“Se tarda toda una vida en llegar a conocerte a ti mismo”: en su caso, apenas 32 años. Cultor de la forma física y la gimnasia mental, Bruce Lee dejó la frase para la posteridad, y si las películas lo confirmaron como el máximo artista marcial de la historia, la publicación de sus escritos esenciales lo revelará en su esencia: un filósofo. El libro Bruce Lee, un artista de la vida, que acaba de salir acá, reúne sus textos sobre el kung-fu, la filosofía, la psicología, la poesía, la actuación y el desarrollo personal, toda una literatura forjada a partir de su obsesión por la lectura: puros yin y yang.En una entrevista, Lee dijo: “Mi vida me parece una vida de autoexamen, un ir retirando capas de mi ser, poco a poco, día a día”. Según su biógrafo John Little, que editó cientos de cartas y anotaciones para dar forma a este libro, “donde más se aprecia esto es en los textos de Lee: no importa qué tema aborde, desde la cultura marcial china hasta su poesía sincera, nos encontramos ante un ‘hombre auténtico’ que nos desnuda su alma”. Nacido en San Francisco pero de origen hongkonés, Lee fue un icono de la cultura pop universal porque además de atleta y actor se propuso como un ejemplo de completitud humana. En el libro, su esposa Linda compara: “Así como Miguel Angel tomó un bloque de mármol y, retirando todo lo que sobraba, hizo salir de su interior el David, Bruce retiraba las capas interiores de su alma para manifestar su verdadero ser al mundo”. La escultura de Miguel Angel y el cuerpo de Lee tenían en común la perfección de la forma física pero el actor renegaba del gimnasio y nutría el lomo con otra proteína: la lectura de los clásicos, desde Lao Tse hasta Krishnamurti, haciendo escala en los autores de autoayuda más populares de su época. Y como no existían las computadoras ni los escáneres, anotaba en libretas, a veces copiando literalmente, todo aquello que leía en libros de filosofía o sobrecitos de azúcar: esos textos ahora se reúnen en Bruce Lee, un artista de la vida, con el espíritu inspirador de la epifanía y la forma esperpéntica del pastiche.Los dilemas del ego o los problemas de cadera derivados de una patada mal dada: ningún tema de lo humano le es ajeno. Con la prosa de un sabio, sobrevuela alrededor de las grandes cuestiones con la agilidad de un avispón verde (“ojalá pudiera ser yo un colibrí y volar veloz a tu lado”, dice). Este libro es la búsqueda de una verdad universal, modelada en ideas múltiples y develada en una feliz revelación: Bruce lee, pero también escribe.Listamanía: cinco disciplinas cultivadas por Bruce LeeKung-Fu. Bruce Lee regresó de Hong Kong a EE.UU. a los 18 años con la idea de instalar el arte marcial chino y se convirtió en un furor.Filosofía. Licenciado en la Universidad de Washington, se especializó en la obra de Platón, David Hume, René Descartes y Tomás de Aquino.Psicología. Estudió y transcribió literalmente los textos canónicos de Carl Jung, Carl Rogers y Fritz Perls, el creador de la terapia gestáltica.Poesía. Tradujo numerosas poesías chinas al inglés y en los ratos libres de las filmaciones escribía poemas que, según los críticos, son oscuros.Jeet Kune Do. Su propia arte marcial, en la que combinó el ejercicio físico con la actividad mental: “Es el arte del alma en paz”, definió.

Fuente: La Nación

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