El arándano rojo es un alimento muy significativo de la cocina a nivel mundial por su intenso sabor y sus amplias posibilidades culinarias. Además de su color llamativo e intenso sabor, tiene muchos usos a nivel nutritivo y por ello su consumo es ampliamente recomendado.
Se produce principalmente en las zonas templadas del Hemisferio norte y existen hasta cuatro subespecies.
MANEJO BÁSICO Y REQUERIMIENTOS

Clima y suelo: al ser una planta de clima templado-frío soporta las temperaturas muy bajas, pero no las elevadas o los vientos muy fuertes. Prefiere el sol pero tolera la sombra (aunque la variedad de arándano rojo necesita pleno sol). Requiere suelos ácidos (ph 4-5.5) y húmedos.
Siembra y plantación: siembra directa o plantación en otoño o a principios de primavera. Si se compró el arbusto en un vivero, eliminar al menos el 50 % de de la parte aérea antes de plantar. Introducirlo en el suelo a la misma profundidad a la que estaba en la maceta o un poco más profundo, y añadir estiércol o compost bien maduro.
Riego: es bastante exigente, sobre todo al principio, cuando está recién plantado. Si hay periodos de más de una semana sin lluvia, regar con unos 25-50 litros de agua a la semana, que son los requerimientos hídricos de la especie. Si llueve no será necesario.
Poda: en el caso de los arándanos rojos, no es necesaria la poda, y sólo tendrás que eliminar el exceso de ramas y estolones.

propiedades nutricionales

Es un alimento bajo en calorías y alto en vitamina C.
Un potente antioxidante, además de ser muy importante para fortalecer el sistema inmune.
Contiene vitamina A, otro antioxidante rico en betacarotenos y es muy importante para la salud ocular, para una buena vista y para la formación de tejidos.
Es una buena fuente de vitamina K o menaquinona, un nutriente que participa en la formación de los huesos, en el buen funcionamiento del hígado y en la coagulación sanguínea.
También contienen proantocianidinas (PAC), un antioxidante que puede ayudar a prevenir una variedad de enfermedades.

Sus beneficios

Ayuda a combatir infecciones a nivel del tracto urinario ya que es un potente antibacteriano y antimicrobiano, al impedir el ascenso de bacterias por esta vía, y combate también las existentes, para una buena higiene en esta zona. Por eso, se recomiendan para el tratamiento de infecciones como la cistitis.
A nivel sistema digestivo, se encarga de mantener en perfecto estado la flora intestinal, ya que posee casi los mismos efectos de los probióticos, y contribuye con la homeostasis.
Estudios recientes han reconocido que tiene propiedades para combatir la Escherichia coli.
En cuanto al sistema cardiovascular cumple la función de mantener la fluidez de estas importantes vías e impide que la sangre se acumule, como por ejemplo las plaquetas.
Tiene un efecto inhibitorio en la fuerza de los latidos, ya que reduce los niveles de presión sanguínea. Esta última función se debe a su alta cantidad de antioxidantes, que tienen la propiedad de ser antiinflamatorios naturales.
Previene el envejecimiento prematuro. Los antioxidantes son conocidos en todo el mundo por tener propiedades para detener el envejecimiento.
Su mecanismo de acción se basa en eliminar de la superficie de las membranas celulares los radicales libres, tan radiactivos y dañinos para la salud de la piel.
Fortalece el sistema inmunológico por su alto contenido de vitamina C.
Favorece el tratamiento para el cáncer. Estudios científicos recientes demuestran que este singular fruto podría ayudar a disminuir el crecimiento acelerado de tumores cancerígenos.
Mejora la salud bucodental. Al ser un bactericida, esta fruta puede eliminar las bacterias en toda la cavidad bucal.

Cómo se usa y consume el arándano rojo
Por lo general casi la totalidad de los frutos que se obtienen de esta planta son procesados en un de múltiples formas para crear alimentos derivados, aunque también es posible comer la fruta sola.
Entre las formas más tradicionales de conseguir el arándano rojo en cualquier establecimiento comercial están:

Zumos
Jaleas
Salsas
Postres
Galletas
Cápsulas

Dosificación para consumir con seguridad
Existe una dosificación para el consumo de arándanos para evitar efectos adversos y perjudiciales para la salud. Algunas de las dosis recomendadas son:

Un litro de zumo diario.
En el caso de las cápsulas, no tomar más de 8 cápsulas por día, pero se recomienda de 1 a 2, en tres momentos del día.
Los alimentos procesados a base de este fruto se deben consumir con suma prudencia para prevenir la diabetes y la obesidad.

Contraindicaciones
Debido a que son una buena fuente de vitamina K, las personas que usan anticoagulantes deben consultar a su médico antes de consumir más arándanos.
A pesar de que no se cuentan con pruebas reales de efectos inmediatos de esta fruta, un consumo excesivo puede originar afecciones como:

Cálculos renales
Alergias
Gastritis
Erupciones en la piel

No se recomienda el consumo de comprimidos en mujeres embarazadas, en períodos de lactancia o en recién nacidos, más allá de que la fruta sí la pueden consumir, excepto los recién nacidos.

Fuente: InfoCampo

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