Un informe de la Bolsa de Cereales provincial y el INTA EEA Paraná reveló que un productor de maíz de Entre Ríos tendrá que cosechar 4.900 kg/ha para cubrir los costos de la campaña 2020/21.
Las variables que toma en cuenta el estudio son el arrendamiento, las labores, insumos y la comercialización, sobre la base de un precio de US$ 129 por tonelada. En tanto, señala que en el caso de tener campo propio se requerirán 4.100 kg/ha. 
En la zona norte de Entre Ríos (que abarca a los departamentos de Villaguay, Federal, Feliciano y La Paz), el rinde promedio del último quinquenio es de 5.800 kg/ha. Allí, el productor deberá cosechar 3.950 kg/ha en campo propio para cubrir los gastos de implantación y cosecha. Si alquila, los kilos necesarios son 4.570 kg/ha.
En la zona sur (departamentos de Tala, Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú), con 5.130 kg/ha se cubrirán todos los gastos incluido el arrendamiento, mientras que en campo propio se necesitarán 4.170 kg/ha. El rendimiento promedio de esta zona es de 7.000 kg/ha en los últimos cinco años.
En el este (departamentos de Federación, Concordia, San Salvador y Colón), la zona más alejada del puerto de Rosario, para los últimos cinco años el rendimiento promedio de maíz de primera ronda los 5.800 kg/ha. El productor en esta zona necesitará 4.610 kg/ha para cubrir todos los gastos con arrendamiento; y, sin arrendamiento, requerirá 3.990 kg/ha.
Finalmente, para el oeste (departamentos de Paraná, Diamante, Victoria y Nogoyá) se deberán cosechar 4.970 kg/ha para cubrir los gastos, más el arrendamiento. Si se tiene campo propio, se necesitarán cosechar 4.040 kg/ha. Para esta zona el rinde promedio en el último quinquenio de 6.800 kg/ha.
“Para todas las zonas de la provincia, los rendimientos de indiferencia necesarios para cubrir los costos están por debajo de los rendimientos promedios esperados“, concluyó el estudio.

Fuente: InfoCampo

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Creer o reventar, podría pensarse de esta iniciativa que están llevanda adelante científicas israelíes. 
Están creando “carne” vegetal, con grasa, músculo y sangre, lo que imita la calidad de la bovina, pero lo logran a partir del uso de poderosas impresoras 3D.
El científico Alexey Tomsov, ingenieron en Alimentos, de la Redefine Meat, uno de los inventores de la esta tecnología explica que intentaron igualar cada uno de los componentes clave de la carne para poder replicarlo. 
“Para lograr un hermoso y perfecto bistec, grasa, músculo y sangre son los tres elementos fundamentales”, dice. 
Por ahora, las máquinas logran 6 kilos de “carne” por hora, pero la intención es conseguir el equivalente a la cantidad de carne de una vaca por día. 
Asimismo, el reto de la compañía es poder introducir la carne en restaurant a fin de año, antes de productir a gran escala la impresora en 2021. 
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El sabor del futuro. pic.twitter.com/G6cEjaYPRx
— WEF en Español (@wef_es) July 11, 2020
 

Fuente: InfoCampo

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El crecimiento que venía mostrando el área sembrada con trigo a nivel nacional en los últimos años encontró una barrera que lo frenó en la presente campaña: la falta de agua.
A principios del ciclo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectaba una superficie de 6,8 millones de hectáreas, 200 mil más que en la temporada 2019/20. Los últimos datos muestran que el área finalmente sería de 6,5 millones; es decir, no solo menos que lo estimado en un inicio sino también menos que el año pasado.

Ing. Agr. Agustín Garnero
De acuerdo con la entidad porteña, el 64 por ciento de los lotes muestran escasez hídrica y eso ha generado que el 16 por ciento de las plantas estén entre regulares y malas. Un escenario que, además, podría agravarse ya que el grueso de los planteos están recién con dos a tres hojas desarrolladas, lo que significa que todavía no están en su momento de mayor requerimiento de agua.
“La mayor parte de los trigos de ciclo largo ya están sembrados; estamos cerca del final, y con muchos lotes emergidos. El gran cuello de botella ha sido la falta de agua en diversas zonas, como el sur de Córdoba, oeste de Buenos Aires y provincia de La Pampa. Hay una situación notoria de estrés hídrico”, repasa Agustín Garnero, Coordinador Técnico Regional de la Región Sur de Argentina de Stoller.
Este panorama, según Garnero, obliga también a evaluar con especial atención las estrategias de fertilización que se van a aplicar, teniendo en cuenta que la disponibilidad de agua es un factor fundamental para que las aplicaciones de nutrientes tengan el efecto deseado en los rendimientos y la calidad de los cultivos.
“Muchos productores aplicaron urea en la siembra favoreciendo así el nitrógeno. Pero hoy, de cara a la re-fertilización en macollaje, surgen dudas sobre qué estrategias adoptar al ver que las lluvias no serían abundantes”, añade.
Variables
Al hablar de fertilización, hay cuatro palabras claves a tener en cuenta para decidir una aplicación: la dosis, la forma de hacerla, cuál será la fuente del nutriente y el momento en que se usará.
Para Garnero, una forma eficaz de pensar la nutrición es proyectar los aportes nutricionales en función de las diferentes demandas que tiene el cultivo a lo largo de su ciclo fenológico.
Por ejemplo, en el caso de los productos de Stoller, elegir Mastermins Plus en combinación con Stimulate, para cuando en pleno macollaje necesitamos promover crecimiento y aportar micronutrientes vía foliar, entre ellos el Zinc, muy demandado por gramíneas; otra opción es Nitroplus 18 para los momentos en que el cereal requiere de más nitrógeno; por ejemplo, fin de macollaje.
“Siempre hay que recordar que una fertilización foliar es complementaria a la de base para lograr un uso más eficiente de los nutrientes”, menciona Garnero.
Desde su punto de vista, son alternativas interesantes en un escenario como el actual. “Ingresa directamente por la hoja; es decir, es independiente de la condición que tenga el suelo en materia de disponibilidad de agua. Por eso presenta ventajas frente a otras fuentes de nitrógeno convencionales que necesitan sí o sí lluvias para que los gránulos se incorporen a la solución del suelo y la planta absorba el nitrógeno necesario”, agrega.
Y completa: “En términos más sencillos, en un granulado sólido, el nitrógeno se tiene que convertir en otras formas químicas hasta poder llegar a ser el nitrógeno disponible para la formación de proteínas, por ejemplo. Con Nitroplus 18, la planta no necesita gastar energía para convertir el nitrógeno; ya lo tiene 100 por ciento disponible”.
En concreto, la recomendación de Stoller es utilizar 0,25 litros de Stimulate (fitorregulador trihormonal) más 3 litros de Mastermins Plus por hectárea en los casos en que se necesite un aporte balanceado de macro y micronutrientes.
A la hora pensar exclusivamente en nitrógeno de alta eficiencia vía foliar, la dosis sugerida de Nitroplus 18 es de 10 litros por hectárea.
Con estas estrategias de nutrición, se logra un aumento de entre 7 y 10 por ciento en los rendimientos promedio, según Garnero.

Fuente: InfoCampo

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El productor ganadero Facundo Varela fue víctima de un incendio intencional en su campo de 700 hectáreas en Cañada Ombú, al norte de Santa Fe. Su caso trascendió fuerte por la cercanía con el campo del exfutbolista Gabriel Batistuta. 
El fuego se desató el lunes por la tarde, y recién a la medianoche los bomberos lograron contener el incendio.
“No sabemos cuál es el fin que mueve a la gente a incendiar los campos. Atacar al sector rural y productivo es escupir para arriba. Nunca paramos de trabajar y somos de los que pagamos mayor cantidad de impuestos“, dijo Varela en declaraciones al programa de Eduardo Feinmann en Radio Rivadavia.
El productor, que integra una empresa familiar de la zona y es socio de la Rural de Reconquista, explicó que para recuperar los campos “tiene que llover una buena cantidad de agua y, luego, esperar un mes para que haya una buena cantidad de material disponible”.
Actualmente, en la zona hay sequía, y es por eso que se descarta que el fuego se haya desatado de otra manera que no sea intencional.
“Todos los productores cuidan la base de la producción y ni fumar cerca. En otra época nos tocó lidiar con incendios, pero era controlado, para renovar los pastizales“, remarcó el ganadero.

Fuente: InfoCampo

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El acto de comer insectos es mucho más beneficioso de lo que cree la mayoría de la sociedad. La práctica se llama entomofagia y se lleva a cabo en muchos países de todo el mundo, principalmente en regiones de Asia, África y América Latina. La ingesta de bichos complementa la dieta de aproximadamente 2.000 millones de personas, y se trata de un hábito que siempre estuvo presente en la conducta alimentaria de los seres humanos.
Un artículo de la FAO sostiene que el uso de insectos como alimento y para la fabricación de piensos aporta un buen número de beneficios de carácter ambiental, sanitario y para los medios sociales y de vida.
¿Qué insectos son comestibles?
Según datos de la FAO, en todo el mundo se consumen más de 1.900 especies de insectos comestibles. Sin embargo, esta cifra sigue aumentando a medida que se llevan a cabo más estudios sobre esta cuestión.
La mayoría de estas especies conocidas se recogen directamente del medio natural. No obstante, los datos disponibles sobre las cantidades de insectos consumidos en todo el mundo son escasos.
De acuerdo a las cifras actuales, los insectos más consumidos son los escarabajos (coleópteros) (31%), las orugas (lepidópteros) (18%) y las abejas, avispas y hormigas (himenópteros) (14%). Les siguen los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros) (13%), las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches (hemípteros) (10%), las termitas (isópteros) (3%), las libélulas (odonatos) (3%), las moscas (dípteros) (2%) y otros órdenes (5%).

Las ventajas ambientales

Los insectos son muy eficientes en la conversión de alimentos por ser especies de sangre fría. Por término medio, pueden convertir 2 kg de alimento en 1 kg de masa de insecto, mientras que el ganado requiere 8 kg de alimento para producir 1 kg aumento de peso corporal.
Los gases de efecto invernadero producidos por la mayoría de los insectos son probablemente inferiores a los del ganado convencional. Los cerdos, por ejemplo, producen entre 10 y 100 veces más gases de efecto invernadero por kilogramo de peso.
Los insectos pueden alimentarse de residuos biológicos como residuos alimentarios o de origen humano, abono y estiércol, y pueden transformar estos residuos en proteínas de alta calidad, que a su vez pueden utilizarse como piensos.
Los insectos utilizan mucha menos agua que el ganado tradicional. Los gusanos de la harina, por ejemplo, son más resistentes a las sequías que el ganado.

Los beneficios para la salud
El contenido nutricional de los insectos depende de su etapa de vida (etapa metamórfica), su hábitat y su dieta. No obstante, tal como explica la FAO, se acepta ampliamente que:

Los insectos proporcionan proteínas y nutrientes de alta calidad en comparación con la carne y el pescado. Los insectos son especialmente importantes como complemento alimenticio para los niños desnutridos porque la mayor parte de las especies de insectos contienen niveles elevados de ácidos grasos (comparables con el pescado). También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y cinc.
Los insectos plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la H1N1 (gripe aviar) y la EEB (enfermedad de las vacas locas). 
La cría y la recolección de insectos pueden ofrecer importantes estrategias de diversificación de los medios de vida. Los insectos pueden recogerse directamente del medio de manera sencilla. Apenas se necesitan medios técnicos o inversiones importantes para adquirir equipos básicos de cría y recolección.
Los miembros más pobres de la sociedad, como las mujeres y las personas sin tierra de las zonas urbanas y rurales pueden encargarse de recoger los insectos directamente del medio, de cultivarlos, procesarlos y venderlos.

Fuente: InfoCampo

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La cantidad de frigoríficos paralizados por casos de Covid-19 en Entre Ríos preocupa a los productores de carne de la provincia, especialmente a los porcinos, que pidieron en las últimas horas avanzar en “alternativas” para extremar cuidados y controles sin cerrar establecimientos.
“Paralizar una industria toda vez que se detecta un caso de Covid-19 también atenta contra la sustentabilidad de todo el sistema”, expresó la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper).
Para la entidad, la necesidad de no frenar la actividad no solamente tiene que ver con la elaboración de alimentos básicos, sino también con los “miles de empleos” que habrá que sostener. De todas maneras, dejó en claro que las empresas que la conforman “coinciden en la importancia de dar prioridad a la salud” y por eso señaló que se reforzaron los cuidados con estrictos protocolos al interior de las granjas, además de las medidas de higiene y seguridad que ya se implementaban para garantizar el status sanitario.
“Es clave continuar por el camino de la concientización en todos los ámbitos laborales y sociales, máxime cuando la proyección de esta nueva normalidad se extiende en el tiempo y resulta vital seguir produciendo para vivir“, aseguró Capper.

Fuente: InfoCampo

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Será toda una semana de tiempo seco, sin lluvias (Ver Mapa), pero caracterizada por las temperaturas bajas, tanto en el caso de las mínimas como máximas. De acuerdo a los mapas satelitales no se ven anomalías que indiquen precipitaciones recién hasta el fin de semana.
Durante el martes 14 y miércoles 15, se prevé que una masa de aire fría domine el centro y norte del país acompañada de buena insolación, vientos suaves y marcado descenso de las temperaturas; se registrarían heladas generalizadas sobre el centro y parte del norte argentino.

De acuerdo a los datos del Instituto Clima y Agua, del INTA Castelar, “no se esperan lluvias para los próximos seis días -hasta el domingo- sobre las provincias centrales.
En cambio, para el período del 20 al 25 de julio, ocurrirían precipitaciones sobre las provincias de Buenos Aires (centro y este), Entre Ríos y Santa Fe. Las mismas sería superiores a las normales”.
Siguiendo en la línea de las bajas temperaturas de esta semana, el reporte diario de la Bolsa de Comercio rosarina indica que “las condiciones atmosféricas durante la madrugada -martes- fueron ideales para potenciar el enfriamiento que produjo la llegada de la masa de aire frío. En efecto, los cielos despejados, los vientos en calma y la escasez de humedad han favorecido el despliegue de intensas heladas en gran parte de la región pampeana”. 
Este frío que menciona el informe lo reportó, entre otros usuarios de redes sociales, Juan Pablo Ioele, reconocido técnico del INTA en Córdoba, en su cuenta de Twitter bien temprano. En Marcos Juárez, Córdoba, como se viene observando durante este invierno, el rigor de las bajas temperaturas está golpeando más a esa provincia y el sur de Santa Fe, que al sur de Buenos Aires.

-7,85°C Monte Buey….frío eran los de antes… pic.twitter.com/QZXnzp9YLX
— J. Pablo ioele🌽 (@PabloIoele) July 14, 2020
 
Un vasto sector del centro este y sudeste de Córdoba, suman a gran parte del centro sur de Santa Fe, con registros que promedian marcas de casi cinco grados por debajo de cero, manifiesta la Bolsa. 
Asimismo, se prevé que entre este martes y el viernes se sucedan días con alto nivel de insolación. A partir de este martes se espera que los vientos roten al cuadrante norte, lo cual tendrá su efecto sobre las temperaturas máximas desde el miércoles. Las duras condiciones con que arranca la jornada de hoy, serán compensadas por la insolación, aunque el ambiente invernal no cederá demasiado.
 

Fuente: InfoCampo

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El Consorcio de Exportadores de Carnes Agentinas (ABC) informó, segúndatos provisorios de DNCCA, que “en junio de 2020 la faena de bovinos fue de poco más de 1.2 millones de cabezas, un 3% mayor al período anterior. En el primer semestre de este año se sacrificaron 6.8 millones de bovinos, un 6% más que en igual lapso del año pasado”.
El presidente del Consorcio, Mario Ravettino, explicó que ¨el total sacrificado en junio 2020 estuvo por encima del registro de mayo y, en términos absolutos, fue el más alto en lo que va del año. Sin embargo, al relacionar el nivel de actividad con la cantidad de días hábiles, se advierte que se redujo respecto del mes precedente y que la faena subió ‘un escalón’ en el último bimestre respecto de comienzos de este año¨.
“La sumatoria de las faenas realizadas en las plantas de las empresas asociadas ha reflejado las oscilaciones de la demanda externa por el COVID-19. Desde fines de 2019, reflejó una baja relativamente superior al resto de la industria, que determinó una pérdida en la participación del Consorcio dentro del total nacional. Esta situación se había atemperado en mayo pero se reiteró en el período comentado”, destacó Ravettino.
El directivo agregó ademas que “en los primeros seis meses de 2020, en los establecimientos asociados se sacrificaron 1.88 millones de cabezas, -alrededor de 121 mil cabezas menos que la primera mitad del año pasado-, lo que llevó su contribución al 27,5% del total, 3 puntos menos que en 2019”.
Un dato auspicioso del informe es que en lo que va de 2020 es evidente una disminución en la participación de las hembras en la faena. “Al analizar la clasificación por dentición se verifica una caída relativamente más acusada en las más jóvenes y una suba en aquellas tipificadas con ocho o más dientes”, amplía el informe.
“Como contrapartida, en los machos se observa un número superior de sacrificados, con un aumento relativo en la incidencia de los animales de menos de dos dientes (61%) y de hasta cuatro dientes (22%), concentrando el 83% de su total”, indica el relevamiento.

Fuente: InfoCampo

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Los ya conocidos Marcelo Carmona, Francisco Sautua y Julio Scursoni, docentes de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) alertan sobre la actualidad de tales adversidades y recomiendan alternativas para manejarlas.
Para Marcelo Carmona, docente de la cátedra de Fitopatología de la FAUBA: “Las principales enfermedades del trigo en la Región Pampeana son la roya amarilla, la roya naranja y la mancha amarilla. En los últimos años se vio que pueden aparecer más temprano o más tarde de lo acostumbrado, e incluso hasta se pueden presentar de repente, como sucede con la roya amarilla desde hace tres años. Esta última enfermedad se volvió muy agresiva y prevalente, y como es muy destructiva en el caso de cultivares susceptibles, es fundamental controlarla a tiempo”.
Según al información del Servicio de Divulgación Científica “Sobre La Tierra” (SLT-FAUBA), Carmona señaló que en el caso de la roya naranja, al igual que todas las royas, llega a los lotes con el viento. Esta enfermedad también es agresiva y el productor debe tener en cuenta que los fungicidas con moléculas triazoles ya perdieron eficiencia para controlarla.
Por su parte, Francisco Sautua, docente de la misma cátedra, hizo hincapié en que el panorama actual para productores y técnicos se complejizó por el hecho de que las enfermedades empezaron a mostrar resistencias a ciertos fungicidas. “Para las royas, el control es a través de las variedades resistentes o tolerantes, y para la mancha amarilla se deben rotar los cultivos y tratar las semillas con moléculas eficientes. Una vez instalada la enfermedad, se deberían aplicar fungicidas en base a un criterio científico”.
Por último, ambos docentes coincidieron en remarcar la necesidad de que los productores se capaciten, se informen y luego actúen. “La rentabilidad está directamente relacionada con el conocimiento invertido por hectárea. Por ejemplo, es deseable que se desarrollen programas de manejo integrado que incluyan la elección de genotipos resistentes, rotaciones de cultivos, tratamiento eficiente de las semillas, una fertilización equilibrada, monitoreo frecuente, aplicación de fungicidas y uso de controladores biológicos y activadores de las defensas como los fosfitos. En este punto, es clave que el productor no realice aplicaciones innecesarias y que, cuando las haga, respete las dosis indicadas en los marbetes sin dividirlas ni bajarlas”, destaca la publicación de SLT-FAUBA.
Julio Scursoni, docente de la cátedra de Producción Vegetal de la FAUBA, aseguró que “pensando en un lote destinado a sembrar trigo o cebada nos tenemos que centrar en las malezas de ciclo otoño-invierno-primaveral. Probablemente, las más abundantes en gran parte de la Región Pampeana son Conyza bonariensis y Conyza sumatrensis, conocidas ambas como ‘rama negra’. Pero también hay otras que pueden competir con los cereales de invierno y bajar los rendimientos, como el raigrás (Lolium spp.), y las de la familia botánica crucíferas, como la ‘nabolza’ (Brassica rapa), el ‘nabón’ (Raphanus sativus) y el ‘nabillo’ (Hirschfeldia incana)”.
“Es importante controlar inicialmente Conyza para que no se complique hacerlo a la salida del invierno y principios de primavera. Si el lote que va a trigo contiene rama negra, se recomienda realizar una aplicación al comienzo del barbecho combinando glifosato con un herbicida de los llamados auxínicos. Hay que tener presente que este control es sencillo cuando se encuentra en un estado de roseta hasta las 4 ó 6 hojas, pero se dificulta cuando llega a los 10 cm de altura”, indicó Scursoni, quien también es el actual presidente de la Asociación Argentina de Ciencia de las Malezas.

Fuente: InfoCampo

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Según el informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020” (SOFI, por su sigla en inglés, el hambre en América Latina y el Caribe afectó a 47,7 millones de personas en 2019, y se trata así del quinto año consecutivo de aumento del hambre en la región.
El SOFI, que es elaborado entre otros por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), advierte además que la región no alcanzará el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 de la Agenda 2030, que es alcanzar el hambre cero.
Las proyecciones del SOFI indican que el hambre, considerada como una estimación del número de personas que no consume las calorías suficientes para llevar una vida activa y saludable, afectará a casi 67 millones de personas en 2030, es decir, cerca de 20 millones más que en 2019.
Lo más preocupante del estudio es que las proyecciones no consideran el impacto de la COVID-19, dado que fue realizado durante el desarrollo de la pandemia mundial, por lo que se estima que el hambre será aún más acuciante cuando se contabilicen los efectos sobre la seguridad alimentaria.
El Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué, aseguró que “estamos peor ahora que cuando la región se comprometió con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015. Desde entonces, 9 millones de personas más viven con hambre”.
La región
En términos porcentuales, el hambre afecta actualmente al 7,4% de la población latinoamericana, y se espera que aumente al 9,5% al 2030.
A nivel subregional, se prevé un aumento de 3 puntos porcentuales en el hambre en América Central para 2030, es decir, 7,9 millones de personas.
En América del Sur, la proyección es que el hambre aumentará a 7,7%, lo que equivale a casi 36 millones de personas.
Aunque el Caribe ha logrado avances, tampoco está en la senda para alcanzar el objetivo de reducción del hambre de los ODS para 2030: se estima que, en 2030, 6,6 millones las personas vivirán con hambre en esa zona.
Berdegué aseguró al respecto que “las cifras de hambre en el año 2019 son escalofriantes, como también lo es el pronóstico para el año 2030. Con el impacto de la pandemia de la COVID-19 la realidad será peor que la que proyectamos en este estudio. Necesitamos una respuesta extraordinaria de los gobiernos, del sector privado, la sociedad civil y las organizaciones multilaterales”.
Descargate el informe completo (english only) haciendo click AQUÍ.
La versión resumida en español haciendo click AQUÍ.
El SOFI es elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP), y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Fuente: InfoCampo

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