River, que ha mermado en su rendimiento y en la obtención de buenos resultados en los últimos tiempos de la mano del entrenador Marcelo Gallardo, visita este miércoles a un difícil Argentinos Juniors, que le empató de visitante 1 a 1 en la ida, en el desquite de los octavos de final de la Copa Libertadores. El encuentro se juega en el estadio Diego Maradona, en el barrio porteño de La Paternal, con arbitraje del paraguayo Eber Aquino y la televisación de ESPN. El vencedor de esta llave enfrentará a Atlético Mineiro, que eliminó a Boca.Duelo aéreo entre Ávalos y Martínez (LA NACION/Mauro Alfieri/)La carga anímica que traía el partido se reflejó en la intensidad desde el comienzo. Antes de los cinco minutos, Montiel y Torrén ya estaban amonestados por ir directamente al foul para evitar verse superados. Y también un reclamo de penal de Argentinos, con Gabriel Milito alzando los brazos en el banco, por una sujeción de Zuculini a Mac Allister en un córner.Fiel a sus antecedentes, Gallardo sorprendió con la formación, Siempre hay un nombre o un retoque táctico que escapa a las especulaciones. Bruno Zuculini, con muy poca participación en el semestre pasado, ingresó para reforzar la contención, al lado de Enzo Pérez. El sacrificado fue Palavecino, en el banco. Golazo de Romero para el 1-0 de River Los primeros 15 minutos no escaparon de lo previsible. Mucha presión, poco espacio y tiempo para resolver. Marcas encimadas y el foul como recurso si alguna jugador desnivelaba con una gambeta, River llegó con un remate desviado de De la Cruz y un cabezazo cruzado de Romero en un córner. Mucho diente apretado y pierna firme. A veces en exceso, como la dura entrada de Enzo Pérez a Ávalos que le valió la tarjeta amarilla. En menos de 25 minutos, River ya tenía dos jugadores advertidos. Armani estuvo rápido para salir a cortar una entrada profunda de Cabrera, en una acción en la que Enzo Pérez terminó despejando el peligro. Mientras a River se le dificultaba generar juego asociado, Argentinos se agrupaba y salía con pelotas largas. Era más factible que el partido se rompiera por una equivocación que por una genialidad. Y la falla llegó en un resbalón de Quintana, seguido por un pase de Suárez y una poderosa aparición de Braian Romero, que despachó un zurdazo desde afuera del área. Un golazo para el 1-0 de River.

Fuente: La Nación

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