SAN NICOLÁS.- Entre las 65.000 personas que contó el acto multisectorial en esta ciudad por el 9 de julio estuvo el bailarín Maximiliano Guerra.En una gran movilización de distintos sectores productivos del país que llegaron de más de 200 localidades de todo el país, Guerra se sumó a los manifestantes que expresaron su descontento con el Gobierno.En diálogo con LA NACION, dijo que asistió “para defender la libertad, la República y la democracia”.#9J: En un masivo acto, el campo le pidió a Fernández: “No destruya por favor”“Quería apoyar una causa muy sensible para la Argentina como es el campo, su productividad y las exportaciones. Pero acá no es solo la gente del sector agropecuario que está presente: hay gastronómicos, docentes, turismo y comerciantes que vienen por lo mismo: trabajar en libertad”, señaló.San Nicolás ahí vamos,la Argentina está con vos .Juntos a defender la República,la Democracia y la Libertad.Feliz día de la Independencia. pic.twitter.com/bCq71huo4O— Maximiliano Guerra (@maximilianoguer) July 9, 2021“El Gobierno tiene que aprender a escuchar. Desde que asumió nunca oyó al pueblo y creo que tiene que ver con una soberbia importante que tiene”, aseguró.Desde hace tiempo, Guerra se muestra crítico con el Gobierno de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner. Al referirse a la vicepresidenta, en declaraciones en la señal TN a fin de junio pasado dijo: “Como dirigente política, me parece que fue lo peor que le pasó a la Argentina”.La protesta del campo fue contundente en decenas de ciudades del interiorAl hablar del primer mandatario, el bailarín dijo: “Alberto Fernández a veces me da pena. Yo creo que en el fondo debe ser una mala persona. Quizás él intentó hacer algo que no podía y que no lo iban a dejar. Creo que está muy desviado. Está muy devaluado y muy fuera de la calle, como extraviado. Está fuera del camino”, señaló.“Reflorecimiento del país”En tanto, tras el acto, sociedades rurales y asociaciones de productores de San Pedro, Rojas, Salto, Pergamino, General Rodríguez, San Antonio de Areco, Capitán Sarmiento, Arrecifes, Baradero y Colón expresaron en un comunicado: “Hoy iniciamos el reflorecimiento del país de las libertades, del progreso y la esperanza. En tal sentido hacemos saber a toda la dirigencia política-sectorial que, si no están dispuestos a encabezarla, los emplazamos como servicio a la patria a que se aparten de esos lugares”.“Es necesaria una Argentina vital, vigorosa, económicamente activa y próspera para contener así, a cuantos crean que la dignidad del esfuerzo fortalece y anima más que la dádiva postrante”, agregaron. También remarcaron: “Nada prosperará en un país cerrado y sin ingresos, ante ello solo puede entenderse el cierre de las exportaciones bajo el propósito de someter a un sector por medios de extorsión económica. Hoy es la carne, mañana serán los limones, pasado la yerba y luego el vino”.

Fuente: La Nación

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El Monumento Nacional a la Bandera de Rosario se vistió esta noche de celeste y blanco mediante un “video mapping” con imágenes de Lionel Messi y otros jugadores, como una acción “para alentar a la Selección” de cara a la final de la Copa América, que disputará mañana con Brasil en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.La actividad, que se extendía entre las 19 y las 22, está organizada por la marca de la indumentaria deportiva que es auspiciante y viste al seleccionado albiceleste.“Es simplemente para alentar a la Selección, porque nos une la camiseta y esta final”, dijeron a Télam desde la empresa, que usa esas frases como hashtag para difundir su acción de comunicación.¡Ojalá les llegue la fuerza desde Rosario! #ArribaArgentina pic.twitter.com/QLcXaRo0jC— Pablo Javkin (@pablojavkin) July 9, 2021El “video mapping” consiste en la proyección de una imagen de Messi desde distintos ángulos sobre la proa del Monumento a la Bandera, a la que se suman las de Ángel Di María y Giovani Lo Celso, los jugadores rosarinos del equipo de Lionel Scaloni.La imagen final del video, que tiene una duración de 40 segundos y se repite en loop, es la de la torre del Monumento a la Bandera poniéndose la camiseta del seleccionado argentino.Agencia Télam

Fuente: La Nación

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Tras cumplir 21 años y terminar sus estudios superiores, Gracie Lorincz decidió sumergirse en el mercado laboral. Sin experiencia y con tan solo sus conocimientos académicos, intentó conseguir su primer trabajo de marketing en una empresa dedicada a la venta de indumentaria.Detienen a una mujer que fingió su secuestro para sacarle bitcoins a su exNo obstante, gracias a una confusión en la cadena de mails, lo que empezó como una simple postulación terminó en un escándalo. Una comunicación interna de la empresa que no debía ser vista por Gracie llegó a su casilla y dio pie a una queja pública por la que la compañía debió pedir disculpas.Al recibir el correo, la joven estadounidense no podía creer lo que estaba leyendo y decidió compartir el texto en su cuenta de Tik Tok. “Esta chica acaba de salir del colegio y no es tan linda. Se postuló para el puesto de representante de ventas. ¿Estás seguro de que querés que la entreviste?”, puede leerse en el video subido por Lorincz. A las pocas horas de publicado, ya había obtenido cientos de miles de reproducciones de usuarios de todas partes del mundo. @ggggmoneyyyy :))))) feeling amazing #greenscreen #foryou #foryourpage #CompleteMyLook #FriendsReunion #rentfree ? original sound – gracie Las reseñas en la web de la empresa Ava Lane, cuyo lema es “la belleza está en la confianza”, cayeron drásticamente de un alto puntaje de 4,9 a 1,7 y en las redes sociales se acumularon las críticas, tanto por el ofensivo comentario como por la torpeza del directivo al dejar copiada en el mail a la aspirante.Un bartender evitó que una mujer fuera acosada al entregarle un ticket con un alarmante mensajeDías más tarde, Chuck DeGrendel, vicepresidente de operaciones de la marca, emitió un pedido de disculpas en Facebook donde dijo: “No sé por qué dije eso y lamento mucho haberlo dicho, porque fue muy poco profesional y no está en la línea con nuestros valores fundamentales o incluso con mis propios valores”.

Fuente: La Nación

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Por Luis Jaime Acosta y Julia Symmes CobbBOGOTÁ, 9 jul (Reuters) – Los militares colombianos
altamente capacitados que terminan sin empleo y pocas
oportunidades tras su jubilación son tentados con frecuencia
para ejercer su oficio en el extranjero como contratistas
privados, desde Yemen hasta Irak, dijeron el viernes oficiales
del Ejército y expertos.Al menos 17 militares retirados colombianos se encuentran
entre los sospechosos del magnicidio esta semana del presidente
haitiano Jovenel Moise, muerto a tiros a primera hora del
miércoles en su casa a manos de lo que las autoridades de la
nación caribeña describieron como grupo de asesinos extranjeros.El asesinato sumió a Haití en una profunda confusión en
medio de las divisiones políticas, el hambre y la violencia
generalizada de las bandas.Los casi 60 años de conflicto interno de Colombia han
proporcionado un prolífico campo de entrenamiento para los
militares.Para los que han sido entrenados como parte de las unidades
de élite contra el terrorismo, la jubilación puede llegar a los
40 años, dejando a muchos con modestas pensiones y poca idea de
qué hacer después.”El reclutamiento de militares colombianos para ir a otras
zonas del mundo como mercenarios es un tema que ha venido de
tiempo atrás, pero realmente no hay ninguna norma que lo
prohíba, que lo impida”, dijo a periodistas el comandante de las
Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro.”Sencillamente son incorporados, son reclutados y hay una
cantidad importante de militares colombianos, por ejemplo, en
Dubái”, explicó.Emiratos Árabes Unidos se convirtió en los últimos años en
un importante cliente de los exmilitares colombianos,
enviándolos a luchar contra los hutíes respaldados por Irán en
Yemen, junto a combatientes de Panamá, El Salvador y Chile,
según Sean McFate, investigador principal del Atlantic Council y
profesor en Georgetown y la Universidad de Defensa Nacional.Los latinoamericanos cobran una fracción de lo que ganan los
exmilitares estadounidenses o británicos, pese a que ganan hasta
cuatro veces sus antiguos salarios, escribió McFate en un
informe de 2019.Reclutados por la experienciaNavarro dijo que con los militares retirados del servicio
activo se inicia un proceso un año antes de que abandonen las
filas, en el que reciben capacitación laboral en algunas áreas,
pero el Ejército no lleva un control de sus actividades una vez
salen de la institución.Los colombianos suelen ser reclutados como mercenarios “por
toda su experiencia”, dijo a Reuters el comandante del Ejército,
general Eduardo Zapateiro.”Muy lamentable porque los preparamos para otras cosas,
mucho mejor”, aseguró el oficial.Los militares colombianos con experiencia en
contrainsurgencia y antiterrorismo urbano o que han recibido
entrenamiento en países como Estados Unidos e Israel son
generalmente los elegidos para el reclutamiento, dijo una fuente
militar a Reuters.Todos los jóvenes colombianos están obligados a hacer el
servicio militar durante un año en el Ejército, la Fuerza Aérea,
la Armada o en la Policía Nacional, aunque los que asisten a la
universidad y pueden pagar una cuota quedan exentos.El convertirse en soldados de tiempo completo puede ser uno
de los pocos trabajos formales disponibles para quienes
provienen de entornos pobres, especialmente de las zonas rurales
más afectadas por el conflicto.El trabajo está mal pagado, es peligroso y supone estar
lejos de la familia, así como enfrentarse a la desconfianza
hacia las Fuerzas Armadas en lugares donde los soldados han sido
acusados y a veces condenados por violaciones a los derechos
humanos.McFate dijo que, aunque empresas estadounidenses como
Blackwater siguen siendo los contratistas militares privados más
conocidos, decenas de excombatientes de otros países están
imitando ahora a los proveedores estadounidenses.”Cada día surgen nuevos grupos militares privados de países
como Rusia, Uganda, Irak, Afganistán y Colombia. Sus servicios
son más robustos que los de Blackwater, ofreciendo mayor poder
de combate y la voluntad de trabajar para el mejor postor con
escasa consideración por los derechos humanos”, escribió McFate
en el informe.”Son mercenarios en todo el sentido de la palabra”, afirmó.
(Reporte de Luis Jaime Acosta y Julia Symmes Cobb. Editado por
Javier Leira)

Fuente: La Nación

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Si puede ser más fácil llegar que mantenerse, lo verdaderamente difícil es regresar después de haber sido obligado a dejar el poder, en castigo por gobernar mal.Oficialismo y oposición pasaron por el mismo camino, aunque sus orígenes distintos, sus métodos dispares y sus ideas enfrentadas hayan colaborado a agigantar las diferencias que, es habitual, alimentan los sistemas políticos bifrontes.El kirchnerismo, nave insignia de la resignada flota peronista, ya pasó por el mismo ciclo que ahora trata de completar Juntos por el Cambio, su contraparte.Cristina facilitó la llegada de Mauricio Macri, y luego fue el derrape del creador de Pro el que rehabilitó a la actual vicepresidenta. Es ahora ella la que empezó a intentar evitar un nuevo hundimiento del gobierno que inventó e integra.Ese naufragio llevaría al fondo del mar su proyecto de extensión de la dinastía familiar de presidentes, una vez que se acepte que la distancia que Cristina Kirchner trata de poner respecto de Alberto Fernández nunca la despegará por completo.Ese círculo no es otra cosa que una espiral que gira hacia abajo si, apartados de gustos y preferencias, se revisan los indicadores sociales y económicos de la Argentina. El país se encoge y la pobreza se extiende como resultado de esa rotación fracasada.Fue advertido por intelectuales y dicho de mil maneras: el derrumbe incluye una peligrosa deriva hacia la autocracia. Todo ocurre en medio de una silenciosa indiferencia apenas interrumpida por algún grito de advertencia callejera, o peor, con el aval de amplios sectores políticos que poco menos que celebran la recuperación de viejos hábitos dictatoriales encubiertos por discursos sobre falsas revoluciones.Por paradójico y a la vez desgraciado que resulte, la asfixia del sistema de libertades elementales es funcional al ejercicio del trabajo opositor. Muchos de los dirigentes de Juntos por el Cambio creen que su única función consiste en evitar que la Argentina sea una autocracia como Venezuela o una dictadura como Cuba.Esa reducción permite construir una épica para la lucha política con un formato inverso al famoso relato kirchnerista con sus teorías conspirativas y con versiones delirantes del pasado. Es cómodo pensarse parte de una barrera al autoritarismo. Y, desde esa perspectiva, medir la diferencia entre autocracia y democracia por el número de legisladores que permite o impide la formación del quórum en las cámaras del Congreso.Ese concepto se resume en el bélico “no pasarán” usado en varios conflictos del siglo pasado. Pero, si se mira con un ojo un poco más crítico, apenas si remeda algo así como una virtual Zanja de Alsina usada como un recurso más defensivo que efectivo, más simbólico que real.Para Juntos por el Cambio la clave de su futuro podría estar en cómo se piensa en este presente. Por ahora parece plantado como valla para evitar la autocracia, lo que no es poco ni innecesario. Pero puede ser insuficiente.A ese lugar el frente opositor fue llevado por las movilizaciones que siguieron a su salida del poder, encabezadas por sus votantes sin más organización ni guía que la voluntad de expresar una reacción. Aquellos banderazos fueron contra la amenaza expuesta que el kirchnerismo plantea a cada momento contra la independencia de la Justicia, el derecho a la educación o la erradicación de la idea de la propiedad privada.¿El destino de Juntos por el Cambio es ahora mantener la esencia de los banderazos como un punto de llegada o como un punto de partida? En la respuesta a esa pregunta puede estar la clave del sentido de sus próximos pasos.Mirar hoy la geografía opositora es también recorrer un territorio estremecido por la tensión de un cambio de liderazgo que se expresa en el trabajoso armado de listas para las elecciones legislativas.Mauricio Macri está pagando el precio de su derrota y Horacio Rodríguez Larreta avanza hacia el reconocimiento de una jefatura para la que viene trabajando desde hace años. A su vez, el radicalismo cree haber encontrado la posibilidad de renegociar el acuerdo con sus socios mayoritarios instalando figuras reconocidas por el público que parecen más votables al frente de sus listas de candidatos.Sería mucho pedir definiciones profundas cuando en la superficie se decide si hay un nuevo jefe y se reconfiguran las relaciones de fuerza interpartidarias. Es difícil, pero por complejo que resulte, si desea en verdad regresar al poder es inevitable que Juntos por el Cambio salga de sus conflictos y empiece a responder dilemas instalados detrás de la barrera defensiva.Con lo que tiene hoy alcanza para ser la principal fuerza opositora. Lo que necesita para gobernar es bastante más que eso. Y no se trata solo de sumar votos en esta instancia, sino de generar las condiciones para tener respaldo electoral a partir de una serie extensa de acuerdos políticos, consensos permanentes y explicaciones precisas sobre qué hacer para detener la acumulación de gobiernos que fracasan.Es la diferencia entre tratar de evitar que algo pase y trabajar para que algo cambie. Es la distancia entre un rotundo no y un sí convencido.

Fuente: La Nación

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“Sin pinchazo, no hay trabajo”. Los empleados del sector público y privado de Fiyi tendrán que vacunarse en las próximas semanas, anunció el gobierno de este archipiélago del Pacífico donde aumentan los casos de la altamente contagiosa variante delta.El primer ministro Frank Bainimarama anunció que los funcionarios de Fiyi tendrán que tomarse vacaciones si no han recibido su primera inyección el 15 de agosto y podrían ser despedidos si no se les administra la segunda antes del 1 de noviembre.Los empleados del sector privado tendrán que haber recibido la primera dosis antes del 1 de agosto. Si se incumple se podrá imponer una multa elevada al trabajador y el empresario se expone al cierre administrativo.“Sin pinchazo, no hay trabajo” (“No jabs, no job”), esto es lo que dicta la ciencia por razones de seguridad, y esto es en adelante la política del gobierno”, anunció Bainimarama el jueves por la noche en un discurso.Esta decisión drástica es una respuesta de las autoridades a la población que ignora en gran medida las recomendaciones sanitarias y sobre todo las consignas del distanciamiento social y la obligación de ponerse la mascarilla. Se considera que esta actitud es una de las causas del brote epidémico.Con poncho y a caballo: así fue la llegada de Patricia Bullrich a la protesta del campo en San NicolásAntes de abril, Fiyi no había registrado casos de contagio local del virus. Pero un fallo en el dispositivo de cuarentena permitió que la variante delta altamente contagiosa se propagara como un reguero de pólvora.El archipiélago registra actualmente más de 700 nuevos casos por día.El sistema sanitario del país está al borde del colapso. El hospital más grande del archipiélago, situado en la capital, Suva, anunció esta semana que la morgue estaba llena y exhortó a las familias a venir a recoger los cuerpos de sus difuntos.Agencia AFP

Fuente: La Nación

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RÍO DE JANEIRO.– En las elecciones del 2018, Jair Bolsonaro fue elegido con 57,79 millones de votos (55,13%), con un discurso que tenía tres pilares esenciales: combate de la corrupción, ataque al sistema político tradicional y defensa de valores morales conservadores. Hoy, en medio de escándalos de corrupción que involucran a la familia Bolsonaro, incluido el jefe de Estado, y al Ministerio de Salud, y con el gobierno absolutamente dependiente de su alianza con los partidos del llamado “centrão” (centro), podría decirse que dos de esos tres pilares están tambaleando. Una reciente encuesta del instituto Datafolha mostró que para 52% de los brasileños Bolsonaro es deshonesto.Mercenarios colombianos: entrenados, baratos y muchos disponiblesHace un año, la misma encuesta decía que el 48% de los entrevistados consideraba al presidente honesto y solamente el 38% opinaba lo contrario. Bolsonaro no es el primer jefe de Estado brasileño que enfrenta denuncias de corrupción durante su gestión. Su archienemigo, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, probable rival en las elecciones presidenciales de 2022, enfrentó gravísimas denuncias en sus gobiernos y no por eso dejó de ser reelegido ni de, menos aún, lograr la elección de su sucesora, Dilma Rousseff. No se descarta, por lo tanto, que Bolsonaro atraviese la tormenta y resurja de las cenizas. Pero el presidente brasileño vive hoy, sin dudas, su peor momento, con un 51% de los brasileños que consideran que es un presidente malo o pésimo.Como explica el profesor de gestión de políticas públicas de la Universidad de San Pablo (USP) Pablo Ortellado, “hoy la tendencia es claramente un declive de Bolsonaro y la corrupción es una parte importante de la ecuación”.El profesor tiene la costumbre de observar el comportamiento de seguidores de Bolsonaro en las redes sociales. Hoy, ante la ola de denuncias sobre supuestas negociaciones de sobornos en la compra de vacunas, de las que Bolsonaro habría sido informado (y de las cuales podrían haber participado funcionarios de su gobierno) y no hecho nada, la reacción de los bolsonaristas es defensiva. Sus fieles admiradores hablan de persecución y descalifican a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado, a la que Bolsonaro viene desafiando permanentemente.Las audiencias de la CPI son transmitidas diariamente por el canal de TV del Senado, y cuando los testigos y denunciados son relevantes, los principales canales dedican un espacio enorme al tema. Permanentemente, los brasileños escuchan relatos sobre la acción negligente del gobierno en una pandemia que ya mató más de 530.000 brasileños. A eso se sumaron las denuncias de corrupción en el Ministerio de Salud en la compra de vacunas.RechazoLa avalancha de malas noticias para el gobierno elevó el índice de rechazo electoral a Bolsonaro a más del 60%, destaca el periodista José Casado, columnista de la revista Veja. Hace seis meses, recuerda Casado, ese mismo índice estaba entre 40% y 45%. “Los escándalos de corrupción que están siendo revelados en paralelo [por la prensa] y dentro de la CPI son como un programa de TV de hasta diez horas por día. Eso se suma al enorme número de muertos en la pandemia. Es como si Brasil estuviera exhumando a sus muertos por Covid-19 y destapando, al mismo tiempo, los negociados del gobierno. Es difícil que un presidente resista a eso”, señala.Manifestantes marchan por la Avenida paulista de Sao Paulo el 3 de julio del 2021, portando un cartel que dice “impeachment ya”, que pide un juicio político al presidente Jair Bolsonaro. (AP Photo/Nelson Antoine, File)Para Casado, la percepción de que el gobierno de Bolsonaro es corrupto aumentó y va a seguir aumentando. Y a eso se suma la confirmación de que es un gobierno que fue negligente en la administración de la pandemia. “El discurso anticorrupción de Bolsonaro perdió total credibilidad. Por otro lado, Lula también tiene un rechazo superior a 40%. Hoy, entre 30% y 40% de los brasileños quisieran una alternativa a la polarización entre ambos, el problema es que aún no surgió una alternativa fuerte”, explica.Si en 2018 Bolsonaro captó votos entre electores independientes que se sintieron identificados con su discurso anticorrupción, hoy esos votos, que según el consultor político privado Leo Barreto representan 35% de los electores brasileños, están en duda. “Aunque la CPI sea controvertida y aún no existan pruebas concretas, existen dudas sobre la integridad del presidente y eso hace más difícil que mantenga votos que fueron cruciales en su elección”, dice Barreto.Sin la bandera de la anticorrupción y del candidato antisistema, para ser competitivo en 2022, Bolsonaro necesita una combinación de factores: que la economía mantenga la tendencia de recuperación y la acentúe, baja de la inflación, creación de puestos de trabajo y buen ritmo del plan nacional de vacunación (14% de la población tiene las dos dosis y 39,7% solo una).Mientras los escándalos de corrupción salpican al Ministerio de Salud y Bolsonaro y sus hijos siguen siendo blanco de denuncias sobre supuestos esquemas para apropiarse de los salarios de empleados de sus gabinetes, el hombre que tiene en sus manos las llaves para allanar el camino del presidente se llama Paulo Guedes. El ministro de Economía lo sabe y cada vez que se le pregunta sobre las sospechas de corrupción en el gobierno opta por minimizarlas.Inquietud militarLos que no minimizan lo que está ocurriendo son los militares, profundamente preocupados por el impacto que las denuncias –hay que recordar que el general activo Eduardo Pazuello fue ministro de Salud durante 10 meses de la pandemia y muchos otros militares trabajan en Salud– puedan causar a la imagen de la corporación. La semana pasada, después de que el senador Omar Aziz, presidente de la CPI del Covid-19, dijera que “hay militares involucrados en fraudes del gobierno”, el Ministerio de Defensa y los comandantes del Ejército, la Marina y la Aeronáutica firmaron un comunicado en el cual sostienen que “se trata de una acusación grave, infundada y, sobre todo, irresponsable”. La nota asegura, además, que las Fuerzas Armadas “no aceptarán cualquier ataque a las instituciones que defienden la democracia y la libertad del pueblo brasileño”.La corrupción no solo complicó los planes de reelección de Bolsonaro, también volvió a elevar la tensión en los cuarteles y en la relación entre el gobierno y los demás poderes.

Fuente: La Nación

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RÍO DE JANEIRO.– En las elecciones del 2018, Jair Bolsonaro fue elegido con 57,79 millones de votos (55,13%), con un discurso que tenía tres pilares esenciales: combate de la corrupción, ataque al sistema político tradicional y defensa de valores morales conservadores. Hoy, en medio de escándalos de corrupción que involucran a la familia Bolsonaro, incluido el jefe de Estado, y al Ministerio de Salud, y con el gobierno absolutamente dependiente de su alianza con los partidos del llamado “centrão” (centro), podría decirse que dos de esos tres pilares están tambaleando. Una reciente encuesta del instituto Datafolha mostró que para 52% de los brasileños Bolsonaro es deshonesto.Mercenarios colombianos: entrenados, baratos y muchos disponiblesHace un año, la misma encuesta decía que el 48% de los entrevistados consideraba al presidente honesto y solamente el 38% opinaba lo contrario. Bolsonaro no es el primer jefe de Estado brasileño que enfrenta denuncias de corrupción durante su gestión. Su archienemigo, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, probable rival en las elecciones presidenciales de 2022, enfrentó gravísimas denuncias en sus gobiernos y no por eso dejó de ser reelegido ni de, menos aún, lograr la elección de su sucesora, Dilma Rousseff. No se descarta, por lo tanto, que Bolsonaro atraviese la tormenta y resurja de las cenizas. Pero el presidente brasileño vive hoy, sin dudas, su peor momento, con un 51% de los brasileños que consideran que es un presidente malo o pésimo.Como explica el profesor de gestión de políticas públicas de la Universidad de San Pablo (USP) Pablo Ortellado, “hoy la tendencia es claramente un declive de Bolsonaro y la corrupción es una parte importante de la ecuación”.El profesor tiene la costumbre de observar el comportamiento de seguidores de Bolsonaro en las redes sociales. Hoy, ante la ola de denuncias sobre supuestas negociaciones de sobornos en la compra de vacunas, de las que Bolsonaro habría sido informado (y de las cuales podrían haber participado funcionarios de su gobierno) y no hecho nada, la reacción de los bolsonaristas es defensiva. Sus fieles admiradores hablan de persecución y descalifican a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado, a la que Bolsonaro viene desafiando permanentemente.Las audiencias de la CPI son transmitidas diariamente por el canal de TV del Senado, y cuando los testigos y denunciados son relevantes, los principales canales dedican un espacio enorme al tema. Permanentemente, los brasileños escuchan relatos sobre la acción negligente del gobierno en una pandemia que ya mató más de 530.000 brasileños. A eso se sumaron las denuncias de corrupción en el Ministerio de Salud en la compra de vacunas.RechazoLa avalancha de malas noticias para el gobierno elevó el índice de rechazo electoral a Bolsonaro a más del 60%, destaca el periodista José Casado, columnista de la revista Veja. Hace seis meses, recuerda Casado, ese mismo índice estaba entre 40% y 45%. “Los escándalos de corrupción que están siendo revelados en paralelo [por la prensa] y dentro de la CPI son como un programa de TV de hasta diez horas por día. Eso se suma al enorme número de muertos en la pandemia. Es como si Brasil estuviera exhumando a sus muertos por Covid-19 y destapando, al mismo tiempo, los negociados del gobierno. Es difícil que un presidente resista a eso”, señala.Manifestantes marchan por la Avenida paulista de Sao Paulo el 3 de julio del 2021, portando un cartel que dice “impeachment ya”, que pide un juicio político al presidente Jair Bolsonaro. (AP Photo/Nelson Antoine, File)Para Casado, la percepción de que el gobierno de Bolsonaro es corrupto aumentó y va a seguir aumentando. Y a eso se suma la confirmación de que es un gobierno que fue negligente en la administración de la pandemia. “El discurso anticorrupción de Bolsonaro perdió total credibilidad. Por otro lado, Lula también tiene un rechazo superior a 40%. Hoy, entre 30% y 40% de los brasileños quisieran una alternativa a la polarización entre ambos, el problema es que aún no surgió una alternativa fuerte”, explica.Si en 2018 Bolsonaro captó votos entre electores independientes que se sintieron identificados con su discurso anticorrupción, hoy esos votos, que según el consultor político privado Leo Barreto representan 35% de los electores brasileños, están en duda. “Aunque la CPI sea controvertida y aún no existan pruebas concretas, existen dudas sobre la integridad del presidente y eso hace más difícil que mantenga votos que fueron cruciales en su elección”, dice Barreto.Sin la bandera de la anticorrupción y del candidato antisistema, para ser competitivo en 2022, Bolsonaro necesita una combinación de factores: que la economía mantenga la tendencia de recuperación y la acentúe, baja de la inflación, creación de puestos de trabajo y buen ritmo del plan nacional de vacunación (14% de la población tiene las dos dosis y 39,7% solo una).Mientras los escándalos de corrupción salpican al Ministerio de Salud y Bolsonaro y sus hijos siguen siendo blanco de denuncias sobre supuestos esquemas para apropiarse de los salarios de empleados de sus gabinetes, el hombre que tiene en sus manos las llaves para allanar el camino del presidente se llama Paulo Guedes. El ministro de Economía lo sabe y cada vez que se le pregunta sobre las sospechas de corrupción en el gobierno opta por minimizarlas.Inquietud militarLos que no minimizan lo que está ocurriendo son los militares, profundamente preocupados por el impacto que las denuncias –hay que recordar que el general activo Eduardo Pazuello fue ministro de Salud durante 10 meses de la pandemia y muchos otros militares trabajan en Salud– puedan causar a la imagen de la corporación. La semana pasada, después de que el senador Omar Aziz, presidente de la CPI del Covid-19, dijera que “hay militares involucrados en fraudes del gobierno”, el Ministerio de Defensa y los comandantes del Ejército, la Marina y la Aeronáutica firmaron un comunicado en el cual sostienen que “se trata de una acusación grave, infundada y, sobre todo, irresponsable”. La nota asegura, además, que las Fuerzas Armadas “no aceptarán cualquier ataque a las instituciones que defienden la democracia y la libertad del pueblo brasileño”.La corrupción no solo complicó los planes de reelección de Bolsonaro, también volvió a elevar la tensión en los cuarteles y en la relación entre el gobierno y los demás poderes.

Fuente: La Nación

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MADRID.– Este año no solo ARCO cumple 40 años. También se celebran las cuatro décadas del regreso a España del Guernica, de Pablo Picasso. A esta famosa obra rinde homenaje una de las estrellas de la feria internacional de arte contemporáneo de Madrid: Guernica para Gernika (Guernica Gernikara, en euskera), un mural de 10 metros de Agustín Ibarrola que estuvo sin ver la luz del público durante muchos años y que fue recientemente encontrado. Su venta, que podía darse solo con la condición de que fuera a exponerse en un espacio público, se confirmó hoy mismo: el Museo de Bellas Artes de Bilbao pagará 300 mil euros para sumarlo a su colección.Patti Smith cuenta en su autobiografía Éramos unos niños (Lumen) que iba a menudo al MoMA de Nueva York y lloraba delante del Guernica (1937), conmovida por aquellas escenas desgarradoras que parecían cobrar relieve. Picasso puso como clara condición que esta obra que hoy se exhibe en el Museo Reina Sofía, el más visitado del país, solo regresara a España cuando hubiera plena democracia. El Guernica es un ícono del horror que causa la guerra. Picasso se inspiró en el ataque que sufrió esta localidad vasca en 1937, devastada por el bombardeo de la Legión Cóndor alemana y las fuerzas aéreas italianas, comandadas por Franco, donde se registraron 1654 víctimas, todas ellas civiles.De los “huevos en palo” al único stand de color: la Argentina pone su infaltable nota en ARCOEn 1981 y tras arduas negociaciones con los Estados Unidos, el cuadro volvió a España. Fue, en parte, gracias, al hallazgo de una carta de un joven Max Aub, por entonces agregado cultural en París durante la Segunda República (1931-1939), donde dejaba claro el deseo de Picasso de donar esta obra al pueblo español. Uno de los artistas que más trabajó y cuya voz alzó durante la Transición para pedir por el regreso de esta obra de arte fue Ibarrola, hoy de 90 años, quien pintó un mural inspirado en el Guernica y que hoy el gran público puede disfrutar en ARCOmadrid.Ibarrola es miembro también del denominado Equipo 57, un grupo de artistas que dominaron el arte geométrico. “Este grupo aspiró a cambiar la sociedad en la época de Franco a través del arte. Pero, lo que se encontraron es que con la geometría no tocaban a la sociedad, por eso muchos volvieron a la figuración y empezaron a ser realismo social”, explica a LA NACION José de la Mano, galerista e historiador del arte, quien realizaba hace algunos meses una investigación para una exposición cuando encontró una antigua fotografía: el Guernica de Ibarrola. “Hay un cuadrazo, porque no es una obra cualquiera, hecho en clave política en un contexto de Transición”, agrega y señala en el cuadro a la Guardia Civil y a los barrotes de la cárcel donde estuvo preso Ibarrola durante cinco años por su afiliación al Partido Comunista.Guernica para Gernika, también conocido como el Guernica de Ibarrola, es un mural construido con 10 paneles, 10 xilografías que se encontraba guardado en el taller del artista. “Me llamaron los hijos de Agustín, quienes colaboran con él, y al día siguiente, a las seis de la mañana, agarré el coche en Madrid y a las 10 estaba en Guernica para ver la obra. Estuvo cuarenta años guardado y ahora sabemos que tendrá una página en los libros de Historia del Arte. No podemos otra vez guardarlo”, expresa el galerista su deseo de que pueda exhibirse permanentemente.“En su repetición y en su homofonía concentra el proceso de identidad que entre obra y ciudad vasca quedó activado en el momento de la primera presentación pública del lienzo de Pablo Picasso, en el estudio del artista, antes incluso de que fuera instalado en el Pabellón de España”, explica la experta en arte Rocío Robles Tardío en el programa.El mural está ahora en ARCO y tanto la galería como la familia del artista, que siempre lo asiste y acompaña, dispusieron que solo sería vendido a una institución que pudiera exponerlo en un espacio público. De la Mano adelantaba a LA NACION el jueves que había “negociaciones bastante avanzadas” de interesados en adquirir la obra. “No puedo precisar su precio porque tenemos varios tipos de negociaciones y, por la Ley de Transparencia, si lo compra un museo o una institución estatal tiene que anunciar públicamente el precio. Pero si lo compra una fundación privada, me han pedido que no trascienda en precio”, declaraba. Finalmente, el galerista acordó la venta por 300 mil euros al Museo de Bellas Artes de Bilbao. De este modo, el deseo del artista se ha cumplido y la obra será expuesta para el público general: terminada la feria, Guernica Gernikara se vuelve al País Vasco.

Fuente: La Nación

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MADRID.– Este año no solo ARCO cumple 40 años. También se celebran las cuatro décadas del regreso a España del Guernica, de Pablo Picasso. A esta famosa obra rinde homenaje una de las estrellas de la feria internacional de arte contemporáneo de Madrid: Guernica para Gernika (Guernica Gernikara, en euskera), un mural de 10 metros de Agustín Ibarrola que estuvo sin ver la luz del público durante muchos años y que fue recientemente encontrado. Su venta, que podía darse solo con la condición de que fuera a exponerse en un espacio público, se confirmó hoy mismo: el Museo de Bellas Artes de Bilbao pagará 300 mil euros para sumarlo a su colección.Patti Smith cuenta en su autobiografía Éramos unos niños (Lumen) que iba a menudo al MoMA de Nueva York y lloraba delante del Guernica (1937), conmovida por aquellas escenas desgarradoras que parecían cobrar relieve. Picasso puso como clara condición que esta obra que hoy se exhibe en el Museo Reina Sofía, el más visitado del país, solo regresara a España cuando hubiera plena democracia. El Guernica es un ícono del horror que causa la guerra. Picasso se inspiró en el ataque que sufrió esta localidad vasca en 1937, devastada por el bombardeo de la Legión Cóndor alemana y las fuerzas aéreas italianas, comandadas por Franco, donde se registraron 1654 víctimas, todas ellas civiles.De los “huevos en palo” al único stand de color: la Argentina pone su infaltable nota en ARCOEn 1981 y tras arduas negociaciones con los Estados Unidos, el cuadro volvió a España. Fue, en parte, gracias, al hallazgo de una carta de un joven Max Aub, por entonces agregado cultural en París durante la Segunda República (1931-1939), donde dejaba claro el deseo de Picasso de donar esta obra al pueblo español. Uno de los artistas que más trabajó y cuya voz alzó durante la Transición para pedir por el regreso de esta obra de arte fue Ibarrola, hoy de 90 años, quien pintó un mural inspirado en el Guernica y que hoy el gran público puede disfrutar en ARCOmadrid.Ibarrola es miembro también del denominado Equipo 57, un grupo de artistas que dominaron el arte geométrico. “Este grupo aspiró a cambiar la sociedad en la época de Franco a través del arte. Pero, lo que se encontraron es que con la geometría no tocaban a la sociedad, por eso muchos volvieron a la figuración y empezaron a ser realismo social”, explica a LA NACION José de la Mano, galerista e historiador del arte, quien realizaba hace algunos meses una investigación para una exposición cuando encontró una antigua fotografía: el Guernica de Ibarrola. “Hay un cuadrazo, porque no es una obra cualquiera, hecho en clave política en un contexto de Transición”, agrega y señala en el cuadro a la Guardia Civil y a los barrotes de la cárcel donde estuvo preso Ibarrola durante cinco años por su afiliación al Partido Comunista.Guernica para Gernika, también conocido como el Guernica de Ibarrola, es un mural construido con 10 paneles, 10 xilografías que se encontraba guardado en el taller del artista. “Me llamaron los hijos de Agustín, quienes colaboran con él, y al día siguiente, a las seis de la mañana, agarré el coche en Madrid y a las 10 estaba en Guernica para ver la obra. Estuvo cuarenta años guardado y ahora sabemos que tendrá una página en los libros de Historia del Arte. No podemos otra vez guardarlo”, expresa el galerista su deseo de que pueda exhibirse permanentemente.“En su repetición y en su homofonía concentra el proceso de identidad que entre obra y ciudad vasca quedó activado en el momento de la primera presentación pública del lienzo de Pablo Picasso, en el estudio del artista, antes incluso de que fuera instalado en el Pabellón de España”, explica la experta en arte Rocío Robles Tardío en el programa.El mural está ahora en ARCO y tanto la galería como la familia del artista, que siempre lo asiste y acompaña, dispusieron que solo sería vendido a una institución que pudiera exponerlo en un espacio público. De la Mano adelantaba a LA NACION el jueves que había “negociaciones bastante avanzadas” de interesados en adquirir la obra. “No puedo precisar su precio porque tenemos varios tipos de negociaciones y, por la Ley de Transparencia, si lo compra un museo o una institución estatal tiene que anunciar públicamente el precio. Pero si lo compra una fundación privada, me han pedido que no trascienda en precio”, declaraba. Finalmente, el galerista acordó la venta por 300 mil euros al Museo de Bellas Artes de Bilbao. De este modo, el deseo del artista se ha cumplido y la obra será expuesta para el público general: terminada la feria, Guernica Gernikara se vuelve al País Vasco.

Fuente: La Nación

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