SHANGHÁI, 9 jun (Reuters) – Más de 47.000 animales vivos
estuvieron a la venta en mercados de Wuhan en un periodo de dos
años y medio antes de que se registraran los primeros casos de
COVID-19 en la ciudad a fines del 2019, según un nuevo estudio,
lo que destaca los riesgos del comercio con animales salvajes en
China.Un documento de investigación publicado en la revista
Scientific Reports indicó que hasta 38 especies fueron vendidas
en 17 mercados de Wuhan entre mayo del 2017 y noviembre del
2019, incluyendo especies protegidas, en condiciones de higiene
y cuidado que incrementan los riesgos sanitarios.Muchos de los primeros casos de COVID-19 en humanos fueron
vinculados al mercado de pescados y mariscos Huanan de Wuhan,
donde inicialmente se identificaron las primeras infecciones de
SARS-CoV-2 en humanos.Sin embargo, algunos contagios iniciales estuvieron
conectadas a otros mercados de Wuhan, donde se descubrió un
linaje separado del SARS-CoV-2, lo que eleva la posibilidad de
que la infección en humanos haya sucedido mucho antes, quizás a
través del tráfico de animales salvajes.Un estudio conjunto de China y la Organización Mundial de la
Salud que fue publicado a fines de marzo dijo que no había
reportes verificables de que mamíferos vivos estuvieran en venta
en el mercado de Huanan en 2019, aunque añadió que había
indicios de que sí fueron comercializados en el pasado.Aunque se ha especulado que el SARS-CoV-2 podría haberse
filtrado de un laboratorio de Wuhan que estudia los coronavirus,
todavía se cree que se originó en los murciélagos, y que la
coincidencia natural más cercana se encuentra en una cueva en
Yunnan.El estudio conjunto de la OMS y China dijo que lo más
probable es que el virus ingresara a los humanos a través de una
especie intermediaria y que los pangolines a menudo se
identifican como posibles candidatos.El nuevo artículo, escrito por investigadores de China, Gran
Bretaña y Canadá, dijo que no había evidencia de que se
vendieran murciélagos vivos o pangolines en Wuhan en el periodo
estudiado, pero que se ofrecieron a los clientes visones, perros
mapaches, ardillas y zorros.
(Reporte de David Stanway. Editado en español por Marion
Giraldo)

Fuente: La Nación

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