienen lo pagan más caro. “Lo pagan con su esfuerzo, con su salud y también con su dinero. Por ejemplo, tienen que buscar alternativas para acceder al gas como las garrafas y, para acceder al agua, realizar perforaciones que hacen funcionar con bombas eléctricas. Al carecer de cloacas, poseen pozos ciegos que muchas veces terminan contaminando el agua que las familias consumen”, agrega.Los vecinos de los barrios populares se organizan contra el hambre en la pandemia”Una mirada sin juicios, una palabra de aliento”Según el informe “Radiografía de las juventudes en la Argentina”, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, los jóvenes del estrato trabajador marginal tienen 10 veces más chances de no tener obra social, mutual o prepaga que los más ricos; siete veces más posibilidades de no estudiar ni trabajar; seis veces menos oportunidades de tener proyectos personales, y tres veces más probabilidades de experimentar un déficit de apoyo social estructural. Sin embargo, según cifras de esa institución, solo el 9% de los jóvenes del estrato trabajador marginal tiene un consumo problemático de sustancias.Es por eso que Juan José Alberdi, de la Fundación Franciscana, considera fundamental el compromiso de toda la sociedad para evitar que los jóvenes que viven en contextos vulnerables atraviesen situaciones de violencia o consumos problemáticos. “La experiencia nos muestra que cuando un joven recibe una mirada sin juicios, una palabra de aliento o un lugar de pertenencia y de expresión esto lo puede ayudar a desplegar sus capacidades al servicio de la sociedad”, reflexiona.”Aquí tampoco podemos respirar”. Cómo opera el racismo en la ArgentinaLa proliferación de mitos y estereotipos estigmatizantes hacia las personas que viven en la pobreza es una de las maneras en las que se manifiesta el racismo socioeconómico, un tipo de discriminación que el Inadi viene denunciando desde hace años. En el informe “Entender la discriminación”, difundido por el organismo, se sostiene que “la relación entre racismo y pobreza se hace evidente cuando se oyen expresiones asociadas al racismo biologicista clásico (‘son unos negros’) o al racismo cultural al, por ejemplo, desvalorizar los hábitos y gustos de las clases populares”. Ver esta publicación en InstagramAraceli Ledesma, de la mesa de trabajo del Barrio Luis Lagomarsino, explica porque es falsa la creencia de que la gente que vive en barrios populares no paga los servicios y cuenta su experiencia.Una publicación compartida de FUNDACION LA NACION (@fundacionlanacion) el 28 Ago, 2020 a las 1:08 PDT

Fuente: La Nación

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En la Argentina del crisol de razas “hay migrantes de primera y de segunda categoría”. Para nuestra sociedad, no da igual si quien busca desarrollarse en estas tierras proviene de Europa o de América latina. Así lo sienten quienes llegaron de otras latitudes pero de esta misma región, de los países limítrofes y más cercanos al nuestro.De ese grupo de naciones, las comunidades procedentes de Bolivia, Paraguay y Perú cargan con estigmas y prejuicios más propios del racismo que de la xenofobia. La discriminación que padecen sus miembros se sostiene en mitos infundados, del tipo de “nos vienen a sacar el trabajo” o “saturan nuestro sistema de salud”. Casi calcados, son los mismos prejuicios que padecen muchos otros grupos de migrantes del mundo. Pero, además, sobre bolivianos, peruanos y paraguayos pesa un rechazo a sus rasgos, su color de piel y su cosmovisión, según denuncian especialistas y las propias colectividades.Corrían los inicios de los años noventa cuando Sandra Condori Mamani (Chana) llegó de Bolivia con sus padres y se convirtió en la primera alumna extranjera en una escuela pública de Floresta. Cuenta que estaba lista para empezar tercer grado, pero los directivos de la institución decidieron ubicarla en segundo. “Lo hicieron sencillamente porque yo era extranjera, no porque hubiera problemas con mi nivel de aprendizaje”, asegura. Todavía recuerda que, por aquellos años, portaba a donde fuera su diccionario de porteñismos porque “integración” era, entonces, sinónimo de “homogeinización”. No había lugar para las diferencias. Incluso si se trataba de hijos de bolivianos nacidos en la Argentina, como era el caso de sus hermanos.”Lo nuestro es portación de cuerpo y de apellido que remite a una ancestralidad indígena, eso que justamente no se quiere ver en la sociedad argentina, que se rechaza a causa del racismo estructural. Entonces uno también es rechazado. No es lo mismo si sos europeo, porque en la Argentina hay migrantes de primera y de segunda. Y cuando sos parte de una comunidad racializada, las oportunidades no son las mismas. Y para acceder a ciertos espacios, ya sea laborales o educativos, tenés que demostrar tus credenciales más que el resto, porque siempre hay una duda”, asegura Condori Mamani, trabajadora social (UBA), quien se encuentra haciendo una maestría de Estudios en Políticas de Genero en la Untref. Además, es parte del colectivo Identidad Marrón.Según Gabriela Liguori, directora ejecutiva de la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (Caref), podríamos decir que la lógica racista que opera sobre esta población migrante se tradujo a lo largo de la historia en prácticas discriminatorias que la excluyeron de diversos modos. “Por las propias políticas migratorias que se fueron dando en el país, históricamente y hasta 2004 a la población regional le resultó especialmente difícil acceder a la documentación en la Argentina. Eso les implicó mayor exclusión de políticas sociales tales como educación y salud, el acceso a trabajos en el sector más informal y precario y también dificultades para el acceso a la vivienda”, analiza.”Aquí tampoco podemos respirar”. Cómo opera el racismo en la ArgentinaEn un fragmento de su ensayo “Racismo estructural (¿susceptibilidad, veracidad o qué?)”, Condori Mamani habla de la duda en torno de los migrantes, su potencial y capacidades: “Naturalizamos tanto que puede suceder confundir ‘cliente con abogado’, ‘paciente con medicx’, porque opera la racialización de los cuerpos, del trabajo y las relaciones. Es más probable que el pobre (que lo es pero es la estructura) sea ‘más oscuro’ y sea el histórico ‘asistido’. Y este pobre es un peligro o una sospecha si porta rasgos indígenas y al toque suponemos que es de otro país, pero ese país es limítrofe y andino”.”Somos portadores de una ancestralidad indígena que se rechaza”, sostiene Sandra Condori Mamani, quien llegó de pequeña desde Bolivia (Hernán Zenteno/)La interculturalidad, aún un desafío”Los prejuicios, estigmas y discriminación producen mucho padecimiento en las familias migrantes. Para los niños y niñas en muchos casos es difícil transitar por las escuelas sin sufrir descalificaciones y malos tratos de pares”, agrega Lliguori, de Caref, quien asegura que existe cierto desconocimiento o desconcierto por parte de la comunidad escolar para abordar adecuadamente el tema.La especialista también sostiene que no solo el acceso a la vivienda o al trabajo se ven afectados por estos prejuicios, sino también el acceso a la salud. “No solo se les niegan turnos por no tener DNI (cosa que no debiera ocurrir según nuestra legislación) sino que padecen malos tratos derivados de esta mirada negativa sobre las personas migrantes que ha hecho que en muchos casos se demoren las consultas y se lleguen a estadíos de enfermedad que podrían haber sido prevenibles”, alerta.Flora Alvarado: “En la cultura audiovisual aparecemos como delincuentes o empleadas domésticas”Según el censo del año 2010, del total de la población inmigrante de origen americano (1.471.399), el 84,6% corresponde a la de los países que, desde el punto de vista geográfico, limitan con la Argentina. Esta población está constituida por un 36,4% de paraguayos, un 23,5% de bolivianos, un 13% de chilenos, el 7,9% de uruguayos y el 2,8% de brasileños; en tanto que los peruanos representan el 10,6% del total de inmigrantes americanos.”Las migraciones internacionales hacia la Argentina han sido un componente fundamental en la historia de este país; y la inmigración limítrofe, con presencia en el territorio desde antes de la conformación del Estado, ha circulado históricamente a través de las fronteras, desarrollando actividades comerciales en ambos lados de las mismas”, describe Gabriela Fernández, jefa de la oficina de la Organización Internacional de Migraciones Argentina. Y explica que, actualmente, las personas migrantes representan el 5% respecto al total de la población argentina, y que la mayoría de los y las migrantes son limítrofes (80%). “Su porcentaje nunca ha variado en forma relevante”, aclara Fernández.Fuentes de ese organismo, reconocen que, a lo largo del tiempo, los rasgos fenotípicos de una persona, el género, el sector social y su lengua materna o mismo la variedad regional de una lengua, han sido, generalmente, motivos de exclusión. “De ahí la importancia de poder adoptar un enfoque intercultural, promoviendo el encuentro entre las personas y la construcción de relaciones equitativas más allá de sus orígenes nacionales, étnicos y religiosos”, agregaron.Pero eso es, hasta el momento, una materia pendiente. Entre 2008 y 2019, el 7,9% del total de las denuncias recibidas por el Inadi fueron originadas por algún tipo de discriminación a causa de ser migrante. De ese total, la gran mayoría procedía de países latinoamericanos. Asimismo, un estudio reciente sobre prejuicios y discriminación realizado por el Observatorio Política Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la UBA concluye que los mayores niveles de prejuicio de los argentinos hacia diferentes grupos sociales se observaron contra los migrantes latinoamericanos.Estigmas que pesanNatividad Obeso todavía recuerda aquella leyenda pintada en una pared, con la que se topó una vez en Once. Había llegado al país en 1994 huyendo de su Perú natal para evitar ser presa política o, peor aún, que la mataran. Y ahí estaba, ante sus ojos, la peor cara del desprecio local hacia ella y los suyos estampada en una pared: “Haga patria. Mate a un peruano”.Decidida a traer a sus cuatro hijos, tuvo que olvidarse de la empresa que manejaba en su país y de los empleados a su cargo para trabajar como vendedora ambulante y empleada doméstica. “Trabajaba de sol a sol. Tardé cinco años en conocer el Obelisco”, rememora esta mujer de 59 años.De aquellos primeros tiempos, acumula recuerdos de malos tratos de sus empleadoras y un episodio con la policía. “A mí me habían dicho que nunca anduviera con mis documentos encima, porque si me los robaban tendría problemas. Un día, entrando al supermercado, alguien me toma bruscamente del brazo. Era un policía. Me pidió documentos y le expliqué el motivo por el cual no los tenía encima. Me llevaron demorada inventando que yo estaba haciendo disturbios en la vía pública”, recuerda Obeso, en diálogo con LA NACION.Lo que siguió fueron, asegura, casi veinticuatro horas en una celda. Recién al día siguiente la dejaron salir, luego de cumplir con un pedido. “Me dijeron que, para poder irme, primero tenía que limpiar toda la comisaría. Y así lo tuve que hacer”, sostiene Obeso, líder de la Asociación de Mujeres Unidas, Migrantes y Refugiadas en Argentina (Amumra), que acompaña a las mujeres y sus familias para que logren una verdadera integración en nuestro país. La organización también ha participado activamente en la sanción de leyes y documentos que han ido mejorando la calidad de vida de quienes llegan al país buscando una vida mejor.”Todavía hay muchos prejuicios y estereotipos que superar”, afirma Natividad Obesa, quien llegó de Perú en 1994 (Daniel Jayo/)”Todavía hay muchos prejuicios y estereotipos que superar. A los peruanos nos dicen ‘perucas’ y se cree que todos estamos en el narcotráfico o la delincuencia. Los bolivianos son los ‘bolitas’ y se los cree sumisos. A quienes vienen de Paraguay se les dice ‘paraguas’ y se sostiene que las mujeres se dedican a la prostitución. Todo falso. Yo lo sé porque camino el territorio, hablo con la gente”, afirma.Sin embargo, el destino que todo ese cúmulo de desprecio y discriminación puede llegar a tener en las fuerzas de seguridad es lo que más le duele y le preocupa. “A nivel político cuesta todavía -se lamenta-. Los gobiernos nos tratan como colectividades, nos convocan para las fiestas que organizan, se interesan por nuestra cultura y nuestras costumbres para el entretenimiento, pero no mucho más. ¿Y nuestros derechos?”.Fuentes:Entrevistas telefónicas a las protagonistas de las historias.Consulta vía mail a laOrganización Internacional de Migraciones Argentina y a la Comisión Argentina para Refugiados y MigrantesMaterial de consulta:Informe: “Prejuicio y discriminación en Argentina”. (Buenos Aires, Argentina 2020), del Observatorio de Psicología Social Aplicada, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires: http://www.psi.uba.ar/opsa/#informesDenuncias recibidas por el INADI: un informe del periodo 2008-2019: https://www.argentina.gob.ar/noticias/denuncias-recibidas-por-el-inadi-un-informe-historico-del-periodo-2008-2019Ensayo: “Racismo estructural (¿susceptibilidad, veracidad o qué?)”, de Sandra Condori Mamani (Chana) proporcionado por la autora pero accesible aquí: https://latfem.org/racismo-estructural-susceptibilidad-veracidad-o-que/

Fuente: La Nación

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Que nos vienen a sacar el trabajo. Que saturan nuestro sistema de salud. Que no pagan impuestos. Que cada vez son más. En nuestra sociedad circula una serie de afirmaciones sobre los migrantes latinoamericanos –especialmente sobre los que llegaron desde Bolivia, Paraguay y Perú- que no tiene sustento en la realidad. Así lo sostienen diferentes especialistas en materia migratoria, quienes ven con preocupación que esta circulación de prejuicios vulnere los derechos de quienes llegan a nuestras tierras buscando mejorar su calidad de vida.”En torno a las personas migrantes de la región existen diversos mitos que se basan en prejuicios o información falsa”, asevera Gabriela Liguori, directora de la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (Caref). Acto seguido, la especialista se explaya sobre la creencia más reciente sostenida por la población y, asegura, por no pocas autoridades: “Se suele plantear que los migrantes se aprovechan de los programas sociales. Esto es totalmente falso. Lamentablemente hay muchas restricciones para que las personas que viven en la Argentina pero nacieron en otro país puedan acceder a programas como la AUH, Progresar, IFE, o a las pensiones no contributivas”.En los prejuicios que pesan sobre las comunidades migrantes tiene gran influencia el mito de que nuestro origen es exclusivamente blanco y europeo. De ahí que lo que no responde a ese patrón es rechazado e invisibilizado. Según los expertos, el recelo y la desconfianza que estos grupos generan en la sociedad se agudizó durante los años noventa.”Migrantes de segunda”. Por qué algunas comunidades vecinas sufren racismo en nuestro paísEn su informe “Migrantes y discriminación”, el Instituto Nacional contra la Migración, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) también señala que, en las últimas décadas el siglo veinte, estos prejuicios se exacerbaron a partir del proceso de flexibilización laboral que tuvo lugar en los noventa. “En ese marco, la reducción del trabajo, la incertidumbre laboral y la competencia excesiva generaron la lógica del ‘sálvese quien pueda’, depositando la responsabilidad en el otro. Esta situación se refuerza con los inmigrantes, categorizados, de manera xenófoba, como los culpables del desempleo de la población nacional”, sostiene el mencionado trabajo.”Si hablamos del estereotipo del inmigrante o el migrante que existe en nuestro país, justamente el artículo 25 de la Constitución da cuenta de ello (N. de la R.: este artículo sostiene que el Gobierno Federal fomentará la inmigración europea). Aquí se ha valorado positivamente las migraciones de personas europeas, brindándole un sesgo negativo a las migraciones latinoamericanas, asiáticas o africanas. Es por esa razón que no toda la población migrante en nuestro país, sufre discriminación, racismo y/o xenofobia”, considera Lucila Somma, coordinadora de Programas y proyectos del Inadi, institución que acaba de lanzar el primer número de su revista “Inclusive”, dedicado en su totalidad a las diferentes formas que adopta el racismo en nuestro país.Somma agrega que esto es lo que padecen los migrantes que pertenecen a colectivos latinoamericanos, especialmente los provenientes de Paraguay, Bolivia, Perú. “Esos son los tres principales países de origen de quienes migran a nuestro país, pero también de quienes inician la solicitud de residencia. No se trata de corrientes nuevas. Eso implica que hay un arraigo y una multiculturalidad visible en el entramado social de la identidad argentina que nada tiene que ver con los mitos o prejuicios que sostiene una parte de la población”, expresa. Y, en ese sentido, informa que, desde el Inadi, se trabaja para su erradicación mediante capacitaciones, charlas y campañas de sensibilización.El largo arraigo de las comunidades vecinas en el país hace visible una multiculturalidad que enriquece a nuestra sociedad¿Cuáles los principales mitos y qué hay de cierto en ellos?”Las personas inmigrantes les roban el trabajo a las argentinas”FALSO. Ante todo, cabe recordar que de acuerdo con la Ley N.° 25.871 (Ley de Migraciones), las personas migrantes residentes en la República Argentina tienen derecho a trabajar en las mismas condiciones que las nacionales.”Las investigaciones académicas demuestran que migrantes y nacionales no compiten por los mismos trabajos. Las lógicas del mercado de trabajo “asignan” a quienes migran ciertos espacios que suelen ser los más informales, precarios y peor pagos. Las mujeres migrantes, por ejemplo, suelen incluirse en las tareas de cuidado y servicio doméstico”, puntualiza Liguori, de Caref.”Las personas inmigrantes imposibilitan el acceso a los servicios públicos de las nacionales”FALSO. En principio, según la ley migratoria vigente, toda persona migrante tiene los mismos derechos que las nacionales en cuanto al acceso a la educación, salud y seguridad social, independientemente de su condición migratoria. Sin embargo, referentes en la materia señalan que, no pocas veces, estas personas muchas veces son excluidas y les son denegados el acceso al sistema de salud y de educación y el acceso a la seguridad social, en general, por no poseer el DNI o encontrarse en situación irregular.Según datos de la Encuesta permanente de Hogares, las personas migrantes tienen mayor dependencia del sistema público de atención de la salud, al contar con menores niveles de cobertura de la seguridad social y del sector privado de salud, en línea con su mayor nivel de no registro laboral. Sin embargo, la falta de cobertura no significa que se haga uso del sistema público de salud. De hecho, en un informe de la Organización Internacional del Trabajo de 2015 se observa una baja incidencia de la atención en hospitales públicos y en Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) por parte de los migrantes sudamericanos, que alcanza al 4% de las consultas totales.Aunque dependen más del sistema público de salud por la precariedad en la que muchos trabajan, el efectivo uso de esas prestaciones no se cumple en muchos casos (Santiago Filipuzzi/)”El gasto público se va en los migrantes”FALSO. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, varios informes y estudios muestran que el porcentaje del Gasto Público Social Nacional destinado a migrantes del año 2015 estuvo en línea con el peso que estos tienen en la población total del país. En total, fue un 0,7% del Producto Bruto Interno. El organismo señala que el mayor porcentaje de ese monto se destinó a prestaciones sociales en las que el beneficiario aportó de manera previa a la obtención del derecho a acceder a la misma (en algunos casos a lo largo de un periodo sumamente prolongado de tiempo).”Las personas inmigrantes no pagan impuestos”FALSO. Los inmigrantes en situación irregular pagan impuestos de muchas formas, directas o indirectas. A modo de ejemplo, el impuesto al valor agregado (IVA) es uno de los impuestos de mayor recaudación y se paga cada vez que se produce una compra, sea la persona que consume nacional o extranjera.”En el país hay cada vez más migrantes”FALSO. Las personas migrantes en la Argentina representan el 5% respecto al total de la población del país. La mayoría de los y las migrantes son limítrofes (80%), y su proporción nunca ha variado significativamente.La cantidad de población migrante se mantiene estable (Santiago Filipuzzi/)FUENTES CONSULTADASInforme “Migrantes y discriminación”, del Instituto Nacional contra la Migración, la Xenofobia y el Racismo (Inadi): http://inadi.gob.ar/contenidos-digitales/producto/migrantes-y-discriminacion/Perfil Migratorio de Argentina de la Organización Internacioinal para las Migraciones (2012):https://publications.iom.int/books/perfil-migratorio-de-argentina-2012Documento “Migración y gasto público nacional”, de la Organización Internacional para las MIgraciones (OIM):https://www.odsargentina.gob.ar/public/documentos/seccion_publicaciones/ods/migrantes_version_web_media_final.pdfEstudio: “Condiciones de vida de migrantes en la República Argentina” (OIM, 2019):http://argentina.iom.int/co/sites/default/files/publicaciones/Condiciones%20de%20vida%20de%20migrantes%20en%20la%20Rep%C3%BAblica%20Argentina%20-%20Final%20WEB.pdf”Migraciones Laborales en Argentina: Protección Social, Informalidad y heterogeneidades sectoriales” (OIT, 2015):https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/—ilo-buenos_aires/documents/publication/wcms_379419.pdf

Fuente: La Nación

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Perú y Paraguay están jugando su partido de cuartos de final de la Copa América en el Estadio Olímpico Pedro Ludovico, de Goiania, con arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich. Transmiten la TV Pública y DirecTV Sports.André Carrillo, uno de los jugadores de ataque en los que se apoya Ricardo Gareca, entrenador argentino de Perú, para lastimar a los rivales. Su trabajo será vital ante Paraguay, en el arranque de los cuartos de final de la Copa América. (SILVIO AVILA/)Perú, finalista de la pasada edición que consagró a Brasil también como anfitrión en 2019, fue escolta en el Grupo B de una “canarinha” que le asestó su única derrota en el torneo por 4-0 en el estreno.Copa América. Cómo se jugarán los cruces de cuartos de final: días y horariosEl combinado entrenado por el argentino Ricardo Gareca se recuperó con un triunfo por 2-1 sobre Colombia, empató 2-2 con Ecuador y cerró con una victoria por 1-0 sobre la eliminada Venezuela.Paraguay, dirigido por el también argentino Eduardo Berizzo, debutó en cambio con un triunfo por 3-1 sobre la también eliminada Bolivia, cayó por 1-0 ante Argentina en la tercera fecha (quedó libre en la segunda), venció 2-0 a Chile en la cuarta y perdió por 1-0 ante Uruguay en la última, cerrando en el tercer puesto en el Grupo A, detrás de la “albiceleste” y de la “celeste” y por delante de la “Roja”.Paraguay llegó a la Copa América sin un 9 definido y titular; Braian Samudio está llamado a cubrir ese hueco este viernes en el trascendental partido frente a Perú por los cuartos de final del torneo continental. (Ricardo Mazalan/)Paraguay busca avanzar a una semifinal por primera vez desde que accedió a esa instancia en la Copa América que organizó y ganó Chile en 2015, en la que cayó justamente frente a Perú por 2-0 en el duelo por el tercer puesto.Así está la tabla de goleadores de la Copa América 2021La Albirroja sufrirá una baja clave que será la de Miguel Almirón, delantero del Newcastle que resultó determinante con sus goles y asistencias en la fase de grupos y faltará debido a una lesión en el muslo izquierdo. Paraguay espera poder recuperarlo si accede a las semifinales mientras lo reemplaza frente a Perú con Angel Romero, futbolista de San Lorenzo.Los antecedentes resultan favorables a Perú, que desde aquel enfrentamiento por Copa América en 2015, año en el que Gareca tomó las riendas de la selección, cosechó cinco triunfos y un empate frente a Paraguay.Dos de esas victorias llegaron en las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018, al que Perú se clasificó después de 36 años de ausencia (el último lo había jugado en España 82).Y fue también por las eliminatorias, pero a la Copa del Mundo de Qatar 2022, que se enfrentaron por última vez e igualaron 2-2 en Asunción.Si se repite ese resultado, habrá que recurrir directamente a la definición por penales para decidir al primer semifinalista de esta Copa América, pues no está prevista la disputa de tiempo suplementario.Perú, que apelará a la experiencia y a la sociedad que conforman Christian Cueva con el delantero ítalo-peruano Gianluca Lapadula, intentará imponer su estilo de juego que privilegia el buen trato de balón, ante un Paraguay que suele apelar a la garra y resulta peligroso en jugadas con pelota detenida.

Fuente: La Nación

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En la ciudad japonesa de Fukushima se observó por primera vez, desde del accidente nuclear de 2011, una especie de híbrido entre el cerdo y el jabalí.
El investigador de la Universidad de Fukushima, Donovan Anderson dio una entrevista a la BBC en la que explicó que se trata de un nuevo tipo de porcino que nace de la unión entre los cerdos domésticos que se escaparon de las granjas y los jabalíes que andaban por la zona.
Esta nueva especie fue catalogada como cerdo autóctono del lugar por primera vez el miércoles pasado, en un estudio científico publicado en la revista Royal Society.

En el ensayo, las muestras de ADN obtenidas de 243 cerdos locales mostraron que el 16% que estaba en el área abandonada eran híbridos.
Los científicos consideraron que el accidente nuclear provocado por el terremoto y el tsunami generó una “invasión biológica” en los genes de los cerdos domésticos. La población de cerdos salvajes se incrementó en gran medida por la ausencia de seres humanos.
“Los cerdos no pudieron sobrevivir en la naturaleza, pero el jabalí prosperó en los pueblos abandonados, porque son muy robustos”, explicó Anderson.The post En Japón apareció una nueva especie de cerdo-jabalí y aseguran que es por un accidente nuclear first appeared on Infocampo.

Fuente: InfoCampo

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La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó este jueves que el 6 de febrero de 2020 se registró la temperatura más alta de la historia de la Antártida en la estación Esperanza, perteneciente a la Argentina, con una medición de 18,3 grados Celsius.
El organismo además invalidó una medición previa de 20,75 °C del 9 de febrero de 2020, que se había tomado en una estación automática de monitoreo del permafrost (Brasil) en la isla Seymour.
El récord de temperatura previo que para la región antártica (la parte continental y las islas circundantes) fue de 17,5 °C, registrada el 24 de marzo de 2015, también en la estación de investigación Esperanza.
Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, indicó que “es importante verificar ese récord de temperatura máxima porque ayuda a formarnos una idea del tiempo y el clima en una de las fronteras más lejanas de la Tierra”.
“La península antártica (el extremo noroccidental del continente cerca de América del Sur) es una de las zonas del planeta en la que se registra un ritmo más rápido de calentamiento: casi 3 °C en los últimos 50 años. Por tanto, este nuevo récord de temperatura es coherente con el cambio climático que estamos observando”, explicó.

Para más información sobre la OMM, hacer click AQUÍ.The post Cambio climático: la Antártida llegó a un récord histórico de 18,3°C first appeared on Infocampo.

Fuente: InfoCampo

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En el mundo existen algunas enfermedades que son tan extrañas que parece increíble que sean reales. El caso de Lexi Robins no es la excepción, pues está llamando la atención de ciudadanos en el Reino Unido y, en general, de otras naciones.Esta bebé, de tan solo siete meses de nacida, padece una de las enfermedades más singulares que se conocen.Coronavirus: la viróloga china que desertó a EE.UU. confirma que el virus se originó en un laboratorio y teme por su vidaAlex y Dave Robins, los padres de la menor, empezaron a notar unos pequeños bultos en los dedos gordos de los pies de la pequeña. ”Inicialmente los médicos nos dijeron que, después de hacerle radiografías, probablemente, se le diagnosticaría un síndrome y no caminaría después”, dijo Alex, de 29 años.Sin embargo, la madre no quiso dejar de investigar sobre la extraña condición que estaba empezando a notar en su hija.Al principio empezaron a notar unos pequeños bultos en los dedos gordos de los pies de la pequeña (Instagram: @alexrobins_/)“Simplemente no creíamos que se tratara de algo ‘normal’ porque ella es muy fuerte físicamente en este momento. No estábamos muy seguros, así que hicimos nuestra propia investigación a mediados de mayo y luego encontramos una enfermedad que encajaba con los síntomas de nuestra hija”, contó la mujer al medio local The Mirror.El hallazgo al que se refiere Alex es conocido como Fibrodisplasia Osificante Progresiva (FOP). Según detalló el medio inglés, se trata de una condición genética que afecta a una de cada dos millones de personas en el mundo. El “trastorno” reemplaza gradualmente el tejido muscular y conectivo, como los tendones y ligamentos, por hueso.El trágico motivo por el que Harry tuvo que volar de urgencia a Estados Unidos tras el homenaje a Lady DiAdemás, puede conducir a la formación de un hueso fuera del esqueleto que restringe el movimiento. A menudo es asimilado coloquialmente como un cuerpo que “se convierte en piedra”. Los papás de Lexi dijeron que, a finales de mayo, “tuvimos que hacer una prueba genética y más radiografías, pero la prueba genética tarda seis semanas en obtener los resultados”.Los análisis de la niña fueron enviados a un laboratorio especializado en Los Ángeles, donde confirmaron que había dado positivo para FOP. ”El gen que buscaban es el gen ACR1 y, lamentablemente, es el gen que tiene ella”, señaló Alex.Lexi tiene siete meses (Instagram: @alexrobins_/)Los especialistas aseguraron que tener FOP significa que, si el cuerpo de la niña recibe hasta un trauma menor, algo tan simple como caerse, su condición empeorará con rapidez. En ese sentido, una persona que padezca esta condición no puede recibir inyecciones, vacunas, arreglos dentales y tampoco podrá tener hijos. Su cuerpo debe mantenerse en constante cuidado.Y es que, según los especialistas, cualquier traumatismo corporal recibido por la pequeña podría crearle una nueva protuberancia. ”Estamos bajo la supervisión de un pediatra de primer nivel en el Reino Unido y dijo que en sus 30 años de carrera nunca había visto un caso como este, así de raro es”, agregó Dave, de 38 años.Belle Gibson: el auge y caída de la “superinfluencer” que fingió tener cáncerEl padre también dijo que, investigando sobre la enfermedad, se dieron cuenta que hay un 50 por ciento de probabilidades de que Lexi se quede sorda con el paso del tiempo. Pese a las adversidades que significa vivir con la enfermedad, “es absolutamente brillante; duerme toda la noche, ríe constantemente, casi nunca llora. Esa es la forma en que queremos mantenerla”, indicó la madre.Todavía no hay claridad sobre las causas que provocan este padecimiento. Los padres de Lexi dijeron que se unieron a FOPFriends, una red de apoyo que busca financiación para encontrar una cura o tratamiento para la enfermedad.Alex y Dave Robins desean que se encuentre una cura para la enfermedad de Lexi (Instagram: @alexrobins_/)“Hay una gran comunidad de otros padres que tienen hijos con FOP, de hecho, uno de ellos fue quien creó la organización benéfica llamada FOPFriends, y todo lo que hacen lo donan a la investigación de la enfermedad”, manifestó Alex. En la coyuntura actual de Covid-19, algo que preocupa a los padres de la pequeña es el proceso de vacunación. Ellos desean que se encuentre una cura para la enfermedad de Lexi y así poderla vacunar contra el virus, pues, mientras esté con la extraña condición, ninguna aguja podrá tocar su piel.Coronavirus: cuáles son los riesgos de no ponerse la segunda dosis de la vacuna“Ningún padre debería tener que tomar la decisión de vacunar o no a sus hijos. Tenemos la esperanza de que podamos encontrar esta cura para poder darle a ella una vida más normal en el futuro”, puntualizó Alex.Ellos, con la difusión de la historia, quieren concientizar a todos los padres para que estén al tanto de cualquier aspecto inusual en el desarrollo físico de sus hijos.

Fuente: La Nación

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Tanto en la Argentina como en Brasil, Xuxa ha dejado un legado imborrable en cientos de miles de personas de distintas generaciones. Con motivo de su cumpleaños número 59, “La reina de los bajitos” buscó celebrarlo de una manera tan original como comercial. La artista y conductora brasileña lanzó una campaña para que 4000 fanáticos viajen con ella en un crucero durante tres días.La sorpresiva declaración de Natalia Pastorutti sobre La Sole: “Es un desastre”Xuxa nació el 27 de marzo de 1963 en Santa Rosa, en el estado brasileño de Río Grande del Sur. Con motivo de su cumpleaños número 59, la artista y conductora brasileña lanzó una campaña para que 4000 personas viajen junto a ella en el Navio da Xuxa, un crucero que estará de paseo entre el 25 y el 28 de marzo de 2022.El crucero MSC Preziosa se convertirá en el Navio da Xuxa entre el 25 y el 28 de marzo de 2022 (Archivo/)El viaje de tres días se realizará a bordo del lujoso crucero MSC Preziosa y quienes viajen junto a Xuxa también podrán disfrutar de las increíbles prestaciones del barco. Tres piscinas privadas, spa y centros de belleza, gimnasio con la última tecnología, restaurantes abiertos las 24 horas y distintos espacios recreativos con todo el lujo y el confort.Atento al contexto de pandemia, Xuxa explicó cuál es el requisito imprescindible para ser parte de este crucero de tres días. “Les recuerdo que en marzo los espero a todos en mi cumpleaños, vacunados y, si Dios quiere, sin pandemia”, se puede leer en el texto del posteo de la cuenta oficial viaje.Coronavirus: un video muestra cómo se esparció en el restaurante de un cruceroClaro que por tentadora que suene compartir tres día junto a la intérprete de “Ilarie”, el altísimo precio de los pasajes hace que no todas las personas puedan acceder al Navio de Xuxa. Para quienes buscan vivir la experiencia gastando lo mínimo e indispensable, la clase económica comprende un camarote sin conexión con el exterior y su precio es cercano a los 183.000 pesos por persona. En cambio si se opta por una habitación con ventanal o una con balcón privada con vista al mar, el precio oscila entre los 192.000 pesos y 225.000 pesos respectivamente.Aquellos fanáticos de Xuxa para los que el dinero no sea un problema, el crucero de tres día también tiene su tarifa premium. La opción de una suite privada con ventana y deck propio más el servicio all inclusive (todo incluido) tiene un costo de 575.000 pesos.

Fuente: La Nación

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