Las precipitaciones habían llegado los últimos días del año, justo a tiempo para sostener el potencial maicero y el crecimiento de la soja.
En el corazón pampeano, la necesidad de lluvias era imperiosa. Con esos registros de fin de año mejoró la condición hídrica de los suelos, asegurando el potencial de rendimiento del maíz de primera fecha de siembra y la finalización de la siembra de soja. 
Ahora, en el fin de semana de “Reyes” regresaron las lluvias, con milimetrajes abundantes y extendidos en todas las regiones. 

Una de las zonas más deficitarias de precipitaciones, el sudoeste bonaerense, registró buenas lluvias en el acumulado de las últimas 72 horas, alcanzando, en algunas zonas, hasta los 100 milímetros caídos. 
Por su parte, las precipitaciones relevadas hasta el fin de semana habían mejorado la oferta hídrica sobre las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y el sur de La Pampa, otorgando fluidez a la siembra y mejorando la condición de los cuadros ya implantados. Ahora, con los nuevos registros desde el viernes hasta el domingo se asegura el crecimiento y desarrollo los principales cultivos sembrados. 
Hacia el NEA también había mejorado la condición de los suelos y transcurrido este fin de semana, más recargas afirman un tranquila continuidad de los plantíos. 
POR PROVINCIA
En Córdoba, los mayores milímetros caídos sucedieron hacia las localidades de Jovita y Mattaldi (80 y 60 milímetros, respectivamente). Por su parte, entre los menores registros están Laboulaye, Corral de Bustos y Río Cuarto, con lluvias de 20 milímetro o menos. 
En la zona norte bonaerense, en la localidad de González Moreno las lluvias llegaron a 57 milímetros y los mínimos se dieron en Rojas, con 7 milímetros. Por su parte, desde el centro hacia el sur, Coronel Dorrego y Coronel Suárez alcanzaron los 100 milímetros, mientras que Puan, Chascomus y Villalonga estuvieron por debajo de los 10 milímetros. 
En La Pampa, Ingeniero Luigi llegó a los 85 milímetros, mientras que en Ceballos fue lo mínimo provincia con 11 milímetros.  En Santa Fe, Rufino estuvo en un extremo, con 38 milímetros, y Venado Tuerto en el otro con 10 milímetro. 

Fuente: InfoCampo

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El 2019 cierra con un récord histórico en exportaciones de carne vacuna, comienza un análisis realizado por el Rosgan, el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario. “Hasta el mes de octubre se llevaba exportado unas 670.000 toneladas, un 50% más que en igual período del año pasado”, dice el informe, considerando que los números finales de la comercialización aun no están terminados. 
La entidad se refiere a lo que pasó el año pasado en términos de “luces y sombras”. Entre las “luces” está la exportación, mientras que las “sombras” las proyectó el consumo doméstico.
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PERDEDORES
CONSUMIDOR: El consumo de carne vacuna en Argentina bajó casi 7 kilos por habitante el año pasado, subraya el informe. Más allá de una tendencia a diversificar el consumo, que se viene consolidando en los últimos años, existe una baja real en el consumo, cuyo ajuste principal fue la carne vacuna. Actualmente, en este eslabón de la cadena está el punto crítico. Ese valor que ese consumidor esté dispuesto a pagar determina la renta que se derrama sobre toda la cadena.
“Actualmente, el porcentaje de faena es estable, en torno al 46,5%, lo que permitiría cerrar el año en un promedio cercano al 48,5%”
CRIADOR: En los últimos cinco años, de acuerdo a los datos del Rosgan, se pagó por la invernada un 30 por ciento por sobre el valor del novillo. Llevando esta diferencia promedio a los valores de este año, el ternero de invernada estuvo constantemente retrasado respecto de su relación histórica. En el primer semestre, este retraso alcanzó el 20%, más allá de los intentos de recomposición. Así y todo, un ternero de invernada sigue cotizando un 12% debajo del valor del novillo al cierre del año.
FEEDLOT: A pesar de una relación de compra más favorable por el bajo valor del ternero, el impacto de la devaluación sobre el precio el maíz, sumado al incremento general del resto de los costos, condujo a muchos encierres a corral a trabajar a pérdida durante gran parte del segundo semestre. Por eso, el nivel de ocupación se mantuvo al mínimo de los últimos 3 años durante el año pasado. 
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GANADORES
EXPORTADORES: Para el año 2019 está abierta una proyección anual de exportación cercana a las 850.000 toneladas que, de concretarse, superaría las 771.000 toneladas exportadas en el año 2005. Con un mercado interno muy debilitado por tasas de inflación anualizadas por sobre los 50 puntos, la exportación termina siendo el gran motor del negocio.
CHINA: La irrupción de la fiebre porcina africana determinó un explosivo crecimiento de las exportaciones argentinas. Los chinos se consolidaron como el principal comprador del 74% de los que se embarcó en puertos argentinos. En noviembre, se llegó a pagar valores hasta un 40% superior a los pagados a principios del año.  

Fuente: InfoCampo

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En un año con lluvias justas en donde la faltante de agua generó que la siembra se encuentra más atrasada de los normal, pueden aparecer mayores presiones de orugas y chinches en soja. Desde una compañía internacional de ciencias del agro, FMC, recomiendan blindar el cultivo con su escudo protector Cropshield.
Según los anuncios de los climatólogos el año se presentó con pronóstico Neutro, se registraron lluvias de forma medida en zonas del centro del país. En otras regiones como el sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y Centro de Córdoba hubó escasas lluvias lo que dificultó la implantación de los cultivos de segunda. En ese sentido se esperarían lluvias para el corto y el mediano plazo que lograrían normalizar la situación.
“En años con situaciones heterogéneas a nivel de humedad de suelos, a medida que aumenta la temperatura se generan más posibilidades de que se incrementen las poblaciones de las plagas y causen daños severos al cultivo, al encontrarlos transitando situaciones de estrés por altas temperaturas o falta de agua”, alerta el Ingeniero Agrónomo Francisco Francioni, Gerente de Productos Insecticidas de FMC.
Para este tipo de situaciones, FMC recomienda a los agricultores estar atentos al monitoreo de los lotes, en especial en las zonas de alto impacto de chinches y orugas, como Santa Fe, Entre Ríos y Sudoeste de Córdoba; y también, de ser necesario, recurrir al uso del programa Cropshield.
A la hora de proteger el cultivo de soja, Cropshield actúa como un escudo de banda verde que “se destaca por la persistencia y selectividad de la fauna benéfica”, aseguran desde la firma. “Involucra el uso de dos productos como Coragen y Dinno, que controlan orugas desfoliadoras y chinches”, motivo por el cuál el gerente de FMC destaca la importancia de aplicar el producto en los estadíos reproductivos tempranos.
Respecto a las indicaciones de uso, se aplican ambos productos juntos en el mismo estadio reproductivo, cuando se detecta la existencia de orugas o chinches en el lote. A modo de consideración, si el complejo de orugas y chinches no se trata a tiempo y no se controla en forma correcta, se puede registrar un impacto fuerte en el rinde final que puede variar por zonas de entre 3 a 10 qq/ha.
“El productor invierte en tecnología para ganar un retorno mayor de esa inversión. En FMC, tenemos medido 200 kilos extra de soja promedio por hectárea, comparando un tratamiento de Cropshield versus un testigo absoluto a lo largo de muchas campañas, en distintas zonas y localidades”, explicó el Ingeniero.
Y en la misma línea Francioni agregó que hubo zonas de hasta 500 kilos extra por hectárea, pero “lo importante es que en el 85 % de los ensayos tuvimos respuesta positiva donde el productor claramente gana y en años como este, en los que se suma la incertidumbre económica, la inversión se torna más atractiva para maximizar los kilos por hectárea”.

Fuente: InfoCampo

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La soja (Glycine max) es una especie de la familia de las leguminosas. El grano de soja y sus subproductos (aceite y harina de soja) se utilizan en la alimentación humana, del ganado y aves. Basados en la publicación de Carlos Reboratti, te contamos cómo éste cultivo dejó la marginalidad para convertirse en el cultivo agrícola más representativo del país.
La Historia
Las primeras plantaciones de soja en Argentina se hicieron en 1862, pero no encontraron eco en los productores agrícolas de aquellos años.
Cultivo de soja (variedad Mammouth) sembrado en noviembre de 1933.                 
En 1925, el ministro de Agricultura Tomás Le Breton, introdujo nuevas semillas de soja desde Europa y trató de difundir su cultivo, conocido en esa época entre los agrónomos del Ministerio como “arveja peluda” o “soja híspida”.
Hacia 1956 en Argentina no se conocían aún los aspectos básicos de la soja como cultivo. Los fracasos en la implantación hicieron que fuese considerada para esa época como cultivo “tabú”.
La primera vez que Argentina exportó soja fue el 5 de julio de 1962, a través del buque “Alabama”, que partió en esa fecha llevando en su interior 6.000 toneladas con destino a Hamburgo, Alemania Occidental.
Hasta fines de los 80′ la producción agropecuaria argentina (y sobre todo la que se desarrollaba en la región pampeana) estaba basada en los cultivos clásicos (maíz, trigo, girasol) y la producción de carne vacuna.
Si bien hubo a lo largo del siglo avances de tipo tecnológico, estos se concentraron siempre más en las tareas que en los rendimientos: por ejemplo, la cosecha se había mecanizado, pero casi no se utilizaban fertilizantes; se había introducido el uso de alambrados eléctricos y molinos para manejar la hacienda, pero buena parte todavía pastaba en campos naturales.
Sin embargo, el uso mesurado de los recursos y una cierta alternancia entre diferentes cultivos y la ganadería había preservado en buena medida la calidad de los suelos.
Fue justamente la aparición de trigos de origen mexicano, de ciclo más corto que los tradicionales, lo que permitió pensar en una utilización más intensiva del suelo, a través de la introducción de dos cosechas anuales, una de invierno y la otra de verano.
La soja parecía como la más adecuada para cumplir el segundo rol, un cultivo que se podría sembrar en los campos donde recién se había cosechado trigo, pero que requería el uso de fertilizantes en suelos que estaban ya en su límite agronómico de productividad natural y que, además, casi no tenían descanso a lo largo del año.
La internacionalización de la agricultura masiva de los 90′ vino de la mano de un nuevo impulso en las modificaciones de los productos agrícolas, en este caso por la adopción de técnicas de la llamada “ingeniería genética” que introducían en los cultivos experimentados una serie de rasgos que se consideraban positivos para una mayor eficiencia productiva de los mismos: rechazo a plagas, mayor vigor para soportar herbicidas, mejoras en la calidad alimenticia, entre otros.

Entre esos experimentos se encontraba la producción de semillas para la llamada “soja RR”, resistente al glifosato, un herbicida de amplio espectro, de bajo precio en el mercado y que hasta el momento no se podría utilizar en la soja por carecer de resistencia al producto.
La ventaja para el productor era que reducía el costo de uso de herbicidas y además exigía solo una fumigación, lo que también disminuía el costo total.
Una de las características más notables de la expansión sojera es que generó en los productores agrícolas una nueva capacidad de adopción de tecnología en un medio que hasta el momento había mostrado una actitud relativamente conservadora al respecto.
En paralelo a la utilización de la semilla genéticamente modificada, otra tecnología se extendió por el área sojera: la labranza cero con siembra directa.
Esta era una tecnología originariamente norteamericana que ya se conocía en el país desde la década de los 80, pero que recién con la soja se popularizó. Se trata simplemente de sembrar la semilla directamente sobre los restos de la cosecha anterior, sin dar vuelta la tierra ni removerla.
Esto por una parte reduce el impacto de la erosión hídrica y eólica en el suelo, que permanece cubierto todo el año, no limita la reproducción de la microfauna y retiene en el suelo la humedad por mayor tiempo.
Como contracara, dado que no se eliminan los residuos de otras cosechas, esto genera una mayor presencia de malezas y pestes, las que a su vez son combatidas mediante la aplicación de mayor cantidad de agroquímicos.

La soja apareció en la región pampeana en un contexto muy favorable para su desarrollo: esta región se encontraba en medio de un ciclo húmedo, con relativamente pocas variaciones interanuales en las precipitaciones (la larga sequía de 2008-09 fue totalmente excepcional) y sin las grandes inundaciones que habían caracterizado el oeste de la región a principios de la década de los 80.
Los precios internacionales se mantuvieron altos, con una tendencia al aumento y relativamente pocas variaciones, y en el mercado internacional apareció un comprador, China, que se transformó rápidamente en el cliente más importante de los productores sojeros, un comprador que estaba dispuesto a aumentar continuamente sus adquisiciones (dedicadas a alimentar los cerdos) y que no ponía reparos en cuanto al origen tecnológico del producto.
La posterior aparición potencial de un mercado para los biocombustibles afianzó aún más el precio de la soja, que recién tuvo una caída con la crisis de 2008.
En la actualidad la soja es, junto al maíz y el trigo, el cultivo más sembrado del país. Argentina es el tercer productor mundial de soja, sólo detrás de Brasil y Estados Unidos y, su exportación representa aproximadamente el 30% de las divisas internacionales que ingresan al país.
Expansión territorial

Debido a que el límite territorial de la agricultura pampeana de secano había sido alcanzado hacia los primeros años del siglo XX, cualquier expansión de un nuevo cultivo en esa región debía hacerse de la mano del reemplazo de otros usos o (como en el caso de la dupla trigo-soja) por su superposición espacial.
Por lo tanto, la soja significó la reducción o estancamiento de la superficie dedicada a otros productos agrícolas y el reemplazo de las dedicadas a la ganadería.

Fuente: InfoCampo

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Alfredo De Angeli se refirió este lunes a los dichos de Susana Giménez y apoyó la idea de la conductora de “llevar gente al campo” para terminar con la pobreza.
“Está difícil conseguir mano de obra especializada para manejar una cosechadora, un tractor… Los empleados que manejan tecnología ganan muy bien“, explicó De Angeli en declaraciones a radio La Red.
El senador nacional aseguró que su provincia, Entre Ríos, es una de las que “más gente tiene viviendo en el campo” a nivel nacional y señaló que los departamentos que se dedican a la avicultura y citricultura “no tienen tanta pobreza”. En ese sentido, destacó a las zonas de Paraná, Diamante, Nogoyá, Colón y Concepción del Uruguay.
“Hay otras zonas que están llenas de desocupación, porque se perdió la cultura del trabajo. Tenemos que capacitar, formar… Somos un país productor de alimentos y tenemos que producir más”, consideró el funcionario de Cambiemos. 
Además de asegurar que el área rural “no sufre las mismas necesidades que las grandes ciudades”, De Angeli criticó que en Entre Ríos “no hubo políticas agropecuarias para que la gente se quede en el campo”.
Las declaraciones de Susana Giménez despertaron la polémica en las redes sociales este fin de semana. “Nosotros fuimos siempre el granero del mundo. Hay que enseñarle a la gente, por ejemplo del norte, a plantar, a tener gallinas en el gallinero. Qué sé yo, cosas”, dijo la diva desde Punta del Este.

Fuente: InfoCampo

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Un intenso temporal de lluvia y viento azotó la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, y alrededores. El evento provocó voladuras de techos, caída de árboles y la interrupción del suministro eléctrico en varias localidades del sur de la provincia.

El fenómeno comenzó cerca de las 19 hs, cuando ya regía una alerta meteorológica en la región. No obstante, no lograron advertir sobre las fuertes ráfagas de viento. 
Entre las localidades afectadas figuran Río Cuarto, Adelia Maria, Levalle, Serrano, Vicuña Mackenna, Sampacho, Moldes, Homberg, Las Vertientes, San Basilio, Adelia Maria y Levalle.

La tormenta de ayer en rio cuarto pic.twitter.com/QK9XRIlzAH
— Alfredo (@Alfredocasta201) January 6, 2020

“Todo fueron daños materiales y algunas personas a la noche fueron evacuadas”, informó el jefe de bomberos de Río Cuarto, Guillermo Rafti, en declaraciones a la radio Cadena 3.

En tanto, el secretario de Prevención y Control de Río Cuarto, Guillermo Natali, indicó que si bien esperaban preparados el alerta meteorológico, la velocidad del viento “fue mayor de lo esperado”.
“Las ráfagas fueron desde los 90 hasta los 120 kilómetros por hora. Provocó la caída de árboles que obstruyeron las calles de la ciudad y sobre cables que transportan energía eléctrica”, expresó el funcionario.

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— Queen (@AryZabala) January 6, 2020

La Policía Caminera. por su parte,  informó que las rutas provinciales 36, 11, 8 y 35 se vieron afectadas por la lluvia, por lo que recomendó trasladarse con suma precaución o en lo posible evitar la conducción.

Fuente: InfoCampo

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Argentina exportó 312,6 millones de litros de vino a lo largo del 2019 lo que representó un incremento en las ventas del 13,6% respecto al año anterior.
De acuerdo a un informe elaborado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) de todo el volumen que se exportó durante el período 2019, 191,7 millones de litros (el 61,3%) correspondieron a vinos fraccionados, 2,8% más que en 2018; y 120,9 millones de litros (el 38,7%) fueron vinos a granel, 36% más que el año anterior.
En cuanto a la categorización de las exportaciones, 211,1 millones de litros (el 67,5%) fueron de vinos varietales, lo que generó un incremento en esta categoría de 10,2% con relación a 2018; mientras que 98,1 millones millones de litros (el 31,4%) fueron vinos sin mención varietal, categoría que subió el 22,7% con respecto al año anterior.
Por su parte, durante 2019 se exportaron apenas el 1% de vinos espumosos, lo que representó 3,3 millones de litros de espumosos; la categoría tuvo una merma del 5,8% con respecto a 2018.
En cuanto a las exportaciones del mes de diciembre de 2019, para el vino fraccionado subieron 1,2% interanual, el vino de color bajó 0,3%, pero que se tonificó por la suba del vino blanco que aumentó el 9,7% con relación al año anterior.
En cuanto al vino granel, en diciembre las exportaciones reflejaron un fuerte incremento del 198,1% con respecto al mismo mes del año anterior, el vino color aumentó 123,9%, mientras que el vino blanco creció 311,1% sus ventas.
También subió la comercialización de mosto concentrado, medido en cantidad de toneladas, que registró un posicionamiento del 19,7% en diciembre de 2019 con relación al mismo mes del año anterior.
Esta categoría, que la industria la toma como un commoditie, traccionó en el período enero-diciembre 2019 resultados favorables, ya que las 139.433 toneladas exportadas de mosto concentrado reportaron un incremento del 31,6% más que en similar período de 2018.

Fuente: InfoCampo

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El frigorífico santafesino Tutto Porky’s realizó su primera exportación de carne de cerdo a China este fin de semana. 
El establecimiento está ubicado en Reconquista, y en los últimos días, concretó también un embarque a África y otro a Rusia, con inspecciones.
El propietario es Guillermo González Davis, un reconocido empresario de la zona. Es que el frigorífico cuenta con más de 30 años de trayectoria en el mercado, y en 2016 recibió la visita del expresidente Mauricio Macri, con motivo de la ampliación de sus instalaciones para faenar 1.500 cerdos por día.
“Hoy lo que necesita la provincia y el país son exportaciones, y un producto que puede ser exportable de una forma rápida es el cerdo”, dijo González Davis sobre la apertura del gigante asiático como mercado para la carne argentina.
Por su parte, el intendente de Reconquista, Amadeo Enrique Vallejos, elogió el trabajo de la familia, y aseguró que esta primera exportación “significa crear fuentes de trabajo genuino”, debido a la “demanda que tiene China hacia la producción de carne porcina”.

Fuente: InfoCampo

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Investigadores de la Sección Avicultura deI INTA Pergamino, Buenos Aires, evaluaron en pruebas de crecimiento con pollos parrilleros utilizar probióticos en reemplazo a los antibióticos promotores de crecimiento (APC), actualmente prohibidos en el país.
En un estudio publicado recientemente, los investigadores dan cuenta de cómo funcionan distintos aditivos en reemplazo de los antibióticos promotores de crecimiento. Demostraron que pueden ser una herramienta más para adopción junto con un buen manejo de las granjas, uso de enzimas y prebióticos.
“Hicimos pruebas de crecimiento donde evaluamos el desempeño de los animales comparándolos con los antibióticos promotores de crecimiento, los que se venían usando hasta la fecha”, explicó Bernardo Iglesias, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria Pergamino (EEA) del INTA.
“Los probióticos compiten con los microorganismos patógenos que pueden generar en los pollos disbacteriosis o disbiosis a nivel intestinal”, indicó Iglesias coautor del ensayo junto con Jorge Azcona, María Viviana Charriére, Alberto Cabrera y Tobías Zamprile.
De acuerdo con los estudios en el tema, las formulaciones de probióticos disponibles en el mercado contienen la bacteria láctica Pediococcus acidilactici que, en el intestino de los pollos, controla la flora patógena como Escherichio coli, Solmonella y Clostridium, entre otros. Esto favorece la flora láctica benéfica entre sus acciones más importantes, cuyo efecto se traduce en una mejora en los resultados zootécnicos.
El ensayo con un probiótico comercial se aplicó en condiciones de un modelo de desafío generado en Pergamino que utilizó 864 pollitos BB machos de un día de vida.
“Las condiciones de salud para los animales fueron estresantes y a nivel intestinal les generó algún tipo de problemas”, explicó Iglesias.
Esto incluyó utilizar cama de reuso (de crianzas anteriores) y húmeda, en pos de dar lugar al crecimiento de bacterias.
“Una de las condiciones en el uso de probióticos es ganarle de mano a la posible bacteria que pueda ocasionar la disbacteriosis, para lo cual se le da una alta dosis en el primer alimento que consume el pollito. El uso depende del protocolo de cada probiótico”, expresó Iglesias.
“De los resultados obtenidos, se desprende que estos productos por sí solos no van a reemplazar a los antibióticos, sino que son un eslabón más de una cadena que se complementa con el manejo, los vacíos sanitarios, la disminución de las cargas animales por nave, entre otros”, aseguró el especialista.
En pruebas con animales en condiciones experimentales, los expertos se encontraron que, si se controlan todas las variables para un crecimiento óptimo, estos animales crecen más que si se usan APC.
“Esto sucede porque los antibióticos barren con gran parte de la flora bacteriana del intestino, tanto patógena como benéfica”, explicó Iglesias.
Los agentes promotores de crecimiento comenzaron a regularse desde este año en Argentina a través de la Resolución 594 del SENASA, lo que obliga a buscar alternativas a este tipo de productos.

Fuente: InfoCampo

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Después de la asamblea en Río Cuarto, que contó con la presencia de los titulares de la Mesa de Enlace nacional, productores autoconvocados de distintas zonas del país anunciaron que continúan en estado de “alerta” y convocaron a un nuevo tractorazo en la ciudad bonaerense de Pergamino.
La movilización se llevará a cabo este martes 7, sin cortes de ruta, y además habrá una asamblea para analizar los pasos a seguir en relación a la suba de retenciones y al nuevo esquema de impuestos en la provincia de Buenos Aires.
El viernes pasado, dirigentes nacionales y de Córdoba volvieron a expresar el rechazo a los derechos de exportación y alertaron que la medida, en conjunto con el desdoblamiento del tipo de cambio, generará una “fuerte retracción en la producción”.
 
“La transferencia del campo al Estado se estima en alrededor de 180 mil millones de dólares en los últimos 18 años”, remarcaron, al tiempo que reiteraron el pedido de que el Ejecutivo “se comprometa a achicar los costos de la política y bajar el gasto público“.
Asimismo, le dedicaron un párrafo a Alberto Fernández por asegurar que los tamberos no tienen insumos en dólares. “Es necesario aclarar que el productor tambero sólo se lleva el 30% de lo que el consumidor paga en el supermercado y se estima que el 78% de los costos de un tambo están dolarizados“, subrayaron.

Fuente: InfoCampo

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