La Agroindustria, un concepto bien instaurado por el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, es una gran ensalada donde conviven una infinidad de historias, anécdotas, mitos, canciones, desastres climáticos, generaciones de familias, y tantas cosas más.
Podríamos charlar sobre ese productor agropecuario que dice haber pescado el pejerrey más grande de la Argentina, mientras lo imaginamos agitando los brazos intentando explicar su tamaño; podríamos repazar las exportaciones de las economías regionales que se extienden por lo ancho y largo de nuestro país; quizás hablar sin parar sobre las nuevas tecnologías aplicadas a la producción; y en cualquiera de todos los casos, seguiríamos hablando de la Agroindustria.
Porque para hablar de Agroindustria, es necesario hablar de campo. De las personas que habitan el interior profundo, de las familias ganaderas que se pasan de generación en generación ese placer inentendible de andar por el pueblo con las botas llenas de bosta. Porque antes de abrir una fábrica, antes que hablar de una “cadena”, tenemos que hablar del primer eslabón.
Ese eslabón, el primero que hace mover a ese gran engranaje llamado Agroindustria, es un productor rural. Un ñato que se levanta todos los días y mira la tierra, relojea el sol, y levanta la cabeza para ver las nubes. Esa persona que ve crecer sus plantas junto a su familia. Esa persona que desde hace décadas viene buscando sin querer la Soberanía Alimentaria Argentina. Ese, que el único pool que conoce es el del bar de la equina.
Y es por eso y para ellos que nació “Pan de Campo”, la nueva sección de Infocampo que sólo existe gracias al aporte invaluable de la Confederación de Organizaciones de Productores Familiares del Mercosur Ampliado (COPROFAM) y de la Federación Agraria Argentina (FAA), que nos traen historias de vida, historias de campo.
El primero de nuestros viajes fue a Mendoza donde nos tomamos un vino con los Camargo, luego caminamos hasta Tucumán para comer unos ricos chorizos secos, y sin prisa ni pausa nos escapamos a Misiones para compartir unos mates. Hoy nos toca volver al oeste, porque los Romero nos esperan en La Rioja con unas aceitunas.
Ahí lo vemos a José, que nos espera con la tranquera abierta de su campo ubicado en Arauco, la localidad Cuna de la Olivicultura Nacional que ya se pelea con el mundo para conseguir la merecida Denominación de Origen de sus aceitunas. Y entramos…

Los Romero
José Romero nació en 1948, en un entorno productivo que siempre le interesó. “Cuando éramos chicos, mi madre nos llevaba a la cosecha. Recordemos que en esos tiempos no existía el pensar en el trabajo infantil. Así que a las 6:30 íbamos a cosechar hasta las 12:00, que volvíamos a almorzar, para estar a las 13:45 bañados y listos para ir rumbo a la escuela primaria. Yo soy el mayor de cuatro hermanos. Mi familia en aquel entonces tendría alrededor de seis hectáreas, con 600 plantas. Ese campo luego se vendió, cuando murió mi padre”, cuenta José y añade entre risas: “Mi abuelo se apellidaba Kura, mi padre Quinteros y yo, Romero. Somos un claro ejemplo de cómo se registraba aquí hace algunos años”.
Es que José Romero es nieto de Abid Kura, un emigrante sirio que hace más de cien años llegó a la Argentina, más precisamente a Arauco, donde por cuestiones de la vida se dedico a plantar olivos. Sus hijos adoptaron el apellido Quinteros, y uno de ellos, fue el padre de José. Cómo se pasó de Kura a Quinteros, y de éste a Romero, sólo el registro civil de Arauco podría responder.
Más allá de esa infancia en el campo, José se recibió de maestro normal nacional. Como tuvo el segundo promedio de la escuela, lo becaron para estudiar una tecnicatura en Saneamiento Ambiental en San Juan. “Como esa beca la daba la Oficina Panamericana de la OMS y Unicef y la provincia aportaba un 5% de los fondos, cuando terminé de estudiar volví a La Rioja, porque el contrato que habíamos suscripto indicaba que debía volver a prestar servicios a mi comunidad”, precisa.
Así, trabajó como técnico ambiental y también en un colegio como maestro para luego ser profesor de Educación Cívica en un secundario, celador, secretario y hasta rector suplente de dicha institución. “En ese momento presenté una nota a la policía para hacer una reunión en la Iglesia, trabajaba muy cerca de Monseñor Angelelli (beatificado el 27 de abril pasado) y esa firma hizo que yo estuviera marcado luego, durante la dictadura que comenzó en 1976. Así, en 1978 decidieron dejarme prescindible de mi trabajo como técnico y continué como docente en ese colegio religioso”, detalla.
En 1976, era soltero. Fruto de su trabajo pudo comprar un lote de 3 hectáreas en Aimogasta. Pensaba irse a vivir allí y en el que plantó sus primeros olivos, que mantiene hasta hoy. “Nunca pensé en plantar otra cosa, seguramente por la tradición del lugar y porque el olivo para nosotros significa muchísimo. Lo consideramos una fuente de vida: en el trabajo participamos directa e indirectamente un montón de gente. El dueño del olivo ocupa mano de obra para cosechar, va a la fábrica y significa traslado, en la zona, adquiere insumos, mueve toda la economía acá. Y es un afecto de todo un pueblo que se debe a la olivicultura porque genera una riqueza que tiene que ver con las muchas tareas que se cumplen. Cuando hay cosecha nos beneficiamos todos porque se pone en marcha todo el pueblo. Y en mi caso eso se profundizó porque mis abuelos y mis padres habían tenido finca y plantaban olivos variedad Arauco, reconocida en el mundo, por la calidad”, cuenta José que hoy tiene 300 plantas en su finca.
En 1982 se casó con Elena Amelia Salom (también hija de comerciante y productor de olivos). Al principio vivían en un establecimiento de elaboración de aceitunas de un amigo de él, donde hacían las veces de serenos. Más tarde construyeron su casa, que queda a un kilómetro de la finca. Ella es docente de música (ahora jubilada también) y siempre ejerció como tal. Pero, en paralelo a sus trabajos, comenzaron las actividades en la finca juntos, dando origen a su producción familiar. Tuvieron tres hijos: Juan José, Ruth Gabriela y María Amelia, que también participaron del emprendimiento familiar.
Al momento, la hija mayor está casada, es licenciada en inglés y vive en Córdoba; la hija menor está finalizando la licenciatura en geografía y el varón trabaja en la elaboración de aceitunas, en la que era la planta Nucete. Estos dos últimos viven con Elena y José en Aimogasta.

“Mis tres hijos han participado en el emprendimiento familiar. Y yo siempre digo que mi hijo es el seguidor de todos mis sueños no cumplidos. Más allá de que trabaja en una fábrica de 6 a 15, después viene a la finca y producimos juntos allí. Por ejemplo, entregamos aceitunas en garrafas de 5 kilos a un cliente en Tucumán. También me acompaña ocupándose de que la finca esté regada, cuidando a los cosecheros, viendo que no nos roben el producto, nos da una mano en la elaboración y en la fermentación de la preparación también”, cuenta José y añade que también se sumó a ayudarlos Marisa, su nuera y pareja de Juan José.
Su familia produce entre 8.000 y 10.000 kilos, pero este año estima que será mucho menos, alrededor de 1000 kilos, por cuestiones climáticas.
Vinculación con el Estado
En los años ’90, José se vinculó con el Programa Social Agropecuario (PSA). “El PSA brindaba muchas capacitaciones y nos daba muchas oportunidades a los productores familiares. Yo estuve en un evento en Turín, en la defensa de la cocina tradicional y en muchos otros ámbitos. En esa época, yo iba en representación de mi zona, porque según la organización que tenía el programa, teníamos una mesa  provincial del PSA, integrada por representantes de los 18 departamentos de La Rioja, de la cual cuando había que viajar a Buenos Aires asistíamos dos personas. Yo era uno de esos. En ese ámbito recibimos mucha capacitación y vinculación con el asociativismo. Nos enseñaron a cómo desempeñarnos frente a una cámara, hemos tenido muchos cursos de capacitación en liderazgo; conocimos Buenos Aires, aprendimos a pedirles a los funcionarios. Estábamos muy bien preparados porque se trabajaba desde lo local hacia lo nacional, por regiones. Así que cuando llegábamos a la Capital, podíamos ir 4 u 8 representantes (uno por región) y explicar completamente las problemáticas o necesidades que había”, recuerda José.
También estaban vinculados con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). “Estamos participando en el INTA desde que se creó la Estación Experimental Aimogasta. La agricultura familiar le debe mucho al Instituto y nosotros le debemos mucho porque hemos nacido como grupo en sus instalaciones”, nos cuenta José.
En el año 2004, en el marco de una reunión de la Mesa de la Sanidad del Olivo que se realizó en justamente en la sede del INTA, surgió entre los productores la idea de unirse y organizarse. Así, nació el grupo “Aimo Arauco”. “En el inicio, éramos 65 productores, hemos llegado a ser una experiencia de casi 300.000 kilos. Entre el año 2009 y 2010 pudimos aprovechar una política pública que nos permitió arrancar, al acceder a un crédito del programa denominado INTERRIS, que provenía de la fundación ArgenInta, que nos permitió acceder a trescientos cincuenta mil pesos, que pudimos devolver en dos años, que se podía usar para comprar maquinarias o bienes de trabajo. Con ese dinero pudimos comprar unas piletas de fibra de vidrio, que son donde nosotros hacemos la fermentación, para cumplir con los protocolos de higiene que garantizan la inocuidad y el aseo de las tareas. Antes lo hacíamos en piletas de cemento o de ladrillo, pero era un dolor de cabeza porque siempre había grietas. Ese préstamo también nos permitió demostrar que unidos podíamos mejorar las condiciones de compra y que el asociativismo es una gran solución para la agricultura familiar. Hay que remarcar que las piletas las instalamos en un galpón que también lo hicimos nosotros, en un lote que aún hoy cada integrante está pagando”, relata Romero.
Cabe señalar que el programa INTERRIS le permitió a cada familia integrante del grupo pedir lo necesario para comprar las piletas que necesitaba, de acuerdo a su producción. José y su familia adquirieron dos, una de 2000 y otra de 3500 kilos, por un monto de $15.000. Pero más allá de esa decisión individual, ubicaron a las piletas todas juntas, en un galpón, lo que les permitió facilitar el proceso productivo de sus aceitunas en salmuera a granel, el producto que elaboran en el grupo.
De ese grupo inicial de 65 integrantes, hoy son 35. “Se ha ido decantando porque muchos se acercaron al principio, tentados por el crédito, pero no les gusta el cooperativismo. Pero para nosotros, el aspecto principal es el asociativismo. Cuando alguien quiere ser parte le planteamos esta prioridad, porque el individualismo no se tiene en cuenta en este grupo. Estamos convencidos de que la salvación de nuestro sector es el asociativismo. Porque cuando queremos cosechar no es lo mismo hablar de 200.000 kilos que hablar de 5.000 kilos por un lado, 3 mil por otro… para negociar y para todo. Si queremos comprar los insumos para la elaboración es muy diferente ir solos”, relata José y precisa: “Porque ahora hay un problema adicional. Antes uno iba y compraba una bolsa de soda cáustica como si fuera una bolsa de azúcar. Ahora no la venden así nomás, porque hasta hay que guardar la bolsa vacía, es muy controlado en el último tiempo la venta de los ácidos, porque han sido usados también en las cocinas de las drogas también. Así que nosotros seguimos consiguiendo adhesiones y comprendiendo fundamentalmente por qué nos tenemos que unir, por qué nos tenemos que formalizar. Con esta nueva economía globalizada, no podemos andar vendiendo en negro. Hemos adoptado y estamos capacitándonos con las buenas prácticas”.
Tiempo más tarde, el grupo firmó un convenio con el INTA y con el Conicet que les permitió montar un laboratorio dentro de la fábrica, en el mismo predio con el que ya cuentan, para realizar análisis parciales que tienen que ver con la elaboración y el control del proceso de fermentación de la aceituna. También a través de ese convenio con dicho instituto, el ingeniero agrónomo Julio Juárez (de la Universidad Nacional de La Plata) que integra el equipo de extensión del INTA Aimogasta realizó una tesis planteando la reutilización de la salmuera, que es lo que utilizan para sacarle el amargo a la aceituna verde. A través de ese estudio, demostró hasta cuántas veces pueden utilizar ese producto y los ha beneficiado, porque les permite ahorrar agua y dinero. Con él, comprobaron que pueden volver a utilizar los líquidos hasta cinco veces, lo cual implicó un ahorro en insumos (sal y soda cáustica) y, fundamentalmente, la reducción del uso del agua. Esto último representa un ahorro muy importante para los productores en los costos de elaboración. Finalmente, firmaron un convenio con la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) para el uso de un deshidratador solar de frutas y hortalizas. “Esta ha sido también una herramienta de la Agricultura Familiar que nos dio excelentes resultados”, señaló José.
Es evidente que todas estas articulaciones les abrieron oportunidades. Pudieron vender en la Exposición Rural, en la feria montada en Tecnópolis y en otros ámbitos.
“Ahora que estamos asentados, queremos avanzar hacia una estructura de cooperativa. Porque venimos vendiendo a granel, sin clasificar y sin envasar. Y organizarnos así nos va a permitir no sólo avanzar en el agregado de valor sino también en la registración, en poder emitir facturas y dar otros pasos”, detalla José.
Sin dudas, el trabajo conjunto mejoró la situación de los productores, que relatan que antes, entregaban individualmente sus producciones a los industriales, que eran los que fijaban el precio, la fecha de cosecha y tomaba todas las decisiones. “Juntarnos y tener nuestra propia plantita de elaboración, nuestro propio galpón, nos ha dado trabajo a los integrantes de la familia y nos ha liberado de estar dependiendo de que el industrial baje los cajones y baje el precio. Hoy nosotros cosechamos, elaboramos en el tiempo que la fruta está en óptimo estado y no dependemos del industrial. Antes éste recibía la fruta sin precio y cuando la tenía en su poder aplicaba descuentos. Ahora estamos liberados de esa dependencia, lo que nos da un margen de ganancia y, fundamentalmente, nos da trabajo de nuestra propia materia prima. Hemos logrado dignificar nuestras tareas”, indica.
Y añade: “El asociativismo debería ser una política de Estado. Eso sería la salvación y nosotros lo hemos vivido en carne propia. Ahora compramos mejor y tratamos en mejores condiciones toda la cosecha. Antes, ésta se hacía con la familia. Hoy hay un cuadrillero responsable de 60 cosecheros, y cuando uno le va a hablar y le dice mi organización tiene 300.000 kilos, el hombre me busca cuatro o cinco veces al día, pero cuando estamos solos, nadie nos presta atención. No cosecharíamos nunca así por nuestra propia cuenta. Tiene que haber una política de estado que entienda que el asociativismo es la salvación. Nosotros podemos exportar, también garantizar y ser proveedores permanentes y formalizarnos, pero necesitamos un acompañamiento que entienda que el asociativismo es la salvación de la agricultura familiar en la región”.
Hoy y mañana
En la actualidad, el grupo ya ha podido pagar más del 80% del valor del terreno donde montaron el laboratorio. Explica José: “Cada uno de nosotros, de nuestro bolsillo y sin crédito, estamos pagándolo. El lote lo elegimos porque era de una integrante del grupo, que nos dio la facilidad de empezar a hacer las cosas e ir viendo cómo lo pagábamos. Así que lo hicimos cotizar con un tasador del Banco Nación y se lo estamos pagando, aún con el esquema que mantenemos, bajo la denominación ‘organización de productores olivícolas tradicionales’. Allí tenemos el galpón, cerrado, de unos 20 metros de largo por 12 de ancho, que lo construimos con nuestro trabajo. En lo referido al laboratorio, el grupo llevó adelante la obra civil y toda la instrumental fue guiada y asesorada por el INTA con la auditoría, alrededor del año 2008. Ahora queremos comenzar a ofrecer servicios de análisis de salmueras de sodas, brindar un servicio con algunos jóvenes egresados de bromatología de la zona, algunos de los cuales son hijos de los que integramos el grupo”.
Cabe señalar que, al momento, se ha instrumentado un clúster olivícola en La Rioja, porque es la principal productora de aceitunas y de aceite de oliva, del país. Si bien este año iba a ser de mucha producción, hubo viento zonda —un viento caliente que sopla en la zona— y les quemó la flor y parte de lo que ya había cuajado.
“Nos agarró en plena floración, o sea que tuvimos una cosecha media, cuando lo que se esperaba es que este año fuera de mucha cosecha. Así que hemos avanzado con la idea de definitivamente formalizarnos, hacer el envasado de toda la fruta en origen. Lamentablemente, por ahora no tenemos crédito. Y vivimos un momento difícil porque por la misma incertidumbre económica que se vive en el país, muchos de los productores temen endeudarse, porque implica ponerse al hombro una mochila que no saben si van a poder pagar. Sin embargo, por otro lado estamos bien, porque entre el 85 y el 90% de la producción se exporta a Brasil que es el principal consumidor de nuestras aceitunas”, cuenta José.
Consultado acerca de cuáles son sus expectativas, Romero no lo duda: “Mi sueño es ver que pudimos llevar adelante la cadena completa. Porque hoy nosotros estamos vendiendo a granel, lo que significa vender sin la etiqueta del grupo, cada uno busca sus clientes, porque es difícil vender cuando no tenés un comprobante. Vino una experiencia de gente que nos ha llevado y nos ha pagado la primera y la segunda cuota y la tercera ya no nos pagó porque nos exigían factura. Espero que en el corto plazo podamos llevar las aceitunas a nuestra planta de elaboración y salgan en un frasco y no que estemos vendiendo una pileta de 2000 kilos y que se la lleven. Y ese sueño personal es también el de los otros que conforman el grupo, que podamos resolver la cuestión de nuestra propia producción”.
Para eso, se necesitaría que el Estado los pueda identificar y darles el valor que ellos merecen. “A nivel nacional, tiene que haber un diseño de políticas públicas que realmente nos pueda favorecer. En créditos tienen que ser diferenciados de los que ya tienen acceso hasta ahora; también debe haber una diferenciación a nivel impositiva, porque pagamos igual que los grandes, que tienen otro modo de comportarse y de solucionar sus cosas. El Estado tiene que detenerse en las economías regionales y pensar que estamos en una diferencia de trabajo con los grandes productores”, asegura Romero. E indica que, a nivel provincial, tampoco hay distinción: “No hay nada articulado. Vienen las épocas de la política con dos tachos de aceite y unas bolsas de azufre micronizado, a plantear una campaña totalmente fuera de foco. A nuestro entender, la provincia tiene solamente la misión de apoderarse de lo que en nombre nuestro va y pide en Buenos Aires, pero lo asigna a los concentrados, a los que no lo necesitan porque ya tienen todo en regla. El Estado tiene que insistir en la identificación nuestra en los territorios. Deben saber quiénes somos, dónde vivimos y qué tenemos, además de dónde tenemos los olivos. Porque en La Rioja ha pasado que llegó dinero para ayuda y se le entregó a quienes no tenían olivos”.

José señala que, en el Foro Nacional de la Agricultura Familiar, han planteado esta necesidad. Pero siente que aún no se ha completado esa identificación. “La complejidad nuestra como agricultores familiares requiere de un instituto específico, que ahora no sabemos cómo se llevará adelante con los cambios previstos en el INTA. Lo único que sabemos es que nosotros no estamos llamados a abandonar nuestras tierras y seguiremos produciendo. Somos el 70% de la producción de alimentos en el país. Amamos lo que hacemos, somos arraigo en la tierra, cuidamos la frontera, cosechamos y sembramos cuidando el suelo y el ambiente, porque ya lo traemos de nuestros ancestros. Sin embargo, ese esfuerzo no es reconocido. Anhelo que algún día, finalmente, esto suceda”, concluyó, esperanzado.
La relación con FAA
Los Romero se vincularon más fuertemente con la entidad a partir del año 2007, cuando se realizó la denominada “Marcha por el desarrollo rural y los pueblos del interior”, una caminata desde Jujuy hasta Buenos Aires. “Desde once puntos de todo el país marchamos para confluir en Rosario, en el Monumento de la Bandera, donde se hizo un acto y luego continuamos hasta la Ciudad de Buenos Aires, donde se realizó el acto de cierre. Esto en coincidencia con el aniversario del Grito de Alcorta, que dio vida a la FAA. En ese momento, pedíamos que los problemas, particularidades y necesidades de todos los productores del interior estuvieran en la agenda pública y política, fue una gesta muy linda”, recuerda José y asegura que, por toda esa historia local, apenas se constituyó el grupo, se asociaron a FAA, y desde ese momento continúan en la entidad.
La pluma original de este texto es de Vanina Fujiwara – Corresponsal Coprofam en Argentina.

Fuente: InfoCampo

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La ong Multisectorial x el Delta llamó a una manifestación en defensa de los humedales en medio de la creciente ola de incendios en la zona del Delta del Paraná.
La marcha se realizará este sábado a las 15 en la ciudad entrerriana de Paraná, y comenzará frente a la Casa de Gobierno, en el centro, para finalizar en la Plaza de las Colectividades, en la costanera.
Desde la Multisectorial aclararon que se utilizarán carteles y se respetará el distanciamiento social, así como también el uso de barbijos, que “protegen del Covid-19, del glifosato y del humo de los humedales quemándose (SIC)”.
Cabe recordar que el sábado pasado también se realizó la misma concentración, de la que participaron varias organizaciones sociales y políticas.

El barbijo es la última tendencia, te protege del covid, del glifosato y del humo de los humedales quemándose.Este…
Publicado por Multisectorial x el Delta en Jueves, 6 de agosto de 2020

 

Fuente: InfoCampo

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El actual ministro de Agricultura, Gandería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, quien ejerció el cargo de Diputado desde 2011 a fines de 2019, presentó en más de una oportunidad en la Cámara de Diputados un proyecto de Ley de Fertilizantes, pero sólo consiguió media sanción.
Sin ir muy lejos en el tiempo, en septiembre de 2014 Basterra llevó a la Cámara el proyecto titulado “LEY PARA MEJORA DE LOS SUELOS AGROPECUARIOS”, que además llevaba la firma y apoyo del tucumano Juan Casañas y del cordobés Edgar Müller, demostrando que los tres diputados pertenecientes a diferentes partidos políticos y provincias, tenían una meta en común.
Los años pasaron y sin importar quién gobernaba la Argentina, el proyecto para promover el uso fertilizantes nunca ganó el consenso necesario para convertirse en Ley.
Para conocer el proyecto de Ley sobre fertilizantes presentado Basterra en 2014, hacer click AQUÍ.
De esta situación se desprenden dos preguntas: ¿Querrá Basterra impulsar un nuevo proyecto de Ley de Fertilizantes ahora que es ministro? ¿Qué alcances tendría para la producción argentina una Ley de Fertilizantes?
Una hipotética Ley de Fertilizantes
Para responder la segunda de estas cuestiones, la gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó un completo informe que evalúa el impacto económico y fiscal de la implementación de una ley de promoción del uso de fertilizantes en cultivos extensivos en Argentina, que como primer resultado, “arrojaría un aumento de la producción de cereales y oleaginosas entre 8 y 18 millones de toneladas”.
Desde el punto de vista fiscal, la Bolsa plantea dos escenarios posibles en los que podría impactar un Ley de incentivos de nutrición. Se contempla así que podría haber “dos niveles de deducción adicional de la inversión en fertilizantes, 50% y 100%, y dos hipótesis de aumento del nivel tecnológico: A  ( la mitad de los productores de cada nivel tecnológico pasa al siguiente, tanto en términos de aplicación de insumos como de rendimientos obtenidos) y B (todos los productores pasan al nivel alto). 

Teniendo en cuenta que este escenario es el de 50% de deducción adicional, “en la Figura 1, la demanda de fertilizantes podría incrementarse entre 13% y 29%, dependiendo del shock tecnológico, mientras que la producción de cereales y oleaginosas podría crecer entre 6% y 12%. Considerando una base de 137 millones de toneladas, esto implicaría pasar a 145 o 153 millones de toneladas”, indica la Bolsa.
Para el caso del 100% de deducción, “la fertilización podría incrementarse entre 16% y 32%, mientras que la producción de cereales y oleaginosas podría crecer entre 7% y 13%. Esto se traduciría, nuevamente, en incrementos del valor agregado de toda la cadena por entre 1.342 y 2.883 millones de dólares”.
Y en gráficos, quedaría así:

Como conclusión se puede entender que una Ley de Fertilizantes que promueva la nutrición de los suelos, ya sea por incentivos directos con deducciones sobre el valor de compra o otros mecanismos de promoción, generaría como mínimo un aumento productivo nacional de granos de 8 millones de toneladas, generando una suba del valor agregado superior a los 1.160 millones de dólares; y en el mejor de los casos, aumentaría 18 millones de toneladas la producción a nivel país, teniendo una suba en el impacto de la cadena de 2.883 millones de dólares.
Para leer el informe completo de la Bolsa hacer click AQUÍ.

Fuente: InfoCampo

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El cultivo de maíz a nivel mundial representa la mayor superficie de siembra y producción. Es uno de los tres cereales con mayor demanda para proveer alimentos y generar derivados industriales. El incremento en la producción respondió a varios factores, entre ellos, al desarrollo de híbridos más prolíficos y con mejor comportamiento sanitario, al aumento de la superficie fertilizada, a la siembra directa y a variedades transgénicas, con buen comportamiento ante patógenos y resistentes al uso de herbicidas.
En Argentina, la adopción de los híbridos RG (Resistentes a Glifosato), “simplificó y disminuyo el costo de
producción” en el manejo de malezas, requiriendo de pocas herramientas químicas para su control. Esto provocó, en conjunto con el manejo previo que se venía realizando en el cultivo de Soja RG, un aumento de biotipos resistentes debido a una presión de selección ejercida por el uso continuo de herbicidas con un único mecanismo de acción, dificultando posteriormente el manejo de estas y provocando mermas en el rendimiento de maíz.
Según el Dr. Profesor Eduardo Leguizamón, del departamento de Sistemas de Producción Vegetal-Malezas, investigador CONICET, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Rosario, Zavalla, Santa Fe, desde el punto de vista de las poblaciones y comunidades de malezas los cambios más significativos fueron:
• Disminución de la abundancia
• Disminución de la dominancia
• Modificación en el listado florístico y en la frecuencia específica. “Desplazamiento de la flora”:
1. Aumento de Poáceas anuales de ciclo estival (Digitaria sanguinalis, Brachiaria sp)
2. Aumento de Asteráceas con dispersión anemófila, anuales (Conyza bonarienes, Carduus acanthoides) como perennes (Senecio grisebachii)
3. Aumento de dicotiledóneas anuales de ciclo otoño-invernal con tolerancia a dosis usuales de glifosato
(Bowlesia incana, Lamium amplexicaule)
4. Disminución de especies que requieren de estímulos de irradiancia y/o alternancia térmica para
desbloquearse (Datura ferox)
5. Disminución de dicotiledóneas sensibles a glifosato (Amaranthus quitensis)
6. Niveles estables de dicotiledóneas estivales (Anoda cristata) de difícil control con glifosato a dosis
normales (“tolerantes”).
7. Aumento de monocotiledones (Cynodon dactylon) que requieren dosis más elevadas de glifosato que las utilizadas usualmente.
8. Invasión de las mal llamadas “malezas nuevas”, pera-daptadas y antes confinadas a alambrados,
banquinas y relictos y/o suelos bajos, con tolerancia a glifosato (Commelina erecta, Chloris sp, etc)
9. Generación de biotipos resistentes a glifosato y a otros modos de acción.
¿Qué es la RESISTENCIA y TOLERANCIA?
“Ahora bien, ¿qué entendemos por resistencia? La resistencia es la capacidad inherente y heredable de algunos biotipos, dentro de una determinada población, de sobrevivir y reproducirse después de haber sido expuestos a una determinada dosis de un herbicida que normalmente sería letal para los individuos de una población normal de la misma especie. Por otro lado, puede ocurrir que todos los individuos sean capaces de sobrevivir a la aplicación del herbicida. En estos casos se dice que la especie es tolerante. Se entiende entonces por tolerancia a la habilidad inherente de una especie de sobrevivir y reproducirse después de ser expuesta a un tratamiento herbicida” (Resistencia de malezas a herbicidas, Marcelo de la Vega, Universidad Nacional de Tucumán).
Importancia de las MALEZAS y su control a tiempo
Debemos tener en cuenta que las malezas afectan en forma directa e indirecta al cultivo. En primer lugar, algunas liberan sustancias alelopáticas disminuyendo el crecimiento de los cultivos y además compitiendo por los recursos (agua, luz y nutrientes), provocando una interacción entre los individuos por la demanda común de los recursos limitados y que conducen a la reducción de la performance de esos individuos. En segundo lugar, dificultan la preparación de la cama de siembra, contaminan el producto cosechado, disminuyendo su calidad comercial y son hospedadores de enfermedades e insectos.
“El momento de emergencia de las malezas es importante para el éxito del manejo de malezas. La competencia por los recursos puede afectar el crecimiento y el desarrollo de los cultivos. Los individuos que surgen durante las etapas tempranas del crecimiento del cultivo tienen mayor capacidad de competir con los mismos” (Gibson et al., 2002).
Por ejemplo, según Mitich (1990), “Echinocloa crus-galli puede producir hasta 1 millón de semillas por planta en condiciones ideales de crecimiento, pero la producción de semillas puede ser muy plástica dependiendo de las condiciones del cultivo, la disponibilidad de nutrientes y la duración del día” (Maun y Barrett, 1986).
“En Ontario, Canadá, Bosnic y Swanton (1997) investigaron la producción de semillas de Echinocloa crus-galli en maíz e informaron que a una densidad de 10 plantas m2 de esta maleza produjo hasta 34.600 semillas m2 cuando el cultivo tenía 3 hojas diferenciadas, mientras que fue de sólo de 2.800 semillas m2 cuando el maíz tenía 4 hojas. En Grecia, con una densidad similar de 5 a 10 plantas m2, Echinocloa crus-galli produjo hasta 1.300 semillas por planta cuando la maleza emergió con el cultivo y de 170 semillas por planta cuando la emergencia de la maleza se retrasó hasta el estado fenológico de 6 hojas del maíz (Travlos et al., 2011). Asimismo, en Dakota del Sur, EE.UU., con una densidad de 1 a 3 plantas m2 de Echinocloa crus-galli la producción de semillas varió de 3.385 semillas por planta (antes de la emergencia del maíz) a 158 semillas por planta (cuando la emergencia de la maleza coincidió con un maíz de 2 hojas)” (Clay et al., 2005).
En síntesis, resulta clave en el cultivo de maíz controlar las malezas en estado temprano del crecimiento del cultivo, llamado periodo crítico libre de malezas, donde si no se efectúan en ese momento los controles adecuados se observan grandes mermas de rendimiento. En el cultivo de maíz es entre las 2 y 4 semanas desde la emergencia (V1- V6). El éxito del control depende de un monitoreo profesional y de la integración de distintas estrategias de manejo, como la prevención, evitando la introducción de nuevas malezas, contención con el fin de minimizar el impacto económico de una población de malezas, reducción tendiendo a reducir las poblaciones de malezas hasta alcanzar un valor aceptable y por último el control total de las mismas. Al momento de considerar la estrategia más conveniente no solo es suficiente conocer que especies tenemos en el lote sino también aplicar este programa más allá del ciclo del cultivo. Es decir, haciendo una “planificación”.
Control químico de malezas en Maíz
Si se considera el método de control químico, es fundamental conocer los flujos de emergencia de las malezas para controlarlas antes de su nacimiento con el uso de herbicidas pre emergentes, de esta forma estamos actuando en un único punto de crecimiento, garantizando controles más efectivos y disminuyendo la competencia inicial con el cultivo. Como se puede observar en el siguiente gráfico 1, muchas malezas primavera-estival comienzan su emergencia a comienzos de primavera, donde coincide en muchas zonas con la siembra del maíz de primera, y dentro de este grupo de malezas, las primeras en comenzar su ciclo son las monocotiledóneas y las amarantáceas, especies C4, que a igual que el maíz, son fotosintéticamente muy efectivas, logrando establecerse rápidamente en el lote.
Gráfico 1: Dinámica de emergencia de Amaranthus hybridus, Digitaria sanguinalis y Echinocloa colona Zonas: Amaranthus hybridus y Digitaria sanguinalis: Oeste de Buenos Aires-La Pampa (Trenque Lauquen, Gral. Villegas), Echinocloa colona: Núcleo (Zavalla) Fuente: Aapresid: https://www.aapresid.org.ar/rem-malezas/emergencias
 
Sin embargo, esto conlleva a considerar la selectividad y seguridad que presentan los herbicidas residuales hacia el cultivo y hacia los que están incluidos en el esquema de rotación. Para eso debemos tener en cuenta las características fisicoquímicas del herbicida determinando el comportamiento ambiental y la interacción con el cultivo. Como, por ejemplo, ciertas constantes físico-químicas; como la vida media y el Koc que van a afectar y a determinar la flexibilidad en la rotación por el carry over que presentan algunos herbicidas, siendo determinantes y limitantes en el esquema de rotación. También debemos considerar los distintos modos de acción de las formulaciones disponibles en el mercado para cuidar a los principios activos y prevenir o retrasar la aparición de biotipos resistentes.
Impacto del control en el rendimiento y costos/hectárea
Otro factor importante a tener en cuenta es el costo/hectárea que representa el control de malezas. La adopción de herbicidas más selectivos en los últimos años tuvo un incremento en el costo por hectárea de 20usd/ha a 50usd/ha, situación que obliga al productor a hacer una mayor inversión para manejar los problemas de malezas resistentes, sin embargo el retorno de la inversión es superior al manejo convencional que se venía realizando.
Summit Agro Argentina, empresa japonesa líder, ofrece al productor agropecuario Fierce RM, un herbicida pre emergente para el cultivo de maíz y soja para el manejo de malezas problemáticas como Amaranthus spp, Echinochloa colona, Chloris spp, Eleusine indica, Digitaria spp, etc. Fierce combina dos modos de acción, un Inhibidor del metabolismo (Pyroxasulfone 34,5%) y un Activador lumínico de ROS (Flumioxazin 15%). Al combinar dichos activos se alcanza un amplio espectro de control, ya que ambos son muy efectivos para gramíneas y latifoliadas, logrando un sinergismo. A su vez, por sus características fisicoquímicas, el herbicida presenta un bajo potencial de lixiviación y alta absorción a los coloides del suelo permaneciendo en los primeros centímetros del perfil; selectividad en el cultivo y seguridad en la rotación por la baja vida media que tienen los principios activos, permitiendo la flexibilidad de esta, presentando así, mínimas restricciones a la hora de volver a sembrar. Por último y no menos importante, está clasificado toxicológicamente como clase IV (banda verde), garantizando la seguridad en el usuario y el ambiente.
A continuación, se puede observar un ensayo realizado por Summit Agro en la localidad de Pueblo Muñoz, Santa Fe, para evaluar eficacia de control sobre Amaranthus sp, Eleusine sp y Echinochloa sp de distintos herbicidas residuales. También se evaluó el rendimiento final de cada tratamiento. La fecha de aplicación fue el 5/12/2019, la fecha de siembra fue el 7/12/2019 y la de incorporación de los pre emergentes fue el 30/12/2019 (45mm).
Gráfico 2: Resultados de aplicación de herbicidas pre emergentes en Maíz.
 
Como se puede observar en el gráfico 2, se logró un rendimiento superior con la aplicación de Fierce a dosis de 500cc/ha en comparación con los demás tratamientos. El porcentaje de control que se logró con la aplicación del herbicida fue del 98% a los 80 DDA.
En el siguiente cuadro 1, se puede contemplar la mayor ganancia/hectárea que se logró con la aplicación de FIERCE RM, donde si bien el costo/hectárea del tratamiento es superior a una mezcla convencional, se logra un retorno de la inversión al aplicar un herbicida residual con amplio espectro de control y un excelente comportamiento ambiental. En definitiva, cuando se lo compara con otros productos que se utilizan en el cultivo de Maíz, FIERCE RM te ofrece el menor costo diario de control gracias a su gran residualidad, obteniendo más días de control efectivos, lo que se traduce en más rendimiento.
Cuadro 1: Resultados obtenidos en rendimiento y ganancia (qq/ha) según tratamiento. (*No se tuvieron en cuenta los costos de comercialización)
Si evaluamos el costo/hectárea de las aplicaciones realizadas en el ensayo y tenemos en cuenta los costos fijos del cultivo (insumos para el barbecho, siembra y controles en post emergencia, más los costos de las labores) sin considerar los gastos de comercialización, rondan aproximadamente en 44,4 qq/ha más el costo del herbicida residual.
Es fundamental tener en cuenta todos los puntos mencionados con anterioridad a la hora de definir la siembra del cultivo de maíz. El éxito del control de las malezas va a depender de un manejo integrado de las mismas, con una “planificación” acorde a cada lote. Debemos aprender a convivir con las malezas tratando de eficientizar y minimizar su impacto en los cultivos, tratando de evitar o retrasar la aparición de nuevos biotipos resistentes para lograr una agricultura “sustentable y sostenible” en el tiempo.

Fuente: InfoCampo

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Un total de 170 hectáreas al sur de la provincia de Córdoba se quemaron en las últimas horas y creen que se trató de un incendio intencional.

 

Las imágenes muestran cómo quedó el lugar, en Berrotarán, departamento de Río Cuarto.
 
“Se cree que fue un cigarrillo o algo así. Por la ubicación, suponen que fue intencional”, le contó a Infocampo un joven de la zona que envió las fotos.

las imágenes

Fuente: InfoCampo

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La ortiga es una especie originaria de Europa, naturalizada en América Central y América del Sur hasta Tierra del Fuego. Es frecuente como maleza en potreros fértiles tanto de cultivos anuales como de pasturas, y suele aparecer como planta rústica y maleza molesta en huertas y jardines.
Históricamente es utilizada por sus múltiples bondades tanto en la cocina como en la medicina, por ser suculenta al paladar, altamente nutritiva y con beneficios para el área farmacológica y de las ciencias de la salud.
A nivel mundial se la conoce como la “planta de los ciegos”, por ser de fácil reconocimiento táctil y con el nombre de “malas hierbas”, por sus propiedades distinguidas. Gracias a sus características y a los beneficios que aporta, es un producto solicitado.
La planta de ortiga en el mundo
La ortiga pertenece a la familia de las Urtica, y suelen ser arbustos que no alcanza una altura mayor a los 60 centímetros. Con su uso a través del tiempo se descubrieron nuevas propiedades, y como consecuencia  la lista de beneficios se incrementó con el pasar de los años, y ya es reconocida a nivel mundial por su aporte a la medicina.
aporta nutrientes

Vitaminas: vitaminas A, C y K, así como varias vitaminas del grupo B.
Minerales: calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y sodio.
Grasas: ácido linoleico, ácido linolénico, ácido palmítico, ácido esteárico y ácido oleico.
Aminoácidos: contiene todos los aminoácidos esenciales.
Polifenoles: kaempferol, quercetina, ácido cafeico, cumarinas y otros flavonoides.
Pigmentos: betacaroteno, luteína, lúteo xantina y otros carotenoides.

otras propiedades benéficas
Muchos nutrientes que aporta actúan como antioxidantes dentro del organismo.
También funciona de forma externa como un tratamiento para lumbagos y dolencias de alto valor muscular. Además, es utilizado como astringentes para detener hemorragias externas y uterinas.
Tiene un efecto inhibitorio a nivel sanguíneo, dado que baja los niveles de azúcar en la sangre (glucemia) y disminuye la presión arterial.
Es utilizado para tratar la anemia ferropénica ya que favorece la absorción del hierro.
Además, se usa para limpiezas a nivel interno porque sirve como un depurativo, ideal para problemas de estreñimiento y congestión, entre otros.
Se utiliza a nivel dermatológico para tratar problemas de debilidad en el cuero cabelludo, así como otros problemas del cabello como la caspa.
Tiene un alto poder antiinflamatorio para el tratamiento de artritis, las hemorroides e inflamaciones internas generalizadas.
Tiene una función antihemorrágica, para el tratamiento tanto de hemorragias a nivel interno y externo, y sus propiedades diuréticas son ideales para curar enfermedades relacionadas con los riñones.
Es uno de los pocos elementos naturales con un alto poder histamínico, capaz de mejorar en gran proporción los cuadros alérgicos ante diferentes agentes.
Tiene un alto poder a nivel tegumentario, utilizado para tratar problemas de la piel como manchas y acné, o enfermedades más avanzadas como la dermatitis.
Funciona como un expectorante eficaz en el tratamiento de enfermedades infecciosas de pecho.
Elimina los radicales libres en las membranas celulares, y como consecuencia previene la vejez.
Se usa en la industria cosmética para productos de belleza en la elaboración de cremas.
Tiene poder analgésico, para la reducción de las dolencias y atrofias a nivel de la musculatura esquelética.
Ortiga para adelgazar
La ortiga es una planta que produce saciedad para quien la consuma, contribuyendo a evitar la ansiedad, la cual es la primera causa de los problemas de obesidad en el mundo.
Por eso tomar un té de de ortiga unos minutos antes de las comidas es una estupenda forma de mejorar su salud para quienes buscan luchar contra su sobrepeso.
Formas de uso
Esta planta medicinal es aprovechada casi en su totalidad, debido a que cada parte cumple una función de las antes mencionadas en particular.
Se puede tomar silvestre o que haya cumplido un proceso de secado previo, este último, es especial para la elaboración de té e infusiones.
Las hojas se pueden incluir en los platos favoritos, pero mayormente se utiliza en la cocina para las ensaladas.
¿Qué tanto se utiliza de este producto?
Cuando se dice que hay un aprovechamiento completo de ello, es porque realmente es así, se utiliza todo, hojas, tallo, hasta las raíces, para elaborar sopas, infusiones, aceites, cremas: es decir, un sin número de utilidades.
Usos en la huerta
La ortiga también es una planta usada en la huerta. Los residuos orgánicos de ortiga son conocidos por repeler plagas y curar a nuestras plantas. Aunque no se suele cultivar en la zonas donde se da naturalmente sí que se hace en otras.
¿Cómo hacer té de ortiga?
El té de ortiga se puede hacer con hojas tanto secas como frescas. Colocamos una cucharaditas de estas hojas en una proporción de una taza de agua, más o menos unos 200 ml, que no haya llegado a hervir y dejamos infusionar de 5 a 10 minutos. Se suele recomendar una dosis de dos tazas al día antes de la comida.
Contraindicaciones por el consumo de Ortiga
Esto depende directamente de las patologías que tenga una persona, dado que su composición química extensa y exponencial lo hace beneficioso para algunos pero perjudiciales para otros. Es por ello que antes de ser consumido debe poner todas las opciones médicas en consideración y ver así, si es factible o no consumirla para su salud.
Para consumir ortiga, la persona no debe padecer:

Hipotensión primeramente (presión arterial baja).
Alguna insuficiencia de tipo renal.
Insuficiencia cardíaca, porque puede generar trastornos mayores o interrumpir directamente con algún tratamiento farmacológico establecido.
Está determinantemente prohibido su uso en mujeres en estado de embarazo ya tiene una serie de hormonas que pueden inducir a la expulsión del bebé antes de tiempo.
Se recomienda su consumo en mujeres que estén lactando, ya que las hormonas que posee favorecen la producción de leche, por ende es completamente ideal, para las mujeres que por una razón u otro tenga déficit para poder generar la leche materna.

Fuente: InfoCampo

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Foto ilustrativa
Un grupo de científicos del Conicet logró producir alimentos saludables a través de impresiones 3D, mediante la combinación de un oleogel, o material semisólido obtenido a partir de aceite vegetal, y fitoesteroles, que son nutrientes vegetales con propiedades beneficiosas para los humanos.
El trabajo que fue publicado en la revista científica internacional “Food Research”y en el ámbito local por la Agencia CyTA-Fundación Leloir, es liderado por Camila Palla e Ivana Cotabarren, investigadoras del CONICET en la Planta Piloto de Ingeniería Química y docentes del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Sur (UNS).
Según explica Camila Palla “las frutas y verduras son componentes fundamentales de una dieta saludable, y disminuyen el riesgo de padecer algunas enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías y determinados tipos de cáncer, sin embargo, los estilos de vida actuales nos han llevado a una disminución de la ingesta”, y por esa razón realizaron “esfuerzos para crear productos que puedan compensar estas deficiencias y tener un rol importante en la prevención de enfermedades”, aseguró la científica en comunicación con la Agencia CyTA-Fundación Leloir.
El estudio científico, que además contó con el trabajo de los investigadores Sofía Cruces y Diego Colaneri, consistió en adaptar una impresora 3D para que pueda producir nutracéuticos o “alimentos medicinales” de administración oral que proporciona beneficios a la salud, incluyendo la prevención y el tratamiento de enfermedades.
Los compuestos que obtuvieron tiene la forma de una pequeña píldora, pero según afirmó Cotabarren: “Se requieren más investigaciones para determinar si es factible usar impresión 3D para la obtención de matrices alimenticias que permitan mejorar la entrega de compuestos activos al organismo, al igual que para la obtención de productos personalizados”.
En la siguiente foto, de izquierda a derecha, se puede ver a los autores del avance: Camila Palla, Ivana Cotabarren, Sofía Cruces y Diego Colaneri.

Fuente: InfoCampo

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El clima es la gran incógnita de la temporada fría, sobre todo, por la erraticidad que está mostrando en su comportamiento en materia de precipitaciones y temperaturas en muchas regiones del país.
El Servicio Meteorológico Nacional realizó una proyección climática para el trimestre agosto-septiembre-octubre. Luis Stella, experto del Servicio, comentó las principales variables que afectarán a las distintas zonas del país. 
En materia de temperaturas, para la región central serán normales, mientras que los mayores registros, superiores a los normales, serán en el norte del país, este bonaerense y patogénico. 
La sorpresa siguen siendo las precipitaciones. En este apartado, para el trimestre, las condiciones se mantendrán secas para el centro nacional y en la Patagonia, con lluvias inferiores a lo normal.
Por su parte,  la región del Litoral, que tuvo un julio con pocas lluvias, el NEA y parte del NOA mostrará una recomposición de las precipitaciones, con valores promedio. Las condiciones de inferiores precipitaciones estar
Haciendo un repaso, Stella contó el saldo climático del séptimo mes del año. “Fue un julio que valores de temperaturas que fueron inferiores a lo normal en muchas regiones, sobre todo, en las provincias patagónicas”, dijo.
Lo destacado, agregó, sucedió en Rosario, el 14 de julio, donde se registró la temperatura más baja desde 1953:  8,5 grados centígrados bajo cero como marca térmica. 
En referencia a las precipitaciones, con respecto a las precipitaciones, los excesos de lluvias se registraron en Mendoza, sur de La Pampa y oeste de Buenos Aires. En el caso de Neuquen se registró el julio más lluvioso de los últimos 60 años, afirmó  el experto. Las intensas nevadas afectaron fuertemente a toda la Patagonia, donde por esto se registró un acumulado de nieve de más de un metro. 
 

Qué se espera para los próximos meses en cuanto a precipitación?
Resumen con información: del @SMN_Argentina , varias fuentes distintas, @climatesociety y @meteoblue (basado en @ECMWF )
Actualización del 01-08-2020#meteojl #pronosjl pic.twitter.com/3cGZdCyaez
— Joaquín Lascombes (@joacolascombes) August 1, 2020

Fuente: InfoCampo

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El Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio a conocer los resultados que dejó la campaña de girasol 2019/2020 donde se observó en líneas generales, una disminución del área sembrada del 15% respecto al ciclo previo, pero que sin embargo el nivel de tecnología aplicada al cultivo fue significativa, y en algunos casos, hasta se superaron las expectativas de rendimientos producto de ésto.
“El indicador de nivel tecnológico alto muestra una recuperación constante a lo largo de las últimas cuatro campañas. Esta recuperación se explica en mayor medida por un traspaso desde el nivel medio, mientras que el nivel tecnológico bajo registró el valor mínimo de la serie histórica”, indica el informe.

El ReTTA amplía que “las regiones del mega ambiente norte explicaron en gran medida el aumento de nivel alto a nivel nacional, pues en conjunto aportaron aproximadamente el 34% del área sembrada”.
“Las regiones Norte de La Pampa – Oeste de Bs. As., Centro de Bs. As. y Cuenca del Salado, que en conjunto representaron el 17% del área, también incrementaron la adopción de nivel alto en relación a la campaña previa. El Sudoeste de Bs. As. mostró poca variación en los niveles de tecnología aplicados y el Sudeste de Bs. As. mostró un aumento del nivel tecnológico medio”, informaron.
Si bien el completo informe de la Bolsa recorre desde el sistema productivo empleado (porcentaje de siembra directa), las características de las semillas (híbridos tolerantes), densidad de siembra, rescatamos el apartado de fertilización, en el cual se indica que “la dosis promedio de urea aplicada en girasol fue de 90 Kg./Ha. Esto representó un aumento de 12 kilos con respecto a la campaña anterior”.
“Las regiones que explicaron esta mejora en la fertilización fueron NEA Oeste (este de Santiago. del Estero), Norte de Santa Fe y prácticamente todas las regiones de Bs. As, a excepción del Norte de La Pampa – Oeste de Bs. As. que registró una disminución en la dosis de urea”, destaca el informe en relación a la fertilización nitrogenada.
Para el caso del fosfato diamónico, “el promedio aplicado en girasol durante la campaña 2019/2020 fue de 69 Kg/Ha, siendo las regiones de Buenos Aires las que explican el aumento de dosis a nivel nacional”.
Descargate el informe completo haciendo click AQUÍ.

Fuente: InfoCampo

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“Pronósticos de lluvias para regiones del medio oeste americano, reafirman perspectivas de abundante producción de soja en EE.UU.: estimaciones privadas arriesgan un escenario productivo que podría lograr 122 mill. tn. En el mismo sentido, Brasil sembraría una considerable superficie y se estima un volumen récord de 132 mill. tn. Renovada incertidumbre política-comercial entre Washington y Beijing agregóm ánimo bajista. Autoridades de ambos países revisarán la implementación de la fase 1 del acuerdo, el 15 de Agosto. En tanto, el USDA informó ventas de soja americana a China por 192.000 tn. luego de varios días de ausencia del gigante asiático. El mercado necesita de una demanda externa firme para estimular precios”, informó Grassi.
Para el caso del maíz, “compras de oportunidad permitieron ganancias, tras ubicarse los precios en niveles mínimos de 3 meses. Mientras, en EE.UU. el clima juega a favor y transmite tranquilidad. Un 72% de los cultivos presenta condiciones buenas a excelentes y estimaciones de privados proponen un volumen de producción en torno a 389 mill. tn. El petróleo transitaba con avances, aportando respaldo adicional”, destaca la corredora de granos.
Por último el mercado de trigo evidenció una “ligera recuperación parcial luego de las caídas en la rueda anterior. En el mismo sentido, Francia recortó su proyección de cosecha a 29,7 mill. tn. (desde 31,3 mill. tn. en el mes anterior). De todos modos, el mercado sigue dominado por el avance de la cosecha en el hemisferio norte y el ingreso de la mercadería. Se mantienen muy buenas perspectivas de producción en Rusia y Australia. En el día de hoy, no hubo ofertas de trigo americano en una licitación de compra por parte de Egipto”, finaliza el análisis de Grassi sobre el cierre internacional de los mercados de granos.

Fuente: InfoCampo

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